A ese respecto, nos explica con claridad el Catecismo de la Iglesia Católica que "la fortaleza es la virtud moral que asegura en las dificultades la firmeza y la constancia en la búsqueda del bien". Y describiendo un poco más esta virtud cardinal continúa: "reafirma la resolución de resistir a las tentaciones y de superar los obstáculos en la vida moral. La virtud de la fortaleza hace capaz de vencer el temor, incluso a la muerte, y de hacer frente a las pruebas y a las persecuciones. Capacita para ir hasta la renuncia y el sacrificio de la propia vida por defender una causa justa.
Podemos concluir que esta virtud lleva a defender y alcanzar el bien arduo con una profunda alegría, que trasciende la experiencia del dolor, siendo capaces de exclamar con el Apóstol: "Todo lo puedo en Aquel que me hace fuerte" Flp 4,13, porque, en efecto, es Él (Cristo) quien, con la fuerza de su gracia, da a seres frágiles la valentía de testimoniarlo ante el mundo.
Podemos concluir que esta virtud lleva a defender y alcanzar el bien arduo con una profunda alegría, que trasciende la experiencia del dolor, siendo capaces de exclamar con el Apóstol: "Todo lo puedo en Aquel que me hace fuerte" Flp 4,13, porque, en efecto, es Él (Cristo) quien, con la fuerza de su gracia, da a seres frágiles la valentía de testimoniarlo ante el mundo.
+Oscar Sarlinga
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