lunes, 29 de septiembre de 2008

TOMA DE POSESIÓN DEL PBRO. HUGO LOVATTO COMO CURA PÁRROCO DE LA PARROQUIA DE SANTA FLORENTINA (IGLESIA CATEDRAL)

El día sábado 28 de septiembre, a las 16.30, asumió su oficio de cura párroco de la parroquia de Santa Florentina (iglesia catedral) de la ciudad de Campana, el Pbro. Hugo Lovatto, habiendo sido puesto en posesión por nuestro Obispo Mons. Oscar D. Sarlinga, quien presidió la misa, concelebrada por veinte sacerdotes de la diócesis.

El P. Hugo Lovatto, quien desde días atrás se encontraba ya en la iglesia catedral, ha recorrido distintos ámbitos pastorales y capillas, se ha reunido con grupos, movimientos y agrupaciones de la iglesia catedral y ha manifestado su deseo de servir a la Iglesia, y “dejar la vida” en la misión que se le ha encomendado, de pastorear esa porción del Pueblo de Dios, sin excluir a nadie y prodigándose para con todos.

La Santa Misa fue televisada por el canal local, y asistieron a ella numerosos fieles, entre los cuales muchos jóvenes, también de entre quienes realizaron la «misión Campana» el pasado año 2007. Los padres del neo-párroco, quienes participaron de la misa, trajeron las ofrendas al altar. El Pbro. Hugo Lovatto es a la vez delegado diocesano de la Pastoral Juvenil.

El Sr. Obispo recordó que la parroquia de Santa Florentina continuará contando con un vicario parroquial, el Pbro. Mauricio Aracena, y que, como había sido anunciado, tendrá la gracia de la próxima ordenación diaconal (el 11 de octubre) del acólito Lucas Martínez, el cual, una vez diácono, será adscripto a la iglesia catedral.

Mons. Oscar Sarlinga hizo alusión en su homilía a la necesaria y vital comunión con la Iglesia, y citó al Directorio para la vida y misión de los presbíteros, de la Santa Sede, en lo referente a la comunión traducida en amor efectivo por el pueblo cristiano que se le encomienda al párroco: “Hombre de comunión, el sacerdote no podrá expresar su amor al Señor y a la Iglesia sin traducirlo en un amor efectivo e incondicionado por el Pueblo cristiano, objeto de sus desvelos pastorales. Como Cristo, debe hacerse “como una transparencia suya en medio del rebaño” que le ha sido confiado poniéndose en relación positiva y de promoción con respecto a los fieles laicos. Ha de poner al servicio de los laicos todo su ministerio sacerdotal y su caridad pastoral, a la vez que les reconoce la dignidad de hijos de Dios y promueve la función propia de los laicos en la Iglesia” (Directorio para la vida y misión de los presbíteros, n. 30).

También hizo referencia a la conocida definición de parroquia que brinda el Documento de Puebla, esto es, «comunidad de comunidades» y dijo que en la parroquia, «casa y escuela de comunión» han de darse las notas de la vida cristiana con las que San Pablo exhorta a la iglesia de los Filipenses (la segunda lectura del día), esto es, el amor, un solo corazón, un solo pensamiento (aclaró, sin embargo, que no se trata de «uniformización» alguna, sino de la victoria sobre las letales divisiones y escisiones).

Refiriéndose a la convivencia y trabajo apostólico en común de las distintas asociaciones, instituciones y movimientos dentro de la parroquia, citó una vez más el Directorio, que alude, en esto, directamente a un deber del párroco: “Más concretamente, el párroco, siempre en la búsqueda del bien común de la Iglesia, favorecerá las asociaciones de fieles y los movimientos, que se propongan finalidades religiosas, acogiéndolas a todas, y ayudándolas a encontrar la unidad entre sí, en la oración y en la acción apostólica”.

Mons. Sarlinga exhortó al cura párroco a promover la evangelización y la misión, la caridad social, la buena armonía entre los distintos miembros de la comunidad, respetando sus legítimos carismas y aptitudes, el trabajo apostólico con los jóvenes, el cuidado de los enfermos, el espíritu de la Liturgia conforme a las normas de la Iglesia, la mancomunidad de valores trascendentes y la presencia evangelizadora en los medios de comunicación social. Recordó especialmente el Obispo el deber del párroco de ser ministro de la reconciliación y promover que en la iglesia catedral siempre haya confesores, también con las celebraciones penitenciales en los tiempos fuertes del Año Litúrgico, como son el Adviento y la Cuaresma.

Conociendo las cualidades del Padre Hugo, el Obispo pidió a los fieles que lo quieran y se dejen querer pastoralmente por él, para que en la paz de Cristo pueda ejercitar su misión espiritual con amabilidad y firmeza, con humildad y espíritu de servicio, privilegiando a los que sufren y a quienes padecen la pobreza, tanto material como espiritual.
Por último, le pidió al párroco que alimente a los fieles con la Palabra de Dios, con la predicación como «don de la verdad y del amor», a imagen del Buen Pastor, que no vive reprochando sino que carga a la oveja perdida sobre sus hombros y hace fiesta por su retorno al redil (cf. Lc 15,4-7).

sábado, 27 de septiembre de 2008

MONS. OSCAR SARLINGA VISITÓ LA CAPILLA DE SAN FELIPE, EN CAMPANA, DONDE SE VENERA LA IMAGEN DE NTRA. SRA. DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS

CELEBRACIONES de NUESTRA SEÑORA del ROSARIO de SAN NICOLÁS en la CIUDAD de CAMPANA

Tuvieron lugar durante todo el día 25 del corriente las celebraciones de Nuestra Señora del Rosario, con la imagen peregrina de la Virgen del Rosario de San Nicolás, en la capilla de San Felipe, perteneciente a la jurisdicción parroquial de Ntra. Sra. del Carmen, de los PP. Rogacionistas, de Campana.

Junto con la gran afluencia de feligreses, entre los cuales muchas familias, se celebraba el segundo aniversario de la capilla, ubicada junto a la Panamericana, que atiende a una vasta zona de la creciente ciudad de Campana.

A las 16 fue celebrada la misa central, presidida por el Obispo Mons. Oscar Sarlinga, y concelebrada por el vicario general, Mons. Edgardo Galuppo, el cura párroco, R.P. Wilson, Mons. Marcelo Monteagudo, el R.P. Afonso y el Pbro. Mauricio Aracena. Tuvo carácter festivo, con animados cantos y participación popular.
Dada la concurrencia de gente, la celebración estaba preparada en el predio contiguo a la iglesia de San Felipe.

Asistió a la celebración la Sra. Intendenta, Doña Stella Maris Giroldi. Al término de la misa fueron bendecidos objetos religiosos y recuerdos para los niños recién nacidos y para las señoras embarazadas y se tuvo un ágape fraterno con la comunidad presente.

martes, 23 de septiembre de 2008

FIESTAS PATRONALES DE LA EXALTACION DE LA CRUZ, CAPILLA DEL SEÑOR

Con gran participación de fieles laicos, autoridades municipales, religiosos, religiosas, tuvo lugar la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, en Capilla del Señor. Luego de la Santa Misa, el Sr. Obispo, el cura párroco saliente, Pbro. Hugo Lovatto, el Pbro. Mauricio Aracena y el Diácono Ricardo Palacios encabezaron la procesión con la reliquia de la Vera Cruz, con la cual el Obispo bendijo, como es tradición, los cuatro puntos cardinales en las cuatro esquinas de la plaza principal. Al término de la procesión se impartió la bendición final, y comenzaron las fiestas populares, que incluyeron desfile y duraron hasta la tarde.

lunes, 15 de septiembre de 2008

CELEBRACIÓN EN LA CONCATEDRAL

HOMILÍA EN LA MISA DE LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

IGLESIA CON-CATEDRAL DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

Belén de Escobar, 13 de septiembre de 2008

I
EL PODER TRANSFORMADOR DE LA CRUZ

Luego de la bienhechora presencia de 350 jóvenes misioneros de todas las parroquias de la diócesis, en Belén de Escobar, para la «Misión Joven» que tuvo lugar la pasada semana, celebramos hoy la festividad de la Cruz Salvadora, Cruz Pascual, Cruz del Hijo de Dios, que nos envió para anunciar su Mensaje a todas las naciones.

Celebramos hoy la Exaltación de la Santa Cruz. El camino de la cruz ha pasado por las distintas épocas, los continentes y las culturas, también a través de un mundo desgarrado por la incomprensión y la letal violencia. “Mediante su amor, la Cruz se hace (…) transformación del ser humano en ser partícipe de la gloria de Dios (…) y nos involucra a todos, arrastrándonos dentro de la fuerza transformadora de su amor”(1)

Jesús en la Cruz nos toca hoy a nosotros, quienes estamos aquí, y lleva su Mano sanante a nuestro corazón, a fin de que, siguiéndolo en esa Cruz y en su Resurrección gloriosa, lleguemos a ser mensajeros de su amor y de su paz, transformadores de la sociedad humana y peregrinos hacia lo Infinito y Eterno.

Esta transformación requiere del anuncio explícito, en pleno uso de los derechos y a la vez en pleno respeto a los derechos de todos, y en especial de ese «quicio de los derechos humanos» que es la libertad religiosa. Tal como lo he dicho, permítaseme recordarlo, en mi reciente carta pastoral con motivo del Año Paulino Universal: “Pablo anunció con valentía (…), y sin temor al rechazo o al desentendimiento, que la Cruz de Jesucristo posee valor salvador y que es Su gloriosa resurrección la que nos da la «novedad» perpetua del cristianismo, la religión de una vida nueva, la del Amor (cf. Rom 6,4), ese Amor que derriba los muros del odio y de la división y hermana a los seres humanos, hechos «creaturas nuevas» (cf. Efes 2,14), liberados (Cf. Gal 5,1) e iluminados por Jesús (cf. Efes 5,8) en el Espíritu (…) El Señor no ha dado a sus discípulos un espíritu de «timidez» -y menos todavía de pusilanimidad- (Cf 2 Tim 1,7)” sino que estamos fundados “(…) en la convicción de que la gracia de Cristo siempre nos acompaña, incluso en medio de las fatigas y cansancios (Cf 1 Cor 15,10)” (2). Todo un programa de vida, un programa de fe.

II
El REALISMO DE LA ESPERANZA

De nuestra Iglesia, Cuerpo de Cristo y Pueblo de Dios, el Concilio Vaticano II ha dicho: «Nada hay de verdaderamente humano que no tenga eco en su corazón»(3) . Nuestra actitud fontal está arraigada en el «realismo de la esperanza» porque, por una parte, reconoce y hace suyos todos los problemas y miserias humanas, pero no se deja arrastrar por el cinismo propio de la actitud derrotista que abandona finalmente su responsabilidad por los hechos humanos y sociales, puesto que sabe que todo el mundo está penetrado y sostenido por la gracia pascual, aunque sea de manera misteriosa y para nosotros desconocida. Es una actitud de fe.

Esta experticia en humanidad de la Iglesia tiene también que ver con el orden temporal y civil. En cuanto a la comunidad social y política (la cual realiza sus fines específicos), las relaciones con la Iglesia - nos dice el Concilio – “son independientes y autónomas, cada una en su propio terreno”. Con autonomía e independencia, pues, deben relacionarse para construir, para el bien de todos, y en especial en bien de quienes menos tienen, o que más necesitan.

Ahora bien, esta mutua independencia y autonomía entre las instituciones civiles y eclesiales, en cualquier nivel, no impide, sino que más bien postula, una cooperación libre, porque, como afirma el mismo Concilio Vaticano II, ambas instituciones, “aunque sea por diverso título, están al servicio de la vocación personal y social del hombre. Y este servicio lo realizarán con mayor eficacia, para bien de todos, cuanto más sana y mejor sea la cooperación entre ellas, habida cuenta de las circunstancias de lugar y tiempo” (4).

La actitud de la Iglesia, como de distintas religiones que respetan la dignidad de la persona y el principio del bien común, debe ser espetuosa de la sociedad civil y de sus legítimos representantes. Una acción del Estado en sus fines propios por el bien de todos, la construcción de esta ciudad temporal, es bueno para todas las instituciones. Se trata de profundizar un gran respeto a dicha mutua autonomía, en su propio terreno, y una estrecha cooperación a favor del bien integral – esto es, temporal y eterno, cívico y religioso - de los ciudadanos. Son los principios de una sana laicidad, con una valoración positiva del rol del cristianismo y de las religiones que trabajan por la Paz. El Papa Benedicto se ha referido al tema en su discurso de anteayer, en París, al hablar de la mencionada «sana laicidad».

Junto con algunas sociedades intermedias, la Provincia de Buenos Aires colaborará con parte de la restauración, en un proyecto integral, de este Templo. Agradecemos en nombre del pueblo de Escobar y de la diócesis, católicos, creyentes en general, y también quienes no sean, porque es un monumento emblemático de memoria histórica, fundacional y de conciencia cívica y ciudadana, en su centésimo aniversario, donde se hallan los restos de quien es considerada fundadora de Escobar, Tapia de Cruz. Auguramos que también podamos seguir colaborando de modo interinstitucional en el plano educacional, integrativo social y asistencial cuando es necesario, con las autoridades civiles y con un sentido interreligioso.

III
EL AMOR VERDADERO VENCE TODO MAL

En la vida siempre habrá luchas y dificultades. Por sobre todo, es el amor el que siempre vence. Así nos aconseja el Apóstol Pedro, en su segunda carta: “Por eso, pongan el máximo empeño en incrementar su fe con la firmeza, la firmeza con el conocimiento, el conocimiento con el dominio de los instintos, el dominio de los instintos con la constancia, la constancia con la piedad, la piedad con el amor fraterno y el amor fraterno con la caridad.” 2 Pedro 1, (5-7).

Las palabras del Apóstol Pedro tienen que ver con la cruz que sufren en este mundo las personas rectas que trabajan por el bien común y la promoción integral de la persona humana y de las comunidades, al punto que a veces se ven tentados en sucumbir al «desánimo de los que quieren obrar el bien». El dominio de los instintos: más que pensar primariamente en los «instintos básicos» de la supervivencia o del apetecer, el Apóstol se está refiriendo a los «instintos» vistos en su dimensión de sus consecuencias morales(5) .

¿Qué persona de buena voluntad no ha sufrido contrariedades?. Y pareciera que, mientras más alguien de bien quiere actuar con rectitud, más se ensañan obscuras fuerzas que encuentran una retroalimentación vital en enmadejadas estructuras de pecado. El conocimiento, entendimiento y diálogo; la constancia y la piedad; el esfuerzo por vivir la caridad fraterna, son los remedios que nos ofrece San Pedro en su carta.

Dejar entrar luz en nuestros corazones, y encender siempre una luz a nuestro alrededor, por pequeña que sea. Será nuestro máximo empeño, como con poesía nos lo dice una canción: “Alma, no entornes tu ventana, al sol feliz de la mañana…”

GENEROSIDAD CON LA COLECTA «MÁS POR MENOS»

Dejemos, pues, s entrar esa luz. Este fin de semana se realizará en todos los templos del país la 39ª Colecta Nacional Más por Menos, que organiza la Comisión Episcopal de Ayuda a las Regiones Más Necesitadas con el lema: “Tu ayuda me da esperanza”. Recordemos que los más necesitados no son simplemente «objeto» de nuestra misericordia o benevolencia, sino sujetos obrantes de una corresponsabilidad. Demos con generosidad, pues Dios ama al que da con alegría.

Con la protección piadosa de la Virgen Madre de Dios, honrada en esta iglesia cocatedral en el misterio de la Natividad del Verbo encarnado, y como Nuestra Señora de los Buenos Aires.

Amén.

—–
1. BENEDICTO XVI, Homilía en la Misa «in Coena Domini», presidida por él en la Basílica de San Juan de Letrán, el 21 de marzo de 2008.
2.Me sea permitido citar la Carta Pastoral de un servidor, del 15 de junio del 2008, con motivo de la Apertura del Año Paulino Jubilar (se puede encontrar en www.obzaratecampana.com.ar)
3.CONC. ECUM. VAT. II, Const. past. Gaudium et spes, 1.
4. CONC. ECUM. VAT. II, Const. past. Gaudium et spes, 76.
5. Tales como el ansia de supremacía y de predominio; al afán desmesurado de la propia gloria; al egoísmo y la ambición desmedida y dispuesta a todo, no excluida la manipulación, con tal de prevalecer; al deseo de disminuir y denigrar al otro; a la irresponsable imprevisión del daño que puede ocasionárseles a los demás con acciones movidas por la codicia; a la acción destructiva de la lengua sin importar cuál sea la verdad; al quererse erigir en juez de los otros pero sin revisar ninguna de nuestras propias acciones; al ansia de ocultar las acciones oscuras tras ficticias «cortinas de humo»; al obstruir por el obstruir mismo todas las buenas iniciativas de los demás.

domingo, 14 de septiembre de 2008

CELEBRACIONES DE LOS 100 AÑOS DEL TEMPLO DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR, EN BELÉN DE ESCOBAR Y ANUNCIO DEL INICIO DE LAS OBRAS DE RESTAURACIÓN

El sábado 13 de septiembre se celebró a las 16 una misa solemne en la Cocatedral de la Natividad del Señor, de Belén de Escobar, presidida por el Obispo diocesano, Mons. Oscar Sarlinga, y concelebrada por 40 sacerdotes, oportunidad en que se festejó los 100 años del Templo y donde se anunció el inicio de las obras de su restauración. La participación de fieles en el templo y en el atrio fue multitudinaria y se tuvo que habilitar el gran salón parroquial contiguo, donde se hallaba instalada una pantalla gigante, ante tal eventualidad. En torno al templo de la Natividad del Señor nació la ciudad de Belén de Escobar, por voluntad de su fundadora, Doña Eugenia Tapia de Cruz (quien se encuentra allí sepultada). Como se ha dicho, en este año 2008 ha cumplido su centenario, en el año en que la Santa Sede declaró a esa iglesia «cocatedral» de la diócesis, el 12 de abril. Ya el 30 de mayo, con gran concurrencia de feligresía, se había dado ejecución al decreto papal, anunciando oficialmente al clero y al pueblo la grata nocicia. A la ceremonia del sábado asistieron el secretario general de la gobernación de la Provincia de Buenos Aires, Sr. José Scioli, el director de culto, Enrique Moltoni, junto a otros funcionarios provinciales, y el intendente municipal de Escobar, Sandro Guzmán, quienes se reunieron antes con las fuerzas vivas de la ciudad en el Palacio Municipal, a las 15.30, desde donde concurrieron hacia la cocatedral. Participaron también de la misa las distintas colectividades de Escobar, la italiana con la presencia del Vice-cónsul, el Sr. Corillo, la colectividad portuguesa, la japonesa, la boliviana y la española, con sus representantes. El Obispo hizo alusión a la importancia de la inmigración (el partido de Escobar supera en mucho los 250.000 habitantes) y a la denominación con que se la conoce, gracias al trabajo de horticultura, es decir, «la capital nacional de la flor». Durante la mañana y tarde del sábado, hasta la misa, se encontraba reunida en la ciudad una representación de las Cáritas parroquiales, abocadas a la primera fase del «ver» de la Caminata de Caritas, de la que participaron también distintos diocesana, junto a los sacerdotes y el Obispo, en busca de una renovación de las actividades caritativas y sociales.

Con el sentido de misión diocesana, y con el espíritu de la Misión Continental a la que llamó la Conferencia de los Obispos Latinoamericanos en Aparecida (Brasil), del 5 al 8 de septiembre, 350 jóvenes entre 18 y 24 años, de la “juventud misionera” de la diócesis de Zárate-Campana, estuvieron presentes en Belén de Escobar para misionar el centro de la ciudad y el barrio Philips, uno de los más humildes.
EL TEMPLO DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

El Templo de la Natividad del Señor, que data de 1908, es el más grande de la diócesis, con capacidad para 900 personas, con 65 metros de largo en la nave. El interior, aunque necesitado de restauración al igual que todo el templo, está ornado con espléndidas imágenes francesas del siglo XIX. Cuenta con una amplia casa parroquial, y un amplio salón de usos pastorales, con capacidad para 1500 personas contando ambas plantas. Allí se realizan, de hecho, todos los principales encuentros diocesanos, sea de jóvenes, de catequistas, de los distintos movimientos o asociaciones de fieles, u otros que fueren, tanto por la espaciosidad del lugar como también por la privilegiada ubicación geográfica de Escobar y su fácil acceso por Autopista Panamericana.

LA FUNDADORA DE ESCOBAR

Doña Eugenia Tapia de Cruz es la fundadora del pueblo de Belén, hoy Ciudad Belén de Escobar Su acendrada fe religiosa fue inspiradora del nombre elegido para la nueva población, pues era devota del Niño Jesús, razón por la cual la primera capilla fue puesta bajo la advocación del Niño Dios nacido en Belén. Este nombre, además, se originó en la orden religiosa de los Padres Bethlemitas, quienes tenían a su cargo el Real Hospital de Nuestra Señora de Belén, que existió en la región hasta 1779. En 1838, al morir su esposo, don José Antonio Cruz, Doña Eugenia se hace cargo de las tierras que pertenecían a la estancia y, en 1864, compra a sus hijos Cayetano, Dionisio, Pedro Celestino, José Galo, Juana, Trinidad y Marta los derechos sobre la propiedad heredada. Dueña exclusiva del solar, lo hace mensurar, posteriormente, y lo divide en 80 manzanas, fundando, así, el pueblo de Belén, aprovechando algunas viviendas asentadas en el lugar, conocido anteriormente como “Valle de Santiago” o “Cañada” o “Isla de Escobar”, en donde naciera Juan Mateo Gelves, granadero de l glorioso Regimiento que creara el General José de San Martín y que muriera en el combate de San Lorenzo. Para ser destinadas a la futura iglesia y casa parroquial, plaza y edificios públicos, donó dos manzanas y, más adelante, la primera capilla de madera, que fue bendecida el 25 de diciembre de 1887. Doña Eugenia Tapia de Cruz falleció el 15 de agosto de 1888. Cincuenta años después, por iniciativa de una comisión vecinal que presidiera del señor Francisco Lauría, sus restos fueron trasladados del cementerio de Pilar a su actual tumba en la iglesia parroquial de la ciudad fundada por ella. El nombre actual de la parroquia es “Natividad de Nuestro Señor Jesucristo”. Belén de Escobar es cabecera del partido de Escobar, creado el 8 de octubre de 1959, por ley Nº 6. Busto de Doña Eugenia Tapia de Cruz.

CELEBRACIONES DE LOS 100 AÑOS DEL TEMPLO DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR, EN BELÉN DE ESCOBAR Y ANUNCIO DEL INICIO DE LAS OBRAS DE RESTAURACIÓN

El sábado 13 de septiembre se celebró a las 16 una misa solemne en la Cocatedral de la Natividad del Señor, de Belén de Escobar, presidida por el Obispo diocesano, Mons. Oscar Sarlinga, y concelebrada por 40 sacerdotes, oportunidad en que se festejó los 100 años del Templo y donde se anunció el inicio de las obras de su restauración. La participación de fieles en el templo y en el atrio fue multitudinaria y se tuvo que habilitar el gran salón parroquial contiguo, donde se hallaba instalada una pantalla gigante, ante tal eventualidad. En torno al templo de la Natividad del Señor nació la ciudad de Belén de Escobar, por voluntad de su fundadora, Doña Eugenia Tapia de Cruz (quien se encuentra allí sepultada). Como se ha dicho, en este año 2008 ha cumplido su centenario, en el año en que la Santa Sede declaró a esa iglesia «cocatedral» de la diócesis, el 12 de abril. Ya el 30 de mayo, con gran concurrencia de feligresía, se había dado ejecución al decreto papal, anunciando oficialmente al clero y al pueblo la grata nocicia. A la ceremonia del sábado asistieron el secretario general de la gobernación de la Provincia de Buenos Aires, Sr. José Scioli, el director de culto, Enrique Moltoni, junto a otros funcionarios provinciales, y el intendente municipal de Escobar, Sandro Guzmán, quienes se reunieron antes con las fuerzas vivas de la ciudad en el Palacio Municipal, a las 15.30, desde donde concurrieron hacia la cocatedral. Participaron también de la misa las distintas colectividades de Escobar, la italiana con la presencia del Vice-cónsul, el Sr. Corillo, la colectividad portuguesa, la japonesa, la boliviana y la española, con sus representantes. El Obispo hizo alusión a la importancia de la inmigración (el partido de Escobar supera en mucho los 250.000 habitantes) y a la denominación con que se la conoce, gracias al trabajo de horticultura, es decir, «la capital nacional de la flor». Durante la mañana y tarde del sábado, hasta la misa, se encontraba reunida en la ciudad una representación de las Cáritas parroquiales, abocadas a la primera fase del «ver» de la Caminata de Caritas, de la que participaron también distintos diocesana, junto a los sacerdotes y el Obispo, en busca de una renovación de las actividades caritativas y sociales.

Con el sentido de misión diocesana, y con el espíritu de la Misión Continental a la que llamó la Conferencia de los Obispos Latinoamericanos en Aparecida (Brasil), del 5 al 8 de septiembre, 350 jóvenes entre 18 y 24 años, de la “juventud misionera” de la diócesis de Zárate-Campana, estuvieron presentes en Belén de Escobar para misionar el centro de la ciudad y el barrio Philips, uno de los más humildes.
EL TEMPLO DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

El Templo de la Natividad del Señor, que data de 1908, es el más grande de la diócesis, con capacidad para 900 personas, con 65 metros de largo en la nave. El interior, aunque necesitado de restauración al igual que todo el templo, está ornado con espléndidas imágenes francesas del siglo XIX. Cuenta con una amplia casa parroquial, y un amplio salón de usos pastorales, con capacidad para 1500 personas contando ambas plantas. Allí se realizan, de hecho, todos los principales encuentros diocesanos, sea de jóvenes, de catequistas, de los distintos movimientos o asociaciones de fieles, u otros que fueren, tanto por la espaciosidad del lugar como también por la privilegiada ubicación geográfica de Escobar y su fácil acceso por Autopista Panamericana.

LA FUNDADORA DE ESCOBAR

Doña Eugenia Tapia de Cruz es la fundadora del pueblo de Belén, hoy Ciudad Belén de Escobar Su acendrada fe religiosa fue inspiradora del nombre elegido para la nueva población, pues era devota del Niño Jesús, razón por la cual la primera capilla fue puesta bajo la advocación del Niño Dios nacido en Belén. Este nombre, además, se originó en la orden religiosa de los Padres Bethlemitas, quienes tenían a su cargo el Real Hospital de Nuestra Señora de Belén, que existió en la región hasta 1779. En 1838, al morir su esposo, don José Antonio Cruz, Doña Eugenia se hace cargo de las tierras que pertenecían a la estancia y, en 1864, compra a sus hijos Cayetano, Dionisio, Pedro Celestino, José Galo, Juana, Trinidad y Marta los derechos sobre la propiedad heredada. Dueña exclusiva del solar, lo hace mensurar, posteriormente, y lo divide en 80 manzanas, fundando, así, el pueblo de Belén, aprovechando algunas viviendas asentadas en el lugar, conocido anteriormente como “Valle de Santiago” o “Cañada” o “Isla de Escobar”, en donde naciera Juan Mateo Gelves, granadero de l glorioso Regimiento que creara el General José de San Martín y que muriera en el combate de San Lorenzo. Para ser destinadas a la futura iglesia y casa parroquial, plaza y edificios públicos, donó dos manzanas y, más adelante, la primera capilla de madera, que fue bendecida el 25 de diciembre de 1887. Doña Eugenia Tapia de Cruz falleció el 15 de agosto de 1888. Cincuenta años después, por iniciativa de una comisión vecinal que presidiera del señor Francisco Lauría, sus restos fueron trasladados del cementerio de Pilar a su actual tumba en la iglesia parroquial de la ciudad fundada por ella. El nombre actual de la parroquia es “Natividad de Nuestro Señor Jesucristo”. Belén de Escobar es cabecera del partido de Escobar, creado el 8 de octubre de 1959, por ley Nº 6. Busto de Doña Eugenia Tapia de Cruz.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

CELEBRACIÓN DE LA FESTIVIDAD DE LA BEATA MADRE TERESA DE CALCUTA

Nuestro Obispo diocesano, Mons Oscar Sarlinga, presidió hoy por la mañana las fiestas patronales de la parroquia Beata Teresa de Calcuta. En este día domingo, hubo a las 9:00 la procesión, a las 10:00 la celebración de la Eucaristía, a las 11:00 la presencia de la Banda de música del Instituto de Formación de la Prefectura Naval y a las 12:30 un ágape comunitario. El cura párroco, Pbro. Eduardo Carrozo, se manifestó muy contento de la participación de la comunidad parroquial y de la respuesta pastoral de los fieles.

lunes, 8 de septiembre de 2008

«MOTHER’S FEAST», LA FESTIVIDAD DE LA MADRE TERESA, EN ZÁRATE

En Zárate, la primera sede argentina de la congregación, se celebró «la fiesta de la Madre», o «Mother’s feast», como llaman en la lengua franca utilizada por la congregación, el inglés, en la ciudad donde está la casa de formación de las aspirantes (son 11), junto con un hogar de ancianos que fueron abandonados por los familiares en hospitales o recogidos de las calles (ahora son 65), y otro de niñas con riesgo social derivadas de distintos juzgados de menores (en este momento son 25). Allí estuvo la Madre Teresa en 1982, cuando visitó el país. Murió la Madre Teresa, un símbolo del amor y la caridad cristiana . En la Argentina viven 69 religiosas y 11 novicias y aspirantes. En el mundo hay 737 casas con 4713 religiosas que ya hicieron los votos perpetuos (de castidad, obediencia, pobreza y servicio voluntario y gratuito a los pobres más pobres) y 717 novicias y aspirantes. Provienen de 89 países, aunque la mayoría de las nuevas vocaciones son africanas y en cada destino realizan diferentes tareas según las necesidades del lugar. En todos, sin embargo, dedican por igual más de tres horas diarias a la oración.

Mons. Oscar Sarlinga, Obispo de Zárate-Campana, acompañado de Mons. Ariel Pérez (cura párroco), del diácono Mario y de seminaristas, celebró la festividad de la Beata Teresa de Calcuta en la misma capilla cuyo lugar eligió la Madre Teresa cuando vino a fundar la primera casa, en un templo hoy atiborrado de hermanas, ancianos, niñas y fieles laicos (entre ellos muchos jóvenes). Se encontraba presente la Madre Provincial. Explicó lo que significa hoy «tengo sed» en la perspectiva de la mística de la Madre Teresa, con un sentido de anuncio del Evangelio y de testimonio de la caridad, «hasta que duela» para con los más pobres y dolientes.

La Madre Teresa recibió la noticia sobre el Premio Nobel de la Paz, en l979, con una oración y una sonrisa. Cortó su pan y cumplió con su viejo hábito, al repartirlo en las misérrimas calles de Calcuta, una de las ciudades más pobres del mundo. Con la misma beatitud y la misma humildad, tres meses antes había pasado casi silenciosamente por la Argentina. Sin alboroto y en puntas de pie, también repartió altas porciones de paz y de amor y algún pan. En el Villango, en La Carbonilla y en Villa Ciriaco, que por entonces eran suburbios de la ciudad de Zárate donde la gente sufría necesidades, la frágil y etérea monja se mezcló con cuatro misioneras de la congregación fundada por ella, allí asentadas desde l978. La Hermana Teresa lavó ropa, anudó pañales y sonó pequeñas narices. Desde entonces, sus preferidos, los más pobres de los pobres, sustentan el honor de ser los argentinos que mejor la conocieron. A ellos se suman algunas familias y matrimonios que ayudaron a la Madre y a las hermanas en su fundación, y que hoy estaban presentes.

A esta altura, pocos conocen la porción de la historia de Agnes Bojaxhui, nacida en l909 en una aldea de Albania y transportada en su infancia a la entoncesYugoslavia. Hija de artesanos, desde los l2 años eligió el convento, respondiendo a un inequívoco llamado de Dios. En l928 fue enviada a los Himalayas para iniciar su noviciado y en l93l trabajó como maestra en Calcuta. Años después, la frágil hermana de caridad encontraría la porción final de su destino: portaba ya ese rostro mediterráneo poblado de arrugas que acentuaron su aire ascético. En l946 comenzó a atender a los leprosos, que son más de cuatro millones en la India, al tiempo que comenzaba a ser Teresa de Calcuta. Los enfermos, los pobres, los moribundos y los solitarios la llamaban Santa del Arroyo o Apóstol del Amor. Desde un miserable local abandonado, donde fundó Nirmal Hriday (Corazón Puro), cuyas puertas permanecieron abiertas día y noche, Teresa edificó su imperio de caridad y esperanza. No parece una simple coincidencia que ese local esté ubicado adyacente a Kalighat, el templo de la diosa Kali, diosa india de la fe. Impulsada por la necesidad de los desvalidos, en l950 funda la orden de las «Misioneras de la Caridad», que actualmente tiene l.400 miembros diseminados por 87 países. Su motor fue la fe, desplegada en la caridad sin límites. Hay que dar, decía, pero dar hasta que duela. Calcuta fue su ámbito puesto que Calcuta duele. Reino de las vacas sagradas y la inanición, en las décadas del 50 y del 60 era poblada por siete millones de habitantes. Cuatro de cada diez, morían antes de cumplir el año de vida, siete de cada diez jamás pisaron una escuela. Por las sucias calles de la ciudad, la Madre Teresa caminó diariamente, hasta hace muy poco, cuidando leprosos, hambrientos y niños agonizantes.

En la capilla de las Misioneras de la Caridad hay una sola y muda inscripción: «Tengo sed», una de las últimas palabras de Cristo en la Cruz. Claro, sed de agua, sed de fe, sed de amor, un clamor compartido y desesperado de los famélicos y de los leprosos, de los ancianos y de los niños atacados por el raquitismo, por prostitutas y mendigos, que constituyen el universo de ese oasis de la última esperanza. Cuando la Academia de Suecia decidió otorgarle el Nobel, acaso por única vez no se levantó ninguna voz en contra. Los 192.000 dólares y las 360.000 coronas donadas por el pueblo noruego siguieron el derrotero de todos los premios y donativos y transformados en insumos para los necesitados .La Madre Teresa se permitió tomar para ella 300 rupias, lo necesario para cambiar su andrajoso hábito y su desgastado calzado.

La pobreza y la miseria no son habitantes exclusivos de Calcuta. Durante 30 años, esa mujer escuálida y debilitada fundó más de cien hogares en distintos agujeros del mundo. Su discurso fue siempre el mismo: Esto es un regalo para los pobres, pero también es un regalo para los ricos que ahora tendrán oportunidad de sostenerlo. Victimizada por el paludismo y por severas deficiencias pulmonares y cardíacas, Teresa de Calcuta padeció diez internaciones en los úlimos años. Sólo esa llama interior la mantuvo viva y en acción. «Los pobres no necesitan de nuestra simpatía o de nuestra lástima. Necesitan de nuestra compañía y de nuestro amor, es decir, de la verdadera caridad», definió en lo que sería su último mensaje de amor, un testamento dictado con firmeza y convicción.

Calcuta también se encuentra en la Argentina. Como en las calles de esa ciudad india, se pueden ver en Zárate, la primera fundación, y también en Becar y en Benavídez y otros cuatro puntos del país religiosas con hábitos blancos con bordes azules.

Son las hermanas Misioneras de la Caridad, la congregación dedicada a la atención de “los más pobres de los pobres” fundada por la Madre Teresa de Calcuta, de cuya muerte se cumplirán diez años pasado mañana.

Si bien hablan perfectamente el castellano, entre ellas se entienden en inglés -el idioma oficial de la congregación- y rotan de países cada seis meses como mínimo y cinco años como máximo.

“Santa ya”

En la misa de pasado mañana, la principal intención será la canonización de la Madre Teresa.

Cuando, a los 87 años, la pequeña religiosa de origen albanés falleció, en 1997, los católicos clamaban a la Iglesia que fuera declarada “santa ya”.

Menos de dos años después Juan Pablo II autorizó la apertura de esa causa -un caso excepcional, dado que aún no habían transcurrido cinco años de su muerte-, y en 2003 aprobó un milagro, la curación de una india de un tumor de abdomen, y la proclamó beata.

En ese proceso se conocieron escritos en los que la religiosa describió haber dudado de su fe durante años. Ayer, Benedicto XVI explicó en Loreto que también la Madre Teresa había conocido “el silencio de Dios”.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Monseñor Oscar D. Sarlinga, presidió las fiestas patronales de Villa Rosa

SANTA ROSA DE LIMA, “Rosa de Santa María” Patrona de América, Perú y las Filipinas.
Fiesta: 30 de agosto: El día en que su madre le reprendió por atender en la casa a pobres y enfermos, Santa Rosa de Lima le contestó: “Cuando servimos a los pobres y a los enfermos, servimos a Jesús. No debemos cansarnos de ayudar a nuestro prójimo, porque en ellos servimos a Jesús”. -Catecismo de la Iglesia Católica, 2449

EN LA DIÓCESIS DE ZÁRATE-CAMPANA, PATRONA DE MANUEL ALBERTI (PARROQUIA SANTA ROSA DE LIMA) Y DE VILLA ROSA (PARROQUIA HOMÓNIMA) AMBAS EN EL PARTIDO DE PILAR

EL SR. OBISPO, MONS. OSCAR D. SARLINGA, PRESIDIÓ LAS FIESTAS PATRONALES DE VILLA ROSA, EL SÁBADO 30 DE AGOSTO, CON LA CONCELEBRACIÓN DEL CURA PÁRROCO, PBRO. PABLO CASTELNOVO. A LAS 15 COMENZÓ EL DESFILE DE LOS CENTROS TRADICIONALISTAS, SEGUIDO DE LA PROCESIÓN CON LA IMAGEN DE LA SANTA PATRONA, A LAS 16.30, AL TÉRMINO DE LA CUAL SE INICIÓ LA CELEBRACIÓN DE LA MISA, CON LA PARTICIPACIÓN DE MILES DE FIELES

EL DÍA DOMINGO 31, ASISTIÓ PARA DAR LA BIENVENIDA AL SR. NUNCIO APOSTÓLICO, QUE PRESIDIÓ LA EUCARISTÍA Y LA PROCESIÓN SUBSIGUIENTE EN MANUEL ALBERTI, JUNTO AL CURA PÁRROCO, R.P. TOMÁS LLORENTE M.S.F. Y SACERDOTES DE LA CONGREGACIÓN

Biografía de Santa Rosa de Lima:

Nació en Lima (Perú) el año 1586; cuando vivía en su casa, se dedicó ya a una vida de piedad y de virtud, y, cuando vistió el hábito de la tercera Orden de santo Domingo, hizo grandes progresos en el camino de la penitencia y de la contemplación mística. Murió el día 24 de agosto del año 1617.

Rosa de Lima, la primera santa americana canonizada, nació de ascendencia española en la capital del Perú en 1586. Sus humildes padres son Gaspar de Flores y María de Oliva.
Aunque la niña fue bautizada con el nombre de Isabel, se la llamaba comúnmente Rosa y ése fue el único nombre que le impuso en la Confirmación el arzobispo de Lima, Santo Toribio. Rosa tomó a Santa Catalina de Siena por modelo, a pesar de la oposición de sus padres y de sus amigos, e incluso las burlas de éstos últimos.
Pero Rosa sabía muy bien que toda penitencia sería en sí inútil si no desterraba de su corazón todo amor propio, cuya fuente es la soberbia, pues esa pasión es capaz de esconderse aun en la oración y el ayuno. Así pues, se dedicó a atacar el amor propio mediante la humildad, la obediencia y la abnegación de la voluntad propia.
Aunque era capaz de oponerse a sus padres por una causa justa, jamás los desobedeció ni se apartó de la más escrupulosa obediencia y paciencia en las dificultades y contradicciones.

Rosa tuvo que sufrir enormemente por parte de quienes no la comprendían.

El padre de Rosa fracasó en la explotación de una mina, y la familia se vio en circunstancias económicas difíciles. Razón por la cual Rosa tuvo que trabajar el día entero en el huerto, cosía una parte de la noche y en esa forma ayudaba al sostenimiento de la familia. La santa estaba contenta con su suerte y jamás hubiese intentado cambiarla, si sus padres no hubiesen querido inducirla a casarse. Rosa luchó contra ellos diez años e hizo voto de virginidad para confirmar su resolución de vivir consagrada al Señor.
Al cabo de esos años, ingresó en la tercera orden de Santo Domingo, imitando así a Santa Catalina de Siena. A partir de entonces, se recluyó prácticamente en una cabaña que había construido en el huerto. Su amor de Dios era tan ardiente que, cuando hablaba de El, cambiaba el tono de su voz y su rostro se encendía como un reflejo del sentimiento que embargaba su alma. Ese fenómeno se manifestaba, sobre todo, cuando la santa se hallaba en presencia del Santísimo Sacramento o cuando en la comunión unía su corazón a la Fuente del Amor.

Extraordinarias pruebas y gracias.

Dios concedió a su sierva gracias extraordinarias, pero también permitió que sufriese durante quince años la persecución de sus amigos y conocidos, en tanto que su alma se veía sumida en la más profunda desolación espiritual.
El demonio la molestaba con violentas tentaciones. El único consejo que supieron darle aquellos a quienes consultó fue que comiese y durmiese más. Más tarde, una comisión de sacerdotes y médicos examinó a la santa y dictaminó que sus experiencias eran realmente sobrenaturales.
Rosa pasó los tres últimos años de su vida en la casa de Don Gonzalo de Massa, un empleado del gobierno, cuya esposa le tenía particular cariño. Durante la penosa y larga enfermedad que precedió a su muerte, la oración de la joven era:

“Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor”.

Dios la llamó a Sí el 24 de agosto de 1617, a los treinta y un años de edad. El cabildo eclesiástico, el senado y otros dignatarios de la ciudad se turnaron para transportar su cuerpo al sepulcro.

El Santo Padre Clemente X la canonizó en 1671.
Aunque no todos pueden imitar algunas de sus prácticas ascéticas, ciertamente su vida constituye para nosotros un ejemplo y a la vez un desafío a entregarnos con mas pasión al amado, Jesucristo y a los hermanos.