"Desde la Eucaristía somos movidos interiormente por el Espíritu para el trabajo en el Reino. Dedicados, entregados a la evangelización, cada uno según su vocación y elección, con la conciencia clara de tener un gran «Protagonista» de la evangelización, que es el Espíritu Santo . Ser evangelizadores en y desde la Eucaristía. Así tenemos vida eterna, la que nos da el Pan vivo: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que come de este pan vivirá para siempre» (Jn 6, 51)".
+Oscar Sarlinga
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