martes, 1 de abril de 2014

¿Cómo llega Francisco a China?

Algo para considerar, para apuntar hacia, para rezarlo. Ese maravilloso "continente" que es la China. 

Tomado de: http://vaticaninsider.lastampa.it/
(©Reuters) Peregrinos chinos
03/31/2014

Muchos sitios de internet chinos retoman sus homilías, catequesis y discursos. Una predicación cotidiana que se convierte en un apoyo precioso y discreto para los bautizados en el ex Celeste Imperio

Gianni Valente
roma


Papa Francisco ya aterrizó en China, sin pasar ninguna aduana en la frontera. Las autopistas digitales que llevan al ex Celeste Imperio están abiertas para él. El constante flujo de su predicación, de sus catequesis, de sus discursos llega sin filtros a las diócesis, a las parroquias y a los hogares de los católicos chinos, para el consuelo espiritual de millones de bautizados. Y no solo para ellos.

Desde que Jorge Mario Bergoglio se convirtió en el obispo de Roma, siguen multiplicándose los sitios de internet chinos que retoman con una cadencia cotidiana las palabras clave y los mensajes que el Papa dirige en cada circunstancia útil al pueblo de Dios. Un fenómeno que expresa el interés y la esperanza que ha suscitado en China el magisterio de todos los días del Papa, a partir de las breves y preciosas síntesis de las homilías matutinas de Santa Marta, de las que se ocupa la Radio Vaticana.

Algunos de estos sitios funcionan como verdaderos portales-archivo. En www.chinacath.org, seleccionando las palabras “Santa Sede”, se encuentran todos los discursos papales, las palabras pronunciadas en los Ángelus, las audiencias de los miércoles, además de muchas noticias de actualidad y sobre las actividades de Papa Francisco. En estos días, todavía ocupa un sitio resaltado importante la respuesta sobre China y sobre el intercambio de mensajes con el presidente de la China popular sobre los cuales el obispo de Roma habló en la entrevista que concedió al periódico italiano “Il Corriere de la Sera”. En una sección del portal, hay antologías de ligas hacia muchos sitios diocesanos y blogs católicos chinos, muchos de los cuales, a su vez, vuelven a proponer las homilías y los discursos papales.

También el sitio www.chinacatholic.org funciona como “antologador” en chino de los discursos de Francisco. Incluso publicó las palabras de admiración que le dedicó el presidente de los Estados Unidos Barack Obama después de su encuentro en el Vaticano. En ocasión del primer año de Pontificado, este sitio publicó documentos fotográficos y análisis de comentadores chinos e internacionales sobre el magisterio de Papa Francisco.

Entre los sitios de las diócesis chinas destaca el portal http://www.catholicsh.org de la diócesis de Shanghái, en donde ni más ni menos que el obispo Ma Daqin (después de la muerte de Aloysius Jin Luxian y Giuseppe Fan Zhongliang) sigue sin poder ejercer sus funciones episcopales. En este sitio también hay una sección con los discuros y las homilías del actual sucesor de Pedro, desde diciembre de 2013 hasta la fecha. Otros sitios, como www.lnjq.org, parecen más nebulosos, lentos y lagunosos en cuanto a los argumentos, pero no renuncian a publicar los discursos del Papa, aunque sea con retraso. En cambio, www.tzjtsjq.org incluye todas las intervenciones papales, pero se encuentran en una sección a la que es un poco difícil llegar si uno no conoce bien la estructura del sitio.

Lo que sorprende es la espontaneidad del fenómeno, que no parece responder a ninguna estrategia preconfeccionada. Es más, justamente la sección china del sitio de la Santa Sede (www.vatican.va) parece estar en pausa, pues se encuentran en ella documentos importantes y relevantes de Benedicto XVI, Juan Pablo II y Pío XI, pero todavía no hay ningún discurso del actual Pontífice. Tampoco la Exhortación apostólica “Evangelii gaudium”, texto clave del Pontificado de Bergoglio, traducida al chino.

Como sucede siempre, en las dinámicas auténticamente eclesiales, el florecimiento de sitios chinos que incluyen la predicación de Papa Francisco se da por imitación y contagio. Los hijos de la Iglesia no son tropas de camellos. Cuando se requiere, se organizan solos, siguiendo el propio “sensus fidei”. Y así se van multiplicando las iniciativas que parten desde lo bajo, como el sitio www.ascoltiamopapafrancesco.net, que creó un grupo de voluntarios que publican el original italiano y la versión china de los Ángelus, de las catequesis de los miércoles, de las homilías de Santa Marta, y añaden además resúmenes de los discursos más largos y difíciles (como el que pronunció el Papa ante los participantes del último curso de la Penitenciaría apostólica, en el que el Obispo de Roma sugirió cómo debe ser el confesor ante los penitentes que se acercan al confesionario).

En el texto introductivo, los editores del sitio sino-italiano incluyeron una consideración sencilla y sagaz: «Papa Francisco habla clara y directamente, habla al corazón de cada uno de nosotros. Sus palabras no necesitan comentario o teorías, sino ser conocidas y meditadas». Los sitios chinos proponen las palabras de Papa Francisco “sine glossa”, y los lectores tienen la ventaja paradójica de leer las palabras del Papa fuera de la cortina de humo de los discursos para-eclesiásticos y los comentarios (a menudo desvariantes) que puede ensombrecerlas.

En los sitios chinos no se cede tampoco a la vulgata mediática del “Papa súper héroe”, que se ha ido arraigando en Occidente, gracias a poderosos aparatos editoriales. Por lo demás, la predicación de Papa Bergoglio, siempre concentrada en rasgos y connotaciones elementales de la doctrina y de la experiencia cristiana, encuentra ecos inmediatos en la experiencia del pequeño rebaño de católicos chinos, en su historia conmovedora de martirio y esperanza.

Y así, muchos de los discursos que de esta parte de la Gran Muralla resultan controvertidos (como el discurso sobre el papel y el mandato del obispo pronunciado en la Asamblea plenaria de la Congregación vaticana para los obispos), han llegado a China mediante internet. El porcentaje de sitios que demuestran este fenómeno sigue siendo una cifra pequeña en el mar de la blogósfera china. Pero, mientras tanto, la predicación de Papa Francisco, por ahora, puede llegar todos los días a los que la esperan, incluso en China. Sus palabras cotidianas, siempre inspiradas por la fuerza desarmada y desarmante del Evangelio, podrían curar heridas antiguas, fragilidades y patologías nuevas (incluido un cierto y paradójico carrerismo que se registra entre las filas de los sacerdotes y de los obispos más jóvenes). Y este fenómeno podría tener, en los tiempos largos de la Iglesia (y de China), efectos impredecibles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario