LOURDES y las "OBRAS ADMIRABLES" de DIOS a través de MARÍA.
Los milagros existen (no todos son de "curación física"). Puede que algunos "no crean" en la posibilidad de los milagros (incluso siendo creyentes en general). Por cierto que la credulidad inadvirtiente y la milagrería son desviaciones. Pero si prestamos una atención espiritual, encontraremos incluso en nuestra vida grandes y "pequeños-grandes" milagros... obras admirables de Dios ("miracula" en latín, significa... "cosas admirables"). Por otra parte, muchas "obras admirables" divinas, en lo espiritual, en lo psicológico, o en lo comportamental, nos pasan inadvertidas. "Miremos" ahora con ese espíritu, la "obra admirable" del Señor a través de la misión de la Virgen en Lourdes.
Nuestra Señora de Lourdes
Como todos los años, nos congregamos en el centro de promociòn humana integral "Nuestra Señora de Lourdes" de la asociaciòn de fieles homònima, de la Hna. Laurentina Bussano y colaboradores, en Maquinista Savio (en la jurisdicción parroquial de la Inmaculada Concepción de Maquinista Savio).
Algunos aspectos de la devoción mariana en la advocación de Nuestra Señora de Lourdes. En la “historia vivida”.
Miércoles 3 de marzo de 1858: Una sonrisa y otro milagro.
A las siete de la mañana, cuando ya hay allí tres mil personas, Bernadette se encamina hacia la Gruta; pero ¡la Visión no aparece!
Al salir del colegio, siente la llamada interior de la Señora; acude a la Gruta y vuelve a preguntarle su nombre. La respuesta es una sonrisa.
El párroco Peyramale vuelve a decirle: "Si de verdad la Señora quiere una capilla, que diga su nombre y haga florecer el rosal de la Gruta."
Al final de la aparición, tuvo una gran tristeza, la tristeza de la separación. ¿Volvería a ver a la Virgen? La Virgen siempre generosa, no quiso que terminara el día sin una manifestación de su bondad: un gran milagro, un milagro maternal, coronación de la quincena de apariciones. Ocurrió un milagro: un niño de dos años estaba ya agonizando, se llamaba Justino. Desde que nació tuvo una fiebre que iba poco a poco desmoronando su vida. Sus padres, ese día, lo creían muerto. La Madre en su desesperación lo tomó y lo llevó a la fuente. El niño no daba señales de vida. La madre lo metió 15 minutos en el agua que estaba muy fría. Al llegar a la casa, notó que se oía con normalidad la respiración del niño. Al día siguiente, Justino se despertó con tez fresca y viva, sus ojos llenos de vida, pidiendo comida y sus piernas fortalecidas. Este hecho conmocionó a toda la comarca y pronto a toda Francia y Europa; tres médicos de gran fama certificaron el milagro, llamándolo de primer orden.
Entonces el gobernador de Tarbes, ciudad a la que pertenecía Lourdes, reunió a todos los alcaldes de la zona para dar instrucciones precisas de prohibir de inmediato la asistencia a la gruta de todo ciudadano.
Todo fue en vano, cada día acudían mas peregrinos de todas partes. No obstante las persecuciones, las burlas y las injurias, Bernadette continuaba visitando la Gruta. Iba a rezar el Rosario con los peregrinos. Pero la dulce visión no aparecía. Ella ya estaba resignada a no volver a ver a la Virgen.
Jueves 4 de marzo: una muchedumbre la acompaña
El gentío cada vez más numeroso (alrededor de ocho mil personas) está esperando un milagro al finalizar estos quince días. La visión permanece silenciosa. El cura Peyramale se mantiene en su postura. Durante los veinte días siguientes, Bernadette no acudirá a la Gruta; no siente dentro de sí la irresistible invitación .
Jueves 25 de marzo: ¡El nombre que se esperaba!
Por fin la Virgen revela su nombre; pero el rosal silvestre sobre el cual posa los pies durante las apariciones no florece. Bernadette cuenta: "Levantó los ojos hacia el Cielo, juntando en signo de oración las manos que tenía abiertas y tendidas hacia el suelo, y me dijo: “Yo soy la Inmaculada Concepción”.
Bernadette salió corriendo, repitiendo sin cesar, por el camino, aquellas palabras que no entiende. Palabras que conmueven al buen párroco, ya que Bernadette ignoraba esa expresión teológica que sirve para nombrar a la Santísima Virgen, pues solo cuatro años antes, en 1854, el papa Pío IX había declarado aquella expresión como verdad de fe, un dogma.
Miércoles 7 de abril: El milagro del cirio.
Durante esta Aparición, Bernadette sostiene en la mano su vela encendida, y en un cierto momento la llama lame su mano sin quemarla. Este hecho es inmediatamente constatado por el médico, el doctor Douzous.
Narración del milagro del cirio:
Este día, Bernadette volvió a la gruta, rodeada de una verdadera multitud de personas que oraban con ella. Bernadette arrodillada como era de costumbre habitual, tenia en la mano izquierda la vela encendida que le acompañaba en todas las ocasiones y la apoyaba en el suelo. Absorta en la contemplación de la Reina de los cielos, y mas sabiendo ahora con seguridad que era la Virgen Santísima, levanto sus manos y las dejo caer un poco, sin percatarse que las tenia sobre el extremo de la vela encendida; entonces la llama comenzó a pasar entre sus dedos y a elevarse por encima de ellos, oscilando de un lado para el otro, según fuera el leve soplo del viento. Los que estaban ahí gritaban: "se quema". Pero ella permanecía inmóvil. Un médico que estaba cerca de Bernadette sacó el reloj y comprobó que por mas de un cuarto de hora la mano estuvo en medio de la llama, sin hacer ella ningún movimiento. Todos gritaban ¡milagro! El medico comprobó que la mano de Bernadette estaba ilesa. Después que terminó la aparición: uno de los espectadores aproximó a la mano de Bernadette la llama de la misma vela encendida, y ella exclamó: "¿Oh que quiere usted, quemarme?.
Jueves 16 de julio: Última Aparición.
Bernadette siente interiormente el misterioso llamamiento de la Virgen y se dirige a la Gruta; pero el acceso a ella estaba prohibido y la gruta, vallada. Se dirige, pues, al otro lado del Gave, enfrente de la Gruta. "Me parecía que estaba delante de la gruta, a la misma distancia que las otras veces, no veía más que a la Virgen; ¡jamás la había visto tan bella!.
Bernadette había cumplido su misión, con gran amor y valentía ante todos los sufrimientos que tuvo que sobrellevar y ante todos los obstáculos que el Enemigo puso en su camino. Su confesor dijo repetidamente: "La mejor prueba de las apariciones es Bernadette misma, su vida"
RESUMEN DEL SIMBOLISMO Y DEL MENSAJE DE LA VIRGEN EN SU ADVOCACIÓN DE NUESTRA SEÑORA DE LOURDES
Creo que podríamos resumir el Mensaje que la Santísima Virgen dio en Lourdes, Francia, en 1858, de esta forma:
1-Es un agradecimiento del cielo por la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, que se había declarado cuatro años antes (1854), al mismo tiempo que así se presenta Ella misma como Madre y modelo de pureza para el mundo que esta necesitado de esta virtud.
2-Es una exaltación a las virtudes de la pobreza y humildad aceptadas cristianamente, al escoger a Bernadette como instrumento de su mensaje.
3- Constituye un mensaje importantísimo en Lourdes el de LA CRUZ. La Santísima Virgen le repite que lo importante es ser feliz en la otra vida, aunque para ello sea preciso aceptar la cruz.
4- Destaca la importancia de la oración, del rosario, de la penitencia y humildad (besando el suelo como señal de ello); también, un mensaje de misericordia infinita para los pecadores y del cuidado de los enfermos.
SIGNOS VISIBLES
Algunos puntos de reflexión sobre los signos visibles de la primera aparición: En ellos hay una gran enseñanza espiritual:
1-Rodeada de luz: es el símbolo de la luz de la fe, a la cual nos abrimos por el Bautismo. La fe es la luz de la vida con que debemos brillar ante el mundo. Debemos hacer resplandecer la fe por la santidad de nuestras vidas.
2-La luz era tranquila y profunda: en la fe cristiana hallaremos el reposo para nuestra alma.
3-De belleza incomparable, no hay nada igual aquí en la tierra: trabajar intensamente por adquirir la verdadera belleza que es la del alma, a fin de que Dios pueda contemplarnos con agrado.
4-Ropaje tan blanco, tan puro, tan delicado que jamas tela alguna pudo imitar: de que pureza tan perfecta y delicada ha de estar revestida delante de Dios, nuestra alma; ya que el pecado mancha nuestro blanco ropaje.
5-Pies desnudos, brillando sobre cada uno de ellos una rosa dorada y luminosa: Los pies desnudos nos predican la pobreza evangélica, esta bella y sublime virtud a la cual Jesús ha prometido el mismo Reino de los Cielos. Las rosas luminosas: Jesús nos envía a difundir por todas partes el buen olor de Cristo, el divino perfume del Evangelio.
6-Las manos siempre juntas, con el santo rosario: en ferviente oración, orando siempre y sin interrupción. La oración nuestro alimento constante, la respiración del alma, pues todas las virtudes solo nacen en un alma que ora.
http://mensajesdeoscarsarlinga.blogspot.com.ar/2014/02/nuestra-senora-de-lourdes.html
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