Recordamos una reflexión (Exh. Marialis cultus, de S.S. Paulo VI) acerca de la Presentación del Señor, la Candelaria, o las Luminarias del Templo....El Niño Dios (el Servidor doliente de Yahvé) presentado al Templo.
“También la fiesta del 2 de febrero, a la que se ha restituido la denominación de la Presentación del Señor, debe ser considerada para poder asimilar plenamente su amplísimo contenido, como memoria conjunta del Hijo y de la Madre, es decir, celebración de un misterio de la salvación realizado por Cristo, al cual la Virgen estuvo íntimamente unida como Madre del Siervo doliente de Yahvé, como ejecutora de una misión referida al antiguo Israel y como modelo del nuevo Pueblo de Dios, constantemente probado en la fe y en la esperanza del sufrimiento y por la persecución (cf. Lc 2, 21-35)”.
Pablo VI, Exhortación “Marialis cultus”, del 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor, del año 1974. S.S. Paulo VI en su viaje apostólico a Fátima.
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