viernes, 28 de febrero de 2014

Francisco: “Yo no soy árbitro del diálogo interreligioso”

Tomado de: http://vaticaninsider.lastampa.it/

Las buenas relaciones de Bergoglio con los judíos
02/27/2014

La visita de un grupo de argentinos de diferentes religiones tras el peregrinaje a la Tierra Santa. “La armonía nos une y nos mejora”

Andrés Beltramo Álvarez
Ciudad del Vaticano


“Yo no soy el árbitro del diálogo interreligioso… Soy su promotor número uno”. Eso le dijo el Papa Francisco este jueves a una delegación de argentinos notables, representantes de los tres principales credos monoteístas del mundo, con quienes compartió una conversación de casi una hora en la Casa Santa Marta. A ellos les aseguró: “La armonía nos une y nos mejora”.

La visita al Vaticano fue la última etapa de un viaje que los 45 compatriotas de Jorge Mario Bergoglio iniciaron nueve días atrás. Un grupo  compuesto por tres partes iguales: 15 representantes judíos, 15 católicos y 15 musulmanes. Una travesía que los llevó a Jerusalén, en Israel; a Belén y Ramala en los Territorios Palestinos y a Aman, en Jordania.

A la mayoría de los participantes el pontífice ya los conocía, de sus tiempos como arzobispo de Buenos Aires. “Nos habló sobre la necesidad de tender la mano, nos aseguró que la armonía nos une, nos mejora, nos hace mejores personas y mejores pueblos”, reveló Jorge Telerman, presidente del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, en entrevista con el Vatican Insider.

“Ya desde sus tiempos de cardenal era un gran trabajador, con su prédica y con su práctica, del encuentro entre las religiones, entre las culturas y entre todos los argentinos. Esa opción por los pobres, por una sociedad más justa, ha sido siempre parte de su labor tanto pastoral como en su compromiso”, agregó.

El viaje fue organizado por el Instituto de Diálogo Interreligioso Argentino, presidido por un rabino, un sacerdote católico y un líder musulmán. A los asistentes Francisco los recibió con su clásica afabilidad y los animó a seguir en su diálogo.

En la conversación, durante la cual cada uno tomó la palabra, el obispo de Roma recordó que la paz la hacen los pueblos y no sólo sus dirigentes.

Telerman estuvo de acuerdo aunque consideró que el Papa sí puede marcar la diferencia por la envergadura y la potencia de él como personaje, su capacidad de transmitir un mensaje de unidad y de llegar a los corazones de los hombres.

Agregó que el próximo viaje de Bergoglio a Medio Oriente, previsto para el mes de mayo, será histórico y podrá establecer un nuevo inicio a un proceso de paz tan complejo.

“Un liderazgo tan escuchado en todo el mundo ya está produciendo cambios y con este viaje va a aportar muchísimo. Los hombres suelen hacer la diferencia y la esperanza es esa, que un liderazgo como el de Francisco haga un aporte sustancial”, ponderó.

Evangelio del viernes 28 de febrero

Marcos 10,1-12.

Jesús fue a la región de Judea y al otro lado del Jordán. Se reunió nuevamente la multitud alrededor de él y, como de costumbre, les estuvo enseñando una vez más.
Se acercaron algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le plantearon esta cuestión: "¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer?".
El les respondió: "¿Qué es lo que Moisés les ha ordenado?".
Ellos dijeron: "Moisés permitió redactar una declaración de divorcio y separarse de ella".
Entonces Jesús les respondió: "Si Moisés les dio esta prescripción fue debido a la dureza del corazón de ustedes.
Pero desde el principio de la creación, Dios los hizo varón y mujer.
Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre,
y los dos no serán sino una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne.
Que el hombre no separe lo que Dios ha unido".
Cuando regresaron a la casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre esto.
El les dijo: "El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra aquella;
y si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro, también comete adulterio".

jueves, 27 de febrero de 2014

El Papa afirma que el Obispo debe ser un testigo humilde y valeroso del Resucitado

Artículo tomado de: http://www.news.va/

2014-02-27 Radio Vaticana

(RV).- “La Iglesia tiene necesidad de Pastores auténticos” que cuiden a su propio rebaño. Lo subrayó el Papa Francisco en un amplio y apasionado discurso a la Congregación para los Obispos. El Pontífice indicó de modo detallado los criterios que deberían animar la elección de los prelados. “No nos sirve un mánager”, dijo y explicó que el Obispo debe ser un testigo del Resucitado humilde y valeroso. A la vez que la Iglesia, añadió, no tienen necesidad de apologetas o cruzados, sino de “sembradores humildes y confiados en la verdad”.
“Al firmar el nombramiento de cada Obispo querría poder tocare la autoridad de su discernimiento”. El Papa Francisco utilizó esta imagen para subrayar cuán fundamental es el trabajo de la Congregación para los Obispos, dicasterio que, observó el Pontífice, “existe para asegurarse que el nombre de quien es elegido haya sido ante todo pronunciado por el Señor”.
Y a continuación trazo el modelo ideal de un Obispo:
“… tenemos necesidad de uno que nos vigile desde lo alto; tenemos necesidad de uno que nos mire con la amplitud del corazón de Dios; no nos sirve un mánager, un administrador delegado de una empresa, y ni siquiera uno que esté en el nivel de nuestras poquedades o pequeñas pretensiones. Nos sirve uno que sepa elevarse a la altura de la mirada de Dios sobre nosotros para guiarnos hacia Él. Sólo en la mirada de Dios está el futuro para nosotros”.

Al mismo tiempo, el Papa Francisco prosiguió diciendo que hay que reconocer que “non existe un Pastor estándar para todas las Iglesias. Y añadió que Cristo “conoce la característica del Pastor que cada Iglesia requiere”. De ahí que afirmara que el desafío es, entonces, “entrar en la perspectiva de Cristo”, “teniendo en cuenta esta singularidad de las Iglesias particulares”. Y para elegir semejantes ministros, el Obispo de Roma explicó que deben elevarse por encima de las preferencias, simpatías, pertenencias o tendencias y entrar en la amplitud del horizonte de Dios”.
También constató que “las personas ya conocen con sufrimiento la experiencia de tantas rupturas, y tienen necesidad de encontrar en la Iglesia ese permanecer indeleble de la gracia del principio”. De ahí que el Papa afirmara que el primer criterio para “esbozar el rostro de los Obispos” es que sea un testigo de Cristo:
“¿Quién es un testigo del Resucitado? Es quien ha seguido a Jesús desde el inicio y es constituido con los Apóstoles testigo de su Resurrección. También para nosotros éste es el criterio unificador: el Obispo es aquel que sabe hacer actual todo lo que ha sucedido a Jesús y, sobre todo, sabe, junto a la Iglesia, hacerse testigo de su Resurrección”.

El Santo Padre también dijo que el Obispo “es ante todo un mártir del Resucitado. No un testigo aislado sino junto a la Iglesia”. De modo que su vida, así como su ministerio, “deben hacer creíble la Resurrección”:
“El coraje de morir, la generosidad de ofrecer la propia vida y de consumarse por el rebaño están inscritos en el ‘ADN’ del episcopado. La renuncia y el sacrificio son connaturales a la misión episcopal. Y esto quiere subrayarlo: la renuncia y el sacrificio son connaturales a la misión episcopal. El episcopado no es para sí, sino para la Iglesia, para el rebaño, para los demás, sobre todo para aquellos que, según el mundo, hay que descartar”.

Francisco también afirmó que la Iglesia tiene necesidad “de Pastores auténticos”, “no de dueños de la Palabra, sino entregados a ella, siervos de la Palabra”.
“Por eso es importante reafirmar que la misión del Obispo exige asiduidad y cotidianidad. El rebaño necesita encontrar espacio en el corazón del Pastor... Si éste no está firmemente anclado en sí mismo, en Cristo y en su Iglesia, será sacudido continuamente por las olas en busca de efímeras compensaciones y no ofrecerá al rebaño ningún reparo”.

De este modo el Papa destacó la actualidad del “decreto de residencia” del Concilio de Trento sobre el cual invitó a la Congregación para los Obispos a escribir un texto. Quizá, concluyó Francisco, no buscamos suficientemente a los pastores pero “estoy seguro de que ellos existen, porque el Señor no abandona a su Iglesia”.
(María Fernanda Bernasconi – RV).

Evangelio del Jueves 27 de febrero

Evangelio según San Marcos 9,41-50.

Jesús dijo a sus discípulos:

«Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo.
Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar.
Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos a la Gehena, al fuego inextinguible.

Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies a la Gehena.

Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos a la Gehena,
donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.
Porque cada uno será salado por el fuego.
La sal es una cosa excelente, pero si se vuelve insípida, ¿con qué la volverán a salar? Que haya sal en ustedes mismos y vivan en paz unos con otros».

Carl Heinrich Bloch. Siglo XIX. Museo de Historia Nacional, Castillo de Frederiksborg
en Hillerød, Dinamarca.


miércoles, 26 de febrero de 2014

Cristo nos toma de la mano y nos asegura que ni siquiera la muerte podrá separarnos de Él, el Papa durante la audiencia general sobre el sacramento de la Unción de los enfermos

Tomado de: http://www.news.va/


2014-02-26 Radio Vaticana

(RV).- (Con audio y video) La Plaza de San Pedro volvió a llenarse de miles de fieles y peregrinos para la audiencia general con el Papa. Francisco dedicó su catequesis de este miércoles al “sacramento de la compasión de Dios con el sufrimiento del hombre”: la Unción de los enfermos. El Obispo de Roma nos recordó que “Jesús enseñó a sus discípulos a tener su misma predilección por los enfermos y necesitados, y les confió la tarea de atenderlos en su nombre por medio de este sacramento”. “Qué alegría da saber que en los momentos de dolor no estamos solos: el sacerdote y la comunidad cristiana, reunida junto al que sufre, alimentan su fe y su esperanza”, constató el Santo Padre, agregando que a esto se une el consuelo que otorga la presencia de Cristo, “que nos toma de la mano y nos recuerda que le pertenecemos, y que nada, ni nadie –ningún mal, ni siquiera la muerte- podrán separarnos de Él.” (RC-RV)

Resumen de su catequesis y saludo del Papa en nuestro idioma

En la catequesis de hoy les hablaré de la Unción de los enfermos, sacramento de la compasión de Dios con el sufrimiento del hombre. La parábola del “buen samaritano” expresa el misterio que se celebra en este sacramento: Jesús se acerca a quien sufre y lo conforta con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza. Luego, lo lleva a la posada, que representa a la Iglesia, a la que Cristo confía a cuantos sufren en su cuerpo o en su espíritu, para experimentar su misericordia y su salvación. Jesús enseñó a sus discípulos a tener su misma predilección por los enfermos y necesitados, y les confió la tarea de atenderlos en su nombre por medio de este sacramento. Aunque la muerte es un misterio que nos supera, la Unción de los enfermos nos ayuda a ampliar la mirada y a radicarla en el misterio más grande del amor de Dios. Qué alegría da saber que en los momentos de dolor no estamos solos: el sacerdote y la comunidad cristiana, reunida junto al que sufre y su familia, alimentan su fe y su esperanza y lo sostienen con la plegaria y el afecto fraterno. A eso se une el consuelo que otorga la presencia de Cristo, que nos toma de la mano y nos recuerda que le pertenecemos, y que nada, ni nadie –ningún mal, ni siquiera la muerte- podrán separarnos de Él. Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de las Diócesis de Mérida-Badajoz, Plasencia y Córdoba, así como a los Paracaidistas del Ejército de Tierra, de Madrid, y los demás fieles provenientes de España, Nicaragua, México, Argentina y otros países latinoamericanos. Invito a todos a valorar la paz y el ánimo que Cristo nos comunica en el sacramento de la Unción de los enfermos para sobrellevar cristianamente los sufrimientos. Muchas gracias.

Texto completo de la catequesis del Papa en español

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy las previsiones decían “lluvia” ¡y ustedes han venido lo mismo! ¡Tienen coraje!, ¿eh? ¡Felicitaciones!

Hoy quisiera hablarles del Sacramento de la Unción de los enfermos, que nos permite tocar con la mano la compasión de Dios por el hombre. En el pasado era llamado “extrema unción”, porque se entendía como consuelo espiritual en la inminencia de la muerte. Hablar en cambio de “Unción de los enfermos” nos ayuda a ampliar la mirada hacia la experiencia de la enfermedad y del sufrimiento, en el horizonte de la misericordia de Dios.

Hay un ícono bíblico que expresa en toda su profundidad el misterio que se trasluce en la Unción de los enfermos: es la parábola del buen samaritano, en el evangelio de Lucas (10,30-35). Cada vez que celebramos este Sacramento, el Señor Jesús, en la persona del sacerdote, se acerca a la persona que sufre y está gravemente enfermo, o anciano. La parábola dice que el buen samaritano cuida del hombre sufriente derramando sobre sus heridas aceite y vino. El aceite nos hace pensar en aquel que es bendecido por el Obispo cada año, en la Misa Crismal del Jueves Santo, justamente en vista de la Unción de los enfermos. El vino, en cambio, es signo del amor y de la gracia de Cristo que brotan del don de su vida por nosotros y que se expresan en toda su riqueza en la vida sacramental de la Iglesia. Por último, la persona que sufre es confiada al dueño del albergue para que pueda continuar cuidando de ella, sin considerar los gastos. Entonces, ¿quién es este dueño del albergue? Es la Iglesia, la comunidad cristiana, somos nosotros, a los cuales cada día el Señor Jesús nos confía a aquellos que están afligidos, en el cuerpo y en el espíritu, para que podamos continuar derramando sobre ellos, sin medida, toda su misericordia y su salvación.

Este mandato está confirmado de modo explícito y preciso en la epístola de Santiago – hemos escuchado - donde se recomienda: “Quién está enfermo, que llame a los presbíteros de la Iglesia para que ellos oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. Y la oración que nace de la fe salvará al enfermo, el Señor lo aliviará y, si tuviera pecados, le serán perdonados” (5,14-15). Se trata por lo tanto de una praxis que estaba en uso ya en tiempos de los Apóstoles. Jesús, de hecho, ha enseñado a sus discípulos a tener su misma predilección por lo enfermos y por los sufrientes y les ha transmitido la capacidad y el deber de continuar derramando, en su nombre y según su corazón, alivio y paz, a través de la gracia especial de este Sacramento. Pero esto no nos debe hacer caer en la búsqueda obsesiva del milagro o en la presunción de poder obtener siempre y de todos modos la curación. Pero, es la seguridad de la cercanía de Jesús al enfermo, también al anciano, porque todo anciano, toda persona de más de 65 años puede recibir este Sacramento: es Jesús que se acerca. Pero cuando hay un enfermo se piensa: “Llamemos al cura, al sacerdote para que venga. No, no, porque trae mala suerte, entonces no, no lo llamamos” o “después se asustará el enfermo”. ¿Por qué? Porque existe un poco la idea que, cuando hay un enfermo y viene el sacerdote, después de él llega la pompa fúnebre: y eso no es verdad, ¡eh! El sacerdote viene para ayudar al enfermo o al anciano: por esto es tan importante la visita del sacerdote a los enfermos. Llamarlo: “hay un enfermo, venga, dele la unción, bendígalo”. Porque es Jesús que llega para aliviarlo, para darle fuerza, para darle esperanza, para ayudarlo. También para perdonarle los pecados. ¡Y esto es hermoso! Y no piensen que esto sea un tabú, porque siempre es hermoso saber que en el momento del dolor y de la enfermedad nosotros no estamos solos: el sacerdote y aquellos que están presentes durante la Unción de los enfermos representan, en efecto, a toda la comunidad cristiana que, como un único cuerpo, con Jesús, se estrecha entorno a quien sufre y a los familiares, alimentando en ellos la fe y la esperanza y apoyándolos con la oración y el calor fraterno. Pero el consuelo más grande deriva del hecho que, el que se hace presente en el Sacramento es el mismo Señor Jesús, que nos toma de la mano, nos acaricia como hacía con los enfermos, Él, y nos recuerda que ya le pertenecemos y que nada – ni siquiera el mal y la muerte – podrá nunca separarnos de Él. Pero tengamos esta costumbre de llamar al sacerdote, porque a nuestros enfermos – no digo los enfermos de gripe, de tres, cuatro días, sino cuando es una enfermedad seria – y también a nuestros ancianos, venga y les dé este Sacramento, este consuelo, esta fuerza de Jesús para seguir adelante. ¡Hagámoslo! Gracias.

(Traducción del italiano: María Cecilia Mutual)

Entre sus saludos a los numerosísimos grupos de peregrinos, el Papa se dirigió también a los participantes en un congreso dedicado al Día Mundial de las enfermedades raras, que se celebra el 28 de febrero. Con su cordial bienvenida a los enfermos y autoridades académicas, el Santo Padre expresó su profundo anhelo de que «los pacientes y sus familiares sean sostenidos adecuadamente en las dificultades de su camino, tanto en ámbito médico como legislativo».Luego, como es tradicional saludó a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Recordando que el 27 de febrero se celebra la memoria de san Gabriel de la Dolorosa, el Obispo de Roma deseó que el ejemplo de este santo ayude a los queridos jóvenes a ser discípulos entusiasmados de Jesús. Que aliente a los queridos enfermos a ofrecer sus sufrimientos en unión con los de Cristo y mueva a los queridos recién casados a hacer que el Evangelio sea la regla fundamental de su vida conyugal.

Evangelio del Miércoles 26 de febrero

Evangelio según San Marcos 9,38-40.

Juan le dijo a Jesús: "Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre, y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros".
Pero Jesús les dijo: "No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí.
Y el que no está contra nosotros, está con nosotros.


Jesús nuestro Maestro. Tomado de news.va.

martes, 25 de febrero de 2014

Previsiones de la semana: del 24 de febrero al 3 de marzo

 Artículo tomado de: http://www.news.va/

2014-02-24 Radio Vaticana

(RV).- Del 25 de febrero al 1° de marzo se celebrará en Roma el Congreso Mundial de Signis, sobre el tema “Los media para una cultura de la paz: crear imágenes con las nuevas generaciones”.

El miércoles 26 de febrero el Papa Francisco celebrará, a las 10.30, en la Plaza de San Pedro, su tradicional audiencia general, ante la presencia de miles de fieles y peregrinos de numerosos países, deseosos de escuchar su catequesis sobre los Sacramentos y de recibir la bendición del Obispo de Roma.

Ese mismo día en Roma, en la sede del Centro Benedicto XV, a las 15.00, se presentará Aurora Films y Network, red de mujeres y hombres que en diversas partes del mundo están empeñados en llevar adelante, en la verdad, los valores del diálogo, de la vida y del camino de reconciliación y de paz. La iniciativa nació de la comunidad Nuevos Horizontes, fundada por Chiara Amirante, y Lia Beltrami.

El jueves 27 de febrero el Papa Francisco recibirá en audiencia a los participantes en el Congreso Mundial de Signis.

El viernes 28 de febrero el Papa Francisco visitará, a las 18.00, el Seminario Romano Mayor, con ocasión de la Fiesta de la Virgen de la Confianza.
Ese mismo día se cumplirá un año de la conclusión del Pontificado de Benedicto XVI.
El sábado 1° de marzo se concluirá en Roma el Congreso mundial de Signis, que comenzó el pasado 25 de febrero, sobre el tema “Los media para una cultura de la paz: crear imágines con las nuevas generaciones”.

El 2 de marzo, VIII Domingo del Tiempo Ordinario, el Papa Francisco rezará el Ángelus con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.

Ese día como cada año se celebra en España la “Jornada Hispanoamericana” en todas las diócesis del país, por iniciativa de la Comisión episcopal para las Misiones y la Cooperación entre las Iglesias. El objetivo de esta Jornada es el de recordar el servicio misionero en América Latina de los sacerdotes diocesanos españoles y el empeño específico de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana. Para esta ocasión, la Pontificia Comisión para América Latina difundió un Mensaje firmado por su presidente, el Cardenal Marc Ouellet, que este año se titula “La alegría de ser misioneros”.

El lunes 3 de marzo el Papa Francisco recibirá en audiencia a los dos primeros grupos de los Obispos de la Conferencia Episcopal Española con motivo de su visita ad limina Apostolorum, es decir a las tumbas de los Apóstoles Pedro y Pablo.

Producción de María Fernanda Bernasconi. (hispano@vatiradio.va)
El espacio “Previsiones de la semana”, se transmite los lunes en la emisión informativa de las 11,30 UTC.

24 de febrero

“Jesús nos pide que respondamos a su propuesta de vida”, Mensaje del Papa a los jóvenes del mundo

Artículo tomado de: http://www.news.va/

2014-02-06 Radio Vaticana

(RV).- Se hizo público hoy el mensaje del Santo Padre en preparación a la XXIX Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia 2016. Después de la extraordinaria JMJ vivida en Río de Janeiro en el mes de julio de 2013, el Papa retoma su diálogo con los jóvenes del mundo y les presenta los temas de las tres próximas ediciones del evento, dando inicio al itinerario de preparación espiritual que, a lo largo de tres años, guiará a la celebración internacional en Cracovia, en el mes de julio de 2016.
Papa Francisco incorporándose en la tradición iniciada por el beato Juan Pablo II y continuada por Benedicto XVI con ocasión de cada Jornada Mundial de la Juventud, propone reflexionar en los próximos tres años en preparación a la JMJ 2016, sobre las Bienaventuranzas, comenzando con la primera de ellas : «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos» (Mt 5,3); en el año 2015: «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios» (Mt 5,8); y por último, en el año 2016 el tema será: «Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia» (Mt 5,7).“Al proclamar las Bienaventuranzas – escribe el Santo Padre - Jesús nos invita a seguirle, a recorrer con Él el camino del amor, el único que lleva a la vida eterna. No es un camino fácil, pero el Señor nos asegura su gracia y nunca nos deja solos”.
Papa Francisco recordando las palabras del Beato Juan Pablo II recuerda también en su mensaje el trigésimo aniversario de la entrega de la Cruz del jubileo de la Redención a los jóvenes. Precisamente a partir de ese acto simbólico de Juan Pablo II comenzó la gran peregrinación juvenil que, desde entonces, continúa a través de los cinco continentes.
(Griselda Mutual - RV)

Texto completo del Mensaje del Santo Padre para la XXIX Jornada Mundial de la Juventud, Cracovia 2016

«Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos» (Mt 5,3)

Queridos jóvenes:
Tengo grabado en mi memoria el extraordinario encuentro que vivimos en Río de Janeiro, en la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud. ¡Fue una gran fiesta de la fe y de la fraternidad! La buena gente brasileña nos acogió con los brazos abiertos, como la imagen de Cristo Redentor que desde lo alto del Corcovado domina el magnífico panorama de la playa de Copacabana. A orillas del mar, Jesús renovó su llamada a cada uno de nosotros para que nos convirtamos en sus discípulos misioneros, lo descubramos como el tesoro más precioso de nuestra vida y compartamos esta riqueza con los demás, los que están cerca y los que están lejos, hasta las extremas periferias geográficas y existenciales de nuestro tiempo. La próxima etapa de la peregrinación intercontinental de los jóvenes será Cracovia, en 2016. Para marcar nuestro camino, quisiera reflexionar con vosotros en los próximos tres años sobre las Bienaventuranzas que leemos en el Evangelio de San Mateo (5,1-12). Este año comenzaremos meditando la primera de ellas: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos» (Mt 5,3); el año 2015: «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios» (Mt 5,8); y por último, en el año 2016 el tema será: «Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia» (Mt 5,7).

1. La fuerza revolucionaria de las Bienaventuranzas Siempre nos hace bien leer y meditar las Bienaventuranzas. Jesús las proclamó en su primera gran predicación, a orillas del lago de Galilea. Había un gentío tan grande, que subió a un monte para enseñar a sus discípulos; por eso, esa predicación se llama el “sermón de la montaña”. En la Biblia, el monte es el lugar donde Dios se revela, y Jesús, predicando desde el monte, se presenta como maestro divino, como un nuevo Moisés. Y ¿qué enseña? Jesús enseña el camino de la vida, el camino que Él mismo recorre, es más, que Él mismo es, y lo propone como camino para la verdadera felicidad. En toda su vida, desde el nacimiento en la gruta de Belén hasta la muerte en la cruz y la resurrección, Jesús encarnó las Bienaventuranzas. Todas las promesas del Reino de Dios se han cumplido en Él.

Al proclamar las Bienaventuranzas, Jesús nos invita a seguirle, a recorrer con Él el camino del amor, el único que lleva a la vida eterna. No es un camino fácil, pero el Señor nos asegura su gracia y nunca nos deja solos. Pobreza, aflicciones, humillaciones, lucha por la justicia, cansancios en la conversión cotidiana, dificultades para vivir la llamada a la santidad, persecuciones y otros muchos desafíos están presentes en nuestra vida. Pero, si abrimos la puerta a Jesús, si dejamos que Él esté en nuestra vida, si compartimos con Él las alegrías y los sufrimientos, experimentaremos una paz y una alegría que sólo Dios, amor infinito, puede dar. Las Bienaventuranzas de Jesús son portadoras de una novedad revolucionaria, de un modelo de felicidad opuesto al que habitualmente nos comunican los medios de comunicación, la opinión dominante. Para la mentalidad mundana, es un escándalo que Dios haya venido para hacerse uno de nosotros, que haya muerto en una cruz. En la lógica de este mundo, los que Jesús proclama bienaventurados son considerados “perdedores”, débiles. En cambio, son exaltados el éxito a toda costa, el bienestar, la arrogancia del poder, la afirmación de sí mismo en perjuicio de los demás.

Queridos jóvenes, Jesús nos pide que respondamos a su propuesta de vida, que decidamos cuál es el camino que queremos recorrer para llegar a la verdadera alegría. Se trata de un gran desafío para la fe. Jesús no tuvo miedo de preguntar a sus discípulos si querían seguirle de verdad o si preferían irse por otros caminos (cf. Jn 6,67). Y Simón, llamado Pedro, tuvo el valor de contestar: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna» (Jn 6,68). Si sabéis decir “sí” a Jesús, entonces vuestra vida joven se llenará de significado y será fecunda.

2. El valor de ser felices. Pero, ¿qué significa “bienaventurados” (en griego makarioi)? Bienaventurados quiere decir felices. Decidme: ¿Buscáis de verdad la felicidad? En una época en que tantas apariencias de felicidad nos atraen, corremos el riesgo de contentarnos con poco, de tener una idea de la vida “en pequeño”. ¡Aspirad, en cambio, a cosas grandes! ¡Ensanchad vuestros corazones! Como decía el beato Piergiorgio Frassati: «Vivir sin una fe, sin un patrimonio que defender, y sin sostener, en una lucha continua, la verdad, no es vivir, sino ir tirando. Jamás debemos ir tirando, sino vivir» (Carta a I. Bonini, 27 de febrero de 1925). En el día de la beatificación de Piergiorgio Frassati, el 20 de mayo de 1990, Juan Pablo II lo llamó «hombre de las Bienaventuranzas» (Homilía en la S. Misa: AAS 82 [1990], 1518). Si de verdad dejáis emerger las aspiraciones más profundas de vuestro corazón, os daréis cuenta de que en vosotros hay un deseo inextinguible de felicidad, y esto os permitirá desenmascarar y rechazar tantas ofertas “a bajo precio” que encontráis a vuestro alrededor. Cuando buscamos el éxito, el placer, el poseer en modo egoísta y los convertimos en ídolos, podemos experimentar también momentos de embriaguez, un falso sentimiento de satisfacción, pero al final nos hacemos esclavos, nunca estamos satisfechos, y sentimos la necesidad de buscar cada vez más. Es muy triste ver a una juventud “harta”, pero débil.

San Juan, al escribir a los jóvenes, decía: «Sois fuertes y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al Maligno» (1 Jn 2,14). Los jóvenes que escogen a Jesús son fuertes, se alimentan de su Palabra y no se “atiborran” de otras cosas. Atreveos a ir contracorriente. Sed capaces de buscar la verdadera felicidad. Decid no a la cultura de lo provisional, de la superficialidad y del usar y tirar, que no os considera capaces de asumir responsabilidades y de afrontar los grandes desafíos de la vida.3. Bienaventurados los pobres de espíritu…

La primera Bienaventuranza, tema de la próxima Jornada Mundial de la Juventud, declara felices a los pobres de espíritu, porque a ellos pertenece el Reino de los cielos. En un tiempo en el que tantas personas sufren a causa de la crisis económica, poner la pobreza al lado de la felicidad puede parecer algo fuera de lugar. ¿En qué sentido podemos hablar de la pobreza como una bendición? En primer lugar, intentemos comprender lo que significa «pobres de espíritu». Cuando el Hijo de Dios se hizo hombre, eligió un camino de pobreza, de humillación. Como dice San Pablo en la Carta a los Filipenses: «Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo Jesús. El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios; al contrario, se despojó de sí mismo tomando la condición de esclavo, hecho semejante a los hombres» (2,5-7). Jesús es Dios que se despoja de su gloria. Aquí vemos la elección de la pobreza por parte de Dios: siendo rico, se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (cf. 2 Cor 8,9). Es el misterio que contemplamos en el belén, viendo al Hijo de Dios en un pesebre, y después en una cruz, donde la humillación llega hasta el final.

El adjetivo griego ptochós (pobre) no sólo tiene un significado material, sino que quiere decir “mendigo”. Está ligado al concepto judío de anawim, los “pobres de Yahvé”, que evoca humildad, conciencia de los propios límites, de la propia condición existencial de pobreza. Los anawim se fían del Señor, saben que dependen de Él. Jesús, como entendió perfectamente santa Teresa del Niño Jesús, en su Encarnación se presenta como un mendigo, un necesitado en busca de amor. El Catecismo de la Iglesia Católica habla del hombre como un «mendigo de Dios» (n.º 2559) y nos dice que la oración es el encuentro de la sed de Dios con nuestra sed (n.º 2560).

San Francisco de Asís comprendió muy bien el secreto de la Bienaventuranza de los pobres de espíritu. De hecho, cuando Jesús le habló en la persona del leproso y en el Crucifijo, reconoció la grandeza de Dios y su propia condición de humildad. En la oración, el Poverello pasaba horas preguntando al Señor: «¿Quién eres tú? ¿Quién soy yo?». Se despojó de una vida acomodada y despreocupada para desposarse con la “Señora Pobreza”, para imitar a Jesús y seguir el Evangelio al pie de la letra. Francisco vivió inseparablemente la imitación de Cristo pobre y el amor a los pobres, como las dos caras de una misma moneda. Vosotros me podríais preguntar: ¿Cómo podemos hacer que esta pobreza de espíritu se transforme en un estilo de vida, que se refleje concretamente en nuestra existencia? Os contesto con tres puntos.

Ante todo, intentad ser libres en relación con las cosas. El Señor nos llama a un estilo de vida evangélico de sobriedad, a no dejarnos llevar por la cultura del consumo. Se trata de buscar lo esencial, de aprender a despojarse de tantas cosas superfluas que nos ahogan. Desprendámonos de la codicia del tener, del dinero idolatrado y después derrochado. Pongamos a Jesús en primer lugar. Él nos puede liberar de las idolatrías que nos convierten en esclavos. ¡Fiaros de Dios, queridos jóvenes! Él nos conoce, nos ama y jamás se olvida de nosotros. Así como cuida de los lirios del campo (cfr. Mt 6,28), no permitirá que nos falte nada. También para superar la crisis económica hay que estar dispuestos a cambiar de estilo de vida, a evitar tanto derroche. Igual que se necesita valor para ser felices, también es necesario el valor para ser sobrios. En segundo lugar, para vivir esta Bienaventuranza necesitamos la conversión en relación a los pobres. Tenemos que preocuparnos de ellos, ser sensibles a sus necesidades espirituales y materiales. A vosotros, jóvenes, os encomiendo en modo particular la tarea de volver a poner en el centro de la cultura humana la solidaridad. Ante las viejas y nuevas formas de pobreza –el desempleo, la emigración, los diversos tipos de dependencias–, tenemos el deber de estar atentos y vigilantes, venciendo la tentación de la indiferencia. Pensemos también en los que no se sienten amados, que no tienen esperanza en el futuro, que renuncian a comprometerse en la vida porque están desanimados, desilusionados, acobardados. Tenemos que aprender a estar con los pobres. No nos llenemos la boca con hermosas palabras sobre los pobres. Acerquémonos a ellos, mirémosles a los ojos, escuchémosles. Los pobres son para nosotros una ocasión concreta de encontrar al mismo Cristo, de tocar su carne que sufre.

Pero los pobres –y este es el tercer punto– no sólo son personas a las que les podemos dar algo. También ellos tienen algo que ofrecernos, que enseñarnos. ¡Tenemos tanto que aprender de la sabiduría de los pobres! Un santo del siglo XVIII, Benito José Labre, que dormía en las calles de Roma y vivía de las limosnas de la gente, se convirtió en consejero espiritual de muchas personas, entre las que figuraban nobles y prelados. En cierto sentido, los pobres son para nosotros como maestros. Nos enseñan que una persona no es valiosa por lo que posee, por lo que tiene en su cuenta en el banco. Un pobre, una persona que no tiene bienes materiales, mantiene siempre su dignidad. Los pobres pueden enseñarnos mucho, también sobre la humildad y la confianza en Dios. En la parábola del fariseo y el publicano (cf. Lc 18,9-14), Jesús presenta a este último como modelo porque es humilde y se considera pecador. También la viuda que echa dos pequeñas monedas en el tesoro del templo es un ejemplo de la generosidad de quien, aun teniendo poco o nada, da todo (cf. Lc 21,1-4).4. … porque de ellos es el Reino de los cielos.

El tema central en el Evangelio de Jesús es el Reino de Dios. Jesús es el Reino de Dios en persona, es el Enmanuel, Dios-con-nosotros. Es en el corazón del hombre donde el Reino, el señorío de Dios, se establece y crece. El Reino es al mismo tiempo don y promesa. Ya se nos ha dado en Jesús, pero aún debe cumplirse en plenitud. Por ello pedimos cada día al Padre: «Venga a nosotros tu reino». Hay un profundo vínculo entre pobreza y evangelización, entre el tema de la pasada Jornada Mundial de la Juventud –«Id y haced discípulos a todos los pueblos» (Mt 28,19)– y el de este año: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos» (Mt 5,3). El Señor quiere una Iglesia pobre que evangelice a los pobres. Cuando Jesús envió a los Doce, les dijo: «No os procuréis en la faja oro, plata ni cobre; ni tampoco alforja para el camino; ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento» (Mt 10,9-10). La pobreza evangélica es una condición fundamental para que el Reino de Dios se difunda. Las alegrías más hermosas y espontáneas que he visto en el transcurso de mi vida son las de personas pobres, que tienen poco a que aferrarse. La evangelización, en nuestro tiempo, sólo será posible por medio del contagio de la alegría.

Como hemos visto, la Bienaventuranza de los pobres de espíritu orienta nuestra relación con Dios, con los bienes materiales y con los pobres. Ante el ejemplo y las palabras de Jesús, nos damos cuenta de cuánta necesidad tenemos de conversión, de hacer que la lógica del ser más prevalezca sobre la del tener más. Los santos son los que más nos pueden ayudar a entender el significado profundo de las Bienaventuranzas. La canonización de Juan Pablo II el segundo Domingo de Pascua es, en este sentido, un acontecimiento que llena nuestro corazón de alegría. Él será el gran patrono de las JMJ, de las que fue iniciador y promotor. En la comunión de los santos seguirá siendo para todos vosotros un padre y un amigo. El próximo mes de abril es también el trigésimo aniversario de la entrega de la Cruz del Jubileo de la Redención a los jóvenes. Precisamente a partir de ese acto simbólico de Juan Pablo II comenzó la gran peregrinación juvenil que, desde entonces, continúa a través de los cinco continentes. Muchos recuerdan las palabras con las que el Papa, el Domingo de Ramos de 1984, acompañó su gesto: «Queridos jóvenes, al clausurar el Año Santo, os confío el signo de este Año Jubilar: ¡la Cruz de Cristo! Llevadla por el mundo como signo del amor del Señor Jesús a la humanidad y anunciad a todos que sólo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención».

Queridos jóvenes, el Magnificat, el cántico de María, pobre de espíritu, es también el canto de quien vive las Bienaventuranzas. La alegría del Evangelio brota de un corazón pobre, que sabe regocijarse y maravillarse por las obras de Dios, como el corazón de la Virgen, a quien todas las generaciones llaman “dichosa” (cf. Lc 1,48). Que Ella, la madre de los pobres y la estrella de la nueva evangelización, nos ayude a vivir el Evangelio, a encarnar las Bienaventuranzas en nuestra vida, a atrevernos a ser felices.Vaticano, 21 de enero de 2014, Memoria de Santa Inés, Virgen y Mártir

Evangelio del Martes 25 de febrero

Santo Evangelio según san Marcos 9, 30-37

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos, iban caminando por Galilea; él no quería que se supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: «El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres; le matarán y a los tres días de haber muerto resucitará» Pero ellos no entendían lo que les decía y temían preguntarle. Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntaba: «¿De qué estaban discutiendo por el camino?» Ellos callaron, pues por el camino habían discutido entre sí quién era el mayor. Entonces se sentó, llamó a los Doce, y les dijo: «Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos». Y tomando un niño, le puso en medio de ellos, le estrechó entre sus brazos y les dijo: «El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, no me recibe a mí sino a Aquel que me ha enviado»

Oremos para que el Señor nos haga buenos servidores:

"Nos has mostrado con tu ejemplo, Señor,
que es posible vivir para los demás.
Tu vida es un espejo fiel
donde mirarnos
para descubrir cuánto nos falta cambiar
y cuánto todavía
podemos dar a los demás.
Tú saliste a recorrer los caminos
para ir al encuentro del necesitado
y el excluido.
Tú acogiste a los despreciados
y a los que todos marginaban
y dejaban a un costado.
Tú atendiste las necesidades del pueblo,
sanaste sus enfermedades,
les enseñaste a compartir el pan,
y vivir unidos.
Tú ofreciste tu vida
hasta el final,
hasta entregarla por amor
y pura donación,
para que todos vivamos más y mejor,
y podamos alcanzar la vida verdadera.
Señor del servicio,
muéstranos el camino
que lleva a darlo todo
por los demás.
Ayúdanos a tener
tus mismos sentimientos,
preocupaciones
y opciones.
Haz que atendamos
las necesidades,
sufrimientos
y esperanzas de nuestro pueblo.
Haznos cercanos
y hermanos de todos.
Enséñanos a vivir
pensando primero en el otro,
enséñanos a vivir
como verdaderos servidores,
dispuestos, generosos,
alegres y fraternos
con todos, Señor, con todos. Amen."


lunes, 24 de febrero de 2014

Absurdo amar a Cristo sin la Iglesia

Artículo tomado de: http://elobservadorenlinea.com/



En la homilía que pronunció este lunes en Casa Santa Marta, el Papa Francisco ha dicho que seguir a Jesús no es una “idea” sino un “continuo permanecer en casa”, la Iglesia, donde Cristo lleva siempre a todo el que se ha alejado.

Un joven que tiene convulsiones que se revuelve por la tierra, echando espuma por la boca, en medio de una multitud conmocionada e inerme. Y su padre casi agarra a Jesús, implorándole que libere a su hijo de la posesión diabólica. Es el drama con el que se abre el Evangelio de hoy y que Papa Francisco analiza punto por punto: el parloteo de los asistentes que discuten sin llegar a nada, Jesús que llega y se informa, “el ruido que disminuye”, el padre angustiado que aparece entre la multitud y decide contra toda esperanza esperar a Jesús. Y Jesús, que conmovido por la fe cristalina del papá, expulsa el espíritu y después se inclina con dulzura sobre el joven, que parece muerto, ayudándole a levantarse:

“Todo ese desorden, esa discusión termina en un gesto: Jesús que se agacha, toma al niño. Estos gesto de Jesús dan que pensar. Jesús, cuando cura, cuando va hacia la gente y cura a una persona, nunca la deja sola. No es un mago, un hechicero, un curandero que va, cura y continua: a cada uno lo devuelve a su sitio, no lo deja por el camino. Son los bellísimos gestos del Señor”.

Esta es la enseñanza, explica el Papa Francisco: “Jesús, afirma, siempre  nos hace volver a casa, nunca nos deja solos por el camino”. El Evangelio, recuerda, está lleno de esos gestos. La resurrección de Lázaro, la vida devuelta a la hija de Jairo y al hijo de una madre viuda. Pero también la oveja perdida de vuelta al redil o la moneda perdida y encontrada por la mujer:

“Porque Jesús no vino del Cielo solo, es Hijo de un pueblo. Jesús es la promesa hecha a un pueblo y su identidad es también pertenencia a ese pueblo, que desde Abraham camina hacia la promesa. Y estos gestos de Jesús nos enseñan que toda curación, todo perdón siempre nos hace volver a nuestro pueblo, que es la Iglesia”.

Jesús perdona siempre y sus gestos, prosigue el Papa Francisco, se convierten también en “revolucionarios” o “inexplicables”, cuando su perdón alcanza a quien se ha alejado “demasiado”, como el publicano Mateo o su colega Zaqueo. Además, repite el Papa Francisco, Jesús “cuando perdona, te devuelve a casa. Así que no se puede entender a Jesús” sin el Pueblo de Dios. Es “absurdo amar a Cristo sin la Iglesia, escuchar a Cristo pero no a la Iglesia, seguir a Cristo dejando de lado a la Iglesia”, afirma Papa Francisco citando de nuevo a Pablo VI. “Cristo y la Iglesia son uno”, y cada vez “que Cristo llama a una persona, la lleva a la Iglesia”. Por esto, añade, es un bien que un niño “se bautice en la Iglesia”, la “Iglesia madre”.

“Y estos gestos de ternura de Jesús nos hacen entender esto: que nuestra doctrina, llamémosla así, o nuestro seguir a Cristo, no es una idea, es un continuo permanecer en casa. Si alguno de nosotros tiene la posibilidad y la realidad de irse de casa por un pecado, un error, Dios sabe, la salvación está en la vuelta a casa, con Jesús en la Iglesia. Son gestos de ternura. Uno a uno, el Señor nos llama así, a su pueblo dentro de su familia, nuestra madre, la Santa Madre Iglesia. Pensemos en estos gesto de Jesús”.

Evangelio del lunes 24 de febrero

Evangelio según San Marcos 9,14-29.

Cuando volvieron a donde estaban los otros discípulos, los encontraron en medio de una gran multitud, discutiendo con algunos escribas.
En cuanto la multitud distinguió a Jesús, quedó asombrada y corrieron a saludarlo.
El les preguntó: "¿Sobre qué estaban discutiendo?".
Uno de ellos le dijo: "Maestro, te he traído a mi hijo, que está poseído de un espíritu mudo.
Cuando se apodera de él, lo tira al suelo y le hace echar espuma por la boca; entonces le crujen sus dientes y se queda rígido. Le pedí a tus discípulos que lo expulsaran pero no pudieron".
"Generación incrédula, respondió Jesús, ¿hasta cuando estaré con ustedes? ¿Hasta cuando tendré que soportarlos? Tráiganmelo".
Y ellos se lo trajeron. En cuanto vio a Jesús, el espíritu sacudió violentamente al niño, que cayó al suelo y se revolcaba, echando espuma por la boca.
Jesús le preguntó al padre: "¿Cuánto tiempo hace que está así?". "Desde la infancia, le respondió,
y a menudo lo hace caer en el fuego o en el agua para matarlo. Si puedes hacer algo, ten piedad de nosotros y ayúdanos".
"¡Si puedes...!", respondió Jesús. "Todo es posible para el que cree".
Inmediatamente el padre del niño exclamó: "Creo, ayúdame porque tengo poca fe".
Al ver que llegaba más gente, Jesús increpó al espíritu impuro, diciéndole: "Espíritu mudo y sordo, yo te lo ordeno, sal de él y no vuelvas más".
El demonio gritó, sacudió violentamente al niño y salió de él, dejándolo como muerto, tanto que muchos decían: "Está muerto".
Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y el niño se puso de pie.
Cuando entró en la casa y quedaron solos, los discípulos le preguntaron: "¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?".
El les respondió: "Esta clase de demonios se expulsa sólo con la oración".
Jruchi II, H-1667, 138r, XII secolo. Tbilisi, Georgia.

domingo, 23 de febrero de 2014

Quienes tienen un ministerio de guía y predicación no deben considerarse propietarios de poderes especiales, sino ponerse al servicio de la comunidad. El Papa a la hora del Ángelus

Artículo tomado de:http://es.radiovaticana.va/

(RV).- A la hora del Ángelus dominical el Papa Francisco recordó el problema de las divisiones a las que se enfrenta el Apóstol San Pablo según refiere la segunda lectura del día. Y explicó que se trata de un modo de pensar equivocado, porque la comunidad no pertenece a los apóstoles, sino que son ellos los que pertenecen a la comunidad; a la vez que toda la comunidad ¡pertenece a Cristo!

Por esta razón el Santo Padre afirmó que de esta pertenencia deriva que en las comunidades cristianas – diócesis, parroquias, asociaciones, movimientos – las diferencias no pueden contradecir el hecho de que todos, por el Bautismo, tenemos la misma dignidad: todos, en Jesucristo, somos hijos de Dios. Y destacó que los que han recibido un ministerio de guía, de predicación, de administrar los Sacramentos, no deben considerarse propietarios de poderes especiales, sino ponerse al servicio de la comunidad, ayudándola a recorrer con alegría el camino de la santidad.
Además, al recordar que la Iglesia hoy encomienda el testimonio de este estilo de vida pastoral a los nuevos Cardenales, con quienes había celebrado poco antes la Santa Misa, el Obispo de Roma dijo que tanto Consistorio del sábado 22 de febrero como la Celebración del VII Domingo del Tiempo Ordinario, les han ofrecido una ocasión preciosa para experimentar la catolicidad de la Iglesia, bien representada por la variegada procedencia de los miembros del Colegio Cardenalicio, reunidos en estrecha comunión en torno al Sucesor de Pedro.

El Papa Francisco también formuló votos para que los momentos litúrgicos y de fiesta, que tuvieron la oportunidad de vivir, refuercen en todos la fe, el amor por Cristo y por su Iglesia. De la misma manera, el Pontífice invitó a sostener a estos Pastores y a asistirlos con la oración, a fin de que guíen siempre con celo al pueblo que les ha sido encomendado, mostrando a todos la ternura y el amor del Señor.

“Todos juntos – dijo el Papa antes de Rezar a la Madre de Dios – Obispos, presbíteros, personas consagradas y fieles laicos debemos ofrecer el testimonio de una Iglesia fiel a Cristo, animada por el deseo de servir a los hermanos y dispuesta a salir al encuentro con coraje profético de las expectativas y exigencias espirituales de los hombres y de las mujeres de nuestro tiempo. Que la Virgen nos acompañe y nos proteja en este camino”.
(María Fernanda Bernasconi – RV).


Texto completo de las palabras del Papa antes de la oración del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! En la segunda Lectura de este domingo, San Pablo afirma: “Así que, no se gloríe nadie en los hombres, pues todo es suyo: ya sea Pablo, Apolo, Cefas (es decir, Pedro), el mundo, la vida, la muerte, el presente, el futuro, todo es suyo; y ustedes, de Cristo y Cristo de Dios” (1 Cor 3,23). ¿Por qué dice esto el Apóstol? Porque el problema que el Apóstol se encuentra es el de las divisiones en la comunidad de Corinto, donde se habían formado grupos que se referían a los diversos predicadores considerándolos jefes; decían: “Yo soy de Pablo, yo de Apolo, yo de Cefas…” (1, 12). San Pablo explica que este modo de pensar está equivocado, porque la comunidad no pertenece a los apóstoles, sino que son ellos los que pertenecen a la comunidad; pero la comunidad, toda entera, ¡pertenece a Cristo!

De esta pertenencia deriva que en las comunidades cristianas – diócesis, parroquias, asociaciones, movimientos – las diferencias no pueden contradecir el hecho de que todos, por el Bautismo, tenemos la misma dignidad: todos, en Jesucristo, somos hijos de Dios. Y ésta es nuestra dignidad: en Jesucristo somos hijos de Dios. Aquellos que han recibido un ministerio de guía, de predicación, de administrar los Sacramentos, no deben considerarse propietarios de poderes especiales, sino ponerse al servicio de la comunidad, ayudándola a recorrer con alegría el camino de la santidad.

Hoy la Iglesia encomienda el testimonio de este estilo de vida pastoral a los nuevos Cardenales, con quienes celebré esta mañana la Santa Misa. Podemos saludar todos a los nuevos cardenales con un aplauso, ¡saludémoslos a todos!. El Consistorio de ayer y la Celebración Eucarística de hoy nos han ofrecido una ocasión preciosa para experimentar la catolicidad, la universalidad de la Iglesia, bien representada por la variada procedencia de los miembros del Colegio Cardenalicio, reunidos en estrecha comunión en torno al Sucesor de Pedro. Y que el Señor nos dé la gracia de trabajar por la unidad de la Iglesia, de construir esta unidad, porque la unidad es más, más importante que los conflictos. La unidad de la Iglesia está en Cristo. Los conflictos son problemas que no siempre son “de Cristo”.

¡Que los momentos litúrgicos y de fiesta, que hemos tenido la oportunidad de vivir en el curso de las últimas dos jornadas, refuercen en todos nosotros la fe, el amor por Cristo y por su Iglesia! También los invito a sostener a estos Pastores y a asistirlos con la oración, a fin de que guíen siempre con celo al pueblo que les ha sido encomendado, mostrando a todos la ternura y el amor del Señor. Pero, ¡cuánta necesidad de oración tiene un Obispo, un Cardenal, un Papa, para que pueda ayudar a seguir adelante al pueblo de Dios! Digo “ayudar”, es decir, servir al pueblo de Dios. Porque la vocación del Obispo, del Cardenal y del Papa es, justamente, ésta: ser servidor, servir en nombre de Cristo. Recen por nosotros para que todos seamos buenos servidores, buenos “servidores” no buenos “patrones”. Todos juntos, Obispos, presbíteros, personas consagradas y fieles laicos debemos ofrecer el testimonio de una Iglesia fiel a Cristo, animada por el deseo de servir a los hermanos y dispuesta a salir al encuentro con coraje profético de las expectativas y exigencias espirituales de los hombres y de las mujeres de nuestro tiempo. Que la Virgen nos acompañe y nos proteja en este camino.

Saludos del Santo Padre tras el rezo del Ángelus

Saludo a todos los peregrinos presentes, en particular a los venidos con ocasión del Consistorio, para acompañar a los nuevos Cardenales; y agradezco mucho a los países que han querido estar presentes en este evento con Delegaciones oficiales.

Saludo a los estudiantes de Tolosa y a la comunidad de los venezolanos residentes en Italia.

Saludo a los fieles de Caltanissetta, Reggio Calabria, Sortino, Altamura, Ruvo e Lido degli Estensi; a los chicos de Reggio Emilia y a los de la diócesis de Lodi; a la Asociación ciclística de Agrigento y a los voluntarios de la Protección civil de la Bassa Padovana.

¡A todos les deseo un feliz domingo y buen almuerzo! ¡Hasta pronto!

Evangelio del domingo 23 de febrero

Evangelio según San Mateo 5,38-48.

"Jesús, dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.
Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra.
Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.
Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.
Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?
Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en elcielo. "

Oremos:

Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón.
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión.
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.
Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza.
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.

Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar,
ser comprendido, cuanto comprender,
ser amado, cuanto amar.

Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna. Amen.



sábado, 22 de febrero de 2014

El Papa y los cardenales condenan en el Consistorio la violencia en nombre de la afiliación religiosa

Artículo tomado de: http://www.news.va/


2014-02-21 Radio Vaticana
(RV).- El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Padre Federico Lombardi, informó en su habitual encuentro con los periodistas que esta mañana participaron 150 cardenales en el Consistorio extraordinario sobre la familia convocado por el Papa Francisco. También informó que los purpurados saludaron calurosamente al Cardenal Silvano Piovanelli que hoy cumple 90 años de edad, y que a las siete de la mañana concelebró la Santa Misa con el Santo Padre en la Capilla de la Casa de Santa Marta.
Los participantes en el Consistorio encargaron al también Director General de nuestra emisora, Radio Vaticano, que leyera una declaración, aprobada por el Santo Padre, que resume los pensamientos del Papa Francisco y del Colegio Cardenalicio y que publicamos a continuación:

“Durante el Consistorio extraordinario, el Santo Padre y el Colegio Cardenalicio elevaron al Señor una oración especial por los muchos cristianos que, en diferentes partes del mundo son, cada vez con más frecuencia, víctimas de actos de intolerancia o persecución. A cuantos sufren por causa del Evangelio, el Santo Padre y los cardenales desean renovar la seguridad de su oración constante, exhortándolos a permanecer firmes en la fe y a perdonar de corazón a sus perseguidores, a imitación del Señor Jesús
De igual manera, el pensamiento del Papa y los cardenales se dirige también a las naciones que, en este período, están desgarradas por conflictos internos, o por graves tensiones lesivas de la normal convivencia civil, como en Sudán del Sur o en Nigeria, donde una serie constante de atentados siega numerosas vidas inocentes, en un creciente clima de indiferencia. En estas horas, suscita especial preocupación la dramática evolución de la situación en Ucrania, para la que se desea que cese prontamente toda acción violenta y se restablezcan la concordia y la paz.
También preocupa mucho la persistencia del conflicto en Siria, que parece lejos de encontrar una solución pacífica y duradera, así como el de la República Centroafricana, que cada día asume proporciones más grandes. Cada vez es más urgente una iniciativa de la comunidad internacional para promover la paz y la reconciliación internas, garantizar el restablecimiento de la seguridad y del Estado de derecho y permitir el acceso indispensable a las ayudas humanitarias.
Desgraciadamente, se tomó nota de que muchos de los conflictos actuales se describen como de naturaleza religiosa, a menudo enfrentando subrepticiamente a cristianos y musulmanes, cuando se trata de conflictos cuyas raíces primarias son de naturaleza étnica, política o económica.
Por su parte, la Iglesia católica, condenando cualquier violencia perpetrada en nombre de la afiliación religiosa, no dejará de continuar sus esfuerzos por la paz y la reconciliación, a través del diálogo interreligioso y las múltiples obras de caridad que diariamente prestan ayuda y apoyo diario a los que sufren en cualquier lugar del mundo”.

Después de leer el comunicado, el Padre Lombardi informó do sobre el desarrollo de la jornada de hoy durante la cual el Papa anunció el nombre de los tres presidentes del Sínodo sobre la Familia: los cardenales André Vingt Trois, arzobispo de París, Francia; Luis Antonio G. Tagle, arzobispo de Manila, Filipinas; y Raymundo Damasceno Assis, arzobispo de Aparecida, Brasil. Tres representantes de tres continentes.

Las intervenciones, entre la tarde de ayer y la mañana de hoy, fueron 43. Entre los temas abordados destacó la concepción de la familia según la perspectiva antropológica cristiana y su valoración en el contexto de la cultura secularizada que posee una concepción diversa de la familia, de la sexualidad y de la persona y en la que el enfoque cristiano se encuentra a veces en dificultad. “La reflexión no se desarrolló en un clima de lamentaciones – comentó el Padre Lombardi – sino de realismo, de constatar la dificultad cristiana en una cultura que va, prevalentemente, en otra dirección. Se citó varias veces la “Teología del cuerpo” enunciada por Juan Pablo II, así como la encíclica “Familiaris consortio”, y el Catecismo de la Iglesia Católica”. Otra cuestión fue la pastoral de la familia en diversos ámbitos, insistiendo sobre todo, en la preparación al matrimonio y en la espiritualidad conyugal y familiar”.
Se trató también el problema de los divorciados que se han vuelto a casar desde el punto de vista jurídico canónico y se habló de los procedimientos de nulidad para mejorarlos y simplificarlos. Sobre la admisión a los sacramentos de los divorciados que se han vuelto a casar las intervenciones fueron amplias y profundas, aunque no hubo ni decisiones ni pronunciamientos al respecto.

“Aquí tampoco el clima fue de tensión o de ansia, sino muy positivo, de discernimiento, de búsqueda conjunta del camino para conjugar lo mejor posible la fidelidad a las palabras de Jesús con la misericordia divina y la atención a las situaciones concretas, siempre con gran sensibilidad”, dijo el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, reiterando que si bien no se deba esperar del Consistorio una orientación unitaria, sí se produjo una introducción alentadora a la tarea del Sínodo, que si trabaja con esta amplitud de horizontes, estará en buen camino para progresar en la respuesta pastoral de la Iglesia a las esperanzas, muy sentidas, en este ámbito.

Por último los cardenales debatieron sobre algunos contextos específicos de la pastoral familiar, como la emigración o la ignorancia religiosa.

(MFB – RV).

El Evangelio de hoy

EVANGELIO Mt 16, 13-19

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.

Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?”. Ellos le respondieron: “Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas”. “Y ustedes –les preguntó–, ¿quién dicen que soy?”. Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”. Y Jesús le dijo: “Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo”.

Palabra del Señor.

SALMO Sal 22, 1-6

R. El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.

El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. Él me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas: me guía por el recto sendero, por amor de su nombre. R.

Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza. R.

Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la casa del Señor, por muy largo tiempo. R.

LECTURA 1


Ped 5, 1-4

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro.

Queridos hermanos: Exhorto a los presbíteros que están entre ustedes, siendo yo presbítero como ellos y testigo de los sufrimientos de Cristo y copartícipe de la gloria que va a ser revelada. Apacienten el rebaño de Dios, que les ha sido confiado; velen por él, no forzada, sino espontáneamente, como lo quiere Dios; no por un interés mezquino, sino con abnegación; no pretendiendo dominar a los que les han sido encomendados, sino siendo de corazón ejemplo para el rebaño. Y cuando llegue el Jefe de los pastores, recibirán la corona imperecedera de gloria.

Palabra de Dios.

viernes, 21 de febrero de 2014

Familia: indispensable para la vida del mundo y futuro de la humanidad, alienta el Papa


Artículo tomado de:http://www.news.va/es/news/

2014-02-20 Radio Vaticana
(RV).- Ante el menosprecio que sufre hoy la institución familiar, el Santo Padre Francisco destacó la belleza de la familia, célula básica de la sociedad humana, reflejo de Dios, que desde el principio bendijo al hombre y a la mujer para que fueran fecundos. Abriendo el Consistorio extraordinario, el Obispo de Roma dirigió este jueves unas palabras de cordial bienvenida y puso de relieve las reflexiones que caracterizarán estos días, centradas en la familia y el matrimonio, en la grandeza de esta realidad humana, tan sencilla y a la vez tan rica, llena de alegrías y esperanzas, de fatigas y sufrimientos, como toda la vida, el Papa recordó el plan luminoso de Dios sobre la familia, exhortando a ayudar a los cónyuges a vivirlo con alegría en su vida, acompañándoles en sus muchas dificultades, con una pastoral inteligente, valiente y llena de amor. Después de la Hora Tercia, en el Aula del Sínodo en el Vaticano, y del saludo del Cardenal Decano dio comienzo la reunión del Pontífice con los purpurados. «El Evangelio de la Familia», fue el titulo de la relación introductiva, a cargo del Cardenal Walter Kasper, para luego proseguir las intervenciones de otros cardenales. Recordamos que el encuentro culminará este viernes por la tarde y el sábado 22 de febrero, fiesta de la Cátedra de Pedro, Apóstol, el Papa creará 19 nuevos cardenales. (CdM - RV)

Texto completo de las palabras del Papa:

Queridos hermanos
Los saludo cordialmente y doy gracias con ustedes al Señor, que nos concede estos días para encontrarnos y trabajar juntos. Damos la bienvenida especialmente a los hermanos que este sábado serán creados cardenales, y los acompañamos con la oración y el afecto fraterno.
En estos días reflexionaremos de modo particular sobre la familia, que es la célula básica de la sociedad humana. El Creador ha bendecido desde el principio al hombre y a la mujer para que fueran fecundos y se multiplicaran sobre la tierra; así, la familia representa en el mundo como un reflejo de Dios, Uno y Trino.
Nuestra reflexión tendrá siempre presente la belleza de la familia y del matrimonio, la grandeza de esta realidad humana, tan sencilla y a la vez tan rica, llena de alegrías y esperanzas, de fatigas y sufrimientos, como toda la vida. Trataremos de profundizar en la teología de la familia, y en la pastoral que debemos emprender en las condiciones actuales. Hagámoslo con profundidad y sin caer en la casuística, porque esto haría reducir inevitablemente el nivel de nuestro trabajo. Hoy, la familia es despreciada, es maltratada, y lo que se nos pide es reconocer lo bello, auténtico y bueno que es formar una familia, ser familia hoy; lo indispensable que es esto para la vida del mundo, para el futuro de la humanidad. Se nos pide que realcemos el plan luminoso de Dios sobre la familia, y ayudemos a los cónyuges a vivirlo con alegría en su vida, acompañándoles en sus muchas dificultades, con una pastoral inteligente, valiente y llena de amor.
Damos las gracias al cardenal Walter Kasper por la valiosa contribución que nos ofrece con su introducción.
Gracias a todos, y que tengan buen día.

Evangelio del viernes 21 de febrero.

Evangelio según San Marcos 8,34-38.9,1.

Jesús, llamando a la multitud, junto con sus discípulos, les dijo: "El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará.
¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde su vida?
¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?
Porque si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con sus santos ángeles".
Y les decía: "Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de haber visto que el Reino de Dios ha llegado con poder".
Oremos: Señor Jesús, permíteme entender que la cruz y el sufrimiento son elementos connaturales a nuestra existencia humana. Por eso te pido, Dios mío, que me ayudes a enfrentar la experiencia de la cruz con fe y amor, de manera que se convierta en un camino de conversión e intimidad contigo. Amen.

jueves, 20 de febrero de 2014

Recordarán al cardenal Quarracino en la catedral porteña

Artículo tomado de: http://www.aica.org/

El Card. Quarracino junto al Mural Conmemorativo de las Víctimas del Holocausto

Jueves 20 Feb 2014

Buenos Aires (AICA): En ocasión de un nuevo aniversario de su fallecimiento, será recordado el Card. Antonio Quarracino (1923-1998) con una ceremonia que tendrá lugar en la catedral de Buenos Aires el viernes 28 de febrero a las 17. El acto, organizado por la Fundación Raoul Wallenberg se desarrollará junto al Mural Conmemorativo de las Víctimas del Holocausto, situado en la Capilla de la Virgen de Luján, en la catedral, donde está la tumba del cardenal Quarracino. Participará el arzobispo de Buenos Aires, Card. Mario Aurelio Poli, quien luego de la ceremonia junto al mural, celebrará una misa en memoria del Card. Quarracino.

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En ocasión de un nuevo aniversario de su fallecimiento, será recordado el cardenal Antonio Quarracino (1923-1998) con una ceremonia que tendrá lugar en la catedral de Buenos Aires el próximo viernes 28 de febrero a las 17.

El acto, organizado por la Fundación Raoul Wallenberg se desarrollará junto al Mural Conmemorativo de las Víctimas del Holocausto, situado en la Capilla de la Virgen de Luján, en la catedral, donde está la tumba del cardenal Quarracino.

Participará el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, quien luego de la ceremonia junto al mural, celebrará una misa en memoria del cardenal Quarracino.

En el acto de homenaje hablarán el presbítero Fernando Giannetti, responsable de la Comisión de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la arquidiócesis de Buenos Aires, y Sergio Bergman, rabino de la Congregación Israelita de la República Argentina.

En la ocasión se pronunciará un Kadish en memoria del cardenal Quarracino.

El Mural

El Mural Conmemorativo de las Víctimas del Holocausto, y de los muertos en los atentados a la embajada de Israel y a la sede de la AMIA, constituye -explicaron desde la Fundación Wallenberg- “un ejemplo de convivencia en un mundo necesitado de gestos concretos de entendimiento y respeto por las diferencias”.

“El Mural -se explicó-, monumento artístico sin precedentes en la historia de las relaciones judeo-cristianas, fue inaugurado por el cardenal Quarracino el 14 de abril de 1997 y se preservó gracias a la determinación del cardenal Jorge Bergoglio, actual papa Francisco, uno de los primeros miembros de la Fundación Raoul Wallenberg. Su autor es el maestro orfebre Carlos Pallarols.

Sus dimensiones son de 1,80 m. de largo por 1,20 m. de ancho. Está compuesto por dos paneles de vidrio entre los cuales se sitúan hojas de libros de rezo rescatadas de las ruinas de los campos de concentración de Treblinka y Auschwitz, así como del Gueto de Varsovia.

“Emplazado primeramente en la capilla de Santa Teresa de Jesús fue trasladado a la capilla de la Virgen de Luján por expreso pedido póstumo de Quarracino. El 26 de diciembre de 1997 el purpurado le escribía a Baruj Tenembaum, creador de la Fundación Wallenberg: "Pronto se cumplirá el primer aniversario desde el descubrimiento de este digno monumento ante el que he pedido se invite a los judíos que así lo deseen a cubrirse la cabeza."... "El lugar definitivo del Mural estará ligado al descanso que aguardo dentro de la Catedral para continuar pregonando la fraternidad como lo he hecho toda la vida."

Carta del cardenal Quarracino a Baruj Tenembaum

Mi querido Baruj: Gracias por tus cálidos saludos con motivo de las fiestas. Los retribuyo para vos, Perla y tus seres queridos.

No olvido aquellas veladas en Jerusalem, en 1992, cuando cercados por la nieve te pregunté qué se puede hacer para cicatrizar las heridas de nuestros hermanos judíos. Pasaron ya seis años y recuerdo que me sugeriste “crear hechos”: un Mural recordatorio que, gracias a tus amigos en Casa Argentina, se plasmó en el magnífico homenaje a las víctimas del Holocausto, de la Embajada de Israel y de la AMIA.

Pronto se cumplirá el Primer Aniversario desde el descubrimiento de este digno “Monumento” ante el que he pedido se invite a judíos que así lo deseen a cubrirse la cabeza. Te agradezco los elogios al arquitecto Norberto Silva por su diseño y creatividad, comparto cuando dices al respecto.

El lugar definitivo del mural estará ligado al descanso que aguardo dentro de la Catedral para continuar pregonando la fraternidad como lo he hecho toda mi vida.

No dudo que mi actual arzobispo coadjutor Mons. Jorge Bergoglio, llegado el momento de sucederme, recorrerá el mismo camino de reconciliación y fraternidad con nuestros hermanos mayores. Contando con la ayuda y colaboración del querido y fiel Roberto Toledo, insistiremos en avanzar por esta ruta, sin duda, querida y bendecida por Dios.

Nos encontraremos para celebrar el logro del Mural: ¡ojalá haya muchos que emulen y superen nuestra iniciativa en todo el mundo!

Reitero mi gratitud por tu afecto y amistad: sabes que son sentimientos recíprocos. Y espero que pronto nos reúna la misa fraternal. Hasta entonces, va el abrazo de tu amigo, ¡Shalom! 

Antonio Quarracino. Buenos Aires 26 de diciembre de 1997.+


miércoles, 19 de febrero de 2014

Centro de promoción humana integral de Nuestra Señora de Lourdes,

Para quienes deseen conocer más sobre el centro de promoción humana integral de Nuestra Señora de Lourdes, en Maquinista Savio, donde está la Hna. Laurentina Bussano y la asociación privada de fieles homónima:

martes, 18 de febrero de 2014

El seminario peregrino en la casa de María.

El domingo Domingo 16 de febrero se celebró la Santa Misa en el santuario de María del Rosario de San Nicolás , presidida por Hugo Lovatto, Rector del seminario, y concelebrada por Fernando Fusari y Fernando Crevatin.  

Fotografía gentileza de Matías de Jesús Ríos.
Fotografía gentileza de Alejo Moreno.
Nuestros queridos seminaristas con sus pastores, en San Nicolas, visitando a la Virgen.

lunes, 17 de febrero de 2014

Los PP. Siervos de María.

En nuestra diòcesis, la Orden tiene una casa religiosa en Pilar. En su capilla, la imagen de Nuestra Señora de Fàtima que fue donada "al pueblo argentino" por S.S. Pìo XII, junto con un càliz de su pertenencia. ¡Felicidades en su dìa!. 17 de febrero

Los siete Santos Fundadores de la Orden de los Siervos de la Virgen María

En un período de dos años, siete jóvenes florentinos –miembros de las familias más importantes de la ciudad- se asociaron a la Confraternidad de la Santísima Virgen –popularmente conocidos como los "Ludesi" o los alabadores-, en una época en que Florencia estaba acosada por alborotos políticos y perturbada por la herejía.

Pese a algunas dificultades, los jóvenes, por revelación divina, decidieron alejarse del mundo y tras conseguir la aprobación del Obispo, se mudaron a una casa llamada "La Carmazia", en las afueras de la ciudad, donde decidieron llevar una vida de penitencia y oración, pero los continuos visitantes florentinos comenzaron a distraerlos y así decidieron retirarse a las laderas desiertas del Monte Senario, donde construyeron un sencilla Iglesia y una ermita, en la que llevaban un vida austeridades casi increíbles. Sin embargo, tras una nueva visión de la Virgen en oración profunda, los jóvenes –por indicación de Nuestra Señora- decidieron formar la orden de Siervos de María, vistiendo un hábito negro y siguiendo la regla de San Agustín.

A partir de 1240, fueron conocidos como Siervos de María o Servitas, quienes rápidamente extendieron su labor apostólica por toda Florencia, llegando a fundar varios conventos e iglesias.

"¿Por qué pide un signo esta generación?”

Comentario del Evangelio del día Mc 8, 11-13 - Lunes 17/2 por el Padre Pio de Pietrelcina: "¿Por qué pide un signo esta generación?”


El acto de fe más bello es el que brota de los labios en plena oscuridad, en medio de los sacrificios, los sufrimientos, en el supremo esfuerzo de una voluntad firme de hacer el bien. Como el rayo, este acto de fe rasga las tinieblas de tu alma; en medio de los relámpagos de la tormenta te levanta y te conduce a Dios.

La fe viva, la certeza inquebrantable y la adhesión incondicional a la voluntad del Señor es la luz que ilumina los pasos del pueblo de Dios en el desierto. Es esta misma luz la que brilla a cada instante en todo espíritu agradable al Padre. Es esta la luz que ha conducido a los magos y les ha hecho adorar al Mesías recién nacido. Es la estrella profetizada por Balaam (Nm 24,17), la antorcha que guía los pasos de todo hombre que busca a Dios.

Ahora bien, esta estrella, esta antorcha, son las que igualmente iluminan a tu alma, la que dirige tus pasos para evitar que vacilen, la que fortalece tu espíritu en el amor de Dios. Tú no la ves, no la comprendes, pero es que no es necesario. No verás más que tinieblas, pero, ciertamente, no las de los hijos de la perdición, sino las que envuelven al Sol eterno. Ten por seguro que este Sol resplandece en tu alma; el profeta del Señor ha cantado, refiriéndose a ella: “Tu luz nos hace ver la luz” (Sal 36,10).

domingo, 16 de febrero de 2014

El Papa Francisco, en el Ángelus reflexiona sobre la perfección del amor cristiano: “un amor cuya única medida es no tener medida: el amor a Dios a través del amor al prójimo”

Tomado de: http://www.news.va/es/news/

2014-02-16 Radio Vaticana
(RV).- En un domingo sereno y soleado en Roma, a mediodía, el Santo Padre ha dirigido desde la ventana de su estudio en el palacio pontificio la oración del Ángelus ante más de cincuenta mil files y peregrinos reunidos en la plaza de san Pedro. En su alocución antes de la oración mariana, Francisco ha comentado el tema del Evangelio de hoy: “la actitud de Jesús con respecto a la Ley judía”. Jesús no quiere anular los mandamientos de Moisés, sino que quiere llevarlos a su plenitud, a su cumplimiento, a su perfección: a una justicia superior, a una observancia más auténtica. Y esta justicia superior, ha dicho el Papa, consiste en amar al prójimo. Una actitud tan fundamental, que Jesús llega a afirmar que nuestra relación con Dios no puede ser sincera si antes no nos pacificamos con nuestro vecino. Por lo tanto, ha explicado el Santo Padre, Jesús llega a la raíz de la Ley, a la intención, al corazón del hombre, donde se originan nuestras acciones buenas o malas. Para obtener un comportamiento bueno y honesto no son suficientes las normas jurídicas, ha dicho el Papa, sino motivaciones profundas, expresión de una sabiduría oculta, la Sabiduría de Dios, que se pueden recibir gracias al Espíritu Santo. (ER-RV)

Palabras del Santo Padre en su alocución en italiano:

Queridos hermanos y hermanas buenos días:
el Evangelio de este domingo forma parte todavía del llamado "Sermón de la Montaña", la primera gran predicación de Jesús. Hoy el tema es la actitud de Jesús con respecto a la Ley judía. Él dice: " No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento” (Mateo 5:17). Así que Jesús no quiere cancelar los mandamientos que el Señor dio por medio de Moisés, sino que quiere llevarlos a su plenitud. E inmediatamente después añade que este "cumplimiento" de la Ley requiere una justicia superior, una observancia más auténtica. Y de hecho dice a sus discípulos: “Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos " (Mt 05:20).
¿Pero qué significa este "pleno cumplimiento" de la ley? ¿Y en qué consiste esta justicia superior? El mismo Jesús nos responde con algunos ejemplos. Porque Jesús era un hombre práctico, hablaba siempre con ejemplos para hacerse entender. Comienza desde el quinto mandamiento del Decálogo: “Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: "No matarás"; pero yo les digo que todo aquel que se enoja contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal". (vv. 21-22). Con esto, Jesús nos recuerda que ¡también las palabras pueden matar, eh? Cuando se dice que una persona tiene la lengua de serpiente, ¿qué quiere decir? Que sus palabras matan. Por lo tanto, no sólo no se debe atentar contra la vida de los demás, sino tampoco derramar sobre él el veneno de la ira y golpearlo con la calumnia. Ni hablar mal de él porque llegamos a las habladurías: los chismes también pueden matar, ¡porque matan la reputación de las personas! ¡Es muy feo chismorrear! Al principio puede incluso parecer incluso una cosa agradable, incluso divertida, como si fuera un caramelo. Pero al final, nos llena el corazón de amargura, nos envenena también a nosotros. Pero les digo la verdad, ¿eh? Estoy convencido de que si cada uno de nosotros hiciera el propósito de evitar los chismes, ¡con el tiempo se convertiría en un santo! Éste es un hermoso camino. ¿Queremos llegar a ser santos, si o no? (Síiiiii), ¿Queremos vivir parloteando como de costumbre, si o no? (Noooo). Entonces estamos de acuerdo: ¡basta con los chismes!.
Jesús propone a los que siguen la perfección del amor: un amor cuya única medida es no tener medida, ir más allá de todo cálculo. El amor al prójimo es una actitud tan fundamental que Jesús llega a afirmar que nuestra relación con Dios no puede ser sincera si no queremos hacer la paz con el prójimo. Y dice así: “Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, y ve antes a reconciliarte con tu hermano”. (vv. 23-24). Por esto estamos llamados a reconciliarnos con nuestros hermanos antes de mostrar nuestra devoción al Señor en la oración.
De todo esto queda claro que Jesús no da importancia sólo a la observancia disciplinar y a la conducta externa. Él va a la raíz de la Ley, centrándose especialmente en la intención y por tanto en el corazón humano, donde se originan nuestras acciones buenas o malas. Para obtener un comportamiento bueno y honesto no son suficientes las normas jurídicas, sino que son necesarias motivaciones profundas, expresión de una sabiduría oculta, la Sabiduría de Dios, que se pueden recibir gracias al Espíritu Santo. Y nosotros, a través de la fe en Cristo, podemos abrirnos a la acción del Espíritu, que nos permite vivir el amor divino.
A la luz de esta enseñanza, todos los mandamientos revelan su pleno significado como una exigencia de amor, y todos se reúnen en el gran mandamiento: amar a Dios con todo tu corazón y al prójimo como a ti mismo.

Palabras del Papa después de la oración mariana:

Saludo con afecto a todos los romanos y los peregrinos presentes, las familias, las parroquias, los jóvenes de tantos países del mundo.
En particular saludo a los numerosos fieles de la República Checa, que han acompañado a sus obispos en la visita ad Limina; y aquellos españoles provenientes de las Diócesis de Orihuela-Alicante, Jerez de la Frontera, Cádiz y Ceuta.
Saludo a los grupos parroquiales de Calenzano, Aversa y Nápoles; aquellos de Santa María Regina Pacis en Ostia y de Sant’ Andrea Avellino en Roma; como también el Movimiento Juvenil Guanelliano, los muchachos del Movimiento Arcobaleno de Módena y la Coral Santo Stefano de Caorle.
Saludo también al grupo de militares italianos.
¡A todos les auguro un buen domingo y un buen almuerzo! ¡Hasta la vista!