Juana Frémiot (1572-1641), casada en 1592 con el Barón de Chantal, se quedó viuda y con cuatros hijos en 1600, a causa de un accidente de caza que sufrió su querido marido.
A partir de ese momento, dedicó su vida, por completo, a ayudar a los enfermos y los pobres, sin olvidar el cuidado de sus hijos.
En 1604 conoció a San Francisco de Sales, al que le unió una profunda amistad y, que la apoyó en su fundación de la Orden de la Visitación.
Murió en Moulins y fue enterrada, al lado de su padre espiritual, en Annecy, después de haber sido, para todos, un gran ejemplo de vida espiritual tanto en su vida familiar y como en la monástica.
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