sábado, 28 de marzo de 2015

"LA HORA DE DIOS".

Nuestra conciencia y voluntad en el Domingo de Ramos. 

Será la ocasión de profundizar también nosotros hoy esa conciencia, de querer crecer en nuestra voluntad en ser heraldos, mensajeros del Mesías, de su Reino de alegría, paz, gozo en el Espíritu, de profundizar la conciencia de estar viviendo “la hora” de Dios, en la que se cumplieron las profecías de la venida del Príncipe de la paz (Cf Is. 9,6) en su triunfo incontenible y en su entrega total (Cf Lc 19,39-40).
Nos ayudará para esto, a vivir el camino a la Pascua (la litúrgica, y el camino a la Pascua eterna) la reconciliación. La interior, la profunda, que nos mueva al sacramento de la reconciliación, es decir, a la confesión, pues la necesitamos. En el itinerario a la Pascua todos necesitamos de la purificación para vivir la “hora de Dios”.
María, nuestra Madre, la Madre de Dios y Madre de la Iglesia, quien nunca nos abandona, nos guíe de la mano en este camino hacia la luz pascual.
+Oscar Sarlinga.

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