(RV).- El Papa Francisco, después de rezar el Ángelus del cuarto domingo de agosto, con varios miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, en la víspera de la fiesta nacional de Ucrania, hizo un llamamiento por la pacificación en esta nación, que vive un conflicto que se ha agravado en las últimas semanas:
“Queridos hermanos y hermanas:
Con preocupación, sigo el conflicto en Ucrania oriental, que se ha exacerbado nuevamente en estas últimas semanas. Renuevo mi llamamiento a fin de que se respeten los compromisos asumidos para llegar a la pacificación, y con la ayuda de las organizaciones y de las personas de buena voluntad, se responda a la emergencia humanitaria en el país.
Que el Señor conceda la paz a Ucrania, que se prepara a celebrar, mañana, la fiesta nacional. ¡Que la Virgen María interceda por nosotros!”.
Después de rezar a la Madre de Dios, y del llamamiento por la pacificación en Ucrania, como es costumbre, el Papa Bergoglio saludó a los fieles que se habían dado cita en la Plaza de San Pedro con motivo del Ángelus dominical del 23 de agosto. En esta ocasión, el Obispo de Roma, dirigiéndose a los queridos hermanos y hermanas, saludó cordialmente a todos los peregrinos, tanto a los romanos como a los procedentes de varios países, y de modo especial a los nuevos seminaristas del Pontificio Colegio Norteamericano, que llegaron a la Ciudad Eterna para comenzar sus estudios teológicos.
El Pontífice también saludó al grupo deportivo de San Jorge en Legnano, a los fieles de Luzzana y de Chioggia; y a los chicos y jóvenes de la diócesis italiana de Verona.
Y no se olviden esta semana – añadió el Papa – de detenerse cada día un momento para preguntarse: “¿Quién es Jesús para mí?”. Y cada uno responda en su corazón. ¿Quién es Jesús para mí?
“A todos – dijo Francisco – les deseó un feliz domingo. Y por favor, ¡no se olviden de rezar por mí! ¡Buen almuerzo y hasta la vista!
(María Fernanda Bernasconi - RV).
“Queridos hermanos y hermanas:
Con preocupación, sigo el conflicto en Ucrania oriental, que se ha exacerbado nuevamente en estas últimas semanas. Renuevo mi llamamiento a fin de que se respeten los compromisos asumidos para llegar a la pacificación, y con la ayuda de las organizaciones y de las personas de buena voluntad, se responda a la emergencia humanitaria en el país.
Que el Señor conceda la paz a Ucrania, que se prepara a celebrar, mañana, la fiesta nacional. ¡Que la Virgen María interceda por nosotros!”.
Después de rezar a la Madre de Dios, y del llamamiento por la pacificación en Ucrania, como es costumbre, el Papa Bergoglio saludó a los fieles que se habían dado cita en la Plaza de San Pedro con motivo del Ángelus dominical del 23 de agosto. En esta ocasión, el Obispo de Roma, dirigiéndose a los queridos hermanos y hermanas, saludó cordialmente a todos los peregrinos, tanto a los romanos como a los procedentes de varios países, y de modo especial a los nuevos seminaristas del Pontificio Colegio Norteamericano, que llegaron a la Ciudad Eterna para comenzar sus estudios teológicos.
El Pontífice también saludó al grupo deportivo de San Jorge en Legnano, a los fieles de Luzzana y de Chioggia; y a los chicos y jóvenes de la diócesis italiana de Verona.
Y no se olviden esta semana – añadió el Papa – de detenerse cada día un momento para preguntarse: “¿Quién es Jesús para mí?”. Y cada uno responda en su corazón. ¿Quién es Jesús para mí?
“A todos – dijo Francisco – les deseó un feliz domingo. Y por favor, ¡no se olviden de rezar por mí! ¡Buen almuerzo y hasta la vista!
(María Fernanda Bernasconi - RV).
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