martes, 11 de marzo de 2014

Del Salmo 34:

Glorifiquen conmigo al Señor,
alabemos su Nombre todos juntos.
Busqué al Señor: Él me respondió
y me libró de todos mis temores.

Miren hacia Él y quedarán resplandecientes,
y sus rostros no se avergonzarán.
Cuando el pobre grita, El Señor lo escucha,
y le salva de todas sus angustias.

Los ojos del Señor miran al justo
y sus oídos escuchan su clamor;
pero el Señor rechaza a los que hacen el mal
para borrar su recuerdo de la tierra.

Cuando ellos claman, el Señor los escucha
y los libra de todas sus angustias.
El Señor está cerca del que sufre
y salva a los que están abatidos.

El justo padece muchos males,
pero el Señor lo libra de ellos.
Cristo Coronado de Espinas.

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