EN LA PRÓXIMA SOLEMNIDAD DE SAN JOSÉ (19 de marzo) MONS. OSCAR SARLINGA ENTRONIZARÁ UNA INSIGNE IMAGEN DEL GLORIOSO PATRIARCA EN LA IGLESIA CATEDRAL DE SANTA FLORENTINA (CAMPANA)
El próximo 19 de marzo (en la misa de 19) nuestro Obispo Mons. Oscar Sarlinga, acogiendo el deseo ampliamente expresado del clero y de la feligresía, entronizará una insigne imagen de San José con el Niño Jesús, en la iglesia catedral de Santa Florentina, en la ciudad de Campana. La imagen, de una antigüedad de 200 años, fue donada por laicos propietarios (era de propiedad civil, no eclesiástica) al Sr. Obispo, y éste la donó de modo definitivo, a su vez, a la diócesis, en el año 2008. Dada a restaurar en su esplendor original a la restauradora de imágenes del Teatro Colón, fue luego expuesta a la veneración de los fieles, por primera vez, el 18 de marzo de ese año 2008, en el templo de Nuestra Señora del Carmen, de Zárate, con oportunidad del conferimiento del título de “Capellanes de Su Santidad” a los monseñores Ariel Pérez, Marcelo Monteagudo y Osvaldo Montferrand.
El Obispo ha querido dejarnos algunas reflexiones, como preparación a ese acontecimiento, tomadas de la Exhortación “Redemptoris Custos” de S.S. Juan Pablo II, para que los fieles aprecien más la custodia y protección de San José sobre el Pueblo de Dios y Cuerpo de Cristo que es la Iglesia:
“Desde los primeros siglos, los Padres de la Iglesia, inspirándose en el Evangelio, han subrayado que san José, al igual que cuidó amorosamente a María y se dedicó con gozoso empeño a la educación de Jesucristo, también custodia y protege su cuerpo místico, la Iglesia, de la que la Virgen Santa es figura y modelo”[1].
Asimismo, dijo el Obispo que en esa exhortación apostólica el Papa Juan Pablo II quiso orientarnos en ver a San José como guía para un camino nuevo, un futuro venturoso de amor y de paz, basados en la Encarnación de Cristo, y citó para ello otro párrafo de dicho documento, con palabras de ese pontífice:
“Considero, en efecto, que el volver a reflexionar sobre la participación del Esposo de María en el misterio divino consentirá a la Iglesia, en camino hacia el futuro junto con toda la humanidad, encontrar continuamente su identidad en el ámbito del designio redentor, que tiene su fundamento en el misterio de la Encarnación”[2].
Porque, dijo Mons. Sarlinga, Juan Pablo II quiso enseñarnos como San José, después de la Virgen María, participó como ningún otro ser humano del “misterio” de Cristo, y hoy y siempre la devoción a él es “un puerto seguro” para alcanzar las gracias que necesitamos, en especial las situaciones más difíciles, la enfermedad, la oscuridad, la ingratitud, el abandono y el desprecio o la indiferencia sufridos, que nos hacen tanto daño. A todo esto lo vence “el poder del eterno Padre”, el cual nos predestinó a ser hijos adoptivos suyos, en Cristo, el cual, más que un personaje admirable, es el mismo Hijo de Dios que vino a salvarnos. Y citó nuevamente a “Redemptoris Custos”, el mencionado documento de S.S. Juan Pablo II:
“Precisamente José de Nazaret «participó» en este misterio como ninguna otra persona, a excepción de María, la Madre del Verbo Encarnado. El participó en este misterio junto con ella, comprometido en la realidad del mismo hecho salvífico, siendo depositario del mismo amor, por cuyo poder el eterno Padre «nos predestinó a la adopción de hijos suyos por Jesucristo» (Ef 1, 5)”[3].
La comunidad católica está cordialmente invitada a participar de la misa en la iglesia catedral, en la solemnidad de San José, como se ha dicho, el próximo 19 de marzo, a las 19. La bendición y entronización de la sagrada imagen tendrá lugar antes de comenzar la misa y será ofrecida por los enfermos, los que sufren, los más pobres , los moribundos, las vocariones sacerdotales y religiosas, las familias y los jóvenes, y todos aquellos que más necesitan de la protección del Glorioso Patriarca San José.
Notas:
[1] JUAN PABLO II, Exh. apost. “Redemptoris Custos” sobre la figura y misión de San José en la vida de Cristo y de la Iglesia, Introducción, n. 1.
[2] Ibid.
[3] Ibid.
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