miércoles, 31 de marzo de 2010

CELEBRACIÓN DEL DOMINGO DE RAMOS EN NUESTRA SEÑORA DEL PILAR

El Domingo de Ramos, la comunidad de la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar, en la ciudad de Pilar, recibió con alegría la visita pastoral de nuestro Obispo Mons. Oscar Sarlinga, quien llegó a nuestra ciudad para presidir la ceremonia central del día con el que comenzamos a vivir la Semana Santa de 2010. La concurrencia de fieles laicos a la celebración fue verdaderamente multitudinaria, al punto que se ubicaron en toda la cuadra al frente de la parroquia, y su presencia llegaba hasta casi la mitad de la plaza central.

La ceremonia comenzó poco después de las 10, como se ha dicho, con la participación de gran número de feligreses venidos de las distintas capillas de la jurisdicción, así como de los colegios. La feligresía casi en su totalidad, se trasladó al inicio a la intersección de las calles Rivadavia y Bolívar, junto a la Plaza 12 de octubre, donde el Sr. Obispo bendijo los ramos y luego, desde allí, partió en procesión hasta el frente del Templo en donde prosiguió la Santa Misa con la lectura de la Pasión.

En su homilía nuestro Obispo, manifestó su satisfacción y alegría por estar participando del Domingo de Ramos en la parroquia del Pilar, y la multitudinaria presencia de fieles (entre los cuales muchas familias y jóvenes) provenientes de las capillas, centros de pastoral, y de los colegios. Agradeció al cura párroco, Pbro. Jorge Ritacco, a los sacerdotes y a la comunidad parroquial, su presencia y empeño en formar una parroquia eucarística, mariana, misionera. También reconoció a las autoridades civiles su presencia y agradeció vivamente a los que colaboraron en la organización de la celebración. En la misa, en la que concelebró también el P. Guillermo Striebeck, de la Sociedad de San Juan, se refirió el Obispo a la centralidad de Jesucristo, el Hijo de David, el Bendito, e hizo la relación con el concepto de "bendito" en la tradición judía ("baruch") y la ceremonia judía de acción de gracias (o "berakhá"), estableciendo así una "continuación-plenitud" respecto del misterio cristiano. Pidió que nos colocáramos de corazón "en la multitud que aclamó al Señor", y no en la que pidió a gritos su crucifixión, pero que también lo aceptáramos en la soledad de la Cruz, y en la gloria de su resurrección.

El Obispo invitó a todos los fieles a vivir con intensidad esta Semana, que es la mayor y más importante de los cristianos, participando de las distintas ceremonias con las que recordamos la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, que se hizo uno de nosotros para reconciliarnos con el Padre.

Terminada la ceremonia Mons. Oscar, como Pastor, recibió el afecto y el saludo de un numeroso grupo de miembros de la comunidad, que le pidió su bendición.

Como dato anecdótico debemos decir que; es la primera vez que un Obispo preside la ceremonia del Domingo de Ramos en esta parroquia de Nuestra Señora del Pilar, en sus 238 años de vida.

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