Felicidades y bendiciones. Rezo por todos y cada uno de ustedes.
Para profundizar sobre el misterio de Dios en María, Virgen y Madre, podemos ver el concilio vaticano II, const. dogm. Lumen gentium, n. 52. Pero sobre todo lo profundizamos desde la oración del corazón y desde el poner nuestras vidas en las Manos paternas de Dios, por intercesión de María, Madre Nuestra.
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