Oh Dios, comunica al rey tu juicio,
y tu justicia a ese hijo de rey,
para que juzgue a tu pueblo con justicia
y a tus pobres en los juicios que reclaman.
Que montes y colinas traigan al pueblo la paz y la justicia.
Juzgará con justicia al bajo pueblo,
salvará a los hijos de los pobres,
pues al opresor aplastará.
Durará tanto tiempo como el sol,
como la luna a lo largo de los siglos.
Pues domina del uno al otro Mar,
del Río hasta el confín de las tierras.
estrella-de-belén-Que su nombre permanezca para siempre,
y perdure por siempre bajo el sol.
En él serán benditas
todas las razas de la tierra,
le desearán felicidad todas las naciones.
El Sagrado Corazón (detalle)
en templo parroquial de San Isidro Labrador,
en Lima (Zárate).
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