Un pensamiento para la próxima clausura diocesana del Año de la Fe (en la parroquia de la Beata Teresa de Calcuta, el sábado 23 de noviembre, a las 18).
"Con convicción, con humildad, los invito también, hermanos y hermanas, a experimentar y valorar cómo la Iglesia nos abraza en este Año de la Fe, muy especialmente, de modo tal que la fe pascual (es decir, la fe de la comunidad pascual, que somos) nos disponga con efusión de gracias divinas a transitar un camino personal y pastoral “en Aquél que es el Camino”. Esa fe pascual nos ilumina para un Camino que durará tanto como el “tiempo de la Iglesia”, e imprime también en nosotros una fuerza sobrenatural, proveniente de lo Alto, y por ello dadora de una fortaleza testimonial, irradiante, incluso hasta el martirio. ¿Tendremos la “osadía” de pedir fortaleza para adentrarnos más y más en ese camino testimonial?.
Porque ese camino prosigue, y prosigue pese a todas las cosas negativas que ocurren, importa menos, si en lugar de condenar las tinieblas (aunque sabiendo que existen) encendemos la luz".
Porque ese camino prosigue, y prosigue pese a todas las cosas negativas que ocurren, importa menos, si en lugar de condenar las tinieblas (aunque sabiendo que existen) encendemos la luz".
(De la carta pastoral de Mons. Oscar Sarlinga para el inicio en diócesis del Año de la Fe, el 12 de octubre de 2012, en Pilar).
Luces en la "Misión Joven" de la diócesis de Zárate-Campana. |
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