martes, 28 de octubre de 2008

VISITA DE MONS. OSCAR D. SARLINGA A PARAY-LE-MONIAL (FRANCIA) EN EL CENTRO PEREGRINACIONAL DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Invitado por el Rector de los Santuarios del Sagrado Corazón, P. Édouard Marot, el Obispo Mons. Oscar D. Sarlinga asistió a la ciudad de Paray-le-Monial (en la Borgoña francesa) dónde apareció Jesús a Santa Marguerite-Marie Alacoque (1647-1690), revelándole su Corazón ardiente de amor por la humaidad. Las celebraciones centrales tuvieron lugar el 18 de octubre (festividad de San Lucas, evangelista) y el domingo 19, en la solemnidad de Santa Margarita María Alacoque, en presencia de las reliquias de esta última.

El Santuario, que funciona en una magnífica iglesia medioeval, ha cobrado un renovado auge de centro peregrinacional sobre todo desde la visita pastoral de S.S. Juan Pablo II, el 5 de octubre de 1986.

Paray le MonialLa ciudad nació en torno a un monasterio hacia 970. El gran fraile constructor Saint Hugues de Semur (siglo XII), abad de Cluny, fue quién comenzó las obras en la iglesia que hoy conocemos. Habiendo sobrevivido a la revolución después de que los frailes la hubieran abandonado, gracias a que la compró la ciudad, fue restaurada a partir de 1856 por Eugène Millet, alumno de Violet-le-Duc. Clasificada en la categoría de basílica del Sacré-Coeur por Pío IX en 1875, es hoy en día la iglesia parroquial. Este monumento esencial en Borgoña representa el modelo mejor logrado de la arquitectura romance cluniacense.

Como hemos dicho, fue en Paray-le-Monial dónde apareció Jesús a Santa Marguerite-Marie Alacoque (1647-1690), revelándole su Corazón ardiente de amor por la humanidad.

Muchacha de la región, Marguerite-Marie entra en el monasterio de la Visitación de Paray-le-Monial en 1671. Tiene numerosas apariciones que serán confirmadas por su confesor, jesuita, Claude La Colombière, canonizado por Juan Pablo II en 1992.

En sus apariciones, Jesús pide la instauración de la fiesta del Sagrado Corazón, que tendrá lugar cada año en junio. A raíz de estas apariciones, la espiritualidad del Sagrado Corazón se extiende por todo el mundo. Santa Marguerite-Marie fue canonizada el 13 de mayo de 1920 por S.S. Benedicto XV.

Al descubrimiento de la ciudad Paray le Monial, sigue siendo un núcleo de ciudad por el que se puede pasear, y descubrir las principales curiosidades, en particular, la Casa Jayet (actual ayuntamiento) construido durante el Renacimiento por un rico pañero, la Torre Saint- Nicolas (sigloXVI), antigua iglesia parroquial, en lo sucesivo lugar de exposición, la capilla de la Visitation (siglo XVII), lugar de las apariciones del Sacré-Coeur, la capilla La Colombière (1930), construida por los jesuitas en homenaje a San Claude La Colombière.

Paray le Monial acoge cada verano exposiciones temporales vinculadas a la próxima reapertura del museo eucarístico del Hiéron (2004). Abierto todo el año, el Santuario de Paray-le-Monial comprende varios sitios de rezo y de acogida fácilmente accesibles. Peregrinos individuales, grupos y visitantes podrán descubrir en éste el mensaje y la espiritualidad del Corazón de Jesús. Los Capellanes de Paray-le-Monial se encargan de la acogida en el santuario de Paray-le-Monial.

Desde 1985, el Obispo de la diócesis de Autun, ha confiado el Santuario a sacerdotes y laicos de la Comunidad del Emmanuel. Encontrará en el santuario varios lugares de oración y acogida, muy cercanos uno de otros, dónde podrá volver a sus raíces profundas y descubrir el mensaje de Jesús a Santa Marguertie-Marie.

Basílica del Sacré-Coeur

Esta espléndida iglesia, florón del Arte romano, fue terminada el siglo XII. Iglesia parroquial, acoge hoy en día, a numerosos grupos. Capilla Claude La Colombière Construida en 1929, esta capilla alberga las reliquias de San Claude La Colombière. Este padre Jesuita, canonizado en 1992, fue el confesor de Santa Marguertie-Marie. Capilla San Juan Consagrada en 1996, esta capilla se encuentra a la cabecera de la basílica. Es un lugar consagrado a la oración en silencio y la adoración eucarística permanente.

9. Avec Paul de Tarse, avec Marguerite-Marie, nous proclamons la même certitude: ni la mort ni la vie, ni le présent ni l’avenir, ni les puissances, ni aucune autre créature, rien ne pourra nous séparer de l’amour de Dieu qui est en Jésus-Christ.
J’en ai la certitude . . . rien ne pourra jamais . . .!
Aujourd’hui, nous nous trouvons en ce lieu de Paray-le-Monial pour renouveler en nous-mêmes cette certitude: “Je vous donnerai un cœur . . .”.
Devant le Cœur ouvert du Christ, nous cherchons à puiser en lui l’amour vrai dont nos familles ont besoin.
La cellule familiale est fondamentale pour édifier la civilisation de l’amour.
Partout, dans la société, dans nos villages, dans nos quartiers, dans nos usines et nos bureaux, dans nos rencontres entre peuples et races, le “cœur de pierre”, le cœur desséché, doit se changer en “cœur de chair”, ouvert aux frères, ouvert à Dieu. Il y va de la paix. Il y va de la survie de l’humanité. Cela dépasse nos forces. C’est un don de Dieu. Un don de son amour.

PÈLERINAGE EN FRANCE
HOMÉLIE DU PAPE JEAN-PAUL II
Paray-le-Monial (France), 5 octobre 1986Tal como hemos mencionado, la visita de Juan Pablo II a Paray le Monial, el 5 de octubre de 1986, dio una nueva vitalidad a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. De hecho, en estos momentos, el Santuario de Paray le Monial ha sido confiado a la asistencia espiritual de los sacerdotes de la Comunidad del Emmanuel, nueva realidad eclesial surgida de la renovación carismática católica. La Comunidad del Emmanuel organiza desde hace ya varios años sesiones de verano –retiros de oración y formación– para jóvenes y familias que han experimentado un éxito inesperado: participan unas 20.000 personas, y son traducidas simultáneamente a quince idiomas, incluidos el japonés o el chino. Las sesiones, de varios día de duración, tienen argumentos específicos como «Canto y liturgia», «sesión para las familias», «sesión cristianos en el mundo», «Forum internacional de los jóvenes»… Además, a lo largo del año ha varios foros para jubilados.

viernes, 24 de octubre de 2008

ORDENACIÓN DIACONAL EN LA IGLESIA CATEDRAL DE SANTA FLORENTINA, DE ZÁRATE-CAMPANA

Una nueva ordenación diaconal ha venido a acrecentar los obreros para la mies en la diócesis de Zárate-Campana. En efecto, el sábado 11 de octubre el acólito Lucas Martínez recibió el diaconado, en camino al sacerdocio ministerial. La iglesia catedral se encontraba repleta, entre fieles de la misma, parientes y amigos del ordenado y jóvenes del movimiento «Santa María de la Estrella» y del grupo juvenil de la catedral de Campana, quienes se hallaban en esos días realizando la «misión joven» en dos barrios de la ciudad, Dalera y San Martín de Porres.

Previo a la ordenación diaconal, el Obispo tuvo una celebración anterior (a las 16), en la iglesia criptal, en la que confirió el ministerio del acolitado al seminarista Alfredo Antonelli, al que asistieron numerosos sacerdotes, y seminaristas de Zárate-Campana y del Seminario de Gualeguaychú.

En la celebración de ordenación diaconal fueron 15 los sacerdotes concelebrantes, entre los cuales el vicario general, Mons. Galuppo, el pro-vicario general, Mons. Herrera, y el cura párroco de Santa Florentina y Delegado diocesano para la Pastoral Juvenil, Pbro. Hugo Lovatto, entre otros. Se hallaba presente también el Provincial de los Legionarios de Cristo, R.P. Deomar de Guedes y el diácono Mario Medina, así como cinco candidatos al diaconado permanente de los diez que existen en la diócesis. Asistieron a la celebración los padres del ordenado, y asimismo su hermano y hermana, con sus respectivos cónyuges e hijos pequeños.

En su homilía, Mons. Sarlinga, luego de mencionar la diferencia entre los diáconos permanentes y los diáconos «transeúntes», es decir, en camino al sacerdocio ministerial, recordó el Obispo que el diaconado es una institución divino–apostólica en sentido en que «existe el sacramento del orden por voluntad de Jesucristo y los diáconos por institución apostólica, como enseña el Concilio Vaticano II: «El ministerio eclesiástico, instituido por Dios, está ejercido en diversos órdenes que ya desde antiguo reciben los nombres de obispos, presbíteros y diáconos».(1)

Acerca de su institución por los apóstoles, mencionó el pasaje bíblico: “Por aquellos días, al multiplicarse los discípulos, hubo quejas de los helenistas contra los hebreos, porque sus viudas eran desatendidas en la asistencia cotidiana. Los Doce convocaron la asamblea de los discípulos y dijeron: «No parece bien que nosotros abandonemos la Palabra de Dios por servir a las mesas. Por tanto, hermanos, buscad de entre vosotros a siete hombres, de buena fama, llenos de Espíritu y de sabiduría, y los pondremos al frente de este cargo; mientras que nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la Palabra». Pareció bien la propuesta a toda la asamblea y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármena y a Nicolás, prosélito de Antioquía; los presentaron a los apóstoles y, habiendo hecho oración, les impusieron las manos” (He 6,1–6);

Luego de recordar la gracia de ser ordenado en el Año Paulino Jubilar, hizo alusión Mons. Sarlinga al testimonio acerca del ministerio de los diáconos de parte de San Pablo a los filipenses: “Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús, a todos los santos en Cristo Jesús, que están en Filipos, con los epíscopos y diáconos” (Flp 1,1), así como del antiquísimo documento de la Didaché, de alrededor del año 90, que ordena que se elijan «obispos y diáconos, dignos del Señor».(2)

Despúes de aludir al hecho de que el diaconado no es sacerdocio ministerial, puesto que a los diáconos sólo el obispo les impone las manos, pero «no en orden al sacerdocio, sino en orden al ministerio», mencionó también la Traditio apostolica de San Hipólito, la cual explica: «La razón de que solo el obispo imponga las manos es porque el diácono no se ordena para el sacerdocio, sino para el servicio del obispo; para hacer lo que este le indique»(3), y acotó que «esto tiene un profundo sentido pastoral, pues no se trata de un servicio de carácter servil al Obispo sino en lo que este último indique para el servicio profundo, dedicado, íntegro, del Pueblo de Dios», a imagen del Siervo de Yahweh, consumado en Jesucristo.

Hizo mención el Obispo sobre el carácter sacramental del diaconado, que también dice relación al carácter diaconal del sacerdocio de Cristo en tanto que Él es «Ebed–Yahveh» del cántico de Isaías, servidor del Padre y de los hombres, conforme al decir del Obispo y Mártir San Ignacio de Antioquía: «Los diáconos son los imitadores de Cristo porque ellos son los servidores del obispo, como Cristo es el servidor de Dios Padre», por eso agrega: «A los diáconos ha sido confiada la “diaconía” de Cristo».

Dentro de las dimensiones de la «diafonía», la cual, añadió Mons. Sarlinga, no se pierde con el presbiterado y el episcopado, dijo que los oficios «diaconales» que presenta el Nuevo testamento dicen siempre relación a un servicio en orden a la salvación. “Así, los apóstoles se reservan una «diakonia» de la Palabra (He 6,4); Pedro dijo que Judas participó en la «diakonia» apostólica (He 1,17); Matías es llamado a suplirle en esa «diakonia» (He 1,2); San Pablo cumple la «diakonia» recibida de Jesús (He 20,24), diakonia de la reconciliación (2Cor 5,18), diakonia para la edificación del Cuerpo de Cristo (Ef 4,12), diakonia de Cristo (1Tim 1,12). Por eso los apóstoles son diáconos de una Nueva Alianza (2Cor 3,6); diáconos de Dios (2Cor 6,14); diáconos de la justicia (2Cor 11,12–15); diáconos del Evangelio (Ef 3,7; Col 1,23); diáconos del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia (Ef 3,7; Col 1,23). Al mismo Cristo lo llama San Pablo diácono (Ro 15,8)”.

Refiriéndose luego al «vaciamiento» o «anonadamiento» para poder servir la Causa del Evangelio, citó Mons. Sarlinga al apóstol San Pablo, en su famoso pasaje de la carta a los Filipenses, en que afirma que Cristo “se despojó de sí mismo, tomando la condición de siervo” (Flp 2, 7). Cristo es el ejemplo que debemos contemplar. En el evangelio dijo a sus discípulos que no había venido “a ser servido, sino a servir” (cf. Mt 20, 28). Y recordó el Obispo que, en particular, durante la última Cena, después de explicar nuevamente a los Apóstoles que estaba en medio de ellos “como el que sirve” (Lc 22, 27), realizó el gesto humilde, reservado a los esclavos, de lavar los pies a los Doce, dando así ejemplo para que sus discípulos lo imitaran en el servicio y en el amor recíproco.

El servicio viene del Amor, dijo el Obispo. Y, en efecto, “como escribió S.S. Benedicto XVI en la Encíclica “Deus caritas est”, “el amor puede ser “mandado” por Dios “porque antes es dado”(4), y nos lo dio Dios enteramente, puesto que nos entregó a su propio Hijo. Expresó también, continuando su homilía, que el espíritu de servicio viene del Espíritu de Dios, el cual, como lo dijera en su carta pastoral en el Inicio del Año Paulino Universal: “(…) nos identifica con Jesús-Camino, abriéndonos al misterio de salvación para que seamos hijos del Padre y hermanos unos de otros; nos identifica con Jesús-Verdad, enseñándonos a renunciar a nuestras mentiras y propias ambiciones, y nos identifica con Jesús-Vida, permitiéndonos abrazar su plan de amor y entregarnos para que todos tengan vida en Él”.

Exhortó al diácono a la humildad, y a practicar y ejercer la corrección fraterna, a la que calificó “bastante abandonada en nuestras comunidades”, y a dejarse también corregir fraternalmente, siempre con humildad y amor, por los hermanos, teniendo en cuenta incluso la sabiduría expresada en el libro de los Proverbios (Prov 27,6): “Mejores son las heridas de quien ama que los besos engañosos del que odia”.

Luego de exhortar a no defraudar nunca al pueblo de Dios que espera de su ministerio, recordó el Obispo, junto con la pobreza entendida en sentido tradicional (recordando que los pobres han de ser causa de nuestra opción preferencial), nuevas formas de pobreza tales como la pérdida del sentido de la vida y de una verdad sobre la cual construir su existencia; así como la existencia de numerosos jóvenes que piden encontrar hombres que sepan escucharlos y aconsejarlos en las dificultades de la vida. Exhortó a todos los fieles de la diócesis de Zarate-Campana a evangelizar, procurando el encuentro con Cristo, quien da un nuevo horizonte a la vida, que trasciende todo horizonte humano.

Al término de la celebración de ordenación, se tuvo un ágape fraterno, muy concurrido, en los salones de la iglesia catedral.


(1) Concilio Ecuménico Vaticano II, Constitución dogmática sobre la Iglesia «Lumen Gentium», 10.

(2) Did, 15.

(3) Tradit. apost., 8.

(4) BENEDICTO XVI, Enc. Deus caritas est, n. 14.

viernes, 17 de octubre de 2008

En el octubre misionero 2008, Mons. Oscar Sarlinga envía a los organismos diocesanos algunos aportes para la pastoral de conjunto, acerca del kerygma

APORTES PARA LA PASTORAL DIOCESANA

El Kerigma:

La urgencia del Primer Anuncio

Es necesario, en la vida de la Iglesia, volver a lo esencial, a lo más nuclear de la evangelización: el Primer Anuncio de Jesucristo, base para todo proceso de educación en la fe. Esta propuesta se fundamenta en la Sagrada Escritura, en cuyos textos se encuentra una estructura lógica del Kerigma: el Anuncio de Jesucristo encarnado en la historia; la interpretación del significado de la salvación; la proclamación de la fe en Jesucristo; la exhortación a la conversión.

El Kerigma debe acompañar todos los procesos evangelizadores, y debe tener como fundamento la Biblia y la interpretación del magisterio de la Iglesia, además de la contemplación y el discernimiento de las comunidades en su propia cultura, privilegiando siempre a los más pobres.

1. INTRODUCCIÓN

¿Cómo iniciar el anuncio del Evangelio a las personas y grupos de nuestro tiempo y cómo darle término?

Hay un sentir general entre pastores y catequistas: en nuestros pueblos de América Latina algo ha pasado y está pasando ya que las personas que han recibido la fe no logran expresarla claramente, otras ni siquiera se plantean clarificarla porque están envueltas en la indiferencia religiosa y algunas que preguntan sobre lo fundamental del mensaje cristiano no encuentran la respuesta que satisfaga sus preguntas. ¿Qué hacer?

Las respuestas, quizás, no sean tan palpables, pero sí tenemos una convicción: “Nuestra catequesis tiene un punto común en todos los medios de vida; tiene que ser eminentemente evangelizadora, sin presuponer una realidad de fe, sino después de oportunas constataciones” (Documento de Medellín 8,9). Esta afirmación de los obispos latinoamericanos en Medellín en 1968 sigue teniendo vigencia.

Nuestra convicción es que hay que volver a lo esencial, a lo más nuclear de la Evangelización; pero ¿qué es lo más nuclear, lo esencial? Es sin duda, el anuncio de Jesucristo, base para todo proceso de educación en la fe.

Las siguientes reflexiones pretenden ser un aporte a la búsqueda por entender el Kerigma como el primer anuncio de Jesucristo para que una persona pueda pasar de la “no fe” a la fe, de la indiferencia religiosa a vivir y expresar que Jesús es el Señor. Sobra decir que no es una investigación exhaustiva sino un instrumento de trabajo, una reflexión que nos lleve a lo que realmente es importante: que se conozca a Jesucristo para que conociéndolo, se lo ame.

2. DESCRIPCIÓN DEL KERIGMA

Alrededor del concepto sugestivo del “Kerigma” se utiliza un buen número de términos para expresar, si no lo mismo, acciones y dimensiones de la evangelización parecidos tales como “Primer Anuncio”, (Directorio General de Catequesis, DGC 61) “Precatecumenado” (RICA 9-13), “Catequesis kerigmática o pre-catequesis”. Se utilizan también otros términos tales como “Primera Evangelización”, “Pre-evangelización”, “Evangelización”.

La Evangeli Nuntiandi al hablar del primer anuncio a los que están lejos dice: “La Iglesia lleva a efecto este primer anuncio de Jesucristo mediante una actividad compleja y diversificada, que a veces se designa con el nombre de ‘Pre-evangelización’, pero muy bien podría llamarse Evangelización, aunque en un estado inicial e incompleto” (EN 51).

Ahora queremos centrar nuestra atención en la palabra misma: “Kerigma”, palabra que hoy es parte del lenguaje catequético.

A. Origen de la palabra

El sustantivo “kerigma” viene del verbo griego “Keryssein”, de ahí “Keryx”. Evoca la imagen de un personaje que llega a la plaza pública para proclamar de forma oficial y autorizada alguna disposición de la autoridad, pidiendo al mismo tiempo la sumisión de los ciudadanos a tal disposición. En las antiguas culturas, esta disposición tenía una función importante. Se trata entonces de un “heraldo”, de un “pregonero” que tiene un lugar en la corte; todo príncipe tiene su heraldo.

El heraldo debía tener, como condición primera, una hermosa voz, pero también el cuidado de “ser la voz” del que lo enviaba, era portavoz de su señor. El heraldo tenía una connotación político religiosa, con una importancia sacral.

B. Kerigma en la Sagrada Escritura

En general, la concepción del heraldo es extraña en el Antiguo Testamento. En el Nuevo Testamento “Keryx” reaparece, pero pierde la importancia que tenía en el mundo griego; ahora el acento se pone, no sobre el que anuncia o proclama la Palabra, sino en Dios mismo, que es su origen.

Los mensajeros de Jesús no tienen inmunidad; son ovejas perseguidas por el lobo (Mt 10,16). El término Keryssein, se usa, ya no con el sentido griego de mantener una voz armoniosa y altisonante con hermosas palabras, dando una exhortación, una instrucción o un sermón edificante, sino que el verbo pasa a significar proclamar”.

Tiene importancia el anuncio mismo (Kerigma) pero en cuanto proclama lo esperado por los profetas del Antiguo Testamento. Lo que es verdaderamente nuevo es el anuncio por medio del cual viene el “Reino de Dios”.

El punto central del Kerigma en el Nuevo Testamento será entonces el “Reino de Dios”, pero la predicación no es una conferencia que ilustre exegéticamente la esencia del Reino de Dios sino la proclamación de un acontecimiento en el sentido de un concepto dinámico.

El kerigma, más que la recitación de un credo, es la proclamación de un acontecimiento que llega a la sociedad como algo totalmente nuevo: el Reino de Dios, salvación para todos, pero sobre todo para los pobres. Una comunidad de seguidores de Jesús será auténtica donde los pobres se “sienten a gusto” porque Dios “derribó de sus tronos a los poderosos y engrandeció a los humildes” (Lc 1,36); de hecho cuando la Iglesia incide más en lo social, desde el mensaje de Jesucristo, es bien aceptada y reconocida.

En el Nuevo Testamento la palabra Keryssein (Keryso) aparece en Mateo 9 veces, en Marcos 14, en Lucas 9; en los Hechos de los Apóstoles 8, en San Pablo 19. Nos fijamos especialmente en los textos según los destinatarios.

a) Kerigma dirigido a los hebreos:

Hechos 2,14-33. Discurso de Pedro el día de Pentecostés.

Hechos 3,12-26. Discurso de Pedro después de sanar a un paralítico.

Hechos 10,34-45. En casa de Cornelio.

Hechos 13,16-41. Pablo en Antioquía de Pisidia.

b) Kerigma dirigido a los paganos. 1Tesalonicenses 1,9-10. Conversión al Dios vivo.

Hechos 14,15-18. Pablo en Listra. Hechos 17,22-31. Pablo en el areópago.

c) Otros.

1Corintios 15,3-11. El más antiguo.

Efesios 1,3-14. Cristo, noticia que salva.

El contenido fundamental de los textos se puede resumir en los siguientes puntos:

* Ha llegado el tiempo en que se cumplen las promesas proféticas: el Reino de Dios está cerca.

* Estas promesas se realizan en las obras de Jesús y muy especialmente en su muerte y resurrección.

* Como Jesús resucitado ha sido exaltado, colocado a la derecha de Dios, se ha convertido en el Mesías y Señor.

* El Espíritu Santo se convierte en el signo del poder presente y gloria de Jesucristo resucitado.

* La etapa mesiánica tendrá cumplimiento con la venida de Jesucristo.

En los textos encontramos una estructura lógica que podríamos llamar fundamental:

* En primer lugar hay un momento de referencia a Jesucristo encarnado en la historia, se parte de la humanidad de Jesús.

* Luego hay una interpretación del significado del acontecimiento salvífico ocurrido en Jesús. Los apóstoles interpretan lo que ha ocurrido y esa interpretación se convierte en norma para todas las generaciones de cristianos.

* Sigue una convalidación y confesión de Jesucristo.

* Finalmente un momento exhortativo, sin llegar a querer imponer la fe.

3. el kerigma DESDE LA PASTORAL

¿ Cuáles son las concepciones más comunes sobre el kerigma?

Desde nuestro punto de vista podemos enumerar tres posiciones que subyacen tanto en la práctica pastoral como en los materiales utilizados en la catequesis.

Una primera concepción es reducir el Kerigma solamente a frases cortas bien hechas o a sumarios estratificados, de los que se espera que puedan ejercer una eficacia casi automática en los oyentes. La indiferencia de muchos, sin embargo, presenta objeciones a esa visión. ¿No será que nos dejamos influir por una cultura del slogan, del anuncio espectacular, del sistema mercadotécnico?

Una segunda concepción del Kerigma es entenderlo como una “panacea única”, pensando que es la solución a todo problema pastoral que se presenta en nuestro tiempo, y así todo se engloba en el primer anuncio, olvidando otros momentos del proceso evangelizador, igualmente importantes, como la etapa catequético-catecumenal y la pastoral que alimenta la vida diaria de la comunidad.

Y la tercera, que es muy parecida a la anterior, confunde todo un proceso evangelizador con el Kerigma. Esto lo vemos en los subsidios mismos, en los materiales auxiliares que al hablar del Kerigma, es tan grande su extensión que abarcan todo el proceso. Estas posturas responden sin duda a las diferentes situaciones en las cuales el catequista evangelizador se encuentra inmerso. Creemos que es necesario llegar a consensos partiendo del punto de referencia obligado que es la Sagrada Escritura, siguiendo con fidelidad al Magisterio como su garante de interpretación y teniendo en cuenta la experiencia misma de fe, esperanza y caridad de nuestro pueblo cristiano.

¿De dónde partimos en nuestra reflexión?

Partimos de la convicción de que el Kerigma es, para toda nuestra Iglesia, una de sus formas de vida y actividad esenciales, imprescindibles e insustituibles (cfr. RM 44) y de que es una dimensión de la Palabra misma de Dios, pero es inconcebible sin el Espíritu, sin la fe y sin el testimonio; tampoco debe estar desconectado de otras tareas de la Iglesia, tales como la liturgia y la atención a los más pobres de nuestra sociedad.

En un sentido amplio, entonces, el Kerigma abarca todo el ámbito del servicio de la Palabra: evangelización, misión, catequesis.

¿Dónde se sitúa dentro del Proceso Evangelizador?

Es ya común en la reflexión pastoral considerar a la Evangelización como proceso y como realidad “rica, compleja y dinámica” (CT 18). Este proceso se estructura en tres momentos principales: el Kerigmático o primer anuncio, también llamado misionero, el Catequético en donde se madura la fe inicial y la Dimensión Pastoral.

Así tenemos que una dimensión es la que llama a la fe, que es el Kerigma, otra la acción pastoral que alimenta la fe de la comunidad cristiana y la catequesis que es como el eslabón entre ambas y que viene a fundamentar toda la vida cristiana (cfr. DGC 64).

¿Cómo se puede definir el Kerigma?

En sentido estricto, hablamos de una dimensión o momento privilegiado de la acción misionera en el que se manifiesta el núcleo mismo del misterio cristiano: la persona de Jesucristo, muerto y resucitado. Se subraya aquí el elemento dinámico que no se reduce a una etapa.

Podemos definirlo como “el hecho dinámico y progresivo de la salvación actuada por Cristo, en cuanto proclamado desde la Iglesia, en cuyo seno se realiza visiblemente la fuerza operante del Espíritu. Es proclamado por los enviados con la autoridad de las Iglesias”. Es pues, el anuncio del mensaje central del Evangelio a los hombres y mujeres de hoy en orden a la conversión.

El objeto último del Kerigma es toda la revelación de Dios pero como “condensada” en el Misterio Pascual, punto de referencia de todo el cristianismo. El punto central es, entonces, la persona de Jesucristo. Con su obra hace presente y actualiza la palabra divina encarnada en Él.

Los contenidos centrales del Kerigma

La finalidad primaria de la proclamación del Kerigma es dar acceso a la fe, conociendo las verdades de la fe, y también los ritos y las costumbres de la Iglesia. Se proclama el Kerigma en vistas a la adhesión de una persona a la fe en Jesucristo. Es un acto, una intervención viva y actual de Dios por la palabra del agente evangelizador. El primer gran momento de la evangelización consiste en la conversión al Dios vivo, creador de cielo y tierra. Por esto, debe haber una repercusión fuerte en los contenidos mismos porque la presentación del mensaje kerigmático difiere cualitativamente de la Catequesis que es una fundamentación más extensa. Decimos entonces que el Kerigma tiene una estructura “elemental”, la cual, más que lecciones o conferencias (sin excluirlas de ningún modo, porque hacen a la formación integral) son sobre todo invitaciones al diálogo primero con la persona de Jesucristo (para lo cual la formación ayuda grandemente).

Algunos proponen estructurar los contenidos en dos momentos o fases:

Una fase inicial centrada en la cálida acogida del agente evangelizador a la persona que busca encontrarse con Jesucristo, seguida de un proceso de abandono de los ídolos para volverse al único Dios vivo y verdadero.

Una segunda fase centrada en la predicación de la Buena Nueva; se trata de un anuncio explícito de Jesucristo que gira en torno a los núcleos del Nuevo Testamento (cfr. EN 27). Este momento que quiere suscitar el encuentro con Jesucristo pasa normalmente por encuentros humanos concretos, portadores del Evangelio que lo viven, lo testimonian y lo proclaman con la palabra más apropiada. Explicita también el don del Espíritu Santo, dando a conocer las maravillas sobre el proyecto de Dios, sobre el hombre e invitando a todos a entrar en intimidad con Él.

Una síntesis de esta estructura de contenidos se refleja en el Credo o Símbolo de los Apóstoles.

4. CONCLUSIONES

Para presentar y vivir el Kerigma hoy

1. Dado el «vacío del Kerigma» en muchos de los procesos evangelizadores será necesario promover su inclusión donde no esté, acompañar aquellos procesos que están dando frutos en nuestras comunidades y estar atentos a la voz del Espíritu que es el que actúa en los que buscan adherirse por la fe a Jesucristo.

2. La inspiración y punto de referencia para hacer la experiencia del Kerigma tiene que ser en primer lugar el Nuevo Testamento, la interpretación del Magisterio de la Iglesia y la contemplación y discernimiento de las personas en su propia cultura.

3. El Kerigma no tendrá que presentarse aislado o como acción única y cerrada en el servicio de la Palabra, sino como «momento privilegiado» (en un sentido pleno de la palabra) de todo el vasto proceso evangelizador y al mismo tiempo como luz englobante a la que hay que volver siempre que tratamos de anunciar a Jesucristo.

4. El proceso evangelizador con su momento kerigmático, si quiere conectar y ser importante para la gente de nuestro tiempo, tiene que ayudar a tomar conciencia del sentido último de la existencia mediante un proceso lento, retomar las situaciones humanas como parte de su contenido. Sólo quien se enfrenta seriamente con el sentido de la vida, puede presentar la religión como dimensión fundamental de la existencia humana.

5. Finalmente, veremos si nos encaminamos en la vía correcta en la medida en que nos ocupe el cuidado de los más pobres, la promoción humana integral, la opción preferencial por los pobres con una raíz y sentido cristológico, también con la noción del legítimo progreso (Cf. La «Populorum progressio» de Pablo VI, la «Laborem exercens» de Juan Pablo II, y toda la enseñanza social de la Iglesia). Que los más pobres sean evanelizados es eso, evangelización, y a la vez, y como consecuencia, camino de civilización y de progreso, en la gran «casa y escuela de comunión» que es la Iglesia.

El KERIGMA en un PROYECTO PASTORAL

La precatequesis o etapa kerigmática, que sigue a la evangelización misionera es la primera expresión del proceso catequético. Esta es la etapa del primer anuncio dirigido a los que no han profesado su fe en Cristo, aunque hayan ya recibido algún sacramento (cfr. DCG 61-62). Es el período en que se promueve la conversión a Jesucristo, y se ponen los cimientos al edificio de la fe, mediante un anuncio claro y explícito del Kerigma (cfr. He 10,34-43). Transmitir el Kerigma no es sólo decir palabras y verdades, sino ante todo implica en quien lo dice una relación íntima con la Palabra de Dios, que es la persona de Jesús, y esto vivido EN LA IGLESIA como comunidad de fe, esperanza y amor, como Cuerpo de Cristo y Pueblo de Dios, en la unidad y en la comunión orgánica.

Toda la comunidad se compromete a dar respuesta a estos hermanos que se acercan con el mismo pedido que los griegos dirigieron al apóstol Felipe “Queremos ver a Jesús” (Jn 12,21). Este pedido resuena todavía hoy cuando nuestros contemporáneos piden a los creyentes “no sólo que hablen de Cristo, sino que se lo hagan ver” (NMI 16).

Nos falta clarificar y organizar más concretamente las distintas etapas del proceso de evangelización, ya que no todo es catequesis. No podemos reducir todo a unas “clases” de preparación inmediata a algún sacramento. En nuestra diócesis no se dan todavía los tres niveles propuestos por el Directorio Catequístico General de la Santa Sede.

Se puede proponer:

- Que se impulse un itinerario completo de evangelización con diversas etapas:

a) misiones y experiencias de primer anuncio (cfr. DCG 62);

b) pre-catequesis en ocasión de momentos importantes de la vida (bautismo e iniciación cristiana de los niños y adolescentes, matrimonio);

c) catequesis de iniciación cristiana (para niños, jóvenes y adultos);

d) catequesis permanente para la comunidad cristiana a lo largo del año litúrgico y catequesis de profundización dirigida a los agentes pastorales.

- Que la Vicaría Pastoral y la Delegación de Catequesis (con la Junta catequística diocesana) proponga distintas experiencias de primer anuncio (misiones, retiros, encuentros de fuerte conversión) y promueva el intercambio de estas iniciativas. Que el anuncio kerigmático esté presente en todo el proceso catecumenal, especialmente en las catequesis prebautismales, prematrimoniales y de iniciación cristiana.

-Que se elaboren materiales adecuados para el primer anuncio del kerigma cristiano (por ejemplo, un libro básico de “Oración del cristiano”, o un “Evangelio para el catecúmeno”).

-Y, sobre todo, que los curas párrocos y sacerdotes quieran iniciar, desde la fe, este proceso que ayudará a toda la diócesis a renovarse en la fe en Jesucristo y en el cumplimiento de su Ley de Amor.

lunes, 13 de octubre de 2008

MASSIMO BORGHESI DISERTÓ EN EL SALÓN AUDITORIO DEL OBISPADO DE ZÁRATE-CAMPANA

AUSPICIO DE MONS. OSCAR SARLINGA A LA CONFERENCIA DEL PROF. MASSIMO BORGHESI, UNO DE LOS MÁS DESTACADOS PENSADORES CATÓLICOS CONTEMPORÁNEOS
MASSIMO BORGHESI DISERTÓ EN EL SALÓN AUDITORIO DEL OBISPADO DE ZÁRATE-CAMPANA
Trató el tema:
«Sociedad, política, justicia: Un acercamiento a partir del pensamiento social cristiano»
En la sala «Nuestra Señora de Guadalupe» (auditorio) del Obispado de Zárate-Campana, se hizo presente a las 20, recién llegado de una gira por Brasil, el Prof. Máximo Borghesi, quien participó de un evento cultural de notoria relevancia, con su conferencia acerca de:

"SOCIEDAD, POLITICA, JUSTICIA: UN ACERCAMIENTO A PARTIR DEL PENSAMIENTO SOCIAL CRISTIANO".

La conferencia es organizada por el Centro Cultural Campana y el Movimiento Comunión y Liberación, y auspiciada por el Obispado de Zárate-Campana.
Luego de conversar en privado con el Sr. Obispo, Mons. Oscar Sarlinga, en el despacho de este último, el Prof. Borghesi, uno de los intelectuales católicos más relevantes de la actualidad, acudió al salón auditorio, colmado hasta los pasillos de ingreso. Borghesi es Profesor de Filosofía Moral de la Universidad de Peruggia (Italia) y de otras altas casas de estudios, contando con un vastísimo currículum universitario y académico. Dentro del marco de una gira de conferencias por el Cono Sur, la que brindará en nuestra ciudad de Campana (la primera en la Argentina, país que visita por la primera vez) se enmarca en una serie de reuniones en torno a temas relacionados que se sucederán también en Capital Federal, Santa Fe y Paraná, según el siguiente cronograma:

" 10/10, 20hs, Campana: Sociedad, política, justicia. Salón auditorio del Obispado Zárate-Campana. Rivadavia 413.

" 13/10, 18hs, El hombre y la antropología de Guardini en el volumen de los años ´30. Colegio San Pablo, Buenos Aires. Pacheco de Melo 2300.

" 14/10, 16hs, Secularización, Modernidad, Posmodernidad. ¿Apropiación y vaciamiento de la historia? Univ. Católica de Santa Fe.

" 15/10, 12hs, Emergencia educativa. El Sujeto ausente. Más allá de los esquemas del tradicionalismo y del progresismo. Universidad de Paraná.

" 15/10, 19hs. El sujeto ausente y su acceso a la presencia. Universidad Católica de Santa Fe. UNL - Santa Fe.

" 16/10, 19hs, Auditorio Banco Río, Buenos Aires: El sujeto ausente. Más allá de los esquemas del tradicionalismo y del progresismo. Santa Fe 1452.

" 17/10, 13hs, Instituto Filadelfia - ESEADE, Memoria frente a las catástrofes humanas del siglo XX. Uriarte 2472.

Massimo Borghesi es Dr. en Filosofía. Desde el 2007 es docente de Hermenéutica y de Filosofía de la Cultura en la Universidad Pontificia Urbaniana de Roma. Entre sus obras publicadas destacan: La figura di Cristo in Hegel, (1983), Romano Guardini. Dialettica e antropología (1990), L´età dello Spirito in Hegel. Dal Vangelo "storico" al Vangelo "eterno" (1995), Posmodernidad y cristianismo. ¿Una radical mutación antropológica? (1997), Memoria, evento, educación (2000) y El sujeto ausente. Educación y escuela entre el nihilismo y la memoria (2005) Secularización y nihilismo. Cristianismo y cultura contemporánea (2007). Posee numerosos trabajos sobre diversos temas de filosofía y cultura, habiéndose dedicado principalmente a la Filosofía de la Religión, siendo una de sus preocupaciones el sustrato religioso de la cultura moderna y posmoderna. Incursiona habitualmente en cuestiones relativas a educación y sociedad y es colaborador de la prestigiosa revista italiana "30 giorni", además de participar periódicamente en convenciones y foros internacionales sobre filosofía.

EN CAMPANA:
Luego de una presentación a cargo del Dr. Sergio Baigorri y de las palabras de bienvenida del Sr. Obispo, Mons. Dr. Oscar Sarlinga (quien se refirió al «acontecimiento» de su presencia entre nosotros, un hombre de sapiencia y trayectoria, que nos hará reflexionar sobre un tema tan trascendental para el hombre de hoy), luego de la reseña realizada por e periodista y escritor Alver Metalli, el Prof. Borghesi disertó amenamente (con traducción simultánea del italiano al castellano) sobre el mencionado tema: Sociedad, Política, Justicia.

Massimo Borghessi inició su diálogo tomando como punto de anclaje a la Ciudad de Dios de San Agustín y las diferencias entre el paganismo (que era una religión política, el paganismo romano) y el cristianismo, (religión universal) que ampara a los débiles. También se refirió a la caridad y al concepto del «ágape» , como aporte originalísimo del cristianismo. Comentó que a partir del cristianismo, la relación entre los hombres ya no es la de patrón – siervo. Habló también de la política, la sociedad y los católicos en el siglo XX. Criticó las utopías totalitarias mencionando tanto el nazismo como los años del comunismo (70 – 80). Dentro del contexto de las utopías, hizo también hizo referencia a la globalización de los 90, y después, con sus aspectos positivos y negativos, expresó sus objeciones a la globalización como «mito».
Criticó la secularización de la cultura e hizo reseña de varias encíclicas papales sobre las cuestiones del trabajo, la política y la sociedad de los siglos XIX y XX. También hizo un encendido elogio de la experiencia monacal iniciada por San Benito y su obra como génesis de Europa, a partir de su fecunda relación entre trabajo y comunidad.
Se refirió a las creencias y religiones posmodernas. Al final del acto, se dedico un espacio a las preguntas del auditorio y que el disertante respondió en un diálogo con los asistentes.

lunes, 6 de octubre de 2008

FESTIVIDAD de SANTA TERESA del NIÑO JESÚS

FESTIVIDAD de SANTA TERESA del NIÑO JESÚS

(en «EL CAZADOR» de BELÉN de ESCOBAR)

Y ENTREGA de ACTA de DONACIÓN

de la CAPILLA de parte de la «ASOCIACIÓN SANTA TERESITA»


El día domingo 5 de octubre tuvo lugar la festividad patronal de la capilla de Santa Teresita del Niño Jesús, en el barrio «El Cazador» de Belén de Escobar, «centro pastoral» dentro del ámbito jurisdiccional de la parroquia de San Juan de la Cruz. Presidió la misa el Sr. Obispo, Mons. Oscar Sarlinga, con la concelebración del P. Agustín Arévalo, responsable de dicho centro pastoral, y del P. Daniel Bevilaqua, de la parroquia de San Juan de la Cruz. Participaron de la celebración gran cantidad de fieles laicos, entre los cuales numerosas familias del amplio y extendido barrio, en plena expansión. La primera tanda de niños de catequesis de primera comunión estaba también presente, junto con sus catequistas. En dicha ocasión se efectuó la entrega de copia del acta de donación de la capilla y una parte del predio, conforme al art. 4to. del estatuto de la asociación civil «Santa Teresita».

Un poco de historia

La primera misa del año 2006, luego de haber cesado la celebración de los sacramentos en ese lugar de culto por tres años y medio, fue celebrada por Mons. Sarlinga el 5 de octubre de ese año, también con ocasión de las Fiestas patronales, habiendo sido acompañado en la celebración eucarística por el entonces párroco del lugar, P. Atilio Rossate y el P. Claudio Caruso. En esa ocasión celebrativa, que tuvo lugar después de la primera reunión del Obispo con la comisión en pleno de la asociación civil «Santa Teresita», Mons. Sarlinga destacó la profunda vocación misionera de Santa Teresita de Lisieux quien es Patrona de las Misiones, así como rasgos de la espiritualidad de la Santa, fundamentalmente la importancia del «Amor que todo lo supera y cura».

Al finalizar su homilía de 2006 Monseñor agradeció a los fieles su presencia y los exhortó a trabajar como misioneros que con la fuerza del Amor superan todos los inconvenientes. Mencionó también que el único interés de la Iglesia debía ser la atención pastoral, la evangelización y la promoción integral de la persona humana, únicas razones por las cuales se restablecía la celebración del culto y la atención religiosa del lugar, por cierto vasto, poblado, y donde residen cerca de 7.000 habitantes.

Centro pastoral en “El Cazador”

Tal como lo recogió AICA (servicio del 6 Ago. 07), a los fines de una mejor y más directa atención pastoral de la zona, el Obispo confió al P. Agustín Arévalo (en fotografía) el nuevo centro pastoral de El Cazador.

Esto con el propósito de ofrecer una mejor atención a los fieles de esa zona, por entonces jurisdiccionalmente dependiente de la parroquia de la Natividad del Señor, de la ciudad de Belén de Escobar. La atención pastoral del nuevo centro pastoral quedó a cargo del presbítero Agustín Arévalo, párroco que fue de Santa Teresa de Jesús, de Garín. El Centro Pastoral contó desde el inico para su uso con la capilla Santa Teresita y sus instalaciones. Como se ha dicho, todo el barrio con sus adyacencias tiene unos 7.000 habitantes (en constante crecimiento por nuevas urganizaciones).

Toda la zona había sido anexa a la parroquia de San Juan de la Cruz, cuyo templo e instalaciones por diversas razones no pudieron ser construidos, e incluso se les retiró el terreno asignado. En 2006 la ciudad de Belén de Escobar contaba en la práctica con la parroquia matriz (hoy co-catedral de la diócesis), la Natividad del Señor y la que había sido erigida como San Juan de la Cruz, con sede real en la capilla de Nuestra Señora de Itatí, entonces sin párroco residente, la cual el 9 de julio de 2007 (día de la histórica nevada) recibió la visita pastoral del obispo, quien comprobó el amor y fidelidad de la feligresía de toda esa zona, que abarca también las capillas de Nuestra Señora de Luján y de San Cayetano.

Habiendo sido reerigida la parroquia de San Juan de la Cruz (con sede en la iglesia de Ntra. Sra. de Itatí) y contando de modo efectivo con un pastor propio, en la persona del Pbro. Daniel Bevilacqua, el centro pastoral quedó anexo a la restaurada jurisdicción parroquial.

El predio entero y la capilla de Santa Teresita, tradicional en Escobar, fue desde el inicio pertenencia de la «Asociación Obras Santa Teresita del Cazador», asociación civil con domicilio en Kenedy y Lugones Bº El Cazador, de Belén de Escobar, con Registro Municipal Nº 19 de entidades de Bien Público.

Luego de sucesivas reuniones, la Comisión, expresando la mejor voluntad propia y de la Asamblea, y en diversos diálogos con el responsable pastoral, P. Arévalo y el Sr. Obispo, decidieron por voto dar cumplimiento al artículo 4to. de su estatuto, que reza:

Con el objeto de dar cumplimiento a los fines estatutarios enumerados en el artículo lº, se declara como primer objetivo de la sociedad le erección y habilitación de una capilla bajo la advocación de ‘Santa Teresita’ (que) se dedicará al culto católico, apostólico, romano, la que habrá de construirse en la esquina del lote 1 de la manzana 2 del Barrio “El Cazador”, debiendo destinarse no menos de 2.500 cuadrados para la erección de la Capilla, sus dependencias y parque circundante, todo ello ubicado sobre la esquina mencionada. La Capilla y superficie antes citados podrán ser transferidos en propiedad a la Curia Eclesiástica o alguna Orden religiosa, con la obligación de realizar en la misma los servicios regulares de culto. Este primer objetivo social es exclusivo de cualquier otro proyecto, y a su consecución se dedicarán todos los fondos sociales necesarios, con anterioridad a la realización de otras obras.”

Con este fin, luego de votación, la secretaria de la Asociación, Ana Julia Langecea, junto con directivos de la Comisión, hizo entrega al Sr. Obispo de copia del acta 264, del 13 de septiembre de 2008, de donación de la capilla y parte correspondiente del predio.

Se cumple así un deseo de la Comisión y la Asamblea, y asimismo el propósito de Obispado de nada desear ni pedir sino ofrecer enteramente la atenció pastoral, el servicio religioso, la evangelización y la misión, puesto que se trata de una vasta zona poblada en su mayor parte por católicos, que tienen derecho a la atención religiosa. De hecho, la asistencia a la misa, la celebración de los sacramentos, la catequesis, la visita a las familias, y la formación de los laicos es creciente y esperanzadora.

En su homilía del 5 de octubre de este año, el Sr. Obispo pidió que buscáramos siempre primero el Reino de Dios y su perfecta Justicia, porque así tendríamos asegurado que todo lo demás sería dado por añadidura, puesto que la generosidad de Dios es infinitamente mayor de cuánto podamos pensar o soñar. Agradeció muy sentidamente al P. Arévalo, a la Comunidad católica del Cazador y a la Asociación «Santa Teresita», rogando que sigan trabajando en unión de los corazones para prestar el servicio mayor al ser humano concreto, la evangelización y la promoción humana integral (con las obras de caridad social), augurando al mismo tiempo que pueda iniciarse un estado de misión en todo el barrio, para hacer conocer y amar más a Jesucristo, Nuestro Redentor, y promover la devoción mariana.