martes, 29 de mayo de 2012

Mensaje pastoral de Pentecostés, junto con María, la Madre de la Iglesia

Con María, la Madre de Jesús, llena del Espíritu



Creemos en el Espíritu Santo; creemos en su Esposa, María Virgen, con quien queremos hoy, y siempre, estar. Estar junto a María nos ayudará a amar más a la Iglesia, como Cuerpo de Cristo y Pueblo de Dios, pues en Ella encontramos “la esencia de la Iglesia”; Ella “refleja” la Iglesia, es de ésta el ícono más puro, el modelo y la Estrella matutina, de salvación.

Hemos estado juntos, ya desde el aparecimiento de la primera estrella, ayer, sábado, y hoy, domingo, como en el libro de los Hechos de los Apóstoles (Cf. Hch 1,12-14), como los Apóstoles, los discípulos, todos ellos, todos nosotros, íntimamente unidos, dedicados a la oración, en compañía de María, la madre de Jesús, y de nuestros. Se realiza cada día, muy en especial en Pentecostés, en y desde la fe, lo que dijo Nuestro Señor Jesucristo, en el evangelio según San Juan (Jn 19,25-27):“Mujer, aquí tienes a tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Aquí tienes a tu madre”. Lo importante, más que “hacer” (aunque sin restarle incidencia) es “dejarse hacer por la Gracia”, esto es, en un sentido, lo que la constitución Lumen gentium dice cuando se refiere a lo que cada integrante de la Iglesia puede llegar a ser cuando se deja inundar por el Espíritu, y ve en María al modelo supremo, y «verdadera madre de los miembros de Cristo»[1]

La mirada de María nos hace penetrar en la esencia de la Iglesia, indeciblemente más allá de las poquedades o límites de nosotros, miembros por el bautismo, ya sea laicos o pastores, o en el estado de vida que tuviéremos. No hay turbulencia que aflija a los miembros de la Iglesia que pueda opacar a la Stella salutis, que es María, y que nos ilumina en todos nuestros pasos puesto que Ella, la dichosa Mujer a la que revistió el sol de la Verdad, “creyó”, con todo su ser, que “nada es imposible para Dios”(Lc 1, 37). Él todo puede, y espera de nuestra libertad el “sí, fiat…” para el cumplimiento de sus promesas, realizaciones de la Promesa ya cumplida en la que María creyó, Ella, la bienaventurada Mujer de la escucha del Señor (Cf Lc 1,45).

Que nos guíe María para que, como miembros que somos de la Iglesia amada, sacramento universal de salvación, nos dejemos inundar más por el Espíritu, en y desde la oración, tengamos mayor experiencia de vida de “Cenáculo”, más espíritu de fe, más acogida del don de piedad (la piedad verdadera, la pietas), más realización de la virtud sublime de la justicia,  más misericordia, y más clemencia, como la clemencia que nos tuvo, viendo a todos los hombres de todos los tiempos, el Cristo de la paciencia, junto a la columna. Es siempre iluminador el mirar al Cristo de la columna, sí, también hoy, en Pentecostés, aunque no estemos en el tiempo de Cuaresma: ¿Qué nos habría ocurrido si se hubiera aplicado a nosotros una justicia, más que sublime –y por ello santa-, estrictamente “reivindicativa”, o “vindicativa”?.

El don de sabiduría, del Santo Espíritu nos podrá ayudar a profundizarlo, y a revisar nuestra actitud de vida, pues es un don de fuego suavísimo e iluminador.

Fuego divino, ardor que renueva la faz de la tierra

Roguemos, para estar prestos a “recibir” el fuego divino. Dios siempre da. El Señor dio para siempre a la Iglesia “otro Paráclito”, Espíritu de consuelo, para que se quede con nosotros para siempre (Cf Jn 14,15-16). El nuevo curso del “fuego divino” transformador lo vemos en los Hechos de los Apóstoles (Cf Hch 2,1-11). El fuego divino es suave, transforma por dentro, es cumplimiento del deseo de Cristo (Cf Lc 12,49: “he venido a traer fuego a la tierra y cómo quisiera que ya estuviera ardiendo”), no destruye sino que arde, es incandescente como el fuego de la zarza que ardía sin consumirse (Cf Ex 3,2).

Ese fuego es “don del Espíritu de Dios” que nos renueva, que nos hace nuevas creaturas, y que, en cierto sentido, nos hace “nacer de nuevo” en Pentecostés, muriendo a las letales “obras de la carne”, las cuales encierran en un atroz egoísmo (Cf. Gal 5,16) y que empodrecen lo que en nosotros hubiera sido la realización del “fruto” anhelado, el amor, la alegría y la paz, frutos auténticos del Espíritu (Cf Gal 5,22).

El Santo Padre Benedicto XVI ha llamado nuestra atención en su homilía de hoy acerca de un efecto fundamental de Pentecostés, esto es, que éste sea “la fiesta de la unión, de la comprensión y de la comunión humana”, pese a que a veces parezca prevalecer “la contraposición”, incluso aunque no falten la agresividad y las peleas, en este mundo, y –miremos dentro- también algunas veces en nuestras comunidades. Pentecostés, bien vivido, hará que fructifique en nosotros “la comprensión recíproca”, y que no prefiramos “permanecer en el propio yo, en los propios intereses”[2], los cuales, como profunda autorreferencia que son, nos encierran en un vicioso círculo. Sabemos que la única manera de salir de éste es quebrantándolo, quebrantando las cadenas que rodean y atan a corazones lastimados, encadenados.

Babel, ardor de la no-filiación, de la no-fraternidad

Lejos del suavísimo fuego divino, lejos del ardor espiritual, hay ardores malos, como el de la negativa profunda y existencial a vivir la filiación divina (es la anti-piedad, en el sentido en que dijimos antes), y por consiguiente la generación de la discordia, y la negativa a la fraternidad (¿acaso, en un sentido, la negativa a la filiación no lleva a la negativa a la hermandad?). Eso es el fruto de “Babel”.

El “cuadro antropológico” pertinente lo trazó hoy en su homilía el Papa, con su cita del episodio bíblico de la Torre de Babel (Cf. Gen 11,1-9), del cual explicó que es “la descripción de un reino” que no quiere depender de Dios, y que se cree “tan fuerte que puede construir por sí solo una vía que lleve al cielo, para abrir sus puertas y ponerse en el lugar de Dios”. Ocurre que, construyendo de tal modo, se destruye, porque se pretende construir “el uno contra el otro”[3]. Babel y todo lo que de ella viene excluye de la unidad caritativa, porque se opone al don de la gracia, y se opone a la verdadera paz, esto último como lo comentaba San Agustín: “(…) de este don divino de la unidad en la caridad están excluidos aquellos que se oponen a la gracia de la paz[4].

La vida se torna compleja, entenebrecida, cuando nos topamos con esa raigal “oposición”, cuando parece generarse la sensación, como también dice el Papa, de “un sentido de desconfianza, de sospecha, de temor recíproco”, que nos hace percibir incluso como “peligrosos los unos a los otros”[5], esto ya significa un grado, me parece, de insuflación de “lo que no viene de Dios”. Siempre hay remedio, sin embargo, cuando permanece la esperanza que no defrauda, y para ello pienso que con renovado fervor podemos acudir de nuevo al don de la sabiduría, y a la que es Sede de ella, la Sedes Sapientiae, la Iluminada por el Espíritu. Pongámoslo en la oración, en la confianza, más que en la “procura afanosa de solución de complejidades”; lo difícil y lo que parece imposible, enrevesado y enredadizo se hará sencillo de la mano de la Virgen.

Remedios sí necesitamos. La Virgen María, Madre de la Iglesia, es el remedio a los males significados por Babel. Sólo que el remedio hemos de querer beberlo, tomarlo. Con María, todo es distinto: "Con María – afirmaba San Luis María Grignon de Monfort – se procede más suave y tranquilamente (…) esta buena Madre y Maestra se hace tan cercana y tan presente a sus servidores fieles para iluminarlos en sus tinieblas y en sus dudas, para asegurarlos en sus temores…"[6]

Si dirigimos la mirada al campo inmenso de la misión, del apostolado, de los que sufren, de los que esperan la Palabra, la Eucaristía, ¡qué distinto será todo!. Allí ilumina Pentecostés.

Cuando en una homilía de la Inmaculada el Papa Benedicto se refirió a la declaración que hiciera Pablo VI de María como “Madre de la Iglesia”, dijo que se trató de una “inequívoca alusión a la narración de Pentecostés, transmitida por San Lucas (Hch 1, 12-14)”, pues, aludiendo a los Padres conciliares, los describió como “reunidos en la sala del Concilio, "con María, la Madre de Jesús", en cuyo nombre saldrían”[7], es decir, saldrían para la evangelización, a través de la cual el misterio de la paternidad divina sale al encuentro de la humanidad.

El Santo Padre Pablo VI proclamó a la bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia, esto es, de todo el Pueblo cristiano, fieles y pastores, que la llamamos Madre amadísima[8]. ¿Nuestra Madre no nos iluminará en las tinieblas, no nos asegurará en nuestros temores?. Abramos el corazón a la fe, la Madre nos afirmará entonces en el mysterium pietatis, misterio de piedad.

Corazones que buscan piedad en el “templo de la luz sin sombra y sin mancha”

Hoy, en este día santísimo, busquemos como gracia especial el don de “piedad”, en el Templo que es María. Comprenderemos mejor, cordialmente, el vínculo existente entre nuestra Madre y la Iglesia, de la cual la primera es, a la vez, un miembro «excelentísimo y enteramente singular»[9]. Así amaremos más a la Iglesia, aunque por distintas razones tengamos que sufrir un poco, qué importa, si está con nosotros la que es nuestra Madre...

Ofrezcamos también el sufrimiento que nos toque, por la unidad y la paz, por la santidad de quienes formamos “un solo cuerpo”. Sepan que el Pastor de ustedes también quiere aprender a sufrir, para que se consolide entre nosotros aquello que, como dijimos, San Pablo afirma: «el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz» (Gal 5,22), y que ese fruto sea delicioso de “unidad”, en la convivencia santificante, que viene a nuestras humanas almas y las vitaliza por un grado superior de operación, de obra divina (Cf Jn 14, 23; 1 Cor. 3, 16; Rm. 8, 11. 26).

Así, no nos conformemos con “entender” todo esto. Vayamos “más allá”, queramos hacer de ello una “reforma espiritual” interior. Abramos nuestro espíritu, los animo y me animo a mí mismo, a una verdadera paz, en la verdad, a un convivir, como dijo el Papa, “en el nosotros” de la Iglesia, con una actitud de “profunda humildad interior”[10], sin la cual todo va a la ruina.

Porque, estemos en esto atentos, sin este espíritu de humildad (y aún el espíritu de aceptar humillación), el misterio del Espíritu Santo podría hacerse para nosotros más bien un motivo de “responsabilidad”, es decir, se nos podría responsabilizar por no haberlo vivido bien, por no habernos abierto de verdad y con todas sus consecuencias al Amor. En ese sentido, podría llegar incluso a ser, en el decir de San Agustín, «motivo de responsabilidad y no de fortuna»[11] Desechemos las consecuencias de Babel, hermanos, porque, de lo contrario, su vorágine nos hundirá en el miedo a la libertad y nos quitará la alegría de amar y de anunciar el Evangelio. Nosotros pedimos al Señor: “Danos la alegría de anunciar el Evangelio”.

Con todas estas intenciones, los invito pues, hermanos y hermanas, hijos e hijas muy queridos de esta diócesis, casi al término del día de la solemnidad de Pentecostés, y casi ya alboreando la memoria de María Madre de la Iglesia, a ofrecer nuestro corazón a María con la oración final del Santo Padre Pablo VI cuando la declaró Mater Ecclesiae:

“Oh templo de la luz sin sombra y sin mancha, intercede ante tu Hijo Unigénito, Mediador de nuestra reconciliación con el Padre, a fin de que conceda misericordia a nuestras faltas y aleje toda disidencia de entre nosotros, dando a nuestro ánimo la alegría de amar”.


+Oscar Sarlinga, Obispo de Zárate-Campana
27 de mayo de 2012



[1] CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Lumen gentium, n. 53.
[2] Cf BENEDICTO XVI, Capella papale nella solennità di Pentecoste, Omelia del Santo Padre Benedetto XVI.Basilica Vaticana Domenica, 27 maggio 2012.
[3] Cf. Ibid.
[4] SAN AGUSTÍN, Sermo 271: PL 38, 1246.
[5] Cf BENEDICTO XVI, Capella papale nella solennità di Pentecoste, Omelia del Santo Padre Benedetto XVI.Basilica Vaticana Domenica, 27 maggio 2012.
[6] SAN LUIS MARÍA GRIGNON DE MONTFORT, Trattato della vera Devozione 5,5.
[7] BENEDICTO XVI, Omelia della festa dell Immacolata Concezione, 8 diciembre 2006.
[8] Cf PABLO VI, Allocuzione del Santo Padre nella conclusione della III sessione del Concilio Vaticano II, Festa della Presentazione di Maria Ss.ma al Tempio, Sabato, 21 novembre 1964.
[9] CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Lumen gentium, n. 53.
[10] BENEDICTO XVI, Capella papale nella solennità di Pentecoste, Omelia del Santo Padre Benedetto XVI.Basilica Vaticana Domenica, 27 maggio 2012. Domenica, 27 maggio 2012.
[11] SAN AGUSTÍN, Sermo 271: PL 38, 1246.



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sábado, 26 de mayo de 2012

Vigilias de jóvenes, celebración de confirmaciones y preparación a la Misión 2012 y al Año de la Fe

Puede leerse también en: http://padrenuestro.net/
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PENTECOSTÉS EN LA DIÓCESIS DE ZÁRATE-CAMPANA

La solemnidad de Pentecostés se celebra con una creciente participación en nuestra diócesis de Zárate-Campana, en especial participación de jóvenes. Las vigilias de oración de jóvenes, en preparación a la Misión 2012 y a la apertura del Año de la Fe, la celebración del sacramento de la confirmación, efusión del Espíritu Santo, en parroquias y en centros de asociaciones de fieles, los retiros de jornadas (este fin de semana, el de mujeres) y muchas otras manifestaciones de piedad, oración, actividades apostólicas se realizan como fruto de la Eucaristía, de la comunión y misionariedad, ejes de nuestro Plan Pastoral.
Junto con la carta del P. Hugo Lovatto, delegado para la pastoral de Juventud, y las parroquias que han transmitido a la oficina informática la realización de las vigilias, compartimos que el día sábado 26 el Obispo celebrará confirmaciones en la iglesia catedral de Santa Florentina (en turnos de 17 y 19) y el Domingo de Pentecostés, a las 11, en la parroquia de San Manuel, Mártir, en La Lonja (Pilar). El mismo día domingo a las 15 se tendrá la misa de Pentecostés en el “Cenácolo” en Exaltación de la Cruz-Pilar, con confirmaciones, y más por la tarde, a las 17, multitudinarias confirmaciones en Los Cardales (partido de Exaltación de la Cruz). El día lunes 28 Mons. Oscar Sarlinga concurrirá a la parroquia de “María de Nazaret” en Zárate, donde confirmará a jóvenes y adultos de la parroquia homónima y también a los de “Nuestra Señora de Luján” del barrio de Villa Massoni, también de Zárate, quienes se unirán al grupo de confirmandos de María de Nazaret.
Ofrendas en Misa de Pentecostés
Mons. Sarlinga en el día de confirmaciones
Imagen de San Manuel, Martir, en la Lonja
Altar y sagrario de San Manuel Mártir

VIGILIA DE PENTECOSTÉS. DIÓCESIS ZÁRATE-CAMPANA

Queridos Jóvenes,
En esta Vigilia de Pentecostés unimos nuestros corazones y nuestras voces a la de nuestro Obispo y toda la comunidad diocesana para decir:
"Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor".
El Santo Padre Benedicto XVI les decía a los Jóvenes con ocasión de la Jornada mundial de la Juventud 2008 bajo el lema:"Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo,  que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos»,  que "para comprender la misión de la Iglesia hemos de regresar al Cenáculo donde los discípulos permanecían juntos (cf. Lc 24, 49), rezando con María, la «Madre», a la espera del Espíritu prometido. Toda comunidad cristiana tiene que inspirarse constantemente en este icono de la Iglesia naciente".

Hoy nuestra Diócesis es un "gran Cenáculo". Muchos jóvenes reunidos con sus Pastores y comunidades estaremos suplicando el Don del Espíritu Santo prometido. Vigilias de oración se multiplican por muchas parroquias (Catedral sta. Florentina, Campana; parroquia de la Natividad del Señor y San Juan de la Cruz, Escobar; Inmaculada Concepción,  Maquinista. Savio; Santiago Apóstol, Baradero; San Patricio, San Antonio de Areco; Ntra. Sra. del Carmen de Zárate y Campana;  Ntra. Sra. del Pilar, Pilar;  Sta. Rosa de Lima, M. Alberti; y tantas otras.
Pidamos al Señor que la "común-oración" sea el fundamento de nuestra "común-misión" (El Espíritu de Comunión es la base de la misionariedad, cf. Plan Pastoral 11)
Con la alegre espera de encontrarnos en la Misión juvenil Diocesana, los saludo con afecto en nombre propio y de la Delegación de Juventud.
P.Hugo Lovatto-

lunes, 21 de mayo de 2012

Mensaje de Mons. Sarlinga para la Jornada de Comunicaciones Sociales

Transmitido en la eucaristía en el Santuario de Schoenstatt, Belén de Escobar, con motivo de la coronación de la sagrada imagen de María, Mater ter admirabilis.
 

Jornada mundial de las Comunicaciones Sociales

Mensaje de Mons. Oscar Sarlinga

en la Ascensión de Jesucristo a los Cielos

Hoy día es conocida la valoración de la Iglesia por los medios sociales de comunicación; no siempre, sin embargo, los miembros de la Iglesia, como Familia de Dios, hacemos un uso profundizado, irradiante y evangelizador de aquéllos. En especial hoy día, cuando muchos contamos con diversos sitios, aplicaciones y redes sociales. El Santo Padre Benedicto XVI atrae nuestra atención en su mensaje a ver cómo éstos “(…) pueden ayudar al hombre de hoy a vivir momentos de reflexión y de auténtica interrogación, pero también a encontrar espacios de silencio, ocasiones de oración, meditación y de compartir la Palabra de Dios”[1].
Es claro: transmisión de ideas, pensamientos, sentimientos, e imágenes generadoras de todo ello, son un modo estupendo de comunicación humana; ahora se nos llama también a profundizar más aún, a encontrar espacios de silencio como ocasión de meditar, y de compartir la Palabra del Señor a través de esos medios, para a la evangelización, y a civilizar, en sentido de la civilización del Amor. Ya se hace, sólo que se nos llama “a más”. Ayudaremos así al sentido de familia, a ser “una sola familia” (a este “valor”, ¿lo valoramos lo suficiente?) pues "Dios (...) ha querido que todos los hombres constituyan una sola familia y se traten mutuamente como hermanos. Todos, en efecto, han sido creados a imagen de Dios (...) y todos están llamados a una sola e idéntica meta que es Dios mismo"[2].
 En tanto “Jornada Mundial”, la primera se celebró el domingo 7 de mayo de 1967, pero “el comunicar” en sentido más puro venía como ínsito en Pentecostés, para el empeño de la misión eclesial[3]. En y por los Apóstoles, antes de ascender al Cielo dijo a los cristianos de todos los tiempos: “Ustedes serán mis testigos hasta los confines de la tierra” (Cf Hch 1,8). Pese a ser hombres "sin instrucción ni cultura" (Hch 4,13), los primeros testigos respondieron generosamente, y “comunicaron” la Buena Noticia, con Amor y en solidaridad, derribando muros de enemistad que separaban a los pueblos, y reconciliándolos con Dios (cf. Ef 2, 14), con la fuerza del Espíritu de caridad.
Y ahora les propongo una valoración de lo que podría ser “un signo” de estos tiempos. En este tiempo en que surge con mayor fuerza que nunca antes la cuestión de los medios de comunicación social, cuya importancia crece hasta el punto de estar casi “omnipresentes”, en un sentido, en la cultura moderna, podemos ver que las imágenes, palabras, sobreabundan muchas veces sin el necesario discernimiento a la luz de las virtudes y los valores trascendentes. Que abunden en verdad, bondad, en poder sanante, en información adecuada, en proponer soluciones a una justicia tan largamente esperada; que abunden en unir por causas justas y en creación de lazos de solidaridad.
Es el humanismo cristiano, trascendente, integral y solidario el que puede signar con sello de verdad a los medios sociales. Nosotros, por lo menos, no disponemos de grandes medios ni de tecnologías. Pero en tanto cristianos, nos podemos plantear si el uso de aquellos medios “que están a nuestro alcance”, por lo menos, lo hacemos o no con un sentido pleno de evangelización, de promoción de la unidad, la fraternidad, promoción del respeto comprensivo, del diálogo franco y sincero… Este aspecto forma parte integrante de la misión nuestra como “miembros de la Iglesia”, y podría ser hoy la ocasión para que valoremos desde lo ético cómo lo hacemos, pero también que procuremos valorarlo desde lo religioso, desde una evaluación acerca de nuestra apertura a lo genuinamente profético, en comunión eclesial, siendo conscientes de que la Iglesia, no conocerá descanso “(…) hasta que realice visiblemente esa unidad, entre sus hijos de cualquier lengua, de cualquier nación, de cualquier medio Al hacer esto, tiene conciencia de ser un signo profético de unidad y de paz para el mundo entero (cf. Is 11, 12)"[4].
Valorar, dijimos, y principalmente, desde el silencio de la oración. En el mensaje de este año que hemos citado, Benedicto XVI señala que “allí donde los mensajes y la información son abundantes, el silencio se hace esencial para discernir lo que es importante de lo que es inútil y superficial”. Es importante crear un ambiente propicio, “casi una especie de ‘ecosistema’ que sepa equilibrar silencio, palabra, imágenes y sonidos”.  Por esto decíamos que el Santo Padre llamó a “considerar con interés los diversos sitios, aplicaciones y redes sociales que pueden ayudar al hombre de hoy a vivir momentos de reflexión y de auténtica interrogación, pero también a encontrar espacios de silencio, ocasiones de oración, meditación y de compartir la Palabra de Dios”. “De esta contemplación nace con toda su fuerza interior la urgencia de la misión”[5].
En esa sintonía, vemos que desde la comunión con Dios colaboramos con el futuro mismo del hombre, "hacia el cual todo está orientado en la tierra, como a su centro y su cima"[6], porque es “imagen” de Dios, hacia el cual todo está orientado, por eso los primeros discípulos comunicaron a Jesús muerto y resucitado, al Espíritu enviado: “Lo primero y más importante es que los discípulos anunciaron a Cristo como respuesta al mandato que él les había dado”[7].
Y hoy estamos invitados a comunicar, con renovada fuerza, la fe, la esperanza, la caridad. También la solidaridad, que es como la dimensión social de la virtud de la caridad, la solidaridad real que nos sitúa a todos, los unos con los otros, los unos para los otros, en la búsqueda del bien común dela gran comunidad de los hombres[8] No podría omitir en este día la importancia de la comunicación, para todos nosotros, y desde todos nosotros, de la colecta solidaria nacional, la de Caritas, que este año 2012 se realizará el sábado 9 y el domingo 10 de junio bajo el lema: Pobreza Cero. Vida digna para todos. Ayudaremos todos con nuestra contribución, seguramente lo habíamos previsto; ayudemos todavía más con su comunicación y difusión, en aras de condiciones de vida acordes a la dignidad que tenemos las mujeres y los hombres como imagen de Dios.
Un mayor fortalecimiento del apostolado, hacia eso vamos. Esta Jornada nació a raíz del Decreto “Inter Mirifica” del Concilio Ecuménico Vaticano II, promulgado el 4 de diciembre de 1963 por el Santo Padre Pablo VI, que estableció, en el n. 18: “Para mayor fortalecimiento del apostolado multiforme de la Iglesia sobre los medios de comunicación social, debe celebrarse cada año en todas las diócesis del orbe.[9].
En vistas de este mayor fortalecimiento que nos pidió el Concilio, sepamos valorar, calibrar, diría, este signo de los tiempos: el surgimiento de la sociedad de la información es una verdadera revolución cultural, que transforma a los medios en "el primer Areópago de nuestra época"[10]. Sepamos, queramos, integrarlos a la misión evangelizadora. A la integración y no a levantar muros de división, odio o materialismo; sepamos, queramos, en la humildad y pobreza de nuestros medios de comunicación terrenos, hacer vehiculizar a través de los medios de comunicación contemporáneos, la mayor riqueza: la Palabra y el Amor que mueven al universo.
Con la ayuda de María la Madre de Dios y Madre de la Iglesia, en la solemnidad de la Ascensión de Jesucristo a los cielos

+Oscar, Obispo de Zárate-Campana
19 de mayo de 2012


Notas
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[1] BENEDICTO XVI, Mensaje para la Jornada mundial de las Comunicaciones sociales 2012
[2] CONC. ECUM. VAT. II, Const. past. Gaudium et Spes, n. 24, § 1.
[3] Cf CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Lumen gentium, n. 24 (“para el empeño de esta misión, Cristo Señor prometió a sus Apóstoles el Espíritu Santo, a quien envió de hecho el día de Pentecostés desde el cielo para que, confortados por su virtud, fuesen sus testigos hasta los confines de la tierra ante las gentes, pueblos y reyes”).
[4] PABLO VI, Discurso a la Organización Internacional del Trabajo, Ginebra, 10 de junio de 1969, n. 21 en AAS, t. LXI [1969], p. 500).
[5] BENEDICTO XVI, Mensaje para la Jornada mundial de las Comunicaciones sociales 2012.
[6] CONC. ECUM. VAT. II, Const. past. Gaudium et Spes, n. 12.
[7] JUAN PABLO II, Mensaje de Su Santidad para la XXXIV Jornada Mundial para las Comunicaciones Sociales «Anunciar a Cristo en los Medios de Comunicación Social al alba del Tercer Milenio»24 de enero del 2000 .
[8] Cf PABLO VI, Alocución a la Asamblea General de la ONU en Nueva York, 4 de octubre de 1965, en AAS, t. LVII [1965], p. 879/884).
[9] CONC. ECUM. VAT. II, Decreto Inter Mirifica,  n. 18: (“Para mayor fortalecimiento del apostolado multiforme de la Iglesia sobre los medios de comunicación social, debe celebrarse cada año en todas las diócesis del orbe, a juicio de los obispos, una jornada en la que se ilustre a los fieles sobre sus deberes en esta materia, se les invite a orar por esta causa y a aportar una limosna para este fin, que será empleada íntegramente para sostener y fomentar, según las necesidades del orbe católico, las instituciones e iniciativas promovidas por la Iglesia en este campo”.)
[10]  JUAN PABLO II, Enc. Redemptoris Missio, n. 37.

sábado, 19 de mayo de 2012

Ascensión del Señor y Jornada de Comunicaciones sociales en la diócesis

Ascensión del Señor y Jornada de las Comunicaciones Sociales; transmisión desde la fe a los jóvenes y niños de catequesis, adhesión al mensaje del Papa en redes sociales con:

 “Silencio y palabra: camino a la evangelización”

Jornada mundial de las comunicaciones sociales
 Dioc. Zárate-Campana
Como uno de los ecos de la Jornada de las Comunicaciones Sociales en la diócesis, el Obispo de Zárate-Campana, Mons. Oscar Sarlinga, ha invitado a la feligresía en la diócesis a reflexionar durante este fin de semana (19 y 20 de mayo) en los ámbitos de la pastoral juvenil, en la catequesis, y en especial con niños de catequesis de iniciación sobre el tema central del mensaje del Santo Padre “Silencio y palabra: camino a la evangelización”.
Fresco de la Ascensión del Señor en la iglesia de la Natividad
Dijo Mons. Oscar Sarlinga que “(…) enseñarles a los niños y jóvenes de catequesis que la cercanía con Jesús nuestro Señor requiere de hacer un silencio interior para escucharlo y también hablarle, en la serena confianza en que nos escucha, porque nos ama; en ese diálogo en el Amor, dijo, se acrecienta la conciencia y la vivencia de ser hijos de Dios, la experiencia del abrazo del Padre que nos ama, en su Hijo Jesucristo, con su Espíritu Santo que nos anima y nos hace vivir como Iglesia, familia de Dios”.
Niños de catequesis con el Obispo al término de la procesión
En efecto, el sábado 19, luego de recibir al equipo de jóvenes del movimiento “Santa María de la Estrella” en Campana, oportunidad en que se transmitió a través de red social un pensamiento juvenil sobre el lema elegido por Benedicto XVI a través de las redes sociales, el Obispo celebra la misa a las 12 en el Santuario de la Mater ter admirabilis, del Movimiento Apostólico de Schoenstatt, en Belén de Escobar, en la cual se realizó la coronación de la sagrada imagen y se transmite un mensaje a la diócesis sobre las comunicaciones sociales, en consonancia con el mensaje del Santo Padre.

Mons. Oscar Sarlinga ha recordado que la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales se celebra universalmente todos los años el domingo de la Solemnidad de la Ascensión del Señor, a partir del Decreto “Inter Mirifica” del Concilio Ecuménico Vaticano II, promulgado el 4 de diciembre de 1963 por el Santo Padre Pablo VI, el cual estableció, en el n. 18: “Para mayor fortalecimiento del apostolado multiforme de la Iglesia sobre los medios de comunicación social, debe celebrarse cada año en todas las diócesis del orbe, a juicio de los obispos, una jornada en la que se ilustre a los fieles sobre sus deberes en esta materia, se les invite a orar por esta causa y a aportar una limosna para este fin, que será empleada íntegramente para sostener y fomentar, según las necesidades del orbe católico, las instituciones e iniciativas promovidas por la Iglesia en este campo”.
Fue el Papa Pablo VI quien celebró la Primera Jornada Mundial, el domingo 7 de mayo de 1967. En esa oportunidad el Papa Pablo VI señaló que: “Con esta iniciativa, propuesta por el Concilio Ecuménico Vaticano II, la Iglesia, que “se siente íntimamente solidaria con el género humano y con su historia” (Constitución Pastoral sobre La Iglesia en el Mundo contemporáneo, proemio), desea llamar la atención de sus hijos y de todos los hombres de buena voluntad sobre el vasto y complejo fenómeno de los modernos instrumentos de comunicación social, tales como la prensa, el cine, la radio y la televisión, que constituyen una de las notas más características de la civilización de hoy”.

Del mismo modo, siguiendo el núcleo del mensaje del Papa Benedicto XVI, acerca del equilibrio entre “Silencio y Palabra” como momentos de la comunicación, el Obispo pidió que se hicieran foros de jóvenes y de niños, guiados por padres de familia y por catequistas, como instancia de discernimiento sobre la invitación que nos hace el Papa a meditar respecto de la forma de mantener un auténtico diálogo, por medio de la combinación adecuada entre silencio y palabra, y en especial a partir de “aprender a orar”, como cuando los discípulos le pidieron a Jesús que se lo enseñara, y les enseñó el “Padrenuestro”.
Los grupos de jóvenes de la diócesis fueron invitados a intercambiar pensamientos sobre la oración, el silencio y la palabra, a la luz del mensaje del Papa Benedicto, el día sábado, en vísperas del domingo, y el mismo día domingo 20.


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lunes, 14 de mayo de 2012

Continuación de las fiestas de la Virgen de Luján, celebración patronal el día 12 de San Isidro Labrador en Lima (Zárate) y fiestas patronales del “Bajo de Zárate”, el día de Ntra. Sra. de Fátima (el 13 de mayo)

San Isidro Labrador es el patrono de Lima (Partido de Zárate)
Procesión en Lima
San Isidro Labrador, Lima

LIMA (Partido de Zárate)

El día sábado 12 tuvo lugar la festividad (trasladada) de San Isidro Labrador, patrono de Lima, en el partido de Zárate. La localidad (o pequeña ciudad) conocida por ser un centro al que acuden numerosos trabajadores de todo el país, tiene una notable historia, y un templo parroquial más que centenario. La localidad fue fundada a raíz de la disposición de Justa Lima de Atucha, quien también donó la iglesia matriz de Ntra. Sra. del Carmen, en la misma ciudad de Zárate. El Obispo Mons. Oscar Sarlinga presidió la celebración eucarística, concelebrada por el cura párroco, Pbro. Hernán Chávez, en un templo colmado, con muchos niños de catequesis y sus familias, también jóvenes, y agricultores, que acudieron a venerar a su patrono, San Isidro. Asistieron los seminaristas Jerónimo Martínez y Nicolás Amendolara.
Placa de homenaje a Justa Lima de Atucha fundadora de la iglesia de Zárate
Procesión de San Isidro Labrador en Lima (Partido de Zárate)
Al término de la misa se dio una bendición especial a “las fuerzas vivas” de la comunidad, allí representadas. A continuación la imagen del Santo fue transportada por miembros de la Gendarmería nacional, mientras el gentío junto con el clero y los seminaristas hicieron la procesión alrededor de la plaza central, hasta converger de nuevo junto al atrio del templo, donde Mons. Oscar Sarlinga impartió la bendición con el relicario que contiene una reliquia insigne del Santo Patrono. Luego saludaron al Obispo todos los niños de catequesis, sin excepción, y las familias.

La noticia puede verse también en: http://padrenuestro.net/



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martes, 8 de mayo de 2012

Multitudinaria participación en las Fiestas patronales de la diócesis de Zárate-Campana

La ciudad de Zárate fue sede de la Jornada diocesana y las Fiestas Patronales de la Virgen de Luján

Zárate, sábado 5 de mayo
En Zárate tuvo lugar la jornada pastoral diocesana y las fiestas patronales de la diócesis. Con impronta de preparación a la apertura del Año de la Fe, el sábado 5 del corriente la diócesis de Zárate-Campana tuvo su Jornada pastoral y celebró sus fiestas patronales, en la solemnidad (trasladada) de Nuestra Señora de Luján, que tiene lugar el 8 de mayo.
Mons. Oscar Sarlinga concurrió tanto a la jornada diocesana, desde la mañana, en la cual visitó a todas las áreas pastorales reunidas, como a la procesión y a la celebración de la Santa Misa, que presidió, con la concelebración de decenas de sacerdotes, la presencia de 10 diáconos permanentes y los seminaristas del Seminario “San Pedro y San Pablo”.  Fue notable que se hiciera una pre-peregrinación a Luján por las calles de la ciudad, en una nutrida caravana que comenzó en horas tempranas del sábado 5, y recorrió 106 cuadras (10.6 km) uniendo entre sí todas las sedes parroquiales de la ciudad., hasta converger, para la misa, junto al atrio de la iglesia del Carmen, sobre la plaza B. Mitre.
El Intendente municipal, Sr. Osvaldo Caffaro, se hizo presente en la celebración eucarística, junto con su sra. esposa y gabinete.
 Como ha venido haciéndose conforme al Plan Pastoral, desde el año 2006, se celebra la Fiesta Patronal Diocesana en la ciudad o región que será sede de la “Misión Joven” de ese año, y se comienza el día en que se honra a la Virgen de Luján, con encuentros y reuniones pastorales, desde las 09.00 hasta la misa. Este año también tuvo lugar el encuentro de las distintas Caritas parroquiales, en el colegio “San Pablo” de Zárate, a los fines de presentar las orientaciones de la asamblea federal de Caritas en Santa Fe, y también la jornada de Juventud, en la que se distinguió “Jóvenes”, “Vocacional” y “Universitarios” (estos últimos con el lema: “La verdad brota de la tierra”, del salmo 85).
El año pasado, dicha “Misión Joven” tuvo lugar en Pilar (Nuestra Señora del Pilar) como antes lo tuvo en Campana, Maquinista Savio, Baradero, Escobar, San Antonio de Areco (para los festejos del Bicentenario), la de Pilar, ya citada, y este año, por primera vez, en la ciudad de Zárate, donde las parroquias de Nuestra Señora del Carmen (junto con la vicaría de Nuestra Señora de Fátima), Nuestra Señora de Luján, María de Nazaret y San José Obrero asumieron colaborar con la “Misión Joven” que tendrá lugar a inicios de octubre, y que ha comenzado a prepararse ahora, también con el sentido de la apertura del Año de la Fe, que en la diócesis tendrá lugar el sábado 13 de octubre.
Los sacerdotes de la parroquia de Ntra. Sra. del Carmen, Mons. Ariel Pérez, el Pbro. Eduardo Mussato y el Pbro. Adrián Lázaro coordinaron la preparación pastoral de este acontecimiento diocesano, con la colaboración de muchos. De hecho, desde Zárate parte el inicio de la peregrinación del Pueblo de Dios a Luján (en noviembre) y para estas fiestas patronales
La Caritas, con Mons. Ariel Pérez, la Sra. Margarita Andreini y colaboradores del consejo diocesano, la Delegación de Juventud, con el Pbro. Hugo Lovatto, secretariado general y áreas juveniles (tales como el área de “Partida” y de “Jornada” entre otros), la Delegación de catequesis, con el Pbro. Fernando Crevatín y la junta diocesana, la Delegación de migrantes e itinerantes, con el Pbro. Alfredo Meóniz y su grupo colaborador, la Delegación de Misiones (que dirige Mons. Marcelo Monteagudo) y muy numerosos sacerdotes, diáconos permanentes y fieles laicos y laicas han colaborado en especial para estas Jornadas festivas, a las cuales la participación fue mucho mayor aún que la esperada. Grupos de jóvenes del partido de Pilar, de Escobar, de Campana y de Zárate mismo colmaron las calles, con mucha gente del lugar, y también grupos de alumnos de los colegios de San Pablo, San Francisco de Asís y Santo Tomás de Aquino, este último de Campana. Asociaciones de fieles, sociedades de vida apostólica y miembros de institutos religiosos, entre las cuales las Hnas. Misioneras de la Caridad, de la Madre Teresa,  así como las religiosas de la Santa Cruz, con la participación del colegio de la Sagrada Familia, laicos y laicas consagrados, muy numerosas familias, dieron a la jornada pastoral y al día de la Virgen una significación que llamó la atención en la ciudad.
En días pastorales también se honró a la Virgen en Baradero (Pquia. de Nuestra Señora de Luján), en una misma parroquia de Zárate, con el mismo título, en Nuestra Señora de Luján y los Santos Apóstoles Pedro y Pablo (Campana) y en Nuestra Señora de Luján y San José Obrero (en Zelaya, Pilar).

martes, 1 de mayo de 2012

Día del Trabajador en Zelaya con referencia al Documento de Aparecida

éste articulo puede leerse también en:
http://www.aica.org/
 http://padrenuestro.net/
 
1ro. de Mayo, Día del Trabajador y San José Obrero, en Zelaya (Pilar) y "Pastoral orgánica" para las Fiestas Patronales con Aparecida
Mons. Sarlinga en Misa en Zelaya
El día 1ro. de mayo el Obispo de Zárate-Campana, Mons. Oscar Sarlinga concurrió a la localidad de Zelaya (partido de Pilar) donde se festeja el Día del Trabajador. Los actos comenzaron a las 9.30 en la la plaza central, con el izamiento de la bandera, contando con la presencia de las autoridades municipales y eclesiásticas, y las escuelas de la zona. Prosiguió al acto la celebración de la Misa, en honor de San José, Obrero. La parroquia de Zelaya tiene como titulares a la Santísima Virgen María en su advocación de Nuestra Señora de Luján y al Patriarca San José, Obrero. Fue erigida como parroquia en 2009 y su actual pastor es el Pbro. Penin, el cual concelebró con el Obispo en la misa patronal. La asistencia de fieles fue muy numerosa y se encontraron presentes distintas autoridades del partido civil, entre los cuales el Intendente Municipal, concejales, delegados municipales, y mucha gente del pueblo.
Mons. Oscar Sarlinga en la parroquia de Zelaya

Misión en Zárate la iglesia del Carmen vista desde lo alto
El Obispo se refirió en la homilía a San José como custodio de la Sagrada Familia y como padre legal de Jesús, el Verbo hecho Hombre, y dijo que, siendo de la estirpe de David, era un trabajador, más específicamente carpintero, puesto que Dios así lo dispuso para el sustento de la Familia elegida, dado que el trabajo dignifica, nos plenifica en tanto imagen divina. Dijo también que Zelaya presentaba visibles signos de progreso cívico, y que se alegraba ´de la mayor participación en las celebraciones, así como del exponencial crecimiento de la asistencia a la ahora ya célebre "Via Crucis", los Viernes Santos, en que acuden miles de participantes, peregrinos e incluso visitantes de otros lugares. Pidió que se mantenga el sentido religioso de dicho evento, que tiene como mérito la participación de decenas y decenas de vecinos, la confección de trajes de época en la que casi todo el pueblo se empeña, y la organización y logística, de la que toman parte también numerosos jóvenes. Los cálculos de las autoridades policiales acerca de la asistencia el pasado Viernes Santo fue de 4.500 personas, en una localidad que en total cuenta con 7.000 habitantes.
La pastoral orgánica se ve en la Caminata institucional de Caritas

 Seis años atrás 1a. Fiesta Patronal diocesana con Misión
Al término Mons. Sarlinga agradeció a todos, y mencionó también, a pedido del P. Penin, que para el mes de diciembre, posiblemente para la solemnidad de la Inmaculada Concepción, iba a estar listo el monolito recordatorio del "Milagro de la Virgen de Luján", en el predio adyacente a la iglesia parroquial, pues según datos históricos del investigador e histórico de la Virgen Patrona de la Argentina, fue "en esos parajes" por donde pasaba el camino que tomaban las carretas de Buenos Aires al Norte. De hecho, es histórico que fue recién con los años cuando la sagrada imagen fue trasladada en solemne procesión al lugar donde se halla hoy la célebre Basílica, en la ciudad de Luján.
Mons. Oscar Sarlinga prosiguió en su homilía con la preparación a las Fiestas patronales, que como es sabido se celebran en la ciudad, partido o localidad donde se tendrá luego la "Misión Joven", en este caso la ciudad de Zárate, donde el día 5 el Obispo y gran parte de los presbíteros celebrarán la Santa Misa, luego de un día de Jornada Pastoral, tanto de Cáritas, Pastoral de Jóvenes y otras pastorales específicas. Añadió que el tema transversal será "la pastoral orgánica", razón por lo cual explicó algunos puntos del Documento de Aparecida que se refieren a ello, y que ofrecemos a continuación. Dijo también el Obispo que la temática será objeto tanto de los encuentros pastorales del día 5, previo a la Misa patronal, como de de la próxima reunión de la Junta pastoral de la diócesis.
Al término de la Misa, el Obispo, el P. Penin, las autoridades civiles y toda la concurrencia emprendieron la procesión de algunas cuadras hasta el gran palco que hizo de cabecera a la prosecución de los festejos populares, entre los cuales se contó con desfile gauchesco y de vehículos al servicio de la comundiad.

Ofrecemos ahora algunos aspectos de la "Pastoral orgánica" y su mención en el Documento de Aparecida.
Desde la eclesiología de comunión del Concilio Vaticano II y del magisterio latinoamericano, se ha querido renovar la tarea evangelizadora con una actualizada Pastoral Orgánica. Ella es expresión de la realidad teológica de la Iglesia como Cuerpo de Cristo: el Verbo encarnado que nos participa, por su Misterio Pascual, de la vida trinitaria, como Pueblo de Dios al servicio liberador del mundo. La Exhortación Apostólica de S.S. Juan Pablo II, “Ecclesia in America”, nos señala que la tarea de la Iglesia en nuestro continente consiste en encontrarnos con Cristo vivo, camino de conversión, de comunión y participación y de compromiso solidario por la justicia social. Trilogía que proviene de la eclesiología del Vaticano II, donde laI glesia se entiende como Misterio, Comunión y Misión. Desde este marco global, la renovada Pastoral Orgánica viene a plasmar estos propósitos que arrancan desde la identidad y la misión de la Iglesia de siempre y para nuestros tiempos. Empeño que nos invita a integrar todo lo que somos y hacemos en la Persona misma de Jesús y de su Cuerpo, la Iglesia, en quien la Pastoral Orgánica se reconoce, organiza y entrega. Por lo tanto, la Animación Bíblica de la Pastoral, como todas las demás dimensiones, funciones, tareas y personas de la acción evangelizadora, se preocupará tanto de integrarse como diferenciarse del conjunto para entregar lo propio. Cuidando que nada ni nadie quede excluido o disminuido y procurando que su aporte pueda enriquecer a todos. Su rol específico se comprende en la diversidad y en la armonía con todo el organismo vivo.

El DOCUMENTO DE APARECIDA

Menciona específicamente la "Pastoral orgánica" en el n. 99 como uno de los "frutos" o "luces" de los esfuerzos pastorales:
Aparecida, N. 99: "Destacamos algunos frutos o luces de los esfuerzos pastorales: el conocimiento de la Palabra de Dios, los ministerios laicales,florecimiento de las comunidades eclesiales de base, la DoctrinaSocial de la Iglesia, la Pastoral Orgánica".
En el número 100 señala algunas "sombras":
100. Pero también notamos sombras, entre ellas mencionamos el poco crecimiento porcentual de feligreses católicos, poca vivencia por la opción preferencial por los pobres, escaso acompañamiento a los laicos en sus tareas de servicio a la sociedad, nos preocupa una espiritualidad individualista, poca aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia, lenguaje poco significativo, insuficiente número de sacerdotes y una mala distribución en las comunidades. Falta espíritu misionero y solidario. Algunos movimientos no siempre se integran en la pastoral parroquial y diocesana. Muchos católicos están abandonando la Iglesia.
100-h. Reconocemos que, en ocasiones, algunos católicos se han apartado del Evangelio, que requiere un estilo de vida más fiel a la verdad y a la caridad,más sencillo, austero y solidario.
Aparecida se refiere a la diócesis como "lugar privilegiado" de comunión:

LA DIÓCESIS
5.2 LUGARES ECLESIALES PARA LA COMUNIÓN
5.2.1 La diócesis, lugar privilegiado de la comunión
164. La vida en comunidad es esencial a la vocación cristiana. El discipulado y la misión siempre suponen la pertenencia a una comunidad. Dios no quiso salvarnos aisladamente, sino formando un Pueblo. Este es un aspecto que distingue la vivencia de la vocación cristiana de un simple sentimiento religioso individual. Por eso, la experiencia de fe siempre se vive en una Iglesia Particular.
165. Reunida y alimentada por la Palabra y la Eucaristía, la Iglesia católica existe y se manifiesta en cada Iglesia particular, en comunión con el Obispo de Roma. Esta es, como lo afirma el Concilio, “una porción del pueblo de Dios confiada a un obispo para que la apaciente con su presbiterio”.
166. La Iglesia particular es totalmente Iglesia, pero no es toda la Iglesia. Es la realización concreta del misterio de la Iglesia Universal, en un determinado lugar y tiempo. Para eso, ella debe estar en comunión con las otras Iglesias particulares y bajo el pastoreo supremo del Papa, Obispo de Roma, que preside todas las Iglesias.
167. La maduración en el seguimiento de Jesús y la pasión por anunciarlo requieren que la Iglesia particular se renueve constantemente en su vida y ardor misionero. Sólo así puede ser, para todos los bautizados, casa y escuela de comunión, de participación y solidaridad.
En su realidad social concreta, el discípulo hace la experiencia del encuentro con Jesucristo vivo, madura su vocación cristiana, descubre la riqueza y la gracia de ser misionero y anuncia la Palabra con alegría.
Y en razón de esto, hace alusión al "plan de formación" o plan "orgánico" de pastoral

EL PLAN DE FORMACIÓN, O EL PLAN ORGÁNICO DE PASTORAL
6.2.2.3 Una formación respetuosa de los procesos 281. Llegar a la estatura de la vida nueva en Cristo, identificándose profundamente con Él y su misión, es un camino largo, que requiere itinerarios diversificados, respetuosos de los procesos personales y de los ritmos comunitarios, continuos y graduales. En la diócesis el eje central deberá ser un proyecto orgánico de formación, aprobado por el Obispo y elaborado con los organismos diocesanos competentes, teniendo en cuenta todas las fuerzas vivas de la Iglesia particular: asociaciones, servicios y movimientos, comunidades religiosas, pequeñas comunidades, comisiones de pastoral social, y diversos organismos eclesiales que ofrezcan la visión de conjunto y la convergencia de las diversas iniciativas. Se requieren también equipos de formación convenientemente preparados que aseguren la eficacia del proceso mismo y que acompañen a las personas con pedagogías dinámicas, activas y abiertas. La presencia y contribución de laicos y laicas en los equipos de formación aporta una riqueza original, pues, desde sus experiencias y competencias ofrecen criterios, contenidos y testimonios valiosos para quienes se están formando.
6.2.2.4 Una formación que contempla el acompañamiento de los discípulos 282. Cada sector del Pueblo de Dios pide ser acompañado y formado de acuerdo con la peculiar vocación y ministerio al que ha sido llamado: el obispo que es el principio de la unidad en la diócesis mediante el triple ministerio de enseñar, santificar y gobernar; los presbíteros, cooperando con el ministerio del obispo, en el cuidado del pueblo de Dios que les es confiado; los diáconos permanentes en el servicio vivificante, humilde y perseverante como ayuda valiosa para obispos y presbíteros; los consagrados y consagradas en el seguimiento radical del Maestro; los laicos y laicas que cumplen su responsabilidad evangelizadora colaborando en la formación de comunidades cristianas y en la construcción del Reino de Dios en el mundo. Se requiere, por tanto, capacitar a quienes puedan acompañar espiritual y pastoralmente a otros.
283. Destacamos que la formación de los laicos y laicas debe contribuir ante todo a una actuación como discípulos misioneros en el mundo, en la perspectiva del diálogo y de la transformación de la sociedad. Es urgente una formación específica para que puedan tener una incidencia significativa en los diferentes campos, sobre todo “en el mundo vasto de la política, de la realidad social y de la economía, como también de la cultura, de las ciencias y de las artes, de la vida internacional, de los medios y de otras realidades abiertas a la evangelización”.

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