martes, 6 de enero de 2009

SOLEMNIDAD DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR

El martes 6 de enero, en la Solemnidad de la Epifanía del Señor, el Obispo diocesano, Mons. Oscar Sarlinga, celebró la misa vespertina en Campana.
En su homilía, el Obispo destacó la significación de la «Epifanía», “palabra que a nuestros oídos ya quizá no diga tanto –dijo- pero que es riquísima de sentido, porque se trata de la «manifestación», del «darse a conocer» del Rey-Mesías, a los Reyes de pueblos paganos, sí, pero Reyes Sabios, quienes, siguiendo el trazado de la luciente Estrella, acudieron a adorar a Jesucristo, el Hijo de Dios Vivo, nuestro Redentor y Salvador, el cual «se hace manifiesto» a todos los pueblos, a todas las naciones, porque la Salvación ofrecida es para todos”.
Luego de recordar las lindas tradiciones que vivimos cuando niños, las de la vigilia de los Reyes Magos, cuando esperábamos su visita en nuestros hogares, acotó que “estos Reyes Sabios, quizá por conocimiento de antiguas profecías, o su versación en ciencias –sin descartar las de los astros- esperaban que la Estrella los condujera al Nuevo Rey; también Herodes consultó a los letrados y Doctores de la Ley, quienes señalaron Belén como la cuna del Mesías”.
Los Reyes Magos, añadió Mons. Sarlinga, “se pusieron presurosos en camino, y consultaron al Rey Herodes, el cual, lleno de envidia por reducir el mesianismo de Jesús a una amenaza contra el poder herodiano, se llenó de furor, el cual ocasionó después la masacre de los Inocentes. Pero, como las personas rectas e inocentes no son tontas –ésta es una lamentable confusión que suele darse-, una vez que adoraron al Mesías, al que encontraron junto a Su Madre, y San José, y le ofrecieron sus dones (oro, incienso y mirra) los Reyes retomaron otro camino y no volvieron donde Herodes, lleno éste de malas intenciones para con el Niño Rey. Cambiaron enteramente de camino, una vez que encontraron a Aquél que es el Camino, la Verdad y la Vida”. A este respecto, el Obispo citó luego dos párrafos pertenecientes al P. Raniero Cantalamessa respecto del «cambio de camino» de los Reyes Magos:
“Y vayamos finalmente con los protagonistas de esta festividad, los Magos. Ellos no enseñan con las palabras, sino con los hechos; no con lo que dicen, sino con lo que hacen. No titubearon, se pusieron en camino; dejaron la seguridad del propio ambiente, de moverse con gente conocida que les reverenciaba. Actuaron consecuentemente, sin vacilación. Si se hubieran puesto a calcular uno a uno los peligros, las incógnitas del viaje, habrían perdido la determinación inicial y se habrían enredado en consideraciones vanas y estériles. Una última indicación preciosa nos llega de los Magos. «Avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino». Cuando se ha encontrado a Cristo, ya no se puede volver por el mismo camino. Al cambiar la vida, cambia la vía. El encuentro con Cristo debe determinar un hito, un cambio de costumbres”(1)
De tal modo, dijo Mons. Sarlinga, “el verdadero encuentro con Jesús es determinante, es un encuentro que nos hace re-nacer cada día (eso significa un cambio interior de costumbres), y nos hace permanentemente encaminarnos en su Vida, su Camino de Amor, que nos da fuerzas para luchar cada día, con las armas de la paz, por el bien y la verdad, que nos hace buscar la justicia, vivir el amor en serio, hacer el bien, tener el coraje de vivir de verdad los valores evangélicos, en la familia, en la comunidad, tener compasión para con quienes más lo necesitan, construir siempre, reconstruir incluso, dar vida y ser siempre para los otros causa de bendición. Eso es encontrarnos con Jesús, el Camino”.
Concluida su homilía, el Obispo exhortó a la feligresía a la generosidad en la Colecta por África, recordando cómo ese continente tan sufriente en sus pueblos que quieren levantarse y crecer, necesita de la ayuda de todos nosotros, “pueblos con cristiandades vigorosas” –dijo- “donde la fe católica quiere expandirse en paz y libertad, pero en medio de grandes dificultades, las del subdesarrollo, la indiferencia, cuando no la persecución”.

(1) RANIERO CANTALAMESSA, Comentario del padre Raniero Cantalamessa, OFM Cap. --predicador de la Casa Pontificia-- en la solemnidad de Epifanía, 4 de enero de 2008.

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