domingo, 31 de mayo de 2015

Evangelio del Domingo 31 de Mayo

Solemnidad de la Santísima Trinidad

Evangelio según San Mateo 28,16-20.


En aquel tiempo, los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado.
Al verlo, se postraron delante de el; sin embargo, algunos todavía dudaron.
Acercándose, Jesús les dijo: "Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra.
Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo".


Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus. 

sábado, 30 de mayo de 2015

Evangelio del Sábado 30 de Mayo

Sábado de la octava semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Marcos 11,27-33.

Y llegaron de nuevo a Jerusalén. Mientras Jesús caminaba por el Templo, los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos se acercaron a él y le dijeron: "¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿O quién te dio autoridad para hacerlo?".
Jesús les respondió: "Yo también quiero hacerles una sola pregunta. Si me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas.
Díganme: el bautismo de Juan, ¿venía del cielo o de los hombres?".
Ellos se hacían este razonamiento: "Si contestamos: 'Del cielo', él nos dirá: '¿Por qué no creyeron en él?'.
¿Diremos entonces: "De los hombres'?". Pero como temían al pueblo, porque todos consideraban que Juan había sido realmente un profeta, respondieron a Jesús: "No sabemos". Y él les respondió: "Yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas".

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

viernes, 29 de mayo de 2015

Evangelio del Viernes 29 de Mayo

Viernes de la octava semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Marcos 11,11-26.

Jesús llegó a Jerusalén y fue al Templo; y después de observarlo todo, como ya era tarde, salió con los Doce hacia Betania.
Al día siguiente, cuando salieron de Betania, Jesús sintió hambre.
Al divisar de lejos una higuera cubierta de hojas, se acercó para ver si encontraba algún fruto, pero no había más que hojas; porque no era la época de los higos.
Dirigiéndose a la higuera, le dijo: "Que nadie más coma de tus frutos". Y sus discípulos lo oyeron.
Cuando llegaron a Jerusalén, Jesús entró en el Templo y comenzó a echar a los que vendían y compraban en él. Derribó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas,
y prohibió que transportaran cargas por el Templo.
Y les enseñaba: "¿Acaso no está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración para todas las naciones? Pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones".
Cuando se enteraron los sumos sacerdotes y los escribas, buscaban la forma de matarlo, porque le tenían miedo, ya que todo el pueblo estaba maravillado de su enseñanza.
Al caer la tarde, Jesús y sus discípulos salieron de la ciudad.
A la mañana siguiente, al pasar otra vez, vieron que la higuera se había secado de raíz.
Pedro, acordándose, dijo a Jesús: "Maestro, la higuera que has maldecido se ha secado".
Jesús le respondió: "Tengan fe en Dios.
Porque yo les aseguro que si alguien dice a esta montaña: 'Retírate de ahí y arrójate al mar', sin vacilar en su interior, sino creyendo que sucederá lo que dice, lo conseguirá.
Por eso les digo: Cuando pidan algo en la oración, crean que ya lo tienen y lo conseguirán.
Y cuando ustedes se pongan de pie para orar, si tienen algo en contra de alguien, perdónenlo, y el Padre que está en el cielo les perdonará también sus faltas".
Pero si no perdonan, tampoco el Padre que está en el cielo los perdonará a ustedes.


Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

jueves, 28 de mayo de 2015

Evangelio del Jueves 28 de Mayo

Jueves de la octava semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Marcos 10,46-52.

Después llegaron a Jericó. Cuando Jesús salía de allí, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud, el hijo de Timeo -Bartimeo, un mendigo ciego- estaba sentado junto al camino.
Al enterarse de que pasaba Jesús, el Nazareno, se puso a gritar: "¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!".
Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: "¡Hijo de David, ten piedad de mí!".
Jesús se detuvo y dijo: "Llámenlo". Entonces llamaron al ciego y le dijeron: "¡Animo, levántate! El te llama".
Y el ciego, arrojando su manto, se puso de pie de un salto y fue hacia él.
Jesús le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?". El le respondió: "Maestro, que yo pueda ver".
Jesús le dijo: "Vete, tu fe te ha salvado". En seguida comenzó a ver y lo siguió por el camino.


Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

miércoles, 27 de mayo de 2015

Evangelio del Miércoles 27 de Mayo

Miércoles de la octava semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Marcos 10,32-45.

Mientras iban de camino para subir a Jerusalén, Jesús se adelantaba a sus discípulos; ellos estaban asombrados y los que lo seguían tenían miedo. Entonces reunió nuevamente a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder:
"Ahora subimos a Jerusalén; allí el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas. Lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos:
ellos se burlarán de él, lo escupirán, lo azotarán y lo matarán. Y tres días después, resucitará".
Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir".
El les respondió: "¿Qué quieren que haga por ustedes?".
Ellos le dijeron: "Concédenos sentarnos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria".
Jesús les dijo: "No saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz que yo beberé y recibir el bautismo que yo recibiré?".
"Podemos", le respondieron. Entonces Jesús agregó: "Ustedes beberán el cáliz que yo beberé y recibirán el mismo bautismo que yo.
En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes han sido destinados".
Los otros diez, que habían oído a Santiago y a Juan, se indignaron contra ellos.
Jesús los llamó y les dijo: "Ustedes saben que aquellos a quienes se considera gobernantes, dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad.
Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes;
y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos.
Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud".

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

martes, 26 de mayo de 2015

Evangelio del Martes 26 de Mayo

Martes de la octava semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Marcos 10,28-31.

Pedro le dijo a Jesús: "Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido".
Jesús respondió: "Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia, desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y, campos, en medio de las persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna.
Muchos de los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros".

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

lunes, 25 de mayo de 2015

Evangelio del Lunes 25 de Mayo

Lunes de la octava semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Marcos 10,17-27.

Cuando Jesús se puso en camino, un hombre corrió hacia él y, arrodillándose, le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?".
Jesús le dijo: "¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno.
Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre".
El hombre le respondió: "Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud".
Jesús lo miró con amor y le dijo: "Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme".
El, al oír estas palabras, se entristeció y se fue apenado, porque poseía muchos bienes.
Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: "¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!".
Los discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero Jesús continuó diciendo: "Hijos míos, ¡Qué difícil es entrar en el Reino de Dios!.
Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios".
Los discípulos se asombraron aún más y se preguntaban unos a otros: "Entonces, ¿quién podrá salvarse?".
Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: "Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él todo es posible".

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

domingo, 24 de mayo de 2015

Evangelio del Domingo 24 de Mayo

Solemnidad de Pentecostés

Evangelio según San Juan 15,26-27.16,12-15.


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Cuando venga el Paráclito que yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, él dará testimonio de mí.
Y ustedes también dan testimonio, porque están conmigo desde el principio.
Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora.
Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo.
El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes.
Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: 'Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes'."

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

sábado, 23 de mayo de 2015

Dios concedió al Obispo mártir la capacidad de ver y oír el sufrimiento de su Pueblo, el Papa sobre Romero


 
2015-05-23 Radio Vaticana

(RV).- Con motivo de la beatificación de Monseñor Óscar Arnulfo Romero Galdámez, el Papa Francisco envió una Carta, este 23 de mayo, a Monseñor José Luis Escobar Alas Arzobispo de San Salvador y Presidente de la Conferencia Episcopal de El Salvador.

Dirigiéndose a este querido hermano, el Obispo de Roma se une a la alegría, en este día de fiesta para la Nación salvadoreña, y también para los países hermanos latinoamericanos, dando gracias a Dios porque concedió al Obispo mártir la capacidad de ver y oír el sufrimiento de su pueblo, y fue moldeando su corazón para que, en su nombre, lo orientara e iluminara, hasta hacer de su obrar un ejercicio pleno de caridad cristiana.

El Santo Padre recuerda que “en ese hermoso país centroamericano el Señor concedió a su Iglesia un Obispo celoso que, amando a Dios y sirviendo a los hermanos, se convirtió en imagen de Cristo Buen Pastor: quien en tiempos de difícil convivencia, supo guiar, defender y proteger a su rebaño, permaneciendo fiel al Evangelio y en comunión con toda la Iglesia”.

El Papa Bergoglio también escribe que el ministerio del nuevo Beato “se distinguió por una particular atención a los más pobres y marginados. Y en el momento de su muerte, mientras celebraba el Santo Sacrificio del amor y de la reconciliación, recibió la gracia de identificarse plenamente con Aquel que dio la vida por sus ovejas”.

Francisco destaca asimismo que la voz del nuevo Beato “sigue resonando hoy para recordarnos que la Iglesia (…) es familia de Dios, en la que no puede haber ninguna división”. Porque la fe en Jesucristo, “cuando se entiende bien y se asume hasta sus últimas consecuencias genera comunidades artífices de paz y de solidaridad”. De ahí que agregue que “a esto es a lo que está llamada hoy la Iglesia en El Salvador, en América y en el mundo entero: a ser rica en misericordia, a convertirse en levadura de reconciliación para la sociedad”.

“Monseñor Romero nos invita a la cordura y a la reflexión, al respeto a la vida y a la concordia – escribe el Santo Padre –. U añade que “es necesario renunciar a la violencia de la espada, a la del odio, y vivir la violencia del amor, la que dejó a Cristo clavado en una cruz, la que se hace cada uno para vencer sus egoísmos y para que no haya desigualdades tan crueles entre nosotros”.

Antes de concluir su carta en la que pide al Presidente de la Conferencia Episcopal de El Salvador que rece y haga rezar por él, el Papa destaca que el nuevo Beato “supo ver y experimento en su propia carne el egoísmo que se esconde en quienes no quieren ceder de lo suyo para que alcance a los demás”.

Y recuerda que es un “momento favorable para una verdadera y propia reconciliación nacional ante los desafíos que hoy se afrontan”. Por esta razón el Papa participa de sus esperanzas, se une a sus oraciones para que florezca la semilla del martirio y se afiancen por los verdaderos senderos a los hijos e hijas de esa nación, que se precia de llevar el nombre del divino Salvador del mundo”.

(María Fernanda Bernasconi - RV).

Texto de la Carta del Santo Padre Francisco con motivo de la beatificación de Monseñor Óscar Arnulfo Romero Galdámez

Excmo. Mons. José Luis Escobar Alas

Arzobispo de San Salvador

Presidente de la Conferencia Episcopal de El Salvador

Querido Hermano: La beatificación de monseñor Óscar Arnulfo Romero Galdámez, que fue Pastor de esa querida Arquidiócesis, es motivo de gran alegría para los salvadoreños y para cuantos gozamos con el ejemplo de los mejores hijos de la Iglesia. Monseñor Romero, que construyó la paz con la fuerza del amor, dio testimonio de la fe con su vida entregada hasta el extremo.

El Señor nunca abandona a su pueblo en las dificultades, y se muestra siempre solícito con sus necesidades. Él ve la opresión, oye los gritos de dolor de sus hijos, y acude en su ayuda para librarlos de la opresión y llevarlos a una nueva tierra, fértil y espaciosa, que “mana leche y miel” (cf. Ex 3, 7-8). Igual que un día eligió a Moisés para que, en su nombre, guiara a su pueblo, sigue suscitando pastores según su corazón, que apacienten con ciencia y prudencia su rebaño (cf. Jer 3, 15).

En ese hermoso país centroamericano, bañado por el Océano Pacífico, el Señor concedió a su Iglesia un Obispo celoso que, amando a Dios y sirviendo a los hermanos, se convirtió en imagen de Cristo Buen Pastor. En tiempos de difícil convivencia, Monseñor Romero supo guiar, defender y proteger a su rebaño, permaneciendo fiel al Evangelio y en comunión con toda la Iglesia. Su ministerio se distinguió por una particular atención a los más pobres y marginados. Y en el momento de su muerte, mientras celebraba el Santo Sacrificio del amor y de la reconciliación, recibió la gracia de identificarse plenamente con Aquel que dio la vida por sus ovejas.

En este día de fiesta para la Nación salvadoreña, y también para los países hermanos latinoamericanos, damos gracias a Dios porque concedió al Obispo mártir la capacidad de ver y oír el sufrimiento de su pueblo, y fue moldeando su corazón para que, en su nombre, lo orientara e iluminara, hasta hacer de su obrar un ejercicio pleno de caridad cristiana.

La voz del nuevo Beato sigue resonando hoy para recordarnos que la Iglesia, convocación de hermanos entorno a su Señor, es familia de Dios, en la que no puede haber ninguna división. La fe en Jesucristo, cuando se entiende bien y se asume hasta sus últimas consecuencias genera comunidades artífices de paz y de solidaridad. A esto es a lo que está llamada hoy la Iglesia en El Salvador, en América y en el mundo entero: a ser rica en misericordia, a convertirse en levadura de reconciliación para la sociedad.

Monseñor Romero nos invita a la cordura y a la reflexión, al respeto a la vida y a la concordia. Es necesario renunciar a “la violencia de la espada, la del odio”, y vivir “la violencia del amor, la que dejó a Cristo clavado en una cruz, la que se hace cada uno para vencer sus egoísmos y para que no haya desigualdades tan crueles entre nosotros”.

Él supo ver y experimentó en su propia carne “el egoísmo que se esconde en quienes no quieren ceder de lo suyo para que alcance a los demás”. Y, con corazón de padre, se preocupó de “las mayorías pobres”, pidiendo a los poderosos que convirtiesen “las armas en hoces para el trabajo”.

Quienes tengan a Monseñor Romero como amigo en la fe, quienes lo invoquen como protector e intercesor, quienes admiren su figura, encuentren en él fuerza y ánimo para construir el Reino de Dios, para comprometerse por un orden social más equitativo y digno.

Es momento favorable para una verdadera y propia reconciliación nacional ante los desafíos que hoy se afrontan. El Papa participa de sus esperanzas, se une a sus oraciones para que florezca la semilla del martirio y se afiancen por los verdaderos senderos a los hijos e hijas de esa Nación, que se precia de llevar el nombre del divino Salvador del mundo.

Querido hermano, te pido, por favor, que reces y hagas rezar por mí, a la vez que imparto la Bendición Apostólica a todos los que se unen de diversas maneras a la celebración del nuevo Beato.

Fraternamente, Francisco - Vaticano, 23 de mayo de 2015 (from Vatican Radio)

El Papa: ‘Monseñor Romero supo guiar, defender y proteger a su rebaño’

De: http://www.zenit.org/

Con ocasión de la beatificación, el Santo Padre recuerda que este arzobipo de San Salvador se convirtió en imagen de Cristo Buen Pastor

Vatican City, 23 de mayo de 2015 (ZENIT.org)

Monseñor Romero, que construyó la paz con la fuerza del amor, dio testimonio de la fe con su vida entregada hasta el extremo. Por tanto, su beatificación es “motivo de gran alegría para los salvadoreños y para cuantos gozamos con el ejemplo de los mejores hijos de la Iglesia”.

Así lo indica el santo padre Francisco en la carta enviada a monseñor José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador con ocasión de la beatificación del arzobispo Óscar Arnulfo Romero y Galdámez.

Monseñor Romero, que murió por odio a la fe, asesinado mientras celebraba misa en 1980, será beatificado hoy en la plaza del Divino Salvador del Mundo en San Salvador.

En la misiva, Francisco recuerda que “el Señor nunca abandona a su pueblo en las dificultades, y se muestra siempre solícito con sus necesidades”.    

El Pontífice afirma que el Señor concedió a la Iglesia de El Salvador “un Obispo celoso que, amando a Dios y sirviendo a los hermanos, se convirtió en imagen de Cristo Buen Pastor”. De este modo, Francisco asegura que en tiempos de difícil convivencia, “monseñor Romero supo guiar, defender y proteger a su rebaño, permaneciendo fiel al Evangelio y en comunión con toda la Iglesia”. Según indica el Papa en su carta, el ministerio del entonces arzobispo de San Salvador, se distinguió por una particular atención a los más pobres y marginados. Y en el momento de su muerte, “recibió la gracia de identificarse plenamente con Aquel que dio la vida por sus ovejas”.

El Santo Padre de gracias a Dios porque “concedió al obispo mártir la capacidad de ver y oír el sufrimiento de su pueblo, y fue moldeando su corazón para que, en su nombre, lo orientara e iluminara, hasta hacer de su obrar un ejercicio pleno de caridad cristiana”.

La voz del nuevo beato --prosigue el Papa-- sigue resonando hoy para recordarnos que la Iglesia, convocación de hermanos entorno a su Señor, es familia de Dios, en la que no puede haber ninguna división. Por eso, Francisco recuerda que la fe en Jesucristo, “cuando se entiende bien y se asume hasta sus últimas consecuencias genera comunidades artífices de paz y de solidaridad”. Y a esto es a lo que está llamada hoy la Iglesia en El Salvador, en América y en el mundo entero: “a ser rica en misericordia, a convertirse en levadura de reconciliación para la sociedad”, exhorta el Santo Padre.

Por otro lado, el Pontífice explica en su carta que monseñor Romero “nos invita a la cordura y a la reflexión, al respeto a la vida y a la concordia”.

De este modo, advierte que es necesario renunciar a “la violencia de la espada, la del odio”, y vivir “la violencia del amor, la que dejo a Cristo clavado en una cruz, la que se hace cada uno para vencer sus egoísmos y para que no haya desigualdades tan crueles entre nosotros”. Francisco reconoce que monseñor Romero supo ver y experimentó en su propia carne “el egoísmo que se esconde en quienes no quieren ceder de lo suyo para que alcance a los demás” y se preocupó de “las mayorías pobres”, pidiendo a los poderosos que convirtiesen “las armas en hoces para el trabajo”.

Finalmente, el Obispo de Roma afirma que este es un momento favorable para una verdadera y propia reconciliación nacional ante los desafíos que hoy se afrontan.

ORAR CON EL SALMO DE HOY: LOS BUENOS VERÁN EL ROSTRO DEL SEÑOR

De: https://www.facebook.com/news.va.es/

Del Salmo 10:

R/. Los buenos verán tu Rostro, Señor

El Señor está en su templo santo,
el Señor tiene su trono en el cielo;
sus ojos están observando,
sus pupilas examinan a los hombres. R/.

El Señor examina a inocentes y culpables,
y al que ama la violencia Él lo odia.
Porque el Señor es justo y ama la justicia:
los buenos verán su Rostro. R/.

Evangelio del Sábado 23 de Mayo

Sábado de la séptima semana de Pascua

Evangelio según San Juan 21,20-25.

Pedro, volviéndose, vio que lo seguía el discípulo al que Jesús amaba, el mismo que durante la Cena se había reclinado sobre Jesús y le había preguntado: "Señor, ¿quién es el que te va a entregar?".
Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús: "Señor, ¿y qué será de este?".
Jesús le respondió: "Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa? Tú sígueme".
Entonces se divulgó entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría, pero Jesús no había dicho a Pedro: "El no morirá", sino: "Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa?".
Este mismo discípulo es el que da testimonio de estas cosas y el que las ha escrito, y sabemos que su testimonio es verdadero.
Jesús hizo también muchas otras cosas. Si se las relata detalladamente, pienso que no bastaría todo el mundo para contener los libros que se escribirían.

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

viernes, 22 de mayo de 2015

PAPA FRANCISCO: JESÚS NOS ENSEÑA A SER MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE


"De otra parábola podemos extraer una enseñanza para nuestro estilo de vida cristiano. Provocado por la pregunta de Pedro acerca de cuántas veces fuese necesario perdonar, Jesús responde: «No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces siete» (Mt 18,22); y narró la parábola del “siervo despiadado”.

Éste, llamado por el patrón a restituir una grande suma, le suplica de rodillas y el patrón le condona la deuda. Pero inmediatamente encuentra otro siervo como él que le debía unos pocos céntimos, el cual le suplica de rodillas que tenga piedad; pero él se niega y lo hace encarcelar.

Entonces el patrón, advertido del hecho, se irrita mucho y volviendo a llamar aquel siervo le dice: «¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de ti?» (Mt 18,33).

Y Jesús concluye: «Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos» (Mt 18,35).

La parábola ofrece una profunda enseñanza a cada uno de nosotros. Jesús afirma que la misericordia no es solo el obrar del Padre, sino que ella se convierte en el criterio para saber quiénes son realmente sus verdaderos hijos".

"Francisco, obispo de Roma, siervo de los siervos de Dios, a cuantos lean esta carta: gracia, misericordia y paz".

(De la Bula Misericordiae Vultus -El rostro de la misericordia-, mediante la que el Papa convocó el Jubileo de la Misericordia el pasado 11 de abril).

Santa Rita de Cascia

22 de mayo. La Iglesia conmemora a Santa Rita de Cascia. Tuvo una vida muy difícil y probada. Junto con la fe, la esperanza y la caridad, el Señor trabajó en su interior la fortaleza y la templanza, y el Espíritu Santo le dio profundas ilustraciones interiores. Su vida estuvo marcada por símbolos (realizadores de verdad y bien) entre ellos las abejas, como pureza.
 

Evangelio del Jueves 22 de Mayo

Viernes de la séptima semana de Pascua

Evangelio según San Juan 21,15-19.

Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer, dijo a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?". El le respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos".
Le volvió a decir por segunda vez: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas".
Le preguntó por tercera vez: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?". Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería, y le dijo: "Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas.
Te aseguro que cuando eras joven, tú mismo te vestías e ibas a donde querías. Pero cuando seas viejo, extenderás tus brazos, y otro te atará y te llevará a donde no quieras".
De esta manera, indicaba con qué muerte Pedro debía glorificar a Dios. Y después de hablar así, le dijo: "Sígueme".

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

jueves, 21 de mayo de 2015

PAPA FRANCISCO: QUE SE PONGA FIN AL CRIMEN INACEPTABLE DE LA PERSECUCIÓN DE LOS CRISTIANOS

Tomado de: https://www.facebook.com/news.va.es/

Queridos amigos, el Papa Francisco realizó ayer, al final de la audiencia general, un nuevo llamamiento a la comunidad internacional, denunciando que cientos de cristianos son asesinados y perseguidos actualmente en el mundo a causa de su fe:

«En ocasión de las Vísperas de Pentecostés, la Conferencia Episcopal Italiana ha propuesto que en las Diócesis se recuerde a tantos hermanos y hermanas exiliados o asesinados sólo por ser cristianos - ¡son mártires!.

Deseo que ese momento de oración acreciente la conciencia de que la libertad religiosa es un derecho humano inalienable, aumente la sensibilización sobre el drama de los cristianos perseguidos en nuestro tiempo y que se ponga fin a ese inaceptable crimen».


Nos hará bien pensar en nuestra despedida de este mundo, dijo el Papa

 
2015-05-19 Radio Vaticana

(RV).- Encomendémonos al Padre en el momento de nuestra despedida de este mundo. Lo pidió el Papa en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta. Francisco se centró en el discurso de Jesús antes de la Pasión y en la despedida de Pablo en Mileto antes de ir a Jerusalén. El Pontífice dirigió su pensamiento a cuantos son víctimas de las persecuciones y obligados a huir como los Rohingya de Myanmar o los cristianos y los yazidi en Irak.

Jesús se despide para ir al Padre y enviarnos al Espíritu. San Pablo se despide antes de ir a Jerusalén y llora con los ancianos procedentes de Éfeso que querían saludarlo. El Papa se inspiró en las Lecturas del día para desarrollar su homilía acerca del significado que tiene para un cristiano “decir adiós”.

Pensemos en cuantos se ven obligados a huir de las persecuciones

“Jesús se despide, Pablo se despide – dijo Francisco – y esto nos ayudará a reflexionar acerca de nuestras despedidas”. En nuestra vida – observó el Papa – “hay tantas despedidas”, pequeñas y grandes y hay también “tanto sufrimiento, tantas lágrimas” en algunos casos.

“Pensemos hoy en aquellos pobres rohingyas de Myanmar. En el momento de dejar su tierra para huir de las persecuciones no sabían qué les habría sucedido. Y desde hace meses están en barcazas, allí… Llegan a una ciudad en la que les dan agua y comida y les dicen: ‘Váyanse’. Es una despedida. Entre otras cosas, hoy se produce esta despedida existencial grande. Piensen en la despedida de los cristianos y de los yazidis, que no piensan volver a su tierra, porque fueron expulsados de sus casas. Hoy”.

Hay pequeñas y grandes despedidas en la vida – reafirmó el Papa – como la “despedida de la mamá, que saluda y da el último abrazo al hijo que va a la guerra; y todos los días se levanta con el temor” de que alguien venga a decirle: ‘Le agradecemos mucho la generosidad de su hijo que ha dado la vida por la patria’”. T también está “la última despedida – dijo Francisco – que todos nosotros debemos hacer, cuando el Señor nos llama a la otra vida. Yo pienso en esto”.

Encomendémonos al Padre en el momento del adiós

Estas grandes despedidas de la vida, “también la última – reafirmó el Papa Bergoglio – no son las despedidas de un ‘hasta pronto’, ‘hasta luego’, ‘hasta la vista’, que son despedidas que uno sabe que vuelve, o inmediatamente o después de una semana. Hay despedidas de las que no se sabe cuándo y cómo volveré – dijo también el Santo Padre –. Y afirmó que el tema de la despedida también está presente en el arte y en las canciones:

“Me viene una a la mente, esa de los alpinos, cuando aquel capitán se despide de sus soldados: el testamento del capitán. ¿Yo pienso en la gran despedida, en mi gran despedida, no cuando debo decir ‘hasta luego’, ‘hasta más tarde’, ‘hasta la vista’, sino ‘adiós’? Estos dos textos dicen la palabra ‘adiós’. Pablo encomienda a Dios a los suyos y Jesús encomienda al Padre a sus discípulos, que permanecen en el mundo. ‘No soy del mundo, pero custódialos’. Encomendar al Padre, encomendar a Dios: éste es el origen de la palabra ‘adiós’. Nosotros decimos ‘adiós’ sólo en las grandes despedidas, tanto de la vida como en la última”.

Nos hará bien pensar en nuestra despedida de este mundo

“Creo – afirmó el Papa – que con estos dos iconos – el de Pablo, que llora de rodillas en la playa, todos allí, y en Jesús, triste, porque le esperaba la Pasión, con sus discípulos, llorando en su corazón – podemos pensar en nuestra despedida. Nos hará bien. ¿Quién será la persona que cerrará mis ojos?”:

“¿Qué dejo? Tanto Pablo como Jesús, ambos, en estos pasajes hacen una especie de examen de conciencia: ‘Yo he hecho esto, esto, esto…’. ¿Yo qué he hecho? Pero me hace bien imaginarme en aquel momento. Cuándo será, no se sabe, pero vendrá el momento en el que ‘hasta luego’, ‘hasta pronto’, ‘hasta mañana’, ‘hasta la vista’ se convertirá en ‘adiós’. ¿Yo estoy preparado para encomendar a Dios a todos los míos? ¿Para encomendarme a mí mismo a Dios? ¿Para decir aquella palabra que es la palabra del encomendarse del hijo al Padre?”.

Francisco concluyó su homilía aconsejando leer precisamente las Lecturas del día sobre la despedida de Jesús y la de Pablo, y a “pensar que un día”, también nosotros, deberemos decir aquella palabra, “adiós”: “A Dios encomiendo mi alma; a Dios encomiendo mi historia; a Dios encomiendo a los míos; a Dios encomiendo todo”.

“Que Jesús, muerto y resucitado – fue la invocación final del Papa – nos envíe al Espíritu Santo, para que aprendamos aquella palabra, aprendamos a decirla, pero existencialmente, con toda la fuerza: la última palabra, adiós”.

(María Fernanda Bernasconi - RV).

Evangelio del Jueves 21 de Mayo

Jueves de la séptima semana de Pascua

Evangelio según San Juan 17,20-26.

Jesús levantó los ojos al cielo y oró diciendo:
"Padre santo, no ruego solamente por ellos, sino también por los que, gracias a su palabra, creerán en mí.
Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno -yo en ellos y tú en mí- para que sean perfectamente uno y el mundo conozca que tú me has enviado, y que yo los amé cómo tú me amaste.
Padre, quiero que los que tú me diste estén conmigo donde yo esté, para que contemplen la gloria que me has dado, porque ya me amabas antes de la creación del mundo.
Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te conocí, y ellos reconocieron que tú me enviaste.
Les di a conocer tu Nombre, y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me amaste esté en ellos, y yo también esté en ellos".

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Evangelio del Miércoles 20 de Mayo

Miércoles de la séptima semana de Pascua

Evangelio según San Juan 17,11b-19.

Jesús levantó los ojos al cielo, y oró diciendo:
"Padre santo, cuida en tu Nombre a aquellos que me diste, para que sean uno, como nosotros.
Mientras estaba con ellos, cuidaba en tu Nombre a los que me diste; yo los protegía y no se perdió ninguno de ellos, excepto el que debía perderse, para que se cumpliera la Escritura.
Pero ahora voy a ti, y digo esto estando en el mundo, para que mi gozo sea el de ellos y su gozo sea perfecto.
Yo les comuniqué tu palabra, y el mundo los odió porque ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del Maligno.
Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Conságralos en la verdad: tu palabra es verdad.
Así como tú me enviaste al mundo, yo también los envío al mundo.
Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad."

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

martes, 19 de mayo de 2015

Evangelio del Martes 19 de Mayo

Martes de la séptima semana de Pascua

Evangelio según San Juan 17,1-11a.

Jesús levantó los ojos al cielo, diciendo:
"Padre, ha llegado la hora: glorifica a tu Hijo para que el Hijo te glorifique a ti, ya que le diste autoridad sobre todos los hombres, para que él diera Vida eterna a todos los que tú les has dado.
Esta es la Vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a tu Enviado, Jesucristo.
Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste.
Ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía contigo antes que el mundo existiera.
Manifesté tu Nombre a los que separaste del mundo para confiármelos. Eran tuyos y me los diste, y ellos fueron fieles a tu palabra.
Ahora saben que todo lo que me has dado viene de ti, porque les comuniqué las palabras que tú me diste: ellos han reconocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me enviaste.
Yo ruego por ellos: no ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque son tuyos.
Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío, y en ellos he sido glorificado.
Ya no estoy más en el mundo, pero ellos están en él; y yo vuelvo a ti."

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

lunes, 18 de mayo de 2015

Evangelio del Lunes 18 de Mayo

Lunes de la séptima semana de Pascua

Evangelio según San Juan 16,29-33.

Los discípulos le dijeron a Jesús: "Por fin hablas claro y sin parábolas.
Ahora conocemos que tú lo sabes todo y no hace falta hacerte preguntas. Por eso creemos que tú has salido de Dios".
Jesús les respondió: "¿Ahora creen?
Se acerca la hora, y ya ha llegado, en que ustedes se dispersarán cada uno por su lado, y me dejarán solo. Pero no, no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
Les digo esto para que encuentren la paz en mí. En el mundo tendrán que sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo".

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus. 

domingo, 17 de mayo de 2015

Evangelio del Domingo 17 de Mayo

Solemnidad de la Ascensión del Señor

Evangelio según San Marcos 16,15-20.

Entonces les dijo: "Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación."
El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará.
Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán".
Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios.
Ellos fueron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba su palabra con los milagros que la acompañaban.

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

sábado, 16 de mayo de 2015

Evangelio del Sábado 16 de Mayo

Sábado de la sexta semana de Pascua

Evangelio según San Juan 16,23b-28.

Aquél día no me harán más preguntas. Les aseguro que todo lo que pidan al Padre, él se lo concederá en mi Nombre.
Hasta ahora, no han pedido nada en mi Nombre. Pidan y recibirán, y tendrán una alegría que será perfecta.
Les he dicho todo esto por medio de parábolas. Llega la hora en que ya no les hablaré por medio de parábolas, sino que les hablaré claramente del Padre.
Aquel día ustedes pedirán en mi Nombre; y no será necesario que yo ruegue al Padre por ustedes, ya que él mismo los ama, porque ustedes me aman y han creído que yo vengo de Dios.
Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y voy al Padre".

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

viernes, 15 de mayo de 2015

Evangelio del Viernes 15 de Mayo

Viernes de la sexta semana de Pascua

Evangelio según San Juan 16,20-23a.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
"Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo."
La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo.
También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar.
Aquél día no me harán más preguntas."

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

jueves, 14 de mayo de 2015

Evangelio del Jueves 14 de Mayo

Fiesta de san Matías, apóstol

Evangelio según San Juan 15,9-17.

Jesús dijo a sus discípulos:
«Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor.
Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.»
Este es mi mandamiento: Amense los unos a los otros, como yo los he amado.
No hay amor más grande que dar la vida por los amigos.
Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando.
Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.
No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá.
Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.»

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

miércoles, 13 de mayo de 2015

HOY, FIESTA DE LA VIRGEN DE FÁTIMA. PALABRAS Y ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO


La Virgen de Fátima volvió a estar presente, una vez más, en la Plaza de San Pedro, cumpliendo un deseo del Papa Francisco, ya que hoy se recuerda la primera aparición de Nuestra Señora en Cova de Iría (Portugal) a los tres pastorcitos: Lucía, Jacinta y Francisco.
La imagen - bendecida en el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima - acompañó la audiencia semanal del Papa con los peregrinos llegados de tantas partes del mundo. Antes de dar inicio a la audiencia, el Pontífice se detuvo en oración ante la imagen. Luego, destacó la fecha del 13 de mayo:
«En este día de la Virgen de Fátima, los invito a multiplicar los gestos cotidianos de veneración e imitación de la Madre de Dios. Encomiéndenle todo lo que son y todo lo que tienen. Y así lograrán ser un instrumento de la misericordia y de la ternura de Dios para sus familiares, para todos los que los rodean y todos los amigos».
En sus palabras dedicadas a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados, el Papa dijo:
«Hoy es la memoria litúrgica de la Bienaventurada Virgen de Fátima. Queridos jóvenes, aprendan a cultivar la devoción a la Madre de Dios, con el rezo cotidiano del Rosario. Queridos enfermos, sientan a María presente en la hora de la cruz, y ustedes, queridos recién casados, récenle para que nunca falte en su hogar el amor y el respeto recíproco».

ACTO DE CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN DE FÁTIMA (POR EL PAPA FRANCISCO):

Bienaventurada María Virgen de Fátima,
con renovada gratitud por tu presencia maternal
unimos nuestra voz a la de todas las generaciones
que te llaman bienaventurada.
Celebramos en ti las grandes obras de Dios,
que nunca se cansa de inclinarse con misericordia hacia la humanidad,
afligida por el mal y herida por el pecado,
para curarla y salvarla.
Acoge con benevolencia de Madre
el acto de consagración que hoy hacemos con confianza,
ante esta imagen tuya tan querida por nosotros.
Estamos seguros de que cada uno de nosotros es precioso a tus ojos,
y que nada de lo que habita en nuestros corazones es ajeno a ti.
Nos dejamos alcanzar por tu dulcísima mirada
y recibimos la consoladora caricia de tu sonrisa.
Custodia nuestra vida entre tus brazos:
bendice y refuerza todo deseo de bien;
reaviva y alimenta la fe;
sostiene e ilumina la esperanza;
suscita y anima la caridad;
guíanos a todos nosotros por el camino de la santidad.
Enséñanos tu mismo amor de predilección
por los pequeños y los pobres,
por los excluidos y los que sufren,
por los pecadores y los extraviados de corazón:
congrega a todos bajo tu protección
y entrégalos a todos a tu dilecto Hijo, el Señor nuestro Jesús.
Amén.
(Acto de consagración a la Virgen de Fátima, al final de la Misa con ocasión de la Jornada mariana - Plaza de San Pedro, 13 de octubre de 2013)


El Papa Francisco continúa su serie de catequesis dedicadas a la familia.

PAPA FRANCISCO A LOS MATRIMONIOS: SI ALGUNA VEZ SE PELEAN, NO TERMINEN NUNCA EL DÍA SIN HACER LAS PACESEl Papa Francisco continúa su serie de catequesis dedicadas a la familia.

Posted by News.va Español on Miércoles, 13 de mayo de 2015

Comunicar la familia: ambiente privilegiado del encuentro en la gratuidad del amor

“¿Cómo podemos decir hoy, al hombre herido y desilusionado, que el amor entre un hombre y una mujer es algo muy bueno? ¿Cómo hacer que los hijos experimenten que son un don precioso? ¿Cómo llevar calor al corazón de la sociedad herida y cansada a causa de tantas desilusiones amorosas, y decirle: ánimo, recomencemos? ¿Cómo explicar que la familia es el primer y más significativo ambiente en el que se experimenta la belleza de la vida, la alegría del amor, la donación gratuita, el consuelo del perdón dado y recibido, y donde se comienza a encontrar al otro?”. 

http://m2.vatican.va/

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA XLIX JORNADA MUNDIAL
DE LAS COMUNICACIONES SOCIAL
ES
Comunicar la familia:
ambiente privilegiado del encuentro en la gratuidad del amor

El tema de la familia está en el centro de una profunda reflexión eclesial y de un proceso sinodal que prevé dos sínodos, uno extraordinario –apenas celebrado– y otro ordinario, convocado para el próximo mes de octubre. En este contexto, he considerado oportuno que el tema de la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales tuviera como punto de referencia la familia. En efecto, la familia es el primer lugar donde aprendemos a comunicar. Volver a este momento originario nos puede ayudar, tanto a comunicar de modo más auténtico y humano, como a observar la familia desde un nuevo punto de vista.
Podemos dejarnos inspirar por el episodio evangélico de la visita de María a Isabel (cf. Lc 1,39-56). «En cuanto Isabel oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó a voz en grito: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!”» (vv. 41-42).
Este episodio nos muestra ante todo la comunicación como un diálogo que se entrelaza con el lenguaje del cuerpo. En efecto, la primera respuesta al saludo de María la da el niño saltando gozosamente en el vientre de Isabel. Exultar por la alegría del encuentro es, en cierto sentido, el arquetipo y el símbolo de cualquier otra comunicación que aprendemos incluso antes de venir al mundo. El seno materno que nos acoge es la primera «escuela» de comunicación, hecha de escucha y de contacto corpóreo, donde comenzamos a familiarizarnos con el mundo externo en un ambiente protegido y con el sonido tranquilizador del palpitar del corazón de la mamá. Este encuentro entre dos seres a la vez tan íntimos, aunque todavía tan extraños uno de otro, es un encuentro lleno de promesas, es nuestra primera experiencia de comunicación. Y es una experiencia que nos acomuna a todos, porque todos nosotros hemos nacido de una madre.
Después de llegar al mundo, permanecemos en un «seno», que es la familia. Un seno hecho de personas diversas en relación; la familia es el «lugar donde se aprende a convivir en la diferencia» (Exort. ap. Evangelii gaudium, 66): diferencias de géneros y de generaciones, que comunican antes que nada porque se acogen mutuamente, porque entre ellos existe un vínculo. Y cuanto más amplio es el abanico de estas relaciones y más diversas son las edades, más rico es nuestro ambiente de vida. Es el vínculo el que fundamenta la palabra, que a su vez fortalece el vínculo. Nosotros no inventamos las palabras: las podemos usar porque las hemos recibido. En la familia se aprende a hablar la lengua materna, es decir, la lengua de nuestros antepasados (cf. 2 M 7,25.27). En la familia se percibe que otros nos han precedido, y nos han puesto en condiciones de existir y de poder, también nosotros, generar vida y hacer algo bueno y hermoso. Podemos dar porque hemos recibido, y este círculo virtuoso está en el corazón de la capacidad de la familia de comunicarse y de comunicar; y, más en general, es el paradigma de toda comunicación.
La experiencia del vínculo que nos «precede» hace que la familia sea también el contexto en el que se transmite esa forma fundamental de comunicación que es la oración. Cuando la mamá y el papá acuestan para dormir a sus niños recién nacidos, a menudo los confían a Dios para que vele por ellos; y cuando los niños son un poco más mayores, recitan junto a ellos oraciones simples, recordando con afecto a otras personas: a los abuelos y otros familiares, a los enfermos y los que sufren, a todos aquellos que más necesitan de la ayuda de Dios. Así, la mayor parte de nosotros ha aprendido en la familia la dimensión religiosa de la comunicación, que en el cristianismo está impregnada de amor, el amor de Dios que se nos da y que nosotros ofrecemos a los demás.
Lo que nos hace entender en la familia lo que es verdaderamente la comunicación como descubrimiento y construcción de proximidad es la capacidad de abrazarse, sostenerse, acompañarse, descifrar las miradas y los silencios, reír y llorar juntos, entre personas que no se han elegido y que, sin embargo, son tan importantes las unas para las otras. Reducir las distancias, saliendo los unos al encuentro de los otros y acogiéndose, es motivo de gratitud y alegría: del saludo de María y del salto del niño brota la bendición de Isabel, a la que sigue el bellísimo canto del Magnificat, en el que María alaba el plan de amor de Dios sobre ella y su pueblo. De un «sí» pronunciado con fe, surgen consecuencias que van mucho más allá de nosotros mismos y se expanden por el mundo. «Visitar» comporta abrir las puertas, no encerrarse en uno mismo, salir, ir hacia el otro. También la familia está viva si respira abriéndose más allá de sí misma, y las familias que hacen esto pueden comunicar su mensaje de vida y de comunión, pueden dar consuelo y esperanza a las familias más heridas, y hacer crecer la Iglesia misma, que es familia de familias.
La familia es, más que ningún otro, el lugar en el que, viviendo juntos la cotidianidad, se experimentan los límites propios y ajenos, los pequeños y grandes problemas de la convivencia, del ponerse de acuerdo. No existe la familia perfecta, pero no hay que tener miedo a la imperfección, a la fragilidad, ni siquiera a los conflictos; hay que aprender a afrontarlos de manera constructiva. Por eso, la familia en la que, con los propios límites y pecados, todos se quieren, se convierte en una escuela de perdón. El perdón es una dinámica de comunicación: una comunicación que se desgasta, se rompe y que, mediante el arrepentimiento expresado y acogido, se puede reanudar y acrecentar. Un niño que aprende en la familia a escuchar a los demás, a hablar de modo respetuoso, expresando su propio punto de vista sin negar el de los demás, será un constructor de diálogo y reconciliación en la sociedad.
A propósito de límites y comunicación, tienen mucho que enseñarnos las familias con hijos afectados por una o más discapacidades. El déficit en el movimiento, los sentidos o el intelecto supone siempre una tentación de encerrarse; pero puede convertirse, gracias al amor de los padres, de los hermanos y de otras personas amigas, en un estímulo para abrirse, compartir, comunicar de modo inclusivo; y puede ayudar a la escuela, la parroquia, las asociaciones, a que sean más acogedoras con todos, a que no excluyan a nadie.
Además, en un mundo donde tan a menudo se maldice, se habla mal, se siembra cizaña, se contamina nuestro ambiente humano con las habladurías, la familia puede ser una escuela de comunicación como bendición. Y esto también allí donde parece que prevalece inevitablemente el odio y la violencia, cuando las familias están separadas entre ellas por muros de piedra o por los muros no menos impenetrables del prejuicio y del resentimiento, cuando parece que hay buenas razones para decir «ahora basta»; el único modo para romper la espiral del mal, para testimoniar que el bien es siempre posible, para educar a los hijos en la fraternidad, es en realidad bendecir en lugar de maldecir, visitar en vez de rechazar, acoger en lugar de combatir.
Hoy, los medios de comunicación más modernos, que son irrenunciables sobre todo para los más jóvenes, pueden tanto obstaculizar como ayudar a la comunicación en la familia y entre familias. La pueden obstaculizar si se convierten en un modo de sustraerse a la escucha, de aislarse de la presencia de los otros, de saturar cualquier momento de silencio y de espera, olvidando que «el silencio es parte integrante de la comunicación y sin él no existen palabras con densidad de contenido» (Benedicto XVI, Mensaje para la XLVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 24 enero 2012). La pueden favorecer si ayudan a contar y compartir, a permanecer en contacto con quienes están lejos, a agradecer y a pedir perdón, a hacer posible una y otra vez el encuentro. Redescubriendo cotidianamente este centro vital que es el encuentro, este «inicio vivo», sabremos orientar nuestra relación con las tecnologías, en lugar de ser guiados por ellas. También en este campo, los padres son los primeros educadores. Pero no hay que dejarlos solos; la comunidad cristiana está llamada a ayudarles para vivir en el mundo de la comunicación según los criterios de la dignidad de la persona humana y del bien común.
El desafío que hoy se nos propone es, por tanto, volver a aprender a narrar, no simplemente a producir y consumir información. Esta es la dirección hacia la que nos empujan los potentes y valiosos medios de la comunicación contemporánea. La información es importante pero no basta, porque a menudo simplifica, contrapone las diferencias y las visiones distintas, invitando a ponerse de una u otra parte, en lugar de favorecer una visión de conjunto.
La familia, en conclusión, no es un campo en el que se comunican opiniones, o un terreno en el que se combaten batallas ideológicas, sino un ambiente en el que se aprende a comunicar en la proximidad y un sujeto que comunica, una «comunidad comunicante». Una comunidad que sabe acompañar, festejar y fructificar. En este sentido, es posible restablecer una mirada capaz de reconocer que la familia sigue siendo un gran recurso, y no sólo un problema o una institución en crisis. Los medios de comunicación tienden en ocasiones a presentar la familia como si fuera un modelo abstracto que hay que defender o atacar, en lugar de una realidad concreta que se ha de vivir; o como si fuera una ideología de uno contra la de algún otro, en lugar del espacio donde todos aprendemos lo que significa comunicar en el amor recibido y entregado. Narrar significa más bien comprender que nuestras vidas están entrelazadas en una trama unitaria, que las voces son múltiples y que cada una es insustituible.
La familia más hermosa, protagonista y no problema, es la que sabe comunicar, partiendo del testimonio, la belleza y la riqueza de la relación entre hombre y mujer, y entre padres e hijos. No luchamos para defender el pasado, sino que trabajamos con paciencia y confianza, en todos los ambientes en que vivimos cotidianamente, para construir el futuro. 

Vaticano, 23 de enero de 2015
Vigilia de la fiesta de San Francisco de Sales.

Francisco

13 de Mayo: Nuestra Señora de Fátima

La Virgen María (la Imagen más pura de la Iglesia) interceda por nosotros. 13 de mayo. Festividad de la Virgen María en su advocación de Nuestra Señora de Fátima. En nuestra diócesis llevan su patronazgo la parroquia homónima de Zárate (Nuestra Señora de Fátima, del bajo de Zárate), la iglesia de los PP. Siervos de María (en Pilar, donde el domingo anterior al 8 de diciembre de cada año se recibe a la peregrinación de la colectividad portuguesa), la capilla de Presidente Derqui y otros centros pastorales.
Nuestra Señora de Fátima, ruega por nosotros.
 

Evangelio del Miércoles 13 de Mayo

Miércoles de la sexta semana de Pascua

Evangelio según San Juan 16,12-15.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
"Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora.
Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo.
El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes.
Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: 'Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes'."

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

martes, 12 de mayo de 2015

Evangelio del Martes 12 de Mayo

Martes de la sexta semana de Pascua

Evangelio según San Juan 16,5-11.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
"Ahora me voy al que me envió, y ninguno de ustedes me pregunta: '¿A dónde vas?'.
Pero al decirles esto, ustedes se han entristecido.
Sin embargo, les digo la verdad: les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Paráclito no vendrá a ustedes. Pero si me voy, se lo enviaré.
Y cuando él venga, probará al mundo dónde está el pecado, dónde está la justicia y cuál es el juicio.
El pecado está en no haber creído en mí.
La justicia, en que yo me voy al Padre y ustedes ya no me verán.
Y el juicio, en que el Príncipe de este mundo ya ha sido condenado."

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

lunes, 11 de mayo de 2015

Evangelio del Lunes 11 de Mayo

Lunes de la sexta semana de Pascua

Evangelio según San Juan 15,26-27.16,1-4a.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Cuando venga el Paráclito que yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, él dará testimonio de mí.
Y ustedes también dan testimonio, porque están conmigo desde el principio.
Les he dicho esto para que no se escandalicen.
Serán echados de las sinagogas, más aún, llegará la hora en que los mismos que les den muerte pensarán que tributan culto a Dios.
Y los tratarán así porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Les he advertido esto para que cuando llegue esa hora, recuerden que ya lo había dicho.»

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus. 

domingo, 10 de mayo de 2015

Evangelio del Domingo 10 de Mayo

Sexto Domingo de Pascua

Evangelio según San Juan 15,9-17.

Jesús dijo a sus discípulos:
«Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor.
Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.»
Este es mi mandamiento: Amense los unos a los otros, como yo los he amado.
No hay amor más grande que dar la vida por los amigos.
Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando.
Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.
No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá.
Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.»

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus. 

sábado, 9 de mayo de 2015

Evangelio del Sábado 9 de Mayo

Sábado de la quinta semana de Pascua

Evangelio según San Juan 15,18-21.

Jesús dijo a sus discípulos:
«Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí.
Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero como no son del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él, el mundo los odia.
Acuérdense de lo que les dije: el servidor no es más grande que su señor. Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes; si fueron fieles a mi palabra, también serán fieles a la de ustedes.
Pero los tratarán así a causa de mi Nombre, porque no conocen al que me envió.»

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

viernes, 8 de mayo de 2015

Virgen de Luján ("Peregrina") de Zárate-Campana.

Fotografía de archivo de la Misión Joven en Exaltación de la Cruz (2013).

Oración a la Virgen de Luján

De: http://cardenaleduardopironio.blogspot.com.ar/
Oración a la Virgen de Luján
A Nuestra Señora de Luján
Virgencita de Luján,
Madre nuestra y de todos los argentinos,
Madre de los pobres y de los que sufren,
Madre de mi sacerdocio: hace cincuenta años yo era consagrado sacerdote, “hombre de Dios” y “servidor de la Iglesia”, aquí mismo, en esta Basílica en este altar, por las manos de tu apóstol, Monseñor Anunciado Serafín.
En tu corazón pobre, contemplativo y disponible, el Espíritu del Señor me ungía sacerdote con el “aceite de la alegría” (Sal. 44.8).

Hoy vuelvo como simple peregrino, después de haber hecho tanto camino de amor, de donación y de esperanza, trayendo el alma agradecida y marcada por la cruz pascual de tu Hijo Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.
Vengo a pedirte que me ayudes a dar gracias al Señor por Su fidelidad. “Dios es fiel” (1 Tes. 5,24)
Siento el peso de Su amor que me dobla las espaldas: siento la alegría inmensa de ser sacerdote.
Yo te pido que me ayudes a cantar el Magnificat de los pobres, que me prestes tu voz serena y silenciosa para gritar a los hombres, sobre todo a los jóvenes, que soy inmensamente feliz de ser sacerdote: de haber sido elegido por amor, consagrado y enviado. “Como el Padre me amó, yo los he amado a ustedes” (Jn. 15,9). “Como el Padre me envió, yo los envío a ustedes” (Jn. 20,21).
¡Cómo he sentido en mi vida la fuerza transformadora del amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo!
Mi sacerdocio quedó marcado desde sus comienzos por una honda comunión con la Trinidad Santísima (que habita en nosotros como en un templo), por el Misterio Pascual de Jesús, hecho de muerte y de resurrección, de cruz y de esperanza, por eso he predicado siempre la esperanza; por un profundo amor a la Iglesia misterio de comunión misionera, por eso he amado tanto a la Iglesia.
Yo te pido, María, que me ayudes a dar gracias a Dios por la Palabra, la Eucaristía, la Reconciliación.
¡Cómo he sentido tu presencia, oh Madre, cuando predicaba, cuando celebraba, cuando confesaba!



Te pido me ayudes a dar gracias al Señor por mi familia, cristiana y numerosa, sencilla y trabajadora, por mis padres y mis hermanos y mi hermana.
¡Cuánto me ayudaron a ser sacerdote!
Te pido, María, me ayudes a agradecer a Dios el don de los amigos, el don de mis compañeros de curso: algunos ya partieron al Padre, otros siguen viviendo cotidianamente la alegría honda de ser sacerdotes.
El Señor me regalo maestros sabios, hermanos generosos y amigos verdaderos que me ayudaron a ser fiel.
¡Qué bien hacen los amigos verdaderos! “No hay amor más grande que el de aquel que da su vida por los amigos…” “Ustedes son mis amigos” (Jn. 15,13-15).
El sacerdote es el amigo de Dios para los hombres.
Gracias por haberme enseñado la pobreza, la contemplación y la disponibilidad, el camino misionero y la esperanza, la alegría de la cruz y el camino fecundo del grano de trigo que se entierra para dar frutos en abundancia.
Señora de Luján: Tú sabes muchas cosas de mi vida que yo no puedo contar ahora.
Tú sabes que mi propia vida es un milagro de tu intercesión privilegiada.
Tú curaste a mi madre con el aceite que ardía ante tu lámpara. Tú sabes también que mis cincuenta años de sacerdocio fueron marcados ininterrumpidamente por tu presencia de Madre.
Ya que lo sabes todo, te pido simplemente que lo presentes a tu Hijo y por tu Hijo al padre en la unidad del Espíritu.
Nada más, María de Luján y de las pampas, Madre los pobres y los humildes, Nuestra Señora del milagro.
Gracias por todo, Madre de mi sacerdocio, causa de nuestra alegría y madre de la Santa Esperanza.
Madre de mi sacerdocio, cuando llegue la hora de mi vuelta al Padre, te pido que me asistas como lo hiciste siempre y me muestres el fruto bendito de tu vientre: Jesús, el Sumo y Eterno Sacerdote, el que me ungió con el Espíritu Santo para anunciar a los pobres la Buena Nueva del Reino, el que me consagró sacerdote para siempre, mediador entre Dios y los hombres.
Muchas gracias, Señora de Luján, Madre de Jesús y madre nuestra, madre de todos los argentinos.
En tu corazón dejo mis alegrías y mis cruces.
Dejo mi ofrenda de pobre: lo poco que hice y lo mucho que no supe hacer.
Dejo mi querido pueblo argentino y mi querida Iglesia que peregrina en la Argentina, la Iglesia Universal que preside Juan Pablo II.
Desde tu corazón grito al Padre: “Fiat y Magnificat”.
Que mi vida siga siendo siempre un “sí” a su designio de amor y un “muchas gracias” por sus grandes maravillas obradas en mi sencillez de pobre.
Amén.
+ Eduardo Cardenal Pironio

En la Iglesia se discute para hacer unidad y no acuerdos, dijo el Papa en su homilía

 
Es el Dios desconocido el que mueve las aguas de la Iglesia

2015-05-08 Radio Vaticana

(RV).- El Espíritu Santo crea “movimiento” en la Iglesia que, aparentemente, puede parecer “confusión” y, en cambio, si es acogido en oración y con espíritu de diálogo, siempre genera “unidad” entre los cristianos. Lo afirmó el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta en el día de la fiesta de Nuestra Señora de Luján, Patrona de la Argentina.

Es el Dios desconocido el que mueve las aguas de la Iglesia y cada vez que los cristianos, comenzando por los Apóstoles, se han confrontado con franqueza y en el diálogo, sin fomentar traiciones y “acuerdos” internos, han comprendido siempre lo que era justo hacer, gracias a la inspiración del Espíritu Santo.

Francisco profundizó este tema guiado por los Hechos de los Apóstoles refiriéndose a las situaciones de confrontación y de choque que vivió la primera comunidad cristiana.

Diálogo entre hermanos, no “acuerdos” de enemigos

Teniendo en cuenta el pasaje evangélico que narra la conclusión del primer Concilio de Jerusalén, que estableció, después de no pocas fricciones, las pocas y sencillas reglas que los nuevos convertidos al Evangelio debían observar, el Santo Padre recordó que el problema, es que anteriormente se había desatado una lucha interna entre los que definió “cerrados” – es decir el grupo de cristianos “muy apegados a la ley” que querían “imponer las condiciones del hebraísmo a los nuevos cristianos” – y Pablo de Tarso, el Apóstol de los paganos, decididamente contrario a esta constricción:

“¿Cómo resuelven el problema? Se reúnen, y cada uno da su juicio, da su opinión. Discuten, pero como hermanos, y no como enemigos. No hacen “acuerdos” afuera para vencer, no van a los poderes civiles para vencer, no matan para triunfar. Buscan el camino de la oración y del diálogo. Estos, que estaban precisamente en posiciones opuestas, dialogan y se ponen de acuerdo. Esta es obra del Espíritu Santo”.

El Espíritu mueve hacia la armonía

El Papa Bergoglio subrayó que la decisión final, se toma en la concordia. Y sobre esta base se escribe, al final del Concilio, la carta que se enviará a los “hermanos” que “provienen del paganismo” en la que, lo que se comunica, es fruto de una participación muy diferente de las maniobras o de las discusiones planteadas por los intransigentes defensores de la tradición:

“Una Iglesia en la que jamás hay problemas de este tipo me hace pensar que el Espíritu no esté tan presente. Y en una Iglesia donde siempre se discute y hay ‘acuerdos’ y se traicionan a los hermanos, ¡allí no está el Espíritu! El Espíritu es el que hace la novedad, que mueve la situación para ir adelante, que crea nuevos espacios, que crea la sabiduría que Jesús ha prometido: ‘¡Él les enseñará!’. Es el que mueve, pero es también el que, al final, crea la unidad armoniosa ente todos”.

Fieles a los “movimientos” del Espíritu

La última observación del Papa Francisco fue acerca de la frase adoptada para concluir la carta. Palabras que revelan el alma de la concordia cristiana, y no un simple acto de buena voluntad, sino un fruto del Espíritu Santo:

“Esto es lo que nos enseña hoy esta Lectura; que nos enseña el primer Concilio ecuménico. En efecto, ‘le pareció bien’ al Espíritu Santo y a nosotros… Esa es la fórmula, cuando el Espíritu nos pone a todos de acuerdo. Ahora continuemos la celebración eucarística y pidamos al Señor Jesús, que estará presente entre nosotros, que nos envíe siempre al Espíritu Santo, a nosotros, a cada uno de nosotros. Que lo envíe a la Iglesia y que la Iglesia sepa ser fiel a los movimientos que hace el Espíritu Santo”.

(María Fernanda Bernasconi - RV).

Evangelio del Viernes 8 de Mayo

Viernes dela quinta semana de Pascua

Evangelio según San Juan 15,12-17.


Jesús dijo a sus discípulos:
«Este es mi mandamiento: Amense los unos a los otros, como yo los he amado.
No hay amor más grande que dar la vida por los amigos.
Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando.
Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.
No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá.
Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.»

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

jueves, 7 de mayo de 2015

Zárate-Campana prepara su fiesta diocesana

Campana (Buenos Aires) (AICA): La diócesis de Zárate-Campana celebrará el próximo sábado 9 de mayo a la Virgen de Luján como su patrona con un encuentro por desarrollarse en la ciudad de Baradero, en coincidencia con los 400 años de la fundación de esta localidad. El lema del encuentro diocesano es “Con María de Luján y Santiago, escucha, aprende y anuncia”.

La diócesis de Zárate-Campana celebrará el próximo sábado 9 de mayo a la Virgen de Luján como su patrona con un encuentro por desarrollarse en la ciudad de Baradero, en coincidencia con los 400 años de la fundación de esta localidad y de la parroquia Santiago Apóstol, obra del misionero franciscano fray Luis Bolaños.

La convocatoria prevé el encuentro de los peregrinos a las 9.30 en el colegio San José, sito en Anchorena 707. Allí se comenzará con una charla disparadora a cargo del presbítero Dante De Sanzzi, director nacional de las Obras Misionales Pontificias en la Argentina (OMP).

Luego del encuentro de todos los fieles, se realizarán las habituales reuniones de las diferentes áreas pastorales diocesanas. El lema del encuentro diocesano es “Con María de Luján y Santiago, escucha, aprende y anuncia”.

A las 15, los fieles se congregarán nuevamente para preparar la procesión, y una hora más tarde, el obispo de Zárate-Campana, monseñor Oscar Sarlinga, presidirá la misa en compañía de los sacerdotes diocesanos y religiosos que atienden las comunidades de esta diócesis del norte bonaerense.+

Evangelio del Jueves 7 de Mayo

Jueves de la quinta semana de Pascua

Evangelio según San Juan 15,9-11.

Jesús dijo a sus discípulos:
«Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor.
Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.»


Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Evangelio del Miércoles 6 de Mayo

Miércoles de la quinta semana de Pascua

Evangelio según San Juan 15,1-8.

Jesús dijo a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador.
El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía.
Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié.
Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer.
Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde.
Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.
La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.»

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

martes, 5 de mayo de 2015

Evangelio del Martes 5 de Mayo

Martes de la quinta semana de Pascua

Evangelio según San Juan 14,27-31a.

Jesús dijo a sus discípulos:
«Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡ No se inquieten ni teman !
Me han oído decir: 'Me voy y volveré a ustedes'. Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que yo.
Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean.
Ya no hablaré mucho más con ustedes, porque está por llegar el Príncipe de este mundo: él nada puede hacer contra mí,
pero es necesario que el mundo sepa que yo amo al Padre y obro como él me ha ordenado.»


Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.

lunes, 4 de mayo de 2015

Jornada de oración en unión con los Obispos argentinos.

Este día 8 (propiamente en el día de la Virgen de Luján) los invitamos a la celebración en la parroquia de Nuestra Señora de Luján y los Santos Apóstoles Pedro y Pablo (en Campana) para rezar por las intenciones que nos encomendó la Conferencia Episcopal Argentina. 
El día sábado 9 tenemos las Fiestas Patronales diocesanas (de la Virgen de Luján) en Baradero. 
El domingo 10 estaré, Dios mediante, en la parroquia de Nuestra Señora de Luján, de Zárate, para sus fiestas patronales (misa a las 10.30).

Evangelio del Lunes 4 de Mayo

Lunes de la quinta semana de Pascua

Evangelio según San Juan 14,21-26.

Jesús dijo a sus discípulos:
«El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él".
Judas -no el Iscariote- le dijo: "Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?".
Jesús le respondió: "El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él.
El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió.
Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes.
Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho.»

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus. 

domingo, 3 de mayo de 2015

"Somos sarmientos de la única vid", el Papa durante el Regina Coeli

 
2015-05-03 Radio Vaticana
(RV).- El Papa Francisco a la hora de la oración del Regina Coeli en este primer domingo de mayo, recordó a los fieles que gracias a la Iglesia podemos continuar en comunión vital con Cristo. El Santo Padre explicó como el Evangelio de hoy nos presenta a Jesús durante la Última Cena, cuando sabe que su “hora” está cerca, y que sus discípulos estarán unidos a Él de “una forma nueva”. Y así habló de cómo Jesús usa la imagen de la vid y de los sarmientos: “Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí” (Jn 15, 4-5).

Añadió el Obispo de Roma que Jesús nos quiere hacer entender la importancia que tiene para nosotros cristianos, el hecho de estar unidos a Él, que hemos recibido de Él gratuitamente el don de la nueva vida, y gracias a la Iglesia podemos continuar en comunión vital con Cristo. Y así, recordó que estamos llamados a llevar esta permanencia común a Cristo y a la Iglesia.

El Pontífice después de la oración mariana saludó a los cientos de miles de peregrinos venidos también de diferentes partes del mundo, y especialmente en la Jornada de los niños víctimas de la violencia, agradeció a la Asociación Méter por su empeño ante la prevención de estos crímenes.

(MZ-RV)

Palabras del Papa antes del rezo de Regina Coeli

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El Evangelio de hoy nos presenta a Jesús durante la Última Cena, en el momento en el que sabe que la muerte está ya cercana. Ha llegado su “hora”. Por última vez Él está con sus discípulos, y entonces quiere imprimir bien en sus mentes una verdad fundamental: también cuando Él no estará más físicamente en medio a ellos, podrán permanecer aún unidos a Él de una manera nueva, y así dar mucho fruto. Todos podemos permanecer unidos a Jesús de manera nueva. Si por el contrario uno perdiese la comunión con Él, se volvería estéril, es más, dañino para la comunidad. Y para expresar esta realidad Jesús usa la imagen de la vid y de los sarmientos: «Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos» (Jn 15, 4-5). Y con esta figura nos enseña a permanecer unidos a Él.

Jesús es la vid, y a través de Él – como la linfa en el árbol – pasa a los sarmientos el amor mismo de Dios, el Espíritu Santo. Precisamente: nosotros somos los sarmientos, y a través de esta parábola Jesús quiere hacernos entender la importancia de permanecer unidos a Él. Los sarmientos no son autosuficientes, sino dependen totalmente de la vid, en donde se encuentra la fuente de su vida. Es así para nosotros cristianos. Injertados en Cristo con el Bautismo, hemos recibido gratuitamente de Él el don de la vida nueva; y gracias a la Iglesia podemos permanecer en comunión vital con Cristo. Es necesario mantenerse fieles al Bautismo, y crecer en la amistad con el Señor mediante la oración, la escucha y la docilidad a su Palabra, leer el Evangelio, la participación a los Sacramentos, especialmente a la Eucaristía y a la Reconciliación.

Si uno está íntimamente unido a Jesús, goza de los dones del Espíritu Santo, que – como nos dice san Pablo – son «amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y confianza, mansedumbre y temperancia» (Gal 5,22); y en consecuencia hace tanto bien al prójimo y a la sociedad, como un verdadero cristiano. De estas actitudes, de hecho, se reconoce que uno es un verdadero cristiano, así como por los frutos se reconoce al árbol. Los frutos de esta unión profunda con Jesús son maravillosos: toda nuestra persona es trasformada por la gracia del Espíritu: alma, inteligencia, voluntad, afectos, y también el cuerpo, porque somos unidad de espíritu y cuerpo. Recibimos un nuevo modo de ser, la vida de Cristo se convierte también en la nuestra: podemos pensar como Él, actuar como Él, ver el mundo y las cosas con los ojos de Jesús. Entonces, con su corazón, como Él lo ha hecho, podemos amar a nuestros hermanos, a partir de los más pobres y sufrientes, y así dar al mundo frutos de bondad, de caridad y de paz.

Cada uno de nosotros es un sarmiento de la única vid; y todos juntos estamos llamados a llevar los frutos de esta pertenencia común a Cristo y a la Iglesia. Confiémonos a la intercesión de la Virgen María, para que podamos ser sarmientos vivos en la Iglesia y testimoniar de manera coherente nuestra fe, coherencia de vida y de pensamiento. De vida y de fe. Conscientes que todos, según nuestras vocaciones particulares, participamos de la única misión salvífica de Jesucristo.

(Raúl Cabrera, Radio Vaticano)

Palabras del Papa después del rezo mariano:

Queridos hermanos y hermanas,

Provenientes de Italia y de tantas partes del mundo, ¡a todos y cada uno de ustedes les dirijo un cordial saludo!

Ayer en Turín fue proclamado Beato Luigi Bordino, laico consagrado de la Congregación de los Hermanos de San José Benito Cottolengo. Él dedicó su vida a las personas enfermas y a los que sufren, y se prodigó sin descanso a favor de los más pobres, medicando y lavando sus llagas. Agradezcamos al Señor por este humilde y generoso discípulo.

Un saludo especial va hoy a la Asociación Méter, en la Jornada de los niños víctimas de la violencia. Les agradezco su compromiso con el que buscan prevenir estos crímenes. Todos debemos empeñarnos para que cada persona humana -y especialmente los niños- esté siempre defendida y protegida.

Saludo con efecto a todos los peregrinos hoy presentes, ¡de verdad son muchos como para nombrar cada grupo! Pero al menos espero que el coro San Bagio, cante un poco, ¡eh! Saludo a aquellos provenientes de Ámsterdam, Zagreb, Litija (en Eslovenia), Madrid, y Lugo también en España. Acojo con alegría a tantísimos italianos: las parroquias, las asociaciones y las escuelas. Un pensamiento particular para los chichos y las chicas que han recibido la Confirmación.

A todos les deseo un buen domingo. Por favor, no olviden rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!

(MZ- RV)

El Papa vuelve a la periferia romana visitando una parroquia de su diócesis

 
2015-05-03 Radio Vaticana
(RV).- Este primer domingo de mayo, retomando las visitas pastorales en su diócesis, el Obispo de Roma se dirige a la parroquia de Santa María Regina Pacis en el municipio de Ostia Lido. Allí mantendrá diversos encuentros con enfermos, ancianos, jóvenes, y familias que han bautizado a sus hijos este año, además de celebrar la Santa misa y confesiones. En previsión de la gran cantidad de fieles presentes y que no podrán ingresar al templo, se han preparado pantallas gigantes fuera de la iglesia para poder seguir la celebración eucarística presidida por el Santo Padre.

Esta comunidad parroquial situada en la periferia de Roma y de casi 90 años de vida, cuenta con 20 mil habitantes y presta mucha atención a la pastoral del bautismo. Cada año, se registran más unos 200 bautizos aproximadamente. Además existe hay una importante presencia de movimientos y asociaciones: el Camino neocatecumenal, ancianos del Grupo Insieme (“Juntos”), carismáticos, miembros del Apostolado de la oración, Acción Católica y Scouts.

Evangelio del Domingo 3 de Mayo

Quinto Domingo de Pascua

Evangelio según San Juan 15,1-8.

Jesús dijo a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador.
El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía.
Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié.
Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer.
Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde.
Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.
La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.»

Palabra de Dios. Gloria a Ti, Señor Jesus.