domingo, 28 de noviembre de 2010

VIGILIA DE ORACIÓN POR LA VIDA NACIENTE VÍSPERAS DEL PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO

27 de noviembre de 2010

En la iglesia catedral de Santa Florentina, de la ciudad de Campana, fue celebrada la “Vigilia de oración por la vida naciente” tal como lo solicitara el Papa Benedicto XVI. Las celebraciones constaron de la escucha del mensaje del Obispo, Mons. Oscar Sarlinga, en la iglesia criptal de Santa Florentina y los Santos Padres de la Iglesia Hispana, llena de fieles y en especial de jóvenes, con la presencia del Delegado de las Misiones, Mons. Marcelo Monteagudo, del cura párroco y Delegado de la Pastoral de Juventud, Pbro. Hugo Lovatto, del Pbro. Dr. Nestor Villa, Moderador de la comisión de ecumenismo y diálogo interreligioso, y de los Pbros. Agustín Villa y Lucas Martínez, vicarios de la iglesia catedral. A continuación se tuvo la oración de las vísperas solemnes, en el templo catedralicio y luego la celebración de la misa, presidida por el Obispo y concelebrada por los sacerdotes mencionados. Al término de la misa, los jóvenes tuvieron la Hora Santa de adoración al Santísimo, con la intención especial por la vida naciente, en comunión con la intención del Santo Padre Benedicto XVI.

MENSAJE DE MONS. OSCAR SARLINGA EN LA VIGILIA DE ORACIÓN POR LA VIDA NACIENTE, EN LAS VÍSPERAS DEL PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO DE 2010

Queridos sacerdotes, hermanos y hermanas, muy queridos jóvenes, que numerosos han acudido a nuestro llamado:
Estamos hoy aquí, en esta Vigilia en la iglesia catedral, para abrir el corazón a la Palabra de Cristo. El Verbo Eterno ha oído todo del Padre, en la eternidad del Amor entre ambos, su Espíritu. Jesucristo, el Verbo de Dios hecho Hombre, quien nos dijo “(…) todo aquello que he oído del Padre, se lo he dado a conocer a ustedes” (Jn 15,15c). Él nos libera;  nos llama, por ello, “amigos”, más que siervos, y nos llama así, pues lo somos, es maravilloso tenerlo como nuestro Amigo, aquél que nos enseña la Ley nueva del Amor, aquél que es, Él mismo, “el Evangelio de la Vida”. Por eso queremos proclamar con entusiasmo un gran “Sí” a la vida humana, a la persona como imagen de Dios, en todas las etapas y dimensiones de su existencia. Esta verdad “crística” sobre el sentido más profundo de nuestra vida humana nos trae liberación interior y alivio frente a no pocas adversidades que nos toca vivir en nuestra sociedad contemporánea. ¿Lo creemos?. Porque el creerlo, el vivirlo interiormente será lo que nos hará “libres”, con la libertad evangélica.

I. EL INICIO DEL ADVIENTO

El inicio del tiempo litúrgico del Adviento provoca en nosotros sentimientos de agradecimiento por la liberación que nos trajo Cristo. El agraviante e insoportable peso de la esclavitud, de cualquier esclavitud, a comenzar por la más originaria, la del pecado, ya no tiene derecho alguno sobre nosotros, porque el Espíritu Santo infunde hoy, con suavidad y firmeza, en los oídos interiores de nuestra alma, la disposición a dedicarnos con entera libertad a proclamar con nuestra palabra y nuestras obras ese Evangelio. Queremos hacerlo como “pueblo de la vida” que, en tanto miembros de la Iglesia, verdaderamente somos.
Con esta disposición de espíritu, “aquí estamos”, le decimos al Señor, con una alentadora presencia de juventud católica, este sábado 27 de noviembre, en la iglesia catedral de Santa Florentina, unidos al Papa y a toda la Iglesia en la celebración de la "Vigilia por la vida naciente". Nos hemos hecho eco de la iniciativa del Santo Padre Benedicto XVI, quien preside las Vísperas en la Basílica de San Pedro, y en cuya invitación a la Vigilia nos ha dicho:
"Todos nosotros somos conscientes de los peligros que amenazan hoy la vida humana a causa de la cultura relativista y utilitarista que ofusca la percepción de la dignidad propia de cada persona humana, cualquiera que sea el estadio de su desarrollo. Estamos llamados más que nunca a ser "el pueblo de la vida" (Juan Pablo II, Encíclica Evangelium vitae, n. 79) con la oración y el compromiso”

II. LA VIDA HUMANA ES DON SAGRADO

El valor de la vida humana es sagrado, porque así lo quiso Dios en su sapiencia.  En la primera página del Génesis, se narran acontecimientos de fe e “históricos” (con el género de la historia sagrada) a la vez: la creación del universo y del hombre, es decir, el nacimiento de la primera criatura humana, hecha a imagen y semejanza del Creador (cfr. Gen. 2, 7; 1, 26-27). En la visión bíblica, el ser humano goza de un alma espiritual, inmortal, irreductible a lo corpóreo. Por esta razón, como deducía el Bienaventurado Papa Juan XXIII en la “Mater et Magistra”, toda vida humana “ha de considerarse por todos como algo sagrado, ya que desde su mismo origen exige la acción creadora de Dios”[i].    
El alma que vivifica al ser humano es creada inmediatamente de la nada por Dios en el instante de la concepción de ese nuevo ser, de modo tal que el varón y la mujer, el papá y la mamá, son cooperadores libres de la Providencia divina, y de esta manera intervienen como en un “milagro portentoso”, más notable todavía que resucitar a un muerto o devolver la vista a un ciego. Esto último lo dice Santo Tomás de Aquino: “es más milagro el crear almas, aunque esto maraville menos, que iluminar a un ciego; sin embargo, como éste es más raro, se tiene por más admirable”[ii]. Y el gran Doctor de la Iglesia San Agustín queda incluso más maravillado ante el hecho de la creación de un nuevo ser humano “que ante la resurrección de un muerto”, pues, afirma, cuando Dios resucita un muerto, recompone o recrea “huesos y cenizas”; sin embargo –prosigue el Santo Obispo y Doctor- “(…) tú antes de llegar a ser hombre no eras ni cenizas ni huesos; y sin embargo has sido hecho, no siendo antes absolutamente nada”[iii].
De aquí el alcance vital, existencial, del drama tremendo del aborto procurado. No se trata de condenar a las personas que han vivido o viven ese drama, se trata de la dignidad de la persona humana concebida, y de la dignidad de la persona humana durante toda su vida, lo cual, es cierto, sólo se comprende cabalmente desde una visión integral del ser humano, como lo afirmaba el Papa Pablo VI cuando recordaba que este problema, como cualquier otro referente a la vida humana, hay que considerarlo, por encima de las perspectivas parciales de orden biológico o sociológico, “(…) a la luz de una visión integral del hombre y de su vocación, no sólo natural y terrena sino también sobrenatural y eterna”[iv]. Se trata también del valor pedagógico de la ley (incluso de la ley civil) y de su incidencia en una sociedad civilizada.

III. JUSTICIA, DERECHOS Y CARIDAD, PUES NO HAY VIDA SIN LA LEY NUEVA DEL AMOR

Nuestro gran “Sí” a la vida incluye todos los derechos. ¿Cómo olvidarlo?. Este “Sí” está animado por la Ley Suprema del Amor, la cual posee también una dimensión social. Así, queremos reafirmar hoy el derecho de educar a los hijos conforme a las convicciones profundas, el derecho fundamental de la libertad religiosa, todos los derechos humanos, y el anhelo a la paz y la justicia social, en tiempos caracterizados por transformaciones sociales y culturales.  Como tuvo ocasión de subrayarlo el Papa Benedicto XVI en su Encíclica “Caritas in veritate”, la Doctrina Social de la Iglesia ha puesto siempre de manifiesto la importancia de la justicia distributiva y de la justicia social en los diversos sectores de las relaciones humanas[v]. Es preciso decir que sin justicia tampoco hay un “Sí” a la vida. Se promueve la justicia cuando se acoge la vida del otro y se asume la responsabilidad hacia él, respondiendo a sus expectativas, porque en él se capta el rostro mismo del Hijo de Dios, que por nosotros se hizo hombre. La imagen divina impresa en nuestro hermano funda la altísima dignidad de toda persona y suscita en cada uno la exigencia del respeto, del cuidado y del servicio. Por ello, que ninguno disocie, en este tema: el vínculo entre justicia y caridad, en perspectiva cristiana, es cercanísimo, “inter-incluido”, diríamos: "(…) la caridad supera a la justicia, porque amar es donar, ofrecer de lo "mío" al otro; pero nunca sin la justicia, que induce a dar al otro lo que es "suyo", lo que le corresponde en razón de su ser y de su obrar [...] Quien ama con caridad a los demás es ante todo justo hacia ellos. No solo la justicia no es extraña a la caridad, no sólo no es una vía alternativa o paralela a la caridad: la justicia es 'inseparable de la caridad', intrínseca a ella. La justicia es la primera vía de la caridad"[vi]. Y de todo esto, de todo, la Eucaristía es "fuente y culmen".

CONCLUSIÓN. EL EVANGELIO DE LA VIDA NOS MUEVE A CUMPLIR EN ESPÍRITU Y EN VERDAD EL QUINTO MANDAMIENTO

“No matarás” nos dice la Ley de Dios. ¿Por qué acostumbrarnos a recibir todos los días noticias de cómo se matan unas gentes a otras?. Es como si la conciencia moral se hubiera cauterizado en ese aspecto. Por otra parte, podemos entender el “matarse” en una pluriformidad de significado. Me explico: existe una tendencia creciente a pensar que podemos arbitrariamente disponer de nuestra propia vida y de la vida de los demás, por los motivos que fuere, ya sea por causa de un relativismo muy enraizado, por ejemplo, o por la infravaloración de la vida propia (parece increíble, pero esto se da cada vez más) y de la vida de los otros. Puede que ello se dé respecto de la persona humana recién concebida, o de los niños, o del ser humano en cualquiera de sus etapas o dimensiones. También se puede “matar” en un sentido más amplio que podemos atribuir a la palabra, cuando se daña conscientemente al otro por odio, codicia, envidia, intereses egoístas u otras causales, las cuales, en el fondo, tienen su raíz en las “obras de la carne” que menciona San Pablo (Cf Gal 5,11-21). A este propósito, resulta de gran iluminación para nuestro corazón el que  San Pablo, al hablar de las mencionadas “obras de la carne”, mencione no sólo “fornicación, impureza, lascivia (...) embriagueces, orgías”, sino que nombra también otros pecados, en lo que lo “carnal” y “sensual” pareciera no estar tan patente, pero que sí lo está, porque aquéllos constituyen, en lo más hondo, “pecados del espíritu” humano, y por ende, “de la carne afectada por el pecado”: “idolatría, hechicería, odios, discordias, celos, iras, rencillas, disensiones, divisiones, envidias...” (Cf Ibid). Si ponemos nuestra mente a ver la realidad, junto con numerosos signos de amor, de entrega, de generoso sacrificio y de alegría que se dan en nuestro mundo, encontraremos también todo esto que nos menciona San Pablo; son realidades de rigurosa actualidad, y constituyen algunas de las causas más profundas del irrespeto de la dignidad de las personas. Por el contrario, el  respetar la dignidad de la persona es la esencia del quinto mandamiento, el cual también nos enseña que hemos de respetar el alma, la salud, el cuerpo y la fama de nosotros mismos y de los demás. De tal modo, el escándalo voluntariamente procurado (o surgido del nunca suficientemente calibrado pecado de la imprudencia), y asimismo las faltas a la salud propia o de los demás, la cólera y el odio, y miríadas de formas de irrespeto de la vida, nos hablan, casi como por sentido contrario, de la importancia de llenar nuestra alma, nuestra mente, nuestro espíritu, nuestras obras, de la Luz de Dios y de la mencionada nueva “Ley”, la “Ley nueva del Amor, del Espíritu Santo”. Veamos esperanza, queridos hermanos. Veamos la capacidad que el Señor puso en nosotros para “transformar el mundo” con la ayuda de su Gracia, con su Amor, para que, cada uno según su misión y elección, contribuyamos a la generación de un humanismo nuevo, trascendente, verdaderamente digno de Dios y del hombre, como nos lo enseña la doctrina social de la Iglesia[vii]. Con la ayuda de la Virgen Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Estrella de la Evangelización.

_____________________
Notas:

[i] Juan XXIII, Enc. Mater et Magistra, 15-V-1961

[ii] S. TOMAS DE AQUINO, Los cuatro opuestos, 7.    

[iii] S. AGUSTIN, Sermo 127, 11, 15; ML 38, 713.      

[iv] Pablo VI, Enc. Humanae vitae, n. 7.

[v] Benedicto XVI, Enc. Caritas in veritate, n. 35.

[vi] Benedicto XVI, Enc. Caritas in veritate, n. 6.

[vii] Cf PONT. CONSEJO “JUSTICIA Y PAZ”, COMPENDIO DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA, Introducción, n. 19.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Se presentó la Comisión Nacional de Justicia y Paz en la Diócesis Zárate-Campana

Fuente: La Autentica Defensa
http://www.laautenticadefensa.com.ar/noticias.php?sid=79409

Mons. Casaretto, Mons. Sarlinga y el Ctdor Castelluci
Integrantes de la comisión diocesana de Justicia y Paz y publico en general que participó de la presentación.
En las instalaciones del salón auditorio del Obispado, se presentó anoche de manera institucional la Comisión Nacional de Justicia y Paz, en un acto que contó con la presencia del Obispo de la Diócesis Zárate - Campana, Monseñor Oscar Sarlinga, y el presidente de la comisión de Pastoral Social, Monseñor Jorge Casaretto.

Francisco Castellucci, uno de los integrantes de la comisión nacional de "Justicia y Paz", fue el encargado de presentar el trabajo y los objetivos de este organismo de la Conferencia Episcopal Argentina de la Iglesia Católica que trabaja buscando contribuir a la "unidad nacional en el marco del diálogo".

Conformado por 17 miembros, esta comisión es la única del Episcopado que no está compuesta enteramente por Obispos. No obstante cuenta con el Obispo de San Isidro, Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, Mons. Jorge Casaretto como su asesor y guía.

Junto y articulándose con Pastoral Social, Deplai y Cáritas, la CNJP participa del objetivo de la Iglesia de "generar acciones que ayuden a mejorar la calidad de la sociedad argentina sobre problemáticas de ciudadanía que puedan afecta su desarrollo y acceso a una vida digna".

Justicia y Paz lleva a discusión cuestiones que afectan a los cimientos mismos de la estructura social y se ubica ante el mediano y largo plazo, con miras al Bicentenario (2010-2016)

El trabajo con representantes de otras religiones y asociaciones no gubernamentales, así como organizaciones de los diferentes sectores de la sociedad, ocupa un lugar esencial dentro de la Comisión, por estar también ellos comprometidos en la sociedad argentina.

En el orden de la Diócesis Zárate-Campana, el asesor doctrinal es Monseñor Sarlinga, mientras que la comisión está presidida por el licenciado Jorge Gulin, acompañado por Nilda Carboni, Javier Buscasa y Maria Primavera, entre otros integrantes.

Entre los principales temas de los que se ocupa la CNJP se encuentran la desnutrición infantil y materna, la inclusión de los adultos mayores, y la educación y pobreza.

Luego de la bienvenida brindada por monseñor Sarlinga, fue el obispo sanisidrense, quien habló sobre el proyecto "De habitantes a ciudadanos: Construir un país que nos incluya a todos: Un desafío para la Argentina del Bicentenario (2010-2016)".

La exclusión social es la problemática central que remarca el proyecto, en el que se proponen diferentes alternativas para avanzar desde distintos sectores de la sociedad, hacía una mayor inclusión.

domingo, 21 de noviembre de 2010

PRÓXIMA VIGILIA DE ORACIÓN POR LA VIDA EN LA DIÓCESIS DE ZÁRATE-CAMPANA

Eucaristía fuente de vida para el Pueblo de la vida
Con motivo del inicio del Adviento (Advenimiento del Señor) y de la reciente carta enviada a todos los Obispos por el Sr. Cardenal Prefecto de la Congregación del Culto Divino y de los Sacramentos, el Sr. Obispo Mons. Oscar Sarlinga ha dirigido unas líneas a los sacerdotes en la que los exhorta a presidir celebraciones como la pedida, e invitar a las parroquias, a las comunidades religiosas y a los movimientos a participar con espíritu de fe. Al mismo tiempo el Obispo solicitó a los curas párrocos y demás sacerdotes que prevean (como ya han adelantado que lo harán en algunas parroquias, tales como la catedral de Campana, la co-catedral y la parroquia de Presidente Derqui, por ejemplo, así como en colegios católicos y capillas de la diócesis) el unirse al Santo Padre Benedicto XVI para que de verdad podamos dar testimonio de ser "el pueblo de la vida", como cita el texto a la encíclica Evangelium Vitae, del recordado Juan Pablo II.
Mons. Oscar Sarlinga presidirá la celebración inicial en la iglesia catedral de Santa Florentina, de Campana, el sábado 27 de noviembre, a las 18. Tendrá lugar a continuación la celebración de la Santa Misa, y luego de ésta, la Hora Santa, con especial participación de los jóvenes.  
La carta del Sr. Cardenal Prefecto, S.Em. Antonio Cañizares, dice así:

Excelencia:

El próximo sábado 27 de noviembre el Santo Padre celebrará en la Basílica de San Pedro una solemne “Vigilia por la vida naciente” coincidiendo con las Primeras Vísperas del primer Domingo de Adviento en el marco de la cercana solemnidad de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo. La Vigilia comprenderá, además de las Vísperas, también la adoración eucarística, para agradecer al Señor que, con el don total de sí mismo, ha dado sentido y valor a toda vida humana y para invocar su protección sobre cada ser humano llamado a la existencia.

Es deseo del Santo Padre que en las Iglesias particulares los Obispos presidan celebraciones análogas e involucren a las parroquias, a las comunidades religiosas, a las asociaciones y a los movimientos. Por este motivo nos ha encargado hacer esta invitación en su nombre.

Todos nosotros somos conscientes de los peligros que amenazan hoy la vida humana a causa de la cultura relativista y utilitarista que ofusca la percepción de la dignidad propia de cada persona humana, cualquiera que sea el estadio de su desarrollo. Estamos llamados más que nunca a ser “el pueblo de la vida” (Juan Pablo II, Encíclica Evangelium vitae, n. 79) con la oración y el compromiso. Con esta Vigilia celebrada en todas las Iglesias particulares en unión con el Santo Padre, pastor universal, impetraremos la gracia y la luz del Señor para la conversión de los corazones y daremos un testimonio eclesial común a favor de una cultura de la vida y del amor.

Lo saludarnos con vivos sentimientos de fraternidad.

Antonio Cardenal Cañizares Llavera

Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos

Ennio Cardenal Antonelli

Presidente del Pontificio Consejopara la Familia

(con dos anexos)

A los Emmos. y Excmos.Presidentes de las Conferencias Episcopales en sus respectivas Sedes

VIGILIA DE ORACIÓN POR LA VIDA

al inicio del Año Litúrgico 2010/11

La Vigilia puede celebrarse:
a) comenzando con la Exposición del Santísimo Sacramento y el canto de las Vísperas o
b) teniendo las Vísperas y la Bendición con el Santísimo Sacramento como culmen.

* PRIMER MODELO:

Una imagen de la Virgen (Virgen de la Esperanza, con el Niño en su purísimo vientre) se encuentra a un lado del Altar adornada con algunas luces.  Por ser Adviento no aconsejamos un adorno floral.

I. Entrada procesional con el canto del "Roráte Caeli" (Jubílate Deo nº 58,pp.63ss).
Tras llegar al Altar se trae el Santísimo Sacramento para la Exposición.  Se puede traer acompañado por niños que portan palmas o ramas de olivo en las manos y con luces, mientras se puede entonar un "Canto Popular" adecuado.  Se expone el Santísimo según el Ritual (Lat. AAS 65 -1973-610) cantando el "Ave verum... ".

Tras un tiempo breve de adoración silenciosa, quien preside, se retira a la Sede desde la que participa en las Primeras Vísperas del Domingo Primero de Adviento.

II. Rezo de las Ia Vísperas del Primer Domingo de Adviento.
Sigue el Oficio de Vísperas según la Liturgia de las Horas.  En la homilía se introduce y muestra el sentido de esta Vigilia en el comienzo de un nuevo Año Litúrgico (Boceto en Anexo). Terminado el canto de Vísperas quien preside se acerca a adorar silenciosamente por un tiempo la Santísima Eucaristía.

III. Comienza las súplicas por la vida (En su momento se hará pública la fórmula oficial para esta súplica).
Ante el Santísimo Sacramento da comienzo esta parte de la Vigilia con una "Oración inicial al Señor de la Vida". Tras la Oración todos se sientan:
- Lectura (Gn 3, 9-15).
- Canto del "Ave, Maris Stella" (Jubílate Deo n°67, pp.75ss).
- Motivación de quien preside e introducción de la meditación de los Misterios Gozosos de la vida del Señor con María.
- Meditación de los Misterios Gozosos del Señor, rezo del Santo Rosario.

A continuación se van rezando los cinco Misterios siguiendo un mismo esquema:
-Lectura del paso evangélico.
-Tiempo de adoración, meditación y súplica personales, en silencio.
-Rezo del Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria, que puede ser cantado. Parece aconsejable distribuir el rezo de cada Misterio a unas personas de grupos diversos (padres que esperan un hijo; niño enfermo con sus padres; familia completa con los hijos; abuelos con nietos; y educadores).
-Breve silencio y Oración conclusiva del que Preside.

Terminada la Contemplación de los Misterios Gozosos se procede a concluir la Vigilia con la Bendición y Reserva del Santísimo Sacramento.
- Bendición con el Santísimo y Reserva.
Tras un breve silencio el que preside se acerca al Altar para leer la Oración del Venerable papa Juan Pablo II en "Evangelium Vitae " y concluir la Exposición del Santísimo Sacramento conforme al Ritual.
- Introducción: oramos a María para que presente nuestra oración a su Hijo, Vida del mundo.
- Oración de "Evangelium Vitae".
- Canto del "O salutáris hóstia" (Jubílate Deo n°50, p.55).
- Oración.
- Bendición.

Como de costumbre se acompaña la Reserva de la Eucaristía con un "Canto Popular" adecuado y se procede a despedir la Asamblea.

* SEGUNDO MODELO:

I. Entrada procesional con una imagen de la Santísima Virgen.
Se trata de procesionar con todos, o una parte significativa de los participantes, llevando la imagen de la Santísima. Virgen, preferentemente una Virgen de la Esperanza (con el Niño dentro de su seno).  La procesión desde el "Atrio "(o desde una plaza o iglesia cercana) hasta el Altar tendría un carácter penitencial (por todos los atentados contra la vida desde su concepción hasta su consumación). Puede ser cantando las letanías lauretanas con algunos títulos marianos y preces añadidos por su oportunidad.
- Monición inicial.
- Procesión con el "canto litánico".

Llegados al Altar se "entroniza" a un lado la imagen de la Santísima. Virgen María y se puede cantar la "Salve Regina" como final de la Procesión. La imagen puede ser incensada en tal momento. Algunos niños pueden colocar luces junto a ella. Por comenzar el Adviento se aconseja prescindir de flores.

- Saludo inicial de quien Preside.
- LECTURA bíblica, todos sentados, (Gn 3, 9-15).
- Canto: "Ave, maris stella... "(Jubílate Deo n°67, p.75ss).
- Breve alocución, introducción a la Vigilia (Cristo, Evangelio de la Vida).

II. Exposición del Santísimo Sacramento.
Se expone la Eucaristía en el Altar, conforme al Ritual. Al traer el Santísimo Sacramento hasta el Altar desde la capilla de la Reserva puede acompañarlo un cortejo de niños con luces y palmas o ramos de olivo en las manos. Un "canto popular "puede interpretarse hasta que el Santísimo  Sacramento llega a las gradas del Altar.
- Exposición del Santísimo Sacramento. Incensación.
- Canto: "Ave verum... ".

Una vez que quien preside se retira a su sede, en silencio, se inicia la meditación de los misterios gozosos de la vida del Señor de la mano de la Virgen María.
- Meditación evangélica con María, el Santo Rosario.

Comienza la meditación de los Misterios Gozosos siguiendo en cada uno de los cinco el siguiente esquema:
- Lectura del paso evangélico.
- Tiempo de silencio, adoración y meditación personales.
- Rezo del PADRENUESTRO, 10 AVEMARIAS y GLORIA (el Gloria puede cantarse como en Fátima). Sugerimos que el Primer Misterio (Encarnación) lo recen unos padres que esperan el nacimiento de un hijo/a; el Segundo Misterio (Visitación) un niño enfermo o minusválido con sus padres; el Tercer Misterio (Nacimiento) una Familia con los hijos; el Cuarto Misterio (Presentación -Simeón y Ana-) unos Abuelos con los nietos; el Quinto Misterio (Perdido y hallado...) un/os Educadores.
- Breve silencio y Oración conclusiva del que preside.
- Súplica por la VIDA.

Terminada la meditación de los Misterios Gozosos de la vida del Salvador, ante el Santísimo Sacramento, se realizaría una súplica solemne por la vida. En su momento se hará público el texto oficial de la misma.
* Silencio breve.
* SUPLICA por la VIDA, puede tener respuestas titánicas de la Comunidad entera y ser leída por una o varias personas.
* Silencio, adoración-oración personales.
- Celebración de las PRIMERAS VÍSPERAS del Año Litúrgico.
Puede usarse como himno el "Rorate Caeli" (Jubílate Deo n°58, pp.63ss.).
Tras la "Lectura Breve "en la Homilía se da el sentido de esta "Vigilia por la Vida" dentro de la cual se celebran este año las Primeras Vísperas del Adviento. Terminado el rezo de Vísperas con la Oración Colecta, quien preside, en silencio, se traslada ante el Santísimo Sacramento para concluir la solemne Vigilia de Oración por la Vida.
- Conclusión de la Vigilia, Bendición con el Santísimo. Sacramento.
 * Arrodillados ante el Santísimo Sacramento se reza la Oración del Venerable papa Juan Pablo II en "Evangelium Vitae".
* Introducción: oramos a María para que presente nuestra oración a su Hijo, Vida del mundo.
* Oración de "Evangelium Vitae".
Oh María,
aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira, Madre, el número inmenso
de niños a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas
de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia
o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo
sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo
como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo
con solícita constancia, para construir,
junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador
y amante de la vida.

- Tras un brevísimo silencio se procede a la Bendición Eucarística conforme al Ritual.
a) Canto eucarístico, "O salutáris hostia.." (Jubílate Deo n°50, p.55, por su letra "Qui vitam sine término Nobis donet in patria") e incensación.
b) Oración.
c) Bendición.
* Terminada la Bendición se reserva el Santísimo Sacramento acompañado por un "canto popular" y se despide a la Comunidad reunida.

ESQUEMA: HOMILÍA PARA LA VIGILIA

1. ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?" (Sal 8/5).
Desde siempre/ el hombre se interroga sobre el sentido de su vida.
2. "Cristo, el Nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación"... (GS 22).  El misterio que celebraremos próximamente en la solemnidad del Nacimiento de Jesucristo es el gran Sí de Dios a la vida humana. "El Hijo de Dios con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre"... "Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de los nuestros" (GS 22).
3. De manera especial y urgente en estos momentos, "la Iglesia, (que) siente el deber de dar voz con inalterable valentía a quien no tiene voz", hace "una confirmación precisa y firme del valor de la vida humana y de su carácter inviolable, y, al mismo tiempo/ una acuciante llamada a todos y a cada uno, en nombre de Dios: ¡respeta, defiende, ama y sirve a la vida, a toda vida humana" (EV 5).
4. "Defender y promover, respetar y amar la vida es una tarea que Dios confía a cada hombre" (EV 42). Es un derecho y un deber que corresponde a todos. Sujeto insustituible de este derecho y tarea es la familia, "santuario de la vida".
5. Esta tarea se resume, en cierto modo, en celebrar el evangelio de la vida, en celebrar al Dios que da la vida; y comporta celebrarlo en la oración, en la liturgia y en los sacramentos.  Pero sobre todo la celebración del evangelio de la vida ha de realizarse en la existencia cotidiana vivida en el amor por los demás y en la entrega de uno mismo (cfr EV/ 83-86). En "hacerse cargo" de toda la vida y de la vida de todos (cfr. EV 87-91). Momento particular de esta tarea, es la promoción de una cultura de la vida,  donde "el pueblo de la vida" (EV 78-79) en su innumerable y rica diversidad de asociaciones e instituciones está llamado a realizar un servicio insustituible en la sociedad.
6. La Vigilia de oración por la vida humana naciente quiere ser el grito de toda la Humanidad que se eleva a Dios Padre, dador de todo bien, con el fin de que toda vida humana sea respetada, protegida y amada.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Más de 35 mil fieles participaron de la Peregrinación a pie a Luján

(Luján-Enviados Especiales)- Nuevamente la fe movilizó a miles de personas, 30 mil ó 35 mil según distintas fuentes, pero en definitiva quedó otra vez en claro la devoción y la fe de los vecinos de nuestra zona por la Virgen de Luján.
Afortunadamente gracias a la excelente organización todo transcurrió sin inconvenientes para los peregrinos que a pie partieron desde Campana y Zárate, a los que se sumaron luego de los de Pilar y Exaltación de la Cruz. 
También desde Baradero 1500 peregrinos lo hicieron en colectivos. Los primeros peregrinos a pie llegaron pasadas las 2.30, aunque el grueso recién lo hizo entre las 4.00 y las 6.00, llegando los últimos cerca de las 7.00.
A las 6.00 del domingo, puntualmente, con el ingreso de las imágenes de la virgen y las intenciones de cientos de fieles, comenzó la misa encabezada por el obispo de la Diócesis Zárate-Campana, Monseñor Oscar Sarlinga.
En su homilía Sarlinga destacó el "caminar juntos" como Iglesia congregada y congregante, a la manera del camino en esta historia de los hombres, haciendo historia sagrada, en una peregrinación que se dirige hacia el Cielo, donde no habrá llanto ni dolor, donde el Señor Jesucristo nos iluminará para siempre como Sol de Justicia, y Él será todo en todos, en compañía de la Reina del Cielo, la Virgen María, a quien veneramos como Nuestra Señora de Luján".
Con el Obispo concelebró una veintena de sacerdotes, y numerosos permanecieron atendiendo las confesiones.

Seis diáconos permanentes y los seminaristas del Seminario San Pedro y San Pablo asistieron también a la celebración, y algunos de los seminaristas habían hecho también la peregrinación a pie, en un trayecto en el cual se tuvieron diversos testimonios transmitidos en directo durante toda la noche del sábado y la madrugada del domingo por las FM "Santa María" de Campana y Matheu (Escobar) del Obispado de Zárate-Campana. Particularmente conmovedor resultó el testimonio vertido por radiodufusión por el Sr. Angelito, de Zárate, quien desde hace 30 años se dedica con alma y vida a esta manifestación de fe.
Ya a las 3 de la madrugada del domingo, Mons. Sarlinga y algunos de los sacerdotes del Obispado estuvieron escuchando confesiones hasta las 06, hora en que comenzó la Eucaristía. El obispo aludió a las numerosas confesiones de jóvenes, y auguró que se pueda tratar pastoralmente el cómo hacer para que tanta cantidad de gente, que va llegando por etapas a la Basílica y luego de venerar la imagen de la Virgen se va retirando, tenga la suficiente atención y diversas celebraciones litúrgicas, si bien una gran cantidad permaneció para la misa, y de hecho la gran Basílica estaba repleta y con feligresía presente también en el atrio.
A continuación mencionó el obispo que solemos recordar en las peregrinaciones aspectos de la evangelización, la misión, la promoción humana integral, movidos por la Gracia y con su auxilio, pero que ahora también quería hablarles de la espiritualidad del "abandono" (recordando, por ejemplo, a Santa Teresita y a Charles de Foucauld), ese abandono -dijo- "que es una entrega total, generosa, confiada, en las Manos del Padre". 
Dado que el lema de la peregrinación aludía a la inmensa alegría de tener a María por Madre, el obispo dijo que María siempre nos conduce a Cristo, a quien está íntimamente unida, y Cristo es Epifanía del Padre, el Padre Amoroso en cuyas Manos ponemos nuestra alma, como la oración de Charles de Foucauld, que pronunció durante la homilía, haciendo hincapié en "dar el alma al Padre con todo el amor del que somos capaces, con tal que su voluntad se cumpla en nosotros, en nosotros como personas, como familias, como comunidad, como Iglesia".

HISTORIA DE LA PEREGRINACIÓN:
Creada la diócesis el 21 de abril de 1976 por S.S. Pablo VI, de modo espontáneo y como un sentir del Pueblo de Dios en estas tierras, la gente comenzó a peregrinar desde 1978 una vez al año a la Basílica de Luján, donde se halla la sagrada imagen de la Virgen, con cuya advocación es patrona del Pueblo Argentino.
Como acto de piedad popular, la peregrinación se encuentra entre las acciones más destacadas de una pastoral orgánica y signo visible de la unidad del Pueblo de Dios en su caminar en la diócesis, contribuyendo a la Civilización del Amor, hacia la Vida Eterna.Concluida su homilía, el obispo introdujo los agradecimientos al carácter "insterinstitucional" de la peregrinación, diciendo que "es propio de bien nacido el ser agradecido" y destacó en primer lugar la coordinación general de la Direccion de Culto de la Provincia de Buenos Aires, dirigida por el Sr. Enrique Moltoni, en cooperación con los coordinadores generales de la diócesis, Pbro. Mauricio Aracena y el Lic. Sergio Pandiani.
La peregrinación en la que participan las instituciones y las fuerzas vivas priorizan la integridad y la tranquilidad del peregrino en ese acto de fe, de esperanza y de caridad que nos afianza como Familia de Dios, también porque muchas familias acompañan en automóvil a los peregrinantes a pie, en todo el "recorrido protegido".

Asimismo Mons. Sarlinga destacó la participación activa de:
Ministerio de Transporte de la prov. Bs As
Ministerio de Salud, a través del centro de emergencias Sanitarias
Policía Provincial a través del C.O.P (centro de operaciones policiales)
Jefaturas Departamentales: Zarate, Pilar, Mercedes, Exaltación de la Cruz
Jefaturas Distritales: Campana, Escobar, Pilar, Zarate
Comisarias de los mismos distritos
Policía Vial
El COP estableció un camión de telecomunicaciones, para la unificación de las mismas
La participación de los Municipios de: Zarate, Escobar, Pilar, Campana y Exaltación de la Cruz
Defensa Civil toda la región 8
Armada Argentina
Ejercito Argentino
Prefectura Naval Argentina
ABSA, a través de un camión con agua potable
Cruz Roja Argentina, en Zarate, Campana
Movimiento Scout
Medios de comunicación, grafico y audio-visuales
Colegio de Farmacéuticos de Campana
Radio aficionados de Campana
Bomberos Voluntarios (de las ciudades de Zárate, Campana, Capilla del Señor, Cardales, Baradero, Escobar)
Policía Federal Argentina
Empresa EDEN
Todos los voluntarios que  prestaron servicio al peregrino (Móviles de Apoyo, de Animación, Equipos de servicio al Peregrino y Guías de Ruta)
Y asimismo a los responsables por ciudad de la Peregrinación:
Campana: Alejandra Berayra y el Pbro. Hugo Lovatto
Zarate: Sr. Angel Lavie y Pbro. Eduardo Mussato
Baradero: Sr. Daniel Buey y Diac. Ricardo Dib
Escobar: Sr. Alberto Mensi y Pbro. Daniel Bevilaqua
Exaltacion de la Cruz: Pbro. Walberto Morales
Pilar: Sr. Oscar Martinez y Pbro. Fernado Crevatin
Derqui: Sr. Angel Ayala y Pbro. Oscar Iglesia