lunes, 30 de junio de 2014

ULTIMO DÍA DEL MES DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS

De: https://www.facebook.com/obispadozc

Queridos amigos de facebook en el último día de junio, mes del Sagrado Corazón de Jesus, ademas de la oración diaria, les compartimos palabras de nuestro querido Obispo. Las mismas fueron pronunciadas el viernes 27 de junio, día del Sagrado Corazón de Jesus en la homilía de la Santa Misa por los 160 años de la Pquia. Ntra. Sra. del Carmen de Zárate:

“ (…) Es el corazón de Dios que se hizo hombre, Jesucristo nuestro Señor. Si alguna vez pudiéramos soñar con lo mejor que podría ocurrirnos en esta vida consciente sería con encontrar el amor infinito. Hay tantos amores limitados, por mas buenos que sean. El amor de Jesus es infinito y hace que los amores buenos – aunque limitados- tengan una semilla de eternidad. Entremos al Corazón de Jesus y pongamos en el a todos a quienes nos quieren, y a quienes no nos quieren tanto; a quienes queremos y a quienes no queremos tanto. Y muy especialmente a los sufrientes, a los que están solos, a los que perdieron la fe y esperanza, a los que están tristes. Hacia todos ellos no solo tenemos que sentir que debemos llevar una misión de simpatía o empatía, sino además debemos sentirnos deudores hacia quien sufre y perdió la esperanza; porque nosotros sabemos que en la esperanza, fuimos salvados (…) “

Oración Preparatoria. Oh Dios, que por medio del Corazón de tu Hijo, herido por nuestras culpas, te dignas, en tu misericordia infinita, darnos los tesoros de tu amor; te pedimos nos concedas que, al presentarte el devoto obsequio de nuestra piedad, le ofrezcamos también el homenaje de una digna satisfacción. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Consideración del día lunes 30 de junio: Espina es para el Corazón de Jesús ver la falta de cristianos en los templos y la sobra de ellos en los centros de mundanas diversiones. El Corazón de Jesús ama, y no es amado. ¿Qué haces tú?

Oración final. Oh Señor Jesús tus santos misterios infundan en nosotros un fervor divino, conque, recibida la suavidad de tu dulcísimo Corazón, aprendamos a despreciar lo terreno y amar lo celestial. Tu que vives y reinas por siglos infinitos. Amén.

Evangelio del Lunes 30 de Junio

Lunes de la decimotercera semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Mateo 8,18-22.

Al verse rodeado de tanta gente, Jesús mandó a sus discípulos que cruzaran a la otra orilla.
Entonces se aproximó un escriba y le dijo: "Maestro, te seguiré adonde vayas".
Jesús le respondió: "Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza".
Otro de sus discípulos le dijo: "Señor, permíteme que vaya antes a enterrar a mi padre".
Pero Jesús le respondió: "Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos".

Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

domingo, 29 de junio de 2014

San Pedro Apóstol, por tu intercesión, que recibamos la gracia de la confianza total en el Señor.

Imagen de San Pedro Apóstol, en la capilla que lleva su nombre, en el barrio de Villanueva, en Campana. Forma parte de un conjunto de imágenes originarias de la iglesia catedral de San Isidro, las cuales, al momento en que se realizó la reforma en ese templo catedralicio, fueron donadas a Zárate-Campana, y algunas se encuentran en la ciudad de Zárate, otras en nuestra iglesia catedral de Santa Florentina, y ésta, en el barrio de Villanueva.
 
San Pedro Apóstol, en el barrio de Villanueva, en Campana.

Papa Francisco sobre Iraq: “La violencia engendra más violencia, el diálogo es la única forma de paz”


El Papa Francisco pone como ejemplo de conversión a Simón y a Saulo




Queridos hermanos y hermanas:

Desde tiempos remotos la iglesia romana celebra la fiesta de los apóstoles Pedro y Pablo en un solo día, el 29 de junio. La Fe en Jesúcristo ha hecho hermanos y el martirio los hizo convertirse en una misma cosa. San Pedro y San Pablo, tan diferentes entre sí en el plano humano, fueron escogidos personalmente por el Señor Jesús y han respondido a la llamada ofreciendo toda su vida. En tanto la gracia de Cristo ha logrado grandes cosas, les ha transformado. ¿Cómo les transformó? Simón había repudiado a Jesús como un drama de la pasión; Saulo había perseguido a los cristianos duramente. Pero ambos han aceptado el amor de Dios y su misericordia. Así que se hicieron amigos y apóstoles de Cristo. Por lo tanto, siguen a la iglesia y todavía hoy nos indican el camino de la salvación.

El libro de los Hechos muestra muchos rasgos de su testimonio. Pedro, por ejemplo, nos enseña a mirar con ojos de fe a los pobres y darles lo que tenemos más precioso: el poder del nombre de Jesucristo. Cuando, junto con Juan Apóstol, pasa cerca del mendigo sentado en la puerta del templo, se detiene y dice, "nos miran". Es una invitación a mirar a los ojos, para establecer una relación humana. Y añade: ' no posee ni plata ni oro, pero lo que haré será en el nombre de Jesucristo de Nazaret: Levántate y anda! " (At-3,4 6). Entonces le lleva de la mano y le ayuda a levantarse. Y el hombre empieza a caminar, entre el asombro de los presentes: Jesús sanó a través de Pedro.

Pablo explicó tres veces el episodio en el camino de Damasco, que marca el punto de inflexión de su vida, marcando claramente un antes y un después. En primer lugar, Pablo era un enemigo de la iglesia. Más tarde, pone toda su vida al servicio del Evangelio. Para nosotros el encuentro con la palabra de Cristo es capaz de transformar completamente nuestras vidas. No puedes escuchar esta palabra y permanecer estancado en nuestros hábitos. Superar el egoísmo nos insta a que nosotros en el corazón sigamos decididamente a ese Maestro que dio su vida por sus amigos. Es él, el que con su palabra te cambia, te transforma, te perdona todo si abrimos el corazón.

Queridos hermanos y hermanas: Este Festividad nos da mucha alegría, porque nos pone frente a la obra de la misericordia de Dios en los corazones de dos hombres, que eran dos pecadores. Y Dios quiere llenarnos de su gracia, como lo hizo con Pedro y con Pablo. Que la Virgen María nos ayude a darle la bienvenida como ellos, con el corazón abierto: ¡No para recibirlo en vano! Y sostenernos en la hora del juicio, para dar testimonio de Jesucristo y su Evangelio. Pedimos hoy en particular por los arzobispos metropolitanos nombrados en el último año, que celebraban conmigo esta mañana la Eucaristía en San Pedro. Les saludamos todos con afecto y oramos por ellos.

Después del Angelus

Queridos hermanos y hermanas:

Las noticias que llegan de Irak son desgraciadamente muy dolorosas. Deseo unirme a los obispos del país para apelar para que, a través del diálogo, se preserve la unidad nacional y se evite la guerra. Son cerca de miles de familias, especialmente los cristianos, los que tuvieron que abandonar sus hogares y están en grave peligro. La violencia engendra más violencia, el diálogo es la única forma de paz. Pidamos a la Virgen por el pueblo de Iraq:

(Ave María)

Saludo a todos, especialmente los fieles de Roma, en la Fiesta del Santo Patrón, así como a los miembros de la familia de los arzobispos y metropolitanos que esta mañana recibieron el Palio y las delegaciones que los han acompañado. Saludo a los artistas de muchas partes del mundo que han hecho un gran Festival de las flores, y agradezco los que lo promovieron.

Saludo cordialmente a los fieles de San Fernando y de Ubrique (Cádiz), de Elche de la Sierra (Albacete), y de Parla, Madrid, así como a los numerosos alfombristas que han participado en la gran muestra floral.

Saludo a los peregrinos de Madagascar, los estudiantes de las escuelas católicas de los Estados Unidos de América y en Londres; los fieles de Messina, Nápoles, Neviano, Taranto, Rocca di Papa y Pezzoro y los que llegaron en bicicleta de Cardiff; los grupo "amigos de Venerable Francesco Antonio Marcucci".

Saludo a las asociaciones de familia Foro de Lazio y les deseo todo lo mejor para la tarea en los próximos días en el Instituto Pío XI de Roma. Un deseo para el espectáculo de fuegos artificiales tradicionales que tendrá lugar esta noche en Castel Sant'Angelo, cuyas ganancias apoyará una iniciativa para la gente joven de Tierra Santa. Buen domingo y buena comida. Adiós.

“Qué a nadie le falte la Palabra de Vida, que libera de todo miedo y exclavitud y da confianza en la fidelidad de Dios”, el Papa en la misa por los patrones de Roma


 
 2014-06-29 Radio Vaticana
(RV).- “Sígueme en el anuncio del Evangelio a todos, especialmente a los últimos, para que a nadie le falte la Palabra de vida, que libera de todo miedo y da confianza en la fidelidad de Dios. ¡Tú sígueme!”, lo dijo el Papa Francisco durante su homilía celebrada en la Basílica Vaticana en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, durante la cual impuso el palio a 24 nuevos arzobispos metropolitanos.

Homilía completa del Santo Padre:

En la solemnidad de los apóstoles san Pedro y san Pablo, patronos principales de Roma, acogemos con gozo y reconocimiento a la Delegación enviada por el Patriarca Ecuménico, el venerado y querido hermano Bartolomé, encabezada por el metropolita Ioannis. Roguemos al Señor para que también esta visita refuerce nuestros lazos de fraternidad en el camino hacia la plena comunión, que tanto deseamos, entre las dos Iglesias hermanas.

«El Señor ha enviado su ángel para librarme de las manos de Herodes» (Hch 12,11). En los comienzos del servicio de Pedro en la comunidad cristiana de Jerusalén, había aún un gran temor a causa de la persecución de Herodes contra algunos miembros de la Iglesia. Habían matado a Santiago, y ahora encarcelado a Pedro, para complacer a la gente. Mientras estaba en la cárcel y encadenado, oye la voz del ángel que le dice: «Date prisa, levántate... Ponte el cinturón y las sandalias... Envuélvete en el manto y sígueme» (Hch 12,7-8). Las cadenas cayeron y la puerta de la prisión se abrió sola. Pedro se da cuenta de que el Señor lo «ha librado de las manos de Herodes»; se da cuenta de que Dios lo ha liberado del temor y de las cadenas. Sí, el Señor nos libera de todo miedo y de todas las cadenas, de manera que podamos ser verdaderamente libres. La celebración litúrgica expresa bien esta realidad con las palabras del estribillo del Salmo responsorial: «El Señor me libró de todos mis temores».

Aquí está el problema para nosotros, el del miedo y de los refugios pastorales. Nosotros -me pregunto-, queridos hermanos obispos, ¿tenemos miedo?, ¿de qué tenemos miedo? Y si lo tenemos, ¿qué refugios buscamos en nuestra vida pastoral para estar seguros? ¿Buscamos tal vez el apoyo de los que tienen poder en este mundo? ¿O nos dejamos engañar por el orgullo que busca gratificaciones y reconocimientos, y allí nos parece estar a salvo? Queridos hermanos obispos ¿Dónde ponemos nuestra seguridad?

El testimonio del apóstol Pedro nos recuerda que nuestro verdadero refugio es la confianza en Dios: ella disipa todo temor y nos hace libres de toda esclavitud y de toda tentación mundana. Hoy, el Obispo de Roma y los demás obispos, especialmente los Metropolitanos que han recibido el palio, nos sentimos interpelados por el ejemplo de san Pedro a verificar nuestra confianza en el Señor.

Pedro recobró su confianza cuando Jesús le dijo por tres veces: «Apacienta mis ovejas» (Jn 21,15.16.17). Y, al mismo tiempo él, Simón, confesó por tres veces su amor por Jesús, reparando así su triple negación durante la pasión. Pedro siente todavía dentro de sí el resquemor de la herida de aquella decepción causada a su Señor en la noche de la traición. Ahora que él pregunta: «¿Me amas?», Pedro no confía en sí mismo y en sus propias fuerzas, sino en Jesús y en su divina misericordia: «Señor, tú conoces todo; tú sabes que te quiero» (Jn 21,17). Y aquí desaparece el miedo, la inseguridad, la pusilanimidad.

Pedro ha experimentado que la fidelidad de Dios es más grande que nuestras infidelidades y más fuerte que nuestras negaciones. Se da cuenta de que la fidelidad del Señor aparta nuestros temores y supera toda imaginación humana. También hoy, a nosotros, Jesús nos pregunta: «¿Me amas?». Lo hace precisamente porque conoce nuestros miedos y fatigas. Pedro nos muestra el camino: fiarse de él, que «sabe todo» de nosotros, no confiando en nuestra capacidad de serle fieles a él, sino en su fidelidad inquebrantable. Jesús nunca nos abandona, porque no puede negarse a sí mismo (cf. 2 Tm 2,13).Es fiel. La fidelidad que Dios nos confirma incesantemente a nosotros, los Pastores, es la fuente de nuestra confianza y nuestra paz, más allá de nuestros méritos. La fidelidad del Señor para con nosotros mantiene encendido nuestro deseo de servirle y de servir a los hermanos en la caridad.

El amor de Jesús debe ser suficiente para Pedro. Él no debe ceder a la tentación de la curiosidad, de la envidia, como cuando, al ver a Juan cerca de allí, preguntó a Jesús: «Señor, y éste, ¿qué?» (Jn 21,21). Pero Jesús, a estas tentaciones, le respondió: «¿A ti qué? Tú, sígueme» (Jn 21,22). Esta experiencia de Pedro es un mensaje importante también para nosotros, queridos hermanos arzobispos. El Señor repite hoy, a mí, a ustedes y a todos los Pastores: «Sígueme». No pierdas tiempo en preguntas o chismes inútiles; no te entretengas en lo secundario, sino mira a lo esencial y sígueme. Sígueme a pesar de las dificultades. Sígueme en la predicación del Evangelio. Sígueme en el testimonio de una vida que corresponda al don de la gracia del Bautismo y la Ordenación. Sígueme en el hablar de mí a aquellos con los que vives, día tras día, en el esfuerzo del trabajo, del diálogo y de la amistad. Sígueme en el anuncio del Evangelio a todos, especialmente a los últimos, para que a nadie le falte la Palabra de vida, que libera de todo miedo y da confianza en la fidelidad de Dios. ¡Tú sígueme!

Evangelio del Domingo 29 de Junio

En la solemnidad de los Apóstoles San Pedro y San Pablo.

Evangelio según San Mateo 16,13-19.

Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?".
Ellos le respondieron: "Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas".
"Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?".
Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo".
Y Jesús le dijo: "Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo.
Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella.
Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo".

Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

sábado, 28 de junio de 2014

La unidad, don de Dios que podemos conseguir si nos miramos con los ojos de la fe: el Papa a la Delegación del Patriarcado de Constantinopla


 

2014-06-28 Radio Vaticana

(RV).- En la mañana de este sábado, el Santo Padre Francisco recibió a la Delegación Ecuménica del Patriarcado de Constantinopla, presentes en Roma en ocasión del tradicional intercambio de delegaciones por las fiestas de los Santos Patronos, el 29 de junio en Roma, por la celebración de los santos apóstoles Pedro y Pablo y el 30 de noviembre en Estambul, por la celebración de San Andrés apóstol.Al recibirlos con una “calurosa bienvenida”, el Santo Padre expresó su agradecimiento al Patriarca Bartolomé I y al Santo Sínodo “por haberlos enviado para compartir la alegría esta fiesta”.
El Papa recordó los encuentros con “el amado hermano Bartolomé”, en ocasión de la común peregrinación a la Tierra de Jesús, donde tuvieron la gracia de revivir “el abrazo que tuvo lugar 50 años atrás en Jerusalén” entre sus predecesores Atenágoras y Pablo VI. “Un gesto – dijo Francisco – que dio un impulso decisivo a un camino que, gracias a Dios, no se ha más detenido”.“La alegría de este encuentro – continuó el Santo Padre - se ha renovado cuando idealmente concluimos juntos esa peregrinación, elevando en la tumba del apóstol Pedro una ferviente invocación a Dios por el don de la paz en Tierra Santa, junto a los presidentes israelí y palestino”. 

El obispo de Roma subrayó que estas ocasiones de encuentro fraterno donadas por el Señor fueron una “posibilidad de manifestar el uno por el otro el amor en Cristo que nos une y de renovar la voluntad compartida de caminar juntos en el camino hacia la plena unidad”.“Sabemos bien, destacó el Papa, que esta unidad es un don de Dios, un don que el Altísimo nos da la gracia de conseguir desde ahora, cada vez que por la fuerza del Espíritu Santo, logramos mirarnos a los ojos los unos a los otros ‘con los ojos de la fe’, a reconocernos por lo que somos en el plan de Dios, en el designio de su eterna voluntad y no por lo que las consecuencias históricas de nuestros pecados nos han llevado a ser. Si aprenderemos a mirarnos siempre los unos a los otros en Dios, será todavía más veloz nuestro camino y más ágil la colaboración en tantos campos de la vida cotidiana que ya ahora, felizmente, nos une”.

El Santo padre subrayó que esta mirada teologal nutrida de fe, esperanza y amor, es capaz de generar una reflexión teológica auténtica que es, en realidad, una verdadera Scientia Dei: participación a la mirada que Dios tiene sobre sí mismo y sobre nosotros. Esta reflexión - constató - nos acercará los unos a los otros, en el camino de la unidad, aun si partimos desde perspectivas diversas. Por lo tanto, dijo, “confío y rezo, para que el trabajo de la Comisión mixta internacional pueda ser expresión de esta comprensión profunda, de esta teología hecha de rodillas”. La reflexión sobre conceptos de primado y de sinodalidad, sobre comunión en la Iglesia Universal, sobre el ministerio del Obispo de Roma - aseveró el Papa -no será, entonces, un ejercicio académico ni una simple disputa entre posiciones inconciliables.

(MCM-RV)

Evangelio del Sábado 28 de Junio

Memoria del Inmaculado Corazón de María

Evangelio según San Lucas 2,41-51.

Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua.
Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre,
y acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta.
Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos.
Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él.
Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas.
Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: "Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados".
Jesús les respondió: "¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?".
Ellos no entendieron lo que les decía.
El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón. 


es Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

viernes, 27 de junio de 2014

Evangelio del Viernes 27 de Junio

Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús

Evangelio según San Mateo 11,25-30.

Jesús dijo:
"Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños.
Sí, Padre, porque así lo has querido.
Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré.
Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio.
Porque mi yugo es suave y mi carga liviana". 


es Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús. 

jueves, 26 de junio de 2014

Evangelio del Jueves 26 de Junio

Jueves de la duodécima semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Mateo 7,21-29.

Jesús dijo a sus discípulos:
No son los que me dicen: 'Señor, Señor', los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Muchos me dirán en aquel día: 'Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu Nombre? ¿No expulsamos a los demonios e hicimos muchos milagros en tu Nombre?'.
Entonces yo les manifestaré: 'Jamás los conocí; apártense de mí, ustedes, los que hacen el mal'.
Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca.
Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca.
Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena.
Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande".
Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, la multitud estaba asombrada de su enseñanza,
porque él les enseñaba como quien tiene autoridad y no como sus escribas.

es Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

miércoles, 25 de junio de 2014

Catequesis de hoy del Papa Francisco: No caigamos en la tentación de creer que no necesitamos la iglesia y podemos salvarnos solos





TEXTO COMPLETO

«Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy hay otro grupo de peregrinos conectados con nosotros en el Aula Pablo VI. Son peregrinos enfermos. Porque con este tiempo, entre el calor y la posibilidad de lluvia, era más prudente que ellos permanecieran allí. Pero están conectados con nosotros a través de un pantalla gigante. Y así, estamos unidos en la misma Audiencia. Y todos nosotros hoy rezaremos especialmente por ellos, por sus enfermedades. Gracias.

En la primera catequesis sobre la Iglesia, el miércoles pasado, comenzamos por la iniciativa de Dios que quiere formar un Pueblo que lleve su bendición a todos los pueblos de la tierra. Empieza con Abraham y luego, con mucha paciencia – y Dios tiene, tiene tanta- con mucha paciencia prepara este Pueblo en la Antigua Alianza hasta que, en Jesucristo, lo constituye como signo e instrumento de la unión de los hombres con Dios y entre nosotros).

Hoy vamos hacer hincapié en la importancia que tiene para el cristiano pertenecer a este Pueblo. Hablaremos de la pertenencia a la Iglesia.

1. Nosotros no estamos aislados y no somos cristianos a título individual, cada uno por su lado, no: ¡nuestra identidad cristiana es pertenencia! Somos cristianos porque nosotros pertenecemos a la Iglesia. Es como un apellido: si el nombre es "Yo soy cristiano", el apellido es: "Yo pertenezco a la Iglesia."

Es muy bello ver que esta pertenencia se expresa también con el nombre que Dios se da a sí mismo. Respondiendo a Moisés, en el maravilloso episodio de la "zarza ardiente" (cf. Ex 3,15), de hecho, se define como 'el Dios de tus padres'; no dice 'yo soy el Omnipotente', no: 'yo soy el Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob'.

De este modo, Él se manifiesta como el Dios que ha establecido una alianza con nuestros padres y se mantiene siempre fiel a su pacto, y nos llama a que entremos en esta relación que nos precede. Esta relación de Dios con su Pueblo nos precede a todos nosotros, viene de aquel tiempo.

2. En este sentido, el pensamiento va primero, con gratitud, a aquellos que nos han precedido y que nos han acogido en la Iglesia. ¡Nadie llega a ser cristiano por sí mismo! ¿Es claro esto? Nadie se hace cristiano por sí mismo. No se hacen cristianos en laboratorio.

El cristiano es parte de un Pueblo que viene de lejos. El cristiano pertenece a un Pueblo que se llama Iglesia y esta Iglesia lo hace cristiano el día del Bautismo, se entiende, y luego en el recorrido de la catequesis y tantas cosas. Pero nadie, nadie, se hace cristiano por sí mismo.

Si creemos, si sabemos orar, si conocemos al Señor y podemos escuchar su Palabra, si nos sentimos cerca y lo reconocemos en nuestros hermanos, es porque otros, antes que nosotros, han vivido la fe y luego nos la han transmitido, la fe la hemos recibido de nuestros padres, de nuestros antepasados y ellos nos la han enseñado.

Si lo pensamos bien, ¿quién sabe cuántos rostros queridos nos pasan ante los ojos, en este momento? Puede ser el rostro de nuestros padres que pidieron el bautismo para nosotros; el de nuestros abuelos o de algún familiar, que nos enseñaron a hacer la señal de la cruz y a recitar las primeras oraciones.

Yo recuerdo siempre tanto el rostro de la religiosa que me enseñó el catecismo, está en el cielo seguro, porque es una santa mujer; yo la recuerdo siempre y doy gracias a Dios por esta religiosa. O el rostro del párroco, un sacerdote o una religiosa, un catequista, que nos ha transmitido el contenido de la fe y nos ha hecho crecer como cristianos. Pues bien, ésta es la Iglesia: es una gran familia, en la que se nos recibe y se aprende a vivir como creyentes y discípulos del Señor Jesús.

3. Este camino lo podemos vivir no solamente gracias a otras personas, sino junto a otras personas. En la Iglesia no existe el “hazlo tú solo”, no existen “jugadores libres”. ¡Cuántas veces el Papa Benedicto ha descrito la Iglesia como un “nosotros” eclesial!

A veces sucede que escuchamos a alguien decir: “yo creo en Dios, creo en Jesús, pero la Iglesia no me interesa”. ¿Cuántas veces hemos escuchado esto? Y esto no está bien.

Existe quién considera que puede tener una relación personal directa, inmediata con Jesucristo fuera de la comunión y de la mediación de la Iglesia. Son tentaciones peligrosas y dañinas. Son, como decía Pablo VI, dicotomías absurdas.

Es verdad que caminar juntos es difícil y a veces puede resultar fatigoso: puede suceder que algún hermano o alguna hermana nos cause problemas o nos dé escándalo. Pero el Señor ha confiado su mensaje de salvación a personas humanas, a todos nosotros, a testigos; y es en nuestros hermanos y en nuestras hermanas, con sus virtudes y sus límites, que viene a nosotros y se hace reconocer. Y esto significa pertenecer a la Iglesia. Recuérdenlo bien: ser cristianos significa pertenencia a la Iglesia. El nombre es “cristiano”, el apellido es “pertenencia a la Iglesia”.

Queridos amigos, pidamos al Señor, por intercesión de la Virgen María, Madre de la Iglesia, la gracia de no caer jamás en la tentación de pensar que se puede prescindir de los otros, de que se puede prescindir de la Iglesia, de que podemos salvarnos solos, de ser cristianos de laboratorio.

Al contrario, no se puede amar a Dios sin amar a los hermanos; no se puede amar a Dios fuera de la Iglesia; no se puede estar en comunión con Dios sin estar en comunión con la Iglesia; y no podemos ser buenos cristianos sino junto a todos los que tratan de seguir al Señor Jesús, como un único Pueblo, un único cuerpo y esto es la Iglesia. Gracias».

(Traducción Cecilia Mutual y Eduardo Rubió, de Radio Vaticano)

Evangelio del Miércoles 25 de Junio

Miércoles de la duodécima semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Mateo 7,15-20.

Jesús dijo a sus discípulos:
Tengan cuidado de los falsos profetas, que se presentan cubiertos con pieles de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los reconocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos?
Así, todo árbol bueno produce frutos buenos y todo árbol malo produce frutos malos.
Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir frutos buenos.
Al árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja al fuego.
Por sus frutos, entonces, ustedes los reconocerán. 

 es Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

martes, 24 de junio de 2014

Reflexión Espiritual, Natividad de San Juan Bautista.

De: https://www.facebook.com/News.va Español

De los sermones de san Agustín: «LA VOZ QUE CLAMA EN EL DESIERTO»

La Iglesia celebra el nacimiento de Juan como algo sagrado, y él es el único de los santos cuyo nacimiento se festeja. [...] Juan viene a ser como la línea divisoria entre los dos Testamentos, el antiguo y el nuevo. Así lo atestigua el mismo Señor, cuando dice: La ley y los profetas llegaron hasta Juan. Por tanto, él es como la personificación de lo antiguo y el anuncio de lo nuevo. Porque personifica lo antiguo, nace de padres ancianos; porque personifica lo nuevo, es declarado profeta en el seno de su madre. Aún no ha nacido y, al venir la Virgen María, salta de gozo en las entrañas de su madre. Con ello queda ya señalada su misión, aun antes de nacer; queda demostrado de quién es precursor, antes de que él lo vea. Estas cosas pertenecen al orden de lo divino y sobrepasan la capacidad de la humana pequeñez. Finalmente, nace, se le impone el nombre, queda expedita la lengua de su padre. Estos acontecimientos hay que entenderlos con toda la fuerza de su significado.

Zacarías calla y pierde el habla hasta que nace Juan, el precursor del Señor, y abre su boca. Este silencio de Zacarías significaba que, antes de la predicación de Cristo, el sentido de las profecías estaba en cierto modo latente, oculto, encerrado. Con el advenimiento de aquel a quien se referían estas profecías, todo se hace claro. El hecho de que en el nacimiento de Juan se abre la boca de

Zacarías tiene el mismo significado que el rasgarse el velo al morir Cristo en la cruz. Si Juan se hubiera anunciado a sí mismo, la boca de Zacarías habría continuado muda. Si se desata su lengua es porque ha nacido aquel que es la voz; en efecto, cuando Juan cumplía ya su misión de anunciar al Señor, le dijeron: ¿Tú quién eres? Y él respondió: Yo soy la voz que grita en el desierto. Juan era la voz; pero el Señor era la Palabra que en el principio ya existía. Juan era una voz pasajera, Cristo la Palabra eterna desde el principio.

William-Adolphe Bouguereau, siglo XIX.

Evangelio del Martes 24 de Junio

Solemindad de la Natividad de san Juan Bautista

Evangelio según San Lucas 1,57-66.80.


Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo.
Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella.
A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre;
pero la madre dijo: "No, debe llamarse Juan".
Ellos le decían: "No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre".
Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran.
Este pidió una pizarra y escribió: "Su nombre es Juan". Todos quedaron admirados.
Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios.
Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea.
Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: "¿Qué llegará a ser este niño?". Porque la mano del Señor estaba con él.
El niño iba creciendo y se fortalecía en su espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que se manifestó a Israel.

es Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

lunes, 23 de junio de 2014

Evangelio del Lunes 23 de Junio

Lunes de la duodécima semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Mateo 7,1-5.

No juzguen, para no ser juzgados.
Porque con el criterio con que ustedes juzguen se los juzgará, y la medida con que midan se usará para ustedes.
¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo?
¿Cómo puedes decirle a tu hermano: 'Deja que te saque la paja de tu ojo', si hay una viga en el tuyo?
Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.

es Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

domingo, 22 de junio de 2014

Evangelio del Domingo 22 de Junio

Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo

Evangelio según San Juan 6,51-58.


Jesús dijo a los judíos:
"Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo".
Los judíos discutían entre sí, diciendo: "¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?".
Jesús les respondió: "Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes.
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.
Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente".


 es Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

sábado, 21 de junio de 2014

Evangelio del Sábado 21 de Junio

Sábado de la undécima semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Mateo 6,24-34.

Dijo Jesús a sus discípulos:
Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero.
Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido?
Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos?
¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida?
¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer.
Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos.
Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe!
No se inquieten entonces, diciendo: '¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?'.
Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan.
Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura.
No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción. 


  es Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

viernes, 20 de junio de 2014

Evangelio del Viernes 20 de Junio

Viernes de la undécima semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Mateo 6,19-23.

No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban.
Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben.
Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón.
La lámpara del cuerpo es el ojo. Si el ojo está sano, todo el cuerpo estará iluminado.
Pero si el ojo está enfermo, todo el cuerpo estará en tinieblas. Si la luz que hay en ti se oscurece, ¡cuánta oscuridad habrá! 


  es Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

jueves, 19 de junio de 2014

CORPUS CHISTRI

Seguilo en vivo desde las 14 hs. en
http://obispadodezaratecampana.org/

Convivencia "Sígueme"

 4 y 5 de julio, para varones mayores de 15 años, en Baradero. Evento en facebook:

MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 
Los invitamos a unirnos en oración en cada día de este mes de junio queridos amigos de facebook.

Oración Preparatoria. Oh Dios, que por medio del Corazón de tu Hijo, herido por nuestras culpas, te dignas, en tu misericordia infinita, darnos los tesoros de tu amor; te pedimos nos concedas que, al presentarte el devoto obsequio de nuestra piedad, le ofrezcamos también el homenaje de una digna satisfacción. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Consideración del día jueves 19 de junio: Lanzada contra el Corazón de Cristo es el desconocimiento que reina de la vida y doctrina de Jesús, aun por parte de muchos cristianos, que lo son solamente de nombre, pero no en realidad.

Oración final. Oh Señor Jesús tus santos misterios infundan en nosotros un fervor divino, conque, recibida la suavidad de tu dulcísimo Corazón, aprendamos a despreciar lo terreno y amar lo celestial. Tu que vives y reinas por siglos infinitos. Amén.

Evangelio del Jueves 19 de Junio

Jueves de la undécima semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Mateo 6,7-15.

Jesús dijo a sus discípulos:
Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados.
No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.
Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre,
que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido.
No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal.
Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes.
Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes. 


  es Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

miércoles, 18 de junio de 2014

En Corpus Christi se inicia el camino al Congreso Eucarístico Nacional

Tomado de: http://www.aica.org/

En la Plaza Independencia se conocerán detalles del CEN 2016
San Miguel de Tucumán (AICA): El próximo domingo, en ocasión de la celebración arquidiocesana de Corpus Christi, la Iglesia en Tucumán lanzará el Congreso Eucarístico Nacional 2016, al que se espera que asista el papa Francisco. El arzobispo, monseñor Alfredo Horacio Zecca, confió que es “muy probable” que el Santo Padre visite la provincia para la clausura del encuentro y se mostró esperanzado en que la actividad sirva para acrecentar la esperanza y el compromiso por una sociedad mejor.
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El próximo domingo, en ocasión de la celebración de Corpus Christi, la arquidiócesis de Tucumán lanzará el Congreso Eucarístico Nacional 2016, al que se espera que asista el papa Francisco. El arzobispo, monseñor Alfredo Horacio Zecca, confió que es “muy probable” que el Santo Padre visite la provincia para la clausura del encuentro y se mostró esperanzado en que la actividad sirva para acrecentar la esperanza y el compromiso por una sociedad mejor.

Monseñor Zecca brindó una conferencia de prensa en la que explicó que el Congreso Eucarístico debía realizarse en 2014, pero en vistas del bicentenario de la Independencia decidió trasladarse a esta fecha. teniendo en cuenta la superposición con el festejo por los 200 años de independencia de la Argentina y el centenario del primer congreso eucarístico.

Monseñor Zecca reveló que es “muy probable” la presencia del papa Francisco, según pudo consultar con diversas fuentes. El prelado contó que Francisco manifestó a los obispos chilenos su intención de visitar la nación trasandina luego del Congreso Eucarístico Nacional, que se realizará entre el 16 y el 19 de junio de 2016.

“La confirmación oficial de que el Papa viene a Tucumán la vamos a tener seis meses antes, seguramente. Así ocurre siempre. Pero sabemos que el deseo del Papa es venir porque lo ha expresado innumerables veces”, detalló el prelado.

El arzobispo de Tucumán informó que el lema del encuentro será “Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos".

"Este es el lema del congreso, organizado y convocado por el episcopado argentino, aunque a nosotros, como Iglesia local, nos toca una mayor responsabilidad en la organización. Jesucristo es el Señor de la historia porque nos ha acompañado durante toda la historia de nuestra patria. El episcopado ha querido destacar este aspecto, ya que en 2016 se celebra el bicentenario de la Independencia de la patria”, señaló.

Por último, monseñor Zecca manifestó su confianza en que el acontecimiento sirva para que todo el pueblo argentino recupere valores que están ausentes, o bien están debilitados. "Yo tengo mucha fe que estos acontecimientos, tanto el Congreso Eucarístico como los festejos del Bicentenario, nos devuelvan esa posibilidad de recuperar la esperanza que en estos tiempos está un poco perdida en los argentinos”, expresó.

Hoy se reúne la secretaría general del Congreso, con un representante de cada comisión, y se definirán las cuestiones concretas en torno a la convocatoria de voluntarios y las actividades previstas en el marco de la congregación de fieles en la plaza Independencia. El domingo se conocerá públicamente el logo del encuentro, el himno oficial y la oración preparatoria.+

Evangelio del Miércoles 18 de Junio

Miércoles de la undécima semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Mateo 6,1-6.16-18.

Jesús dijo a sus discípulos:
Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo.
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha,
para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro,
para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.


 es Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

martes, 17 de junio de 2014

Mes del Sagrado Corazón de Jesús

 De: https://www.facebook.com/Obispado Zarate-Campana

Los invitamos a unirnos en oración en cada día de este mes de junio queridos amigos de facebook.
Oración Preparatoria. Oh Dios, que por medio del Corazón de tu Hijo, herido por nuestras culpas, te dignas, en tu misericordia infinita, darnos los tesoros de tu amor; te pedimos nos concedas que, al presentarte el devoto obsequio de nuestra piedad, le ofrezcamos también el homenaje de una digna satisfacción. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Consideración del día martes 17 de junio: Lanzada contra el Corazón de Cristo es el ateísmo materialista que pretende hoy dominar el mundo, borrar de las inteligencias todo el orden sobrenatural y sumirlo en el abismo de toda maldad.

Oración final. Oh Señor Jesús tus santos misterios infundan en nosotros un fervor divino, conque, recibida la suavidad de tu dulcísimo Corazón, aprendamos a despreciar lo terreno y amar lo celestial. Tu que vives y reinas por siglos infinitos. Amén.

Evangelio del Martes 17 de Junio

Martes de la undécima semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Mateo 5,43-48.

Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores;
así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?
Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo. 


 es Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

lunes, 16 de junio de 2014

Homilía del lunes del Papa Francisco: Los daños que causan los corruptos los pagan los pobres.


Tomado de: https://www.facebook.com/News.va Español


La corrupción de los poderosos termina siendo “pagada por los pobres”, quienes por avidez de los potentes terminan sin aquello que necesitan y a lo que tienen derecho. Lo afirmó el Papa Francisco esta mañana en la Misa matutina en la Casa de Santa Marta. “El único camino” para vencer “el pecado de la corrupción” - concluyó - es “el servicio” a los demás que purifica el corazón.

Una historia muy triste que, aunque es muy antigua, sigue siendo un reflejo de uno de los pecados más “a la mano”: la corrupción. El Papa Francisco reflexiona sobre la página de la Biblia, según lo propuesto por la liturgia, que cuenta la historia de Nabot, propietario de un viñedo por generaciones. Cuando el rey Acab con la intención - dijo el Papa - “de ensanchar un poco su jardín”, le pide que se lo venda, Nabot se niega porque no tiene la intención de deshacerse de “la herencia de sus padres”.

El Rey tomó el rechazo muy mal, por lo que su esposa Jezabel teje una trampa: con la ayuda de testigos falsos, hace llevar a la corte a Nabot, que termina condenado y apedreado hasta la muerte. Y al final, entrega la viña deseada a su marido, quien- observa Papa Francisco – la recibe “tranquilo, como si nada hubiera pasado”. “Esta historia” - comenta - “se repite continuamente entre los que tienen poder material o poder político o poder espiritual”.

“En los periódicos leemos muchas veces: ah, fue llevado al tribunal aquel político que se ha enriquecido mágicamente. Estuvo en el tribunal, fue llevado a la corte aquel jefe de empresa “mágicamente” enriquecido, es decir, por la explotación de sus trabajadores. Se habla demasiado de un prelado que se ha enriquecido mucho y ha dejado su deber pastoral para cuidar su poder.

Así, los corruptos políticos, los corruptos de los negocios y los corruptos eclesiásticos. Están por todas partes. Y tenemos que decir la verdad: la corrupción es precisamente “el” pecado “a la mano”, que tiene aquella persona con autoridad sobre los demás, sea económica, sea política, sea eclesiástica. Todos somos tentados a la corrupción. Es un pecado “a la mano”. Porque cuando uno tiene autoridad se siente poderoso, se siente casi Dios”.

Por otra parte - prosiguió Papa Francisco – uno se corrompe a lo largo del “camino de la propia seguridad”. Con el bienestar, el dinero, el poder, la vanidad, el orgullo... Y a partir de ahí, todo. “Incluso matar”. Pero - se pregunta el Papa - “¿quién paga la corrupción?” ¿El que te lleva la tangente? ¡No! “Esto es lo que hace el intermediario. La corrupción en realidad, la paga el pobre”.

“Si hablamos de los corruptos políticos o de los economistas corruptos, ¿quién paga esto? Pagan los hospitales sin medicinas, los enfermos que no tienen cuidados, los niños sin educación. Ellos son los modernos Nabot, que pagan la corrupción de los grandes. ¿Y quién paga la corrupción de un prelado? La pagan los niños, que no saben hacerse el signo de la cruz, que no saben la catequesis, que no son cuidados.

La pagan los enfermos que no son visitados, la pagan los encarcelados que no tienen atención espiritual. Los pobres pagan. La corrupción la pagan los pobres: pobres materiales, pobres espirituales”.

En cambio “el único camino para salir de la corrupción”, – afirmó el Sucesor de Pedro – “el único camino para vencer la tentación, el pecado de la corrupción es el servicio”. Porque, explicó, la corrupción viene del orgullo, de la soberbia, y el servicio te humilla: es la “caridad humilde para ayudar a los demás”:

“Hoy, ofrecemos la Misa por estos - tantos, tantos - que pagan la corrupción, que pagan la vida de los corruptos. Estos mártires de la corrupción política, de la corrupción económica y de la corrupción eclesiástica. Rezamos por ellos. Que el Señor nos acerque a ellos. Seguramente estaba muy cerca de Nabot, en el momento de la lapidación, así como estaba muy cerca de Esteban. Que el Señor esté cerca de ellos y les dé la fuerza para ir hacia adelante en su testimonio, en el propio testimonio.

(GM y MCM - RV)

Evangelio de Lunes 16 de Junio

Lunes de la undécima semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Mateo 5,38-42.

Jesús, dijo a sus discípulos:
Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.
Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra.
Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto;
y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.
Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado. 


 es Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

domingo, 15 de junio de 2014

Evangelio del Domingo 15 de Junio

Solemnidad de la Santísima Trinidad

Evangelio según San Juan 3,16-18. 

Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.

 es Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

sábado, 14 de junio de 2014

Evangelio del Sábado 14 de Junio

Sábado de la décima semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Mateo 5,33-37.

Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor.
Pero yo les digo que no juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios,
ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey.
No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos.
Cuando ustedes digan 'sí', que sea sí, y cuando digan 'no', que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno. 


 es Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

viernes, 13 de junio de 2014

Viernes 13 Junio 2014: San Antonio de Padua

De los sermones de san Antonio de Padua, presbítero (I, 226)

«LA PALABRA TIENE FUERZA CUANDO VA ACOMPAÑADA DE LAS OBRAS»

El que está lleno del Espíritu Santo habla diversas lenguas. Estas diversas lenguas son los diversos testimonios que da de Cristo, como por ejemplo la humildad, la pobreza, la paciencia y la obediencia, que son las palabras con que hablamos cuando los demás pueden verlas reflejadas en nuestra conducta. La palabra tiene fuerza cuando va acompañada de las obras. Cesen, por favor, las palabras y sean las obras quienes hablen. Estamos repletos de palabras, pero vacíos de obras, y, por esto, el Señor maldice como maldijo aquella higuera en la que no halló fruto sino hojas tan sólo. "La norma del predicador —dice san Gregorio— es poner por obra lo que predica." En vano se esfuerza en propagar la doctrina cristiana el que la contradice con sus obras.

Pero los apóstoles «hablaban según el Espíritu les sugería». ¡Dichoso el que habla según le sugiere el Espíritu Santo y no según su propio sentir! [...]

Hablemos, pues, según nos sugiera el Espíritu Santo, pidiéndole con humildad y devoción que infunda en nosotros su gracia, para que completemos el significado quincuagenario del día de Pentecostés, mediante el perfeccionamiento de nuestros cinco sentidos y la observancia de los diez mandamientos, y para que nos llenemos de la ráfaga de viento de la contrición, de manera que, encendidos e iluminados por los sagrados esplendores, podamos llegar a la contemplación del Dios uno y trino.


Cantarini Simone, il Pesarese. San Antonio de Padua (a la izquierda) y San Francisco de Paula, c. 1640. Pinacoteca Nazionale, Bologna

Evangelio del Viernes 13 de Junio

EVANGELIO DE HOY: ALEJA DE TI TODO LO QUE TE HAGA PECAR

Viernes de la décima semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Mateo 5,27-32.

Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio.
Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.
Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena.
Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena.
También se dijo: El que se divorcia de su mujer, debe darle una declaración de divorcio.
Pero yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio. 

es Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

James Tissot, 1886. Brooklyn Museum, New York.

jueves, 12 de junio de 2014

MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO PARA EL MUNDIAL DE FÚTBOL BRASIL 2014

Evangelio del Jueves 12 de junio

Evangelio según San Mateo 5,20-26.

Jesús dijo a sus discípulos:
Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.
Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal.
Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego.
Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso.
Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo. 

es Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

Comentario del Evangelio: Benedicto XVI, Papa de 2005 a 2013

Homilía del 29/05/2005 : “Ve primero a reconciliarte con tu hermano”

El Cristo que encontramos en el Sacramento es el mismo aquí, … en Europa y en América, en África, en Asia y en Oceanía. El único y el mismo Cristo está presente en el pan eucarístico de todos los lugares de la tierra. Esto significa que sólo podemos encontrarlo junto con todos los demás. Sólo podemos recibirlo en la unidad. ¿No es esto lo que nos ha dicho el apóstol san Pablo…? ... "El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque comemos todos del mismo pan" (1 Co 10, 17). La consecuencia es clara: no podemos comulgar con el Señor, si no comulgamos entre nosotros. Si queremos presentaros ante él, también debemos ponernos en camino para ir al encuentro unos de otros. Por eso, es necesario aprender la gran lección del perdón: no dejar que se insinúe en el corazón la polilla del resentimiento, sino abrir el corazón a la magnanimidad de la escucha del otro, abrir el corazón a la comprensión, a la posible aceptación de sus disculpas y al generoso ofrecimiento de las propias.

La Eucaristía -repitámoslo- es sacramento de la unidad. Pero, por desgracia, los cristianos están divididos, precisamente en el sacramento de la unidad. Por eso, sostenidos por la Eucaristía, debemos sentirnos estimulados a tender con todas nuestras fuerzas a la unidad plena que Cristo deseó ardientemente en el Cenáculo. (Jn 17,21s).

miércoles, 11 de junio de 2014

EL PAPA HABLA EN ESPAÑOL: LOS CRISTIANOS NO ESTAMOS SOMETIDOS AL SEÑOR POR MIEDO, SINO CONQUISTADOS POR SU AMOR

Evangelio del Miércoles 11 de junio

Evangelio según San Mateo 10,7-13.

Jesús envió a sus doce apóstoles, diciéndoles:
Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca.
Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente.
No lleven encima oro ni plata, ni monedas,
ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.
Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir.
Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella.
Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes.

es Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

Comentario: Concilio Vaticano II - Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia « Ad Gentes » 4-5

«Habéis recibido gratis, dad gratis»

El Señor Jesús, antes de entregar libremente su vida por el mundo, ordenó de tal suerte el ministerio apostólico y prometió el Espíritu Santo que había de enviar, que ambos quedaron asociados en la realización de la obra de la salud en todas partes y para siempre. El Espíritu Santo "unifica en la comunión y en el servicio»...

El Señor Jesús, ya desde el principio "llamó a sí a los que El quiso, y designó a doce para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar" (Mc., 3,13; Cf. Mt., 10,1-42). De esta forma los Apóstoles fueron los gérmenes del nuevo Israel y al mismo tiempo origen de la sagrada Jerarquía. Después el Señor, una vez que hubo completado en sí mismo con su muerte y resurrección los misterios de nuestra salvación y de la renovación de todas las cosas, recibió todo poder en el cielo y en la tierra (Cf. Mt., 28,18), antes de subir al cielo (Cf. Act., 1,4-8), fundó su Iglesia como sacramento de salvación, y envió a los Apóstoles a todo el mundo, como El había sido enviado por el Padre (Cf. Jn., 20,21), ordenándoles: "Id, pues, enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo: enseñándoles a observar todo cuanto yo os he mandado" (Mt., 28,19s).

Por ello incumbe a la Iglesia el deber de propagar la fe y la salvación de Cristo, tanto en virtud del mandato expreso, que de los Apóstoles heredó el orden de los Obispos con la cooperación de los presbíteros, juntamente con el sucesor de Pedro, Sumo Pastor de la Iglesia, como en virtud de la vida que Cristo infundió en sus miembros... La misión, pues, de la Iglesia se realiza mediante la actividad por la cual, obediente al mandato de Cristo y movida por la caridad del Espíritu Santo, se hace plena y actualmente presente a todos los hombres y pueblos para conducirlos a la fe, la libertad y a la paz de Cristo por el ejemplo de la vida y de la predicación, por los sacramentos y demás medios de la gracia, de forma que se les descubra el camino libre y seguro para la plena participación del misterio de Cristo.

martes, 10 de junio de 2014

Infodiócesis HD N°2


Evangelio del Martes 10 de junio

Evangelio según San Mateo 5,13-16.

Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña.
Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa.
Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo

lunes, 9 de junio de 2014

Papa Francisco: las Bienaventuranzas que Jesús nos enseña son el carnet de identidad de los cristianos

Tomado de. http://www.news.va/


2014-06-09 Radio Vaticana

(RV).- En su homilía de la Misa matutina, en la Capilla de la Casa de Santa Marta, el Papa Bergoglio hizo hincapié en lo que nos enseña Jesús en las Bienaventuranzas y en dar de comer a los que tienen hambre, de beber a los que tienen sed... Este lunes, al día siguiente de su histórica iniciativa ‘Invocación por la paz’, celebrada en los jardines vaticanos. Señalando que Jesús nos indica el programa de vida, la identidad de los cristianos, yendo contracorriente con respecto a lo que se ‘suele hacer en el mundo’. Felices, Bienaventurados los pobres. Una vez más, el Papa recordó que cuando el corazón es rico, está tan satisfecho que ya no hay lugar para la Palabra de Dios. Los que lloran, porque serán consolados:

«Pero el mundo nos dice: la alegría, la felicidad, la diversión, eso es lo lindo de la vida. E ignora, mira hacia otro lado cuando hay problemas de enfermedad, problemas de dolor en la familia. El mundo no quiere llorar, prefiere ignorar las situaciones dolorosas, taparlas. Sólo la persona que ve las cosas como son y llora en su corazón es feliz y será consolada. El consuelo de Jesús, no el del mundo. Bienaventurados los mansos en este mundo que desde el comienzo es un mundo de guerras, un mundo donde se pelea por todas partes, donde en todo lugar hay odio. Y Jesús dice: nada de guerras, nada de odio, paz, mansedumbre».

Si soy manso en la vida, pensarán que soy un necio, que piensen lo que quieran, señaló el Obispo de Roma, añadiendo luego que los mansos heredarán la Tierra. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados, recordó también, refiriéndose asimismo a las injusticias, tantas injusticias, que son producto de la corrupción, de los compinches de la corrupción, de la política del negocio por encima de todo. Y Jesús nos recuerda que son Bienaventurados los que luchan contra estas injusticias. Bienaventurados los misericordiosos, los que comprenden los errores de los demás, Jesús no nos dice Bienaventurados los que se vengan:

«Bienaventurados los que perdonan, misericordiosos. ¡Porque todos somos un ejército de perdonados! Y por ello es Bienaventurado el que va por ese camino del perdón. Bienaventurados los que tienen el corazón puro, sencillo, puro sin malezas, un corazón que sabe amar con esa pureza tan linda. Bienaventurados los que trabajan por la paz. ¡Pero es tan común entre nosotros ser trabajadores por guerras o al menos trabajadores de malentendidos! Cuando oigo algo de éste y voy y se lo digo, con una versión ampliada ... El mundo de los chismes. Esta gente que chismea no trabaja por la paz, es enemiga de la paz. No son bienaventurados».

Jesús nos presenta las Bienaventuranzas y nos da también otras indicaciones, que encontramos en el capítulo 25 del Evangelio «tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver», volvió a recordar el Obispo de Roma:

«Pocas palabras, palabras sencillas pero prácticas para todos, porque el cristianismo es una religión práctica: no para pensarla sino para practicarla. Hoy, si tienen un poco de tiempo en casa, tomen el Evangelio, el Evangelio de Mateo, capítulo quinto, al comienzo están estas Bienaventuranzas; en el capítulo 25 las otras. Les hará bien leerlo, una, dos, tres veces. Pero leer esto, que es el programa de santidad. ¡Que el Señor nos de la gracia de comprender este mensaje suyo!»

ORAR CON EL SALMO DE HOY: NUESTRO AUXILIO ES EL NOMBRE DEL SEÑOR

Del salmo 120:

R/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra

Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el auxilio?
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. R/.

No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel. R/.

El Señor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche. R/.

El Señor te guarda de todo mal,
él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas,
ahora y por siempre. R/.

Para hacer la paz se necesita mucho más valor que para hacer la guerra: el Papa une en oración por la paz a palestinos e israelíes


2014-06-09 Radio Vaticana
(RV).- "Señor, desarma la lengua y las manos, renueva los corazones y las mentes, para que la palabra que nos lleva al encuentro sea siempre «hermano», y el estilo de nuestra vida se convierta en shalom, paz, salam. Amén". Son las palabras finales de la alocución del Papa Francisco en la ceremonia de oración por la paz que reunió ayer en el Vaticano junto al Papa al presidente de Israel, Simon Peres, y Palestina, Mahmoud Abbas. Francisco logró algo impensable hace solo unos meses: unir a orar juntos por la paz a judíos y palestinos.
Un paso de gigantes hacia la paz en todo el mundo, desde la óptica del mismo Dios que nos creó y nos observa. "Por eso estamos aquí, porque sabemos y creemos que necesitamos la ayuda de Dios. El Santo Padre insistió en que "se necesita valor para decir sí al encuentro y no al enfrentamiento; sí al diálogo y no a la violencia; sí a la negociación y no a la hostilidad; sí al respeto de los pactos y no a las provocaciones; sí a la sinceridad y no a la doblez".
Francisco en persona salió a recibir a los dos mandatarios. Según marcaba el protocolo, el primero en llegar fue el presidente israelí Simon Peres, con quien el Papa mantuvo un breve encuentro en una de las salas de Casa Santa Marta. Veinte minutos después, hizo aparición el presidente palestino Mahmoud Abbas. Ambos líderes, católico israelí y palestino, se mostraron en todo momento sonrientes y esperanzados. La escena del abrazo entre los líderes palestino e israelí, con el Papa de testigo, dio la vuelta al mundo.
"¡Que Dios te bendiga!", fue el saludo de Peres a Abbas. Las sonrisas se multiplicaron cuando se incorporó un cuarto invitado, el patriarca ecuménico de Constantinopla Bartolomé I, que el Papa quiso que estuviera presente en esta importante cumbre por la paz en Oriente Medio.
Los cuatro, junto al custodio de Tierra Santa, se dirigieron a los jardines vaticanos, donde responsables católicos, ortodoxos, judíos y musulmanes les esperaban para iniciar una oración por la paz histórica. Fueron recibidos con un breve concierto de violín, oboe, chelo y arpa (que acompañaron la transición entre los distintos momentos del acto), y una explicación en inglés contando el orden de la intervención, por orden histórico estricto: primero los judíos, segundo los cristianos, y finalmente los musulmanes. La primera parte de la celebración fue una alabanza a Dios por los dones de la creación, mientras que en un segundo momento se pidió perdón por los pecados contra Dios y contra el prójimo. Finalmente, el punto más esperado: la petición de oración por la paz entre judíos y palestinos, en toda Tierra Santa, en todo Oriente Medio, para toda la Humanidad.
Al término de las mismas, un nuevo abrazo, y un gesto de paz. Los cuatro líderes plantaron un pequeño árbol, símbolo de la paz que se pretende y se desea, "y que no será fácil, pero lucharemos por ella lo que nos queda de vida" (como dijo el presidente Peres), en los jardines del Vaticano.
ER RV

Texto completo de las palabras del Papa.

Señores Presidentes
Los saludo con gran alegría, y deseo ofrecerles, a ustedes y a las distinguidas Delegaciones que les acompañan, la misma bienvenida calurosa que me han deparado en mi reciente peregrinación a Tierra Santa. Gracias desde el fondo de mi corazón por haber aceptado mi invitación a venir aquí para implorar de Dios, juntos, el don de la paz. Espero que este encuentro sea el comienzo de un camino nuevo en busca de lo que une, para superar lo que divide.
Y gracias a Vuestra Santidad, venerado hermano Bartolomé, por estar aquí conmigo para recibir a estos ilustres huéspedes. Su participación es un gran don, un valioso apoyo, y es testimonio de la senda que, como cristianos, estamos siguiendo hacia la plena unidad. Su presencia, Señores Presidentes, es un gran signo de fraternidad, que hacen como hijos de Abraham, y expresión concreta de confianza en Dios, Señor de la historia, que hoy nos mira como hermanos uno de otro, y desea conducirnos por sus vías.
Este encuentro nuestro para invocar la paz en Tierra Santa, en Medio Oriente y en todo el mundo, está acompañado por la oración de tantas personas, de diferentes culturas, naciones, lenguas y religiones: personas que han rezado por este encuentro y que ahora están unidos a nosotros en la misma invocación. Es un encuentro que responde al deseo ardiente de cuantos anhelan la paz, y sueñan con un mundo donde hombres y mujeres puedan vivir como hermanos y no como adversarios o enemigos. Señores Presidentes, el mundo es un legado que hemos recibido de nuestros antepasados, pero también un préstamo de nuestros hijos: hijos que están cansados y agotados por los conflictos y con ganas de llegar a los albores de la paz; hijos que nos piden derribar los muros de la enemistad y tomar el camino del diálogo y de la paz, para que triunfen el amor y la amistad.
Muchos, demasiados de estos hijos han caído víctimas inocentes de la guerra y de la violencia, plantas arrancadas en plena floración. Es deber nuestro lograr que su sacrificio no sea en vano. Que su memoria nos infunda el valor de la paz, la fuerza de perseverar en el diálogo a toda costa, la paciencia para tejer día tras día el entramado cada vez más robusto de una convivencia respetuosa y pacífica, para gloria de Dios y el bien de todos. Para conseguir la paz, se necesita valor, mucho más que para hacer la guerra. Se necesita valor para decir sí al encuentro y no al enfrentamiento; sí al diálogo y no a la violencia; sí a la negociación y no a la hostilidad; sí al respeto de los pactos y no a las provocaciones; sí a la sinceridad y no a la doblez. Para todo esto se necesita valor, una gran fuerza de ánimo.
La historia nos enseña que nuestras fuerzas por sí solas no son suficientes. Más de una vez hemos estado cerca de la paz, pero el maligno, por diversos medios, ha conseguido impedirla. Por eso estamos aquí, porque sabemos y creemos que necesitamos la ayuda de Dios. No renunciamos a nuestras responsabilidades, pero invocamos a Dios como un acto de suprema responsabilidad, de cara a nuestras conciencias y de frente a nuestros pueblos. Hemos escuchado una llamada, y debemos responder: la llamada a romper la espiral del odio y la violencia; a doblegarla con una sola palabra: «hermano». Pero para decir esta palabra, todos debemos levantar la mirada al cielo, y reconocernos hijos de un mismo Padre. A él me dirijo yo, en el Espíritu de Jesucristo, pidiendo la intercesión de la Virgen María, hija de Tierra Santa y Madre nuestra.
Señor, Dios de paz, escucha nuestra súplica. Hemos intentado muchas veces y durante muchos años resolver nuestros conflictos con nuestras fuerzas, y también con nuestras armas; tantos momentos de hostilidad y de oscuridad; tanta sangre derramada; tantas vidas destrozadas; tantas esperanzas abatidas... Pero nuestros esfuerzos han sido en vano. Ahora, Señor, ayúdanos tú. Danos tú la paz, enséñanos tú la paz, guíanos tú hacia la paz. Abre nuestros ojos y nuestros corazones, y danos la valentía para decir: «¡Nunca más la guerra»; «con la guerra, todo queda destruido». Infúndenos el valor de llevar a cabo gestos concretos para construir la paz. Señor, Dios de Abraham y los Profetas, Dios amor que nos has creado y nos llamas a vivir como hermanos, danos la fuerza para ser cada día artesanos de la paz; danos la capacidad de mirar con benevolencia a todos los hermanos que encontramos en nuestro camino. Haznos disponibles para escuchar el clamor de nuestros ciudadanos que nos piden transformar nuestras armas en instrumentos de paz, nuestros temores en confianza y nuestras tensiones en perdón. Mantén encendida en nosotros la llama de la esperanza para tomar con paciente perseverancia opciones de diálogo y reconciliación, para que finalmente triunfe la paz. Y que sean desterradas del corazón de todo hombre estas palabras: división, odio, guerra. Señor, desarma la lengua y las manos, renueva los corazones y las mentes, para que la palabra que nos lleva al encuentro sea siempre «hermano», y el estilo de nuestra vida se convierta en shalom, paz, salam. Amén.

Evangelio del Lunes 9 de Junio

Evangelio según San Mateo 5,1-12.

Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él.
Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
"Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
Felices los afligidos, porque serán consolados.
Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.
Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.
Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron."


es Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

domingo, 8 de junio de 2014

La Iglesia de Pentecostés no se resigna a ser innocua, nace abierta, para abrazar al mundo sin capturar, dijo el Papa a la hora del Regina Coeli

Tomado de: http://www.news.va/

2014-06-08 Radio Vaticana

(RV).- La Iglesia que nace en Pentecostés es una comunidad que suscita estupor porque, con la fuerza que le viene de Dios, anuncia un mensaje nuevo – dijo el Papa Francisco a la hora del Regina Coeli –. Se trata, afirmó, del mensaje universal del amor. Porque como explicó el Obispo de Roma, los discípulos están revestidos de poder desde lo alto y hablan con coraje y franqueza, con la libertad del Espíritu Santo.

Del mismo modo – añadió – la Iglesia está llamada a sorprender anunciando a todos que Jesucristo ha vencido la muerte, que los brazos de Dios están siempre abiertos, que su paciencia está siempre allí, esperándonos, para curarnos y perdonarnos. Porque como reafirmó el Pontífice, precisamente para esta misión Jesús resucitado ha donado su Espíritu a la Iglesia.

El Papa también explicó que la Iglesia de Pentecostés es una Iglesia que no se resigna a ser innocua, o un elemento decorativo. Es una Iglesia que no duda en salir fuera, a encontrarse con la gente, para anunciar el mensaje que le ha sido encomendado, incluso si ese mensaje disturba e inquieta a las conciencias.
Ella nace una, universal, abierta, para abrazar al mundo sin capturar, como la columnata de la Plaza de San Pedro – dijo – cuyos dos brazos se abren para acoger y no se cierran para retener.

(María Fernanda Bernasconi – RV).

Texto completo de la alocución del Papa Francisco antes de rezar el Regina Coeli:

 Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
La fiesta de Pentecostés conmemora la efusión del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en el Cenáculo. Como la Pascua, es un evento acaecido durante la preexistente fiesta hebraica, y que lleva a un cumplimiento sorprendente.
El libro de los Hechos de los Apóstoles describe los signos y los frutos de aquella extraordinaria efusión: el viento fuerte y las llamas de fuego; el miedo desaparece y deja lugar al coraje; las lenguas se desatan y todos comprenden el anuncio. Donde llega el Espíritu de Dios, todo renace y se transfigura. El evento de Pentecostés marca el nacimiento de la Iglesia y su manifestación pública; y nos llaman la atención dos características: es una Iglesia que sorprende y turba.
Un elemento fundamental de Pentecostés es la sorpresa. Nuestro Dios es el Dios de las sorpresas, lo sabemos. Nadie se esperaba algo más de los discípulos: después de la muerte de Jesús eran un grupito insignificante, unos vencidos huérfanos de su Maestro. En cambio, se verifica un evento inesperado que suscita maravilla: la gente permanece turbada porque cada uno oía a los discípulos hablar en su propia lengua, relatando las grandes obras de Dios (cfr. Hch 2,6-7.11).
La Iglesia que nace en Pentecostés es una comunidad que suscita estupor porque, con la fuerza que le viene de Dios, anuncia un mensaje nuevo – la Resurrección de Cristo con un lenguaje nuevo – el universal del amor. Un anuncio nuevo: Cristo está vivo, ha resucitado; un lenguaje nuevo: el lenguaje del amor. Los discípulos están revestidos de poder desde lo alto y hablan con coraje – pocos minutos antes habían sido cobardes, pero ahora hablan con coraje – y franqueza, con la libertad del Espíritu Santo.
Así está llamada a ser siempre la Iglesia: capaz de sorprender anunciando a todos que Jesús, el Cristo ha vencido la muerte, que los brazos de Dios están siempre abiertos, que su paciencia está siempre allí, esperándonos, para curarnos, para perdonarnos. Precisamente para esta misión Jesús resucitado ha donado su Espíritu a la Iglesia.
Atención: si la Iglesia está viva, siempre debe sorprender. Es algo propio de la Iglesia viva sorprender. Una Iglesia que no tenga la capacidad de sorprender es una Iglesia débil, enferma, agonizante ¡y debe ser ingresada en la sección de reanimación, cuanto antes!
Alguno, en Jerusalén, habría preferido que los discípulos de Jesús, paralizados por el miedo, permanecieran encerrados en casa para no crear confusión. También hoy tantos quieren esto de los cristianos. En cambio, el Señor resucitado los impulsa a ir al mundo: «Como el Padre me envió, también yo los envío» (Jn 20,21). La Iglesia de Pentecostés es una Iglesia que no se resigna a ser innocua, demasiado “destilada”. ¡No, no se resigna a esto! No quiere ser un elemento decorativo. Es una Iglesia que no duda en salir fuera, a encontrar a la gente, para anunciar el mensaje que le ha sido encomendado, incluso si ese mensaje disturba o inquieta a las conciencias, incluso si ese mensaje trae, tal vez, problemas y también a veces, nos trae el martirio. Ella nace una y universal, con una identidad precisa, pero abierta, una Iglesia que abraza al mundo pero no captura; lo deja libre, pero lo abraza como la columnata de esta Plaza: dos brazos que se abren para acoger, pero que no se cierran para retener. Nosotros los cristianos somos libres, ¡y la Iglesia nos quiere libres!
No dirigimos a la Virgen María, que en aquella mañana de Pentecostés estaba en el Cenáculo – y la Madre estaba con los hijos –. En Ella la fuerza del Espíritu Santo verdaderamente ha realizado “cosas grandes” (Lc 1,49). Ella misma lo había dicho. Que Ella, Madre del Redentor y Madre de la Iglesia, obtenga con su intercesión una renovada efusión del Espíritu de Dios sobre la Iglesia y sobre el mundo.

(Traducción de María Fernanda Bernasconi – RV).